Con un segundo tiempo de
excelencia colectiva y un Rodrigo Díaz inspirado y determinante, el Deportivo
Morón aplastó sin atenuantes a Excursionistas, en la noche de jueves del Nuevo
Francisco Urbano, para golearlo por 5 a 0, y sacar una diferencia de seis
unidades, respecto de Defensores de Belgrano, su más inmediato perseguidor, en
la apertura de la fecha 28 del torneo de la Primera “B”, que lo mantiene al
Gallo más líder que nunca, a fuerza de categoría individual y de conjunto, y
una solidez que se acentúa partido tras partido, a falta de diez “finales”
´para el cierre de un campeonato que ilusiona y mantiene en vilo a todo el
Oeste.
Luego de un puñado de minutos
iniciales de desconcierto, donde la visita saliera al campo de juego con una
actitud ofensiva insospechada, y generara alguna que otra preocupación en la
extrema defensa del Gallito, a los ’25 del primer tiempo, una buena combinación
entre Rodrigo Díaz y Damián Akerman, terminaría con una precisa habilitación
del goleador histórico de Morón, para dejar cara a cara al “Rengo” con Nerón
Iriarte, arquero de “Excursio”, que tras repeler con su cuerpo el remate
inicial de Rodrigo Díaz, le permitiría a la figura excluyente del encuentro,
volver a empujarla casi con su vientre, para adelantar en el marcador al líder
del torneo y comenzar a destrabar un partido que había amanecido parejo y “chivo”.
Ya en el complemento, Walter Otta
apostaría por el ingreso de Leandro Guzmán, en lugar de Gerardo Martínez,
modificación táctica que resultaría vital para el desarrollo posterior de un
segundo tiempo, donde el único puntero del campeonato se florearía ante su
visita, con destellos de un fútbol colectivo de nivel superlativo y aportes
individuales de excepción, como el referido Rodrigo Díaz que, a escasos tres
minutos de reiniciado el cotejo, y luego de otra vistosa combinación con Damián
Akerman, finalizara con el ingreso del “Rengo” por el vértice izquierdo del
área de Excursionistas, para sacar un zurdazo letal y esquinado, sobre el palo
zurdo y más lejano del arquero, para un dos a cero que minaría por completo las
respuestas anímicas y futbolísticas del “Villero”, y agrandaría a un Deportivo
Morón que jugaría con la lucidez y el aplomo de un equipo que sabe lo que
quiere y se intuye cada partido más cerca del objetivo soñado.
Sobre los ’23 del segundo tiempo
y a partir de otra jugada excepcional de un “Rengo” Díaz imparable, lujoso y
letal, luego de desbordar sobre el lateral izquierdo, frenar para desairar a su
atribulada marca y enganchar con infinita clase hacia adentro, ceder
generosamente el balón a Cristian Lillo, solo y perfilado sobre la medialuna
del área, para ensayar un zurdazo preciso y combado sobre el palo derecho de
Iriarte, para adelantar 3 a 0 al Gallo y gritar su tercer gol en el torneo,
nada menos que en el partido cien con la camiseta del Deportivo Morón.
Con la correcta expulsión de
Daniel Caputo, “viejo” conocido del Gallito, por intentar desviar con su mano
el remate goleador de Lillo, hallándose ya amonestado, el partido se
transformaría lisa y llanamente en un deleite para los ojos de los hinchas
locales, ávidos de más goles, triangulaciones y fútbol, deseo que la inspirada
ofensiva del único líder de la Primera “B” habría de satisfacer, primero a los ’30,
con una linda combinación entre el recién ingresado Matías Pardo y Damián Akerman,
que permitiera que el ícono máximo de la historia futbolística del Gallo, “canjeara”
por el cuarto tanto, ingresando por el carril zurdo, para el gol 153 del hombre
“leyenda” del Deportivo Morón, el mismo que ha logrado agotar el glosario de
adjetivos calificativos para referenciar la grandeza de un “monstruo” sagrado,
con destino ineludible de “bronce”, aplauso y devoción eternas.
Y más tarde, sólo con cuatro
minutos de diferencia, permitirse en la noche “mágica” de este jueves 27 de
abril, el regreso con gol de Javier Rossi, luego de una gran habilitación por
derecha de Leandro Guzmán, para que la primera pelota que tocara el recuperado “Bicho”,
tuviese destino de red y de quinto gol del Gallo, para un lapidario 5 a 0, que
exhibiría a las claras las diferencias de categoría entre uno y otro equipo.
Ganó Morón, goleó, gustó y se alejó… Y el Oeste es pura ilusión, a
falta de diez “finales” para desatar ese grito demorado, desde hace nada menos
que 27 años.
A seis puntos de “Defe” y a diez
encuentros de la gloria.
Partido tras partido, ahora a
pensar en Deportivo Español, con tranquilidad, esperanza y convicción.
@elgallogustavo.
Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.
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