miércoles, 2 de noviembre de 2016

GANO MORON Y SE PRENDE

Si existe una característica distintiva, entre tantas de las positivas que caracterizaran a este Morón de Walter Nicolás Otta, es que, cuando este equipo se halla en “vena”, y se siente seguro de sí mismo y consolidado en sus convicciones futbolísticas, suelen convertir en simple lo difícil, tal y como ocurriera en la noche del martes, en el Nuevo Francisco Urbano, por la duodécima fecha de la Primera “B”, donde redujera paulatinamente a la mínima expresión futbolera, a un conjunto de la UAI Urquiza que por nombres y actualidad, debió oponerle mayor resistencia a un Gallo que lo terminaría venciendo sin atenuantes, y hasta haciéndole “precio” en la “chapa” final del encuentro.

En efecto, el Deportivo Morón estiraría a ocho la racha sin derrotas, con seis victorias y dos empates, obteniendo además su cuarto triunfo en fila de local, para acercarse a cuatro puntos del único líder, Atlanta, con un partido menos, puesto que el “Bohemio” aún debe quedar libre, obligación del fixture que el Gallito ya cumplimentara.

Luego de la copiosa lluvia caída en la madrugada y mañana del propio martes 1° de noviembre, y en un campo de juego rapidito pero en inmejorables condiciones, de entrada nomás, y como es ya otra de sus sanas costumbres, el Deportivo Morón saldría desde los vestuarios a imponer condiciones y demostrar su apetito insaciable por el protagonismo y la búsqueda del arco rival, aunque sin descuidar a una visita con jugadores interesantes y de buen pie, como Isaak Suárez, y la peligrosidad inoxidable de Facundo Diz en los metros finales.

Cuando el partido transcurría fundamentalmente el mitad de cancha, con un leve predominio de Morón, fruto de su búsqueda permanente, el once de Otta alcanzaría la tranquilidad necesaria de la primera ventaja, a los ’18 de la etapa inicial, luego que Javier Rossi, más “Bicho” que nunca, propiciara todas las condiciones requeridas para que el defensor de turno se lo “llevara puesto” en el área y Eduardo Gutiérrez sancionara un razonable penal, que el derechazo seco e inapelable de Emmanuel Giménez (una de las figuras del partido), arriba, fuerte y bien lejos de las manos de Pietrobono, le otorgaran el uno a cero parcial al Gallo.

Antes del cierre de la primera etapa, y tras una contra letal de Morón, luego de un “susto” en las inmediaciones de Milton Alvarez, Rodrigo Díaz combinaría con Damián Akerman, para que de regreso al “Rengo”, éste ensayara una habilitación fenomenal a Javier Rossi por el sector izquierdo, cuyo centro hallaría el anticipo goleador de Damián, cuyo remate primero al travesaño e impulsado por la espalda involuntaria del arquero visitante, le daría al Gallo la tranquilidad suficiente del 2 a 0, a los ’44 del primer tiempo, y el grito 149 (quinto en el campeonato) de un monstruo sagrado del gol como Akerman, para el cual ya se han agotado los adjetivos calificativos y las muestras de agradecimiento eterno.

El complemento prácticamente estaría de más, más allá de las intenciones ofensivas por reducir la diferencia, del equipo de Roberto Marcos Saporiti, y hasta del penal bien cobrado y malogrado por Facundo Diz, a quince del final del partido, porque este Morón que estando en “vena” y seguro de sí mismo y de sus convicciones futbolísticas, volvería a convertir en simple lo difícil, venciendo con total autoridad y justicia a una buena medida como la UAI Urquiza, a quien habría de controlar y dominar casi a voluntad, durante los segundos ’45 de partido.


Ganó Morón y se prende, como la llama de la ilusión de todo el Oeste.


@elgallogustavo.



                                       Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

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