El Deportivo Morón llegaba al Bajo
Belgrano, en la reedición de un duelo que no se registraba desde el ’80, para enfrentar
al Excursionistas del “Búfalo” Guillermo Szeszurak, tras la copiosa tormenta de
la madrugada y la mañana y el generoso e impensado sol de la tarde en CABA.
Con los ingresos de Nicolás
Martínez por el lesionado Nicolás Minici, Leandro Guzmán en lugar de Emmanuel
Giménez y el retorno de Javier Rossi en reemplazo de Rodrigo Díaz, al conjunto
de Walter Otta le costaría adaptarse a la superficie sintética del “Verde” del
Bajo Belgrano, tanto es así que los primeros minutos resultarían favorables al
local, gracias al buen andar y las aproximaciones de Juan Ignacio Semería,
Diego Yanzi y Gonzalo Vivanco.
Sin embargo, y cuando el Gallo no
había preocupado seriamente al arco defendido por Nerón Iriarte, una buena
combinación ofensiva de Gerardo Martínez, Damián Akerman y Javier Rossi, finalizaría
con una gran definición de Matías Pardo, a los ’21 del primer tiempo, para adelantar
en el marcador a la visita, que tras la ventaja inicial, habría de justificar
el triunfo parcial y hasta contaría con chances ciertas de irse al descanso con
algún gol más de diferencia.
Pese a ello, y fiel al estilo del
Deportivo Morón, para el cual si “no se sufre, no vale”, el Gallito volvería a padecer
en los primeros minutos del complemento, donde el local habría de intentar “inclinar”
la cancha en dirección al arco de Milton Alvarez, quien habría de responder con
acierto en cada intervención, al igual que el resto de la defensa, en especial
Nicolás Martínez y Franco Racca, en el balance de los ’90, las figuras destacas
del triunfo en el difícil terreno de “Excursio”.
Con espacios para la réplica y el
buen pie característico de varios de sus “intérpretes” habituales, el Gallito
tendría una y otra vez la oportunidad de definir el pleito de contra, aunque
entre la falta de puntería de sus delanteros y la buena reacción del arquero
local, el resultado se mantendría abierto hasta el séptimo minuto de descuento,
de un Sebastián Bresba, árbitro del
cotejo, muy recordado en la antesala del “Día de la Madre”, por buena parte de
la parcialidad de Excursionistas.
Con el pitazo final y el desahogo
del todo el equipo, con Cristian Lillo de estandarte, por su regular
rendimiento durante los ’90, y su improvisado “turbante” de venda, fiel reflejo
de un partido “chivo” y disputado con “dientes apretados”, el equipo de Otta se
llevaría del Bajo Belgrano tres puntos fundamentales para acercarse al lote de
punta y, en definitiva, estirar a cinco fechas la racha sin derrotas en el
torneo, con cuatro triunfos y un empate, las últimas dos alegrías en condición
de visitante.
Con pasajes de buen juego y mucho
“huevo”, el Gallo habría de traerse del “Bajo”, una victoria merecida y de “punta”.
En el camino correcto.
@elgallogustavo.
Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.
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