Y tuvimos que esperar ocho años, más precisamente desde el 25 de noviembre de 2008 (uno a cero a Armenio, con gol de Pablo Casado) y antes desde la calurosa tarde del 25 de noviembre de 2006, cuando el
Gallo le ganaba en el viejo Francisco Urbano a Almirante Brown, por uno a cero,
con gol de Mauro Conocchiari, por centro del actual ayudante de campo, Félix
Benito, para poder disfrutar nuevamente de un Morón líder de un campeonato de
la Primera “B”, luego del triunfo también por la mínima ante San Telmo, en este
caso en el Nuevo Francisco Urbano, en la agradable noche del martes 29 de
noviembre de 2016, para que el equipo de Walter Nicolás Otta alcance la cima
del torneo en soledad, a escasas tres fechas del cierre de la primera rueda y,
por si fuera poco, en la antesala del siempre esperado cotejo ante los de
Isidro Casanova.
Con un certero cabezazo de Javier
Rossi, a los ’41 del segundo tiempo, luego de un preciso tiro de esquina
ejecutado por Gerardo Martínez, desde la izquierda, el Deportivo Morón
accedería al merecido desahogo del uno a cero, casi en el “tiro del final”, en
un partido que debió haberlo ganado desde mucho tiempo antes y sin tanto
sufrimiento, ante un rival al que superara con holgura en los ’90 de juego, y
al que le generara no menos de cinco o seis situaciones netas de gol, incluido
un tanto legítimo de Nicolás Gásperi, promediando el complemento, que
únicamente Martín Gonaldi, árbitro del encuentro, conocerá las razones para haber
decidido su errónea anulación.
Luego de un comienzo de partido
raro en este Morón, impreciso con la pelota en los pies, con el correr de los
minutos el equipo de Otta iría adquiriendo la imagen que ya constituye su “marca
registrada”, de balón pegado al piso, la utilización de las bandas para generar
el desborde y desequilibrio en la última línea rival y, fundamentalmente, esa
paciencia individual y de conjunto para escoger el momento justo, a fin de
efectuar el pase en profundidad preciso, que aproveche el “hueco” contrario y
ponga a un compañero mano a mano con el arquero o en posición franca de gol.
Sin embargo, un poco por falta de
puntería en el área de “Telmo”, otro por desajustes en la “puntada final” y
hasta alguna acertada intervención de la defensa y el arquero visitante, el
Gallo debería retirarse al vestuario con un empate en cero, demasiado amarrete
para con sus merecimientos, dados la muy buena producción colectiva y el
destaque personal de un Matías Pardo imparable, punzante y solidario, que
partido tras partido se va consolidando y erigiéndose en titular indiscutido, y
que frente a San Telmo constituyera la figura del encuentro, además de mostrar
a sus compañeros los mejores caminos ofensivos para vulnerar a un “Candombero”,
que a esa altura atinaba a defenderse cada vez más cerca de su área.
En el segundo tiempo, el dominio
de terreno y balón, por parte del Gallo, habría de hacerse cada minuto más
sostenido, a la vez que el equipo de Jorge Franzoni se abroquelaba en defensa,
con dos líneas de cuatro bien marcadas, fundamentalmente a partir de la
expulsión de Héctor Buzzi, el volante central visitante, por una entrada
fortísima y peligrosa contra Rodrigo Díaz que, lejos de generar su segunda
amonestación en el partido, debió haber requerido la misma exclusión, pero por
efecto de una roja directa.
Con la punta del campeonato al
alcance de la mano (tras la igualdad más temprano de Atlanta), aunque con el
marcador aún en cero ante San Telmo, el Deportivo Morón lejos de abandonar su
tradicional “libreto” futbolístico, por imperio de la necesidad, el apuro y los
nervios de dentro y fuera del terreno, sabría conservar la paciencia necesaria
para apostar al mismo juego asociado, de pelota al piso, rotación, cambio de
frente y búsqueda del “hueco”, hasta hallar su merecido premio, a ‘4 del final
del encuentro, con el cabezazo preciso del “Bicho” Rossi, luego del córner de
Gerardo, para colocarla bien lejos del alcance de Sergio Matinella, a media
altura, sobre su palo izquierdo, y hacer delirar a un Morón que desde hace una
década, ha venido soñando con este momento precioso, demasiadas veces en vano.
Ganó Morón y es único líder del
torneo de la “B”, algo que no sucedía desde un 25 de
noviembre de 2008 (uno a cero a Armenio, gol de Pablo Casado), y antes desde otro 25 de noviembre, pero de 2006, en el viejo Francisco Urbano, cuando con gol de Mauro
Conocchiari, el Gallo derrotaba por la mínima a Almirante Brown, nuestro rival
de la próxima fecha, tras centro de Félix Benito, actual ayudante de campo de
Walter Otta, por esas raros designios del destino.
Y el Oeste es una fiesta.
@elgallogustavo.
Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.
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