miércoles, 7 de octubre de 2015

Un punto "agridulce".

En la recta final del torneo, a seis fechas de su cierre, el Gallo llegaba hasta el Bajo Flores, en una destemplada noche de octubre, aquejado gravemente de un auténtico "mal de ausencias": con Carlos Ramos, Federico Domínguez, Jonatan Páez y Leonel Altobelli, suspendidos (los tres primeros podrán regresar el próximo domingo, frente a Comunicaciones en el Oeste, mientras que el "9" deberá aguardar una semana más para su vuelta, ante Atlanta en Villa Crespo, por la 39°), así como Nicolás Gásperi y Diego Barrios Suárez, lesionados, Blas Giunta debería apresurar el retorno de Damián Toledo, desde el minuto cero, aunque en rol de primer marcador central y probar con el ingreso de Santiago De Ossa, con tal de generar la menor cantidad de modificaciones posibles y, de esta manera, no resentir demasiado el funcionamiento del once de inicio, como sí ocurriese en la derrota frente al elenco de la otra "península", el Sportivo Italiano.

Aunque a la postre, y consumado el empate final en uno, ante el Deportivo Español de Hugo "Pachorra" Smaldone, quedaría claramente en evidencia que, en definitiva, las "ausencias" que más extrañaría el Gallo, serían la falta alarmante de fútbol y de juego asociado, así como de ideas ofensivas y profundidad en el arco contrario.

En el primero de los casos, el fútbol previsiblemente "ausente" en este Morón "remendado", aguardaría por el regreso de Federico Domínguez, volante pensante y de buen pie, erigido en la única "referencia" futbolística, capaz de clarificar y dotar de ideas al "batallador" mediocampo del Gallito, al tiempo de caracterizarse por fomentar la búsqueda constante de aquellas "pequeñas sociedades" futboleras, que son precisamente, las que terminan por marcar la delicada diferencia, en una categoría tan competitiva y pareja (hacia abajo).

En el segundo de los supuestos, con dos de sus tres delanteros, habitual y alternadamente titulares, irremediablemente fuera de "combate", el mal "endémico" de este Morón, en especial durante el segundo semestre del actual torneo, habría de potenciarse lógicamente, en materia de una repetida y preocupante falta de gol en sus hombres de ofensiva, disimulado con acierto en todo este largo tiempo, gracias al aporte inestimable de volantes y defensores, devenidos en "goleadores" insospechados, por "olfato", convicción y vocación de ataque, máxime en ausencia de intérpretes naturales en la materia.

Y sería un defensor, precisamente, quien habría de aportar a la "causa", convirtiendo el empate del Deportivo Morón, frente al "Gallego", a instancias de un exigido centro de otro compañero de línea, cuando a los '33 de la etapa de inicio y en la primera jugada de auténtico desborde ofensivo, Cristian Broggi, en gran esfuerzo ensayara un envío aéreo, en posición de "7", para que el capitán y símbolo de este equipo, Emiliano Mayola, se "calzara la pilcha" de "9" e ingresando con decisión por el medio del área, ensayara un remate furibundo, para "romperle" el arco a Sebastián Hernández.

Hasta ese momento, Morón jamás había podido hacer pie, en el blando, rápido y desparejo terreno del "Estadio España", máxime a partir de la temprana apertura del marcador, a los '5 de la primera etapa, cuando el centrodelantero local, Gonzalo Parisi, se despachara con una media vuelta demoledora, desde el borde del área, que sorprendería en la maniobra individual a Ariel Otermín, y en el remate posterior a Carlos Morel, para ubicarla junto al poste derecho del arco visitante.

Ya en el complemento, la desdibujada imagen colectiva del Deportivo Morón, iría paulatinamente creciendo, con el empuje generado desde el fondo y hacia adelante, mejorando con el paso de los minutos, la tarea de un mediocampo que había perdido constantemente, durante el primer tiempo, a la vez de propiciar el adelantamiento de Cristian Yassogna, para juntarse y acompañar a ese "distinto" que tiene el Gallo, de tres cuartos en adelante, pero que muchas veces debe lidiar demasiado solo con defensores rivales, que lo doblan en masa corporal y estatura: nos referimos, sin dudas, a Junior Mendieta, el único capaz de provocar desequilibrios en las defensas adversarias.

Y de esos "encuentros", entre la voluntad inquebrantable de Yassogna y la habilidad en velocidad de Mendieta, el equipo de Blas Giunta pasaría a dominar las acciones y el trámite general del partido, pudiendo llevarse algo más del Bajo Flores, tal vez justificado en la mejora registrada en los segundos '45: primero Ariel Otermín, a los '20, que no pudo impactar de lleno, dentro del área chica, tras una infracción a Mendieta; más tarde, el mismo Yassogna, a los '35, con un buen tiro libre (por falta previa, una vez más, al chajariense), bien conjurado por Hernández y, finalmente, sobre los '39, otra vez Cristian Yassogna, quien luego de una larguísima contra, dejando dos rivales en la carrera, recordara su pasado de delantero y rematara cruzado y apenas desviado, desde ángulo sesgado, cuando por el medio del área se ofrecía solo y desmarcado..., quien otro que Junior Leandro Mendieta.

Con el pitazo del árbitro, de un Eduardo Gutiérrez de desusado y correcto arbitraje (más allá de dos "manchas", como un posible penal sobre Ramiro Fergonzi, en el primer tiempo, y la segunda amarilla no cobrada, que hubiese determinado la expulsión de Rodrigo López Alba, lateral izquierdo "gallego"), el Gallo se retiraría del "Estadio España", con un punto que, por lo hecho (poco y malo) en el primer tiempo, tendría apariencia de "buen negocio", pero por lo visto y mejorado en el complemento, habría de dejarnos un regusto agridulce de "sabor a poco".

A cinco fechas del cierre del torneo, el punto en el Bajo Flores serviría para consolidar las aspiraciones de Reducido (con quince por jugar, aventaja por ocho unidades a noveno y décimo, es decir, último en clasificar y primero en quedar excluido), aunque en su pugna personal por el cuarto lugar, Atlanta le sacara una luz más de ventaja, hoy distante a cinco puntos.

Como sea, y mientras se recuperan "soldados" imprescindibles, el venidero martes 13, a las 15, en el Nuevo Francisco Urbano, esperemos que el "Cartero" sólo traiga buenas noticias.


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                         Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

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