Desde la asunción de la dupla técnica, conformada por Alejandro Julián Méndez y Reinaldo Walter Pico, el Deportivo Morón comenzó a dar señales positivas en el juego, incluso tal vez un partido antes, en la injusta derrota ante Arsenal, que constituyera el partido despedida de Walter Otta, con una idea más vertical y de búsqueda continua del arco contrario, además del compromiso de una mayor cantidad de protagonistas en ofensiva, a partir de un esquema 4-2-3-1, con volantes que pisan constantemente el área rival y laterales que incursionan en ataque de manera permanente, garantizando de este modo, un protagonismo en el desarrollo, que el Gallo sostuviera en todos los encuentros precedentes, inclusive de visitante, ante el "Lobo" norteño en San Salvador de Jujuy.
Sin embargo, dentro de este saludable y estimulante proceso de "mejora continua", uno de los pocos datos negativos que arrojaran las antecedentes recientes, resultaría sin dudas la falta de contundencia que evidenciara el equipo, en los últimos tres cotejos, ante Defensores de Belgrano, Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Ramón Santamarina de Tandil, a pesar del triunfo final por 2 a 0, del lunes pasado, puesto que el Gallo habría de merecer mejor suerte en lo empates ante el "Dragón" y el "Lobo", conforme a su superioridad en los '90, pero la ausencia de eficacia en los metros finales, habrían de impedirle concretar algo de lo mucho y bueno generado en ofensiva en ambos encuentros, privándolo en dichos casos, de dos victorias que debieron ser tales, en observancia a los méritos futbolísticos demostrados y la cantidad de ocasiones de gol malogradas en uno y otro cotejo.
Por el contrario, este domingo en Alta Córdoba, en un compromiso de riesgo ante el exigente Instituto de Darío Franco, el Gallo se alzaría con un "triunfazo" histórico (es la primera vez que derrota a "La Gloria" en el "Juan Domingo Perón"), con argumentos inversos a los demostrados en los partidos anteriores, pero igualmente sólidos y convincentes: en efecto, sin brillar como en otras oportunidades, ni tampoco ejerciendo el protagonismo acostumbrado de las fechas pasadas, el equipo de Méndez-Pico apelaría a la inteligencia para "golpear" en los momentos justos, evidenciando la contundencia no esgrimida en los partidos precedentes, con un Damián Akerman muy recuperado y participativo, y fundamentalmente, con un Junior Leandro Mendieta "intratable", que consolidaría todo lo bueno demostrado hasta aquí, con el "olfato" y la contundencia goleadoras que el equipo requería para no sufrir sobresaltos y quedarse con tres puntos tan merecidos como "trabajados", con la paciencia y la constancia del "orfebre".
En efecto, con el único cambio de Gastón González con el "dorsal 10", en lugar del lesionado Nicolás Ramírez (nada menos), el Gallo sobrellevaría la ausencia del jugador más desequilibrante en ofensiva, para ganar en recuperación y primer pase, con un buen ingreso de González, por momentos acompañando al "doble cinco" de Matías Nizzo y Cristian Lillo, cada encuentro en mejor nivel individual y de conjunto, y por otros sumándose en ofensiva a Matías Pardo, Junior Mendieta y Damián Akerman, procurando aprovechar las ventajas que otorgaba el "dueño de casa" en su última línea.
Así las cosas, dentro de un primer tiempo con escasas llegadas a los arcos, en el caso de la visita, merced a otra gran tarea de toda la defensa, con puntos altos en todos sus integrantes, pero con especial hincapié en un Maximiliano Paredes que se impusiera por igual, tanto en la marca como en la proyección, y un Emiliano Mayola que, pese a "bailar con la más fea", esto es, contener al siempre peligroso Pablo Vegetti, cumpliría una tarea tan silenciosa como notable, evitando que el "gigante" le complicara la tarde a Bruno Galván, más allá de un único cabezazo franco al travesaño, en el complemento.
Sobre los '27, una contra "rápida y furiosa" desde el área de Morón, se extendería con una notable habilitación ofensiva de Damián Akerman en el círculo central, con destino a Gastón González, quien encarando solitario por el sector derecho del ataque del Gallo, la "cambiaría toda" para el propio Damián, que luego de dar el pase en profundidad, había corrido en búsqueda de la "descarga", para con un "pase gol" NOTABLE de cabeza (máxime tratándose de un goleador), dejase solo por el sector opuesto del área chica a Junior Mendieta, que con un cabezo a la red colocara en ventaja a la visita, culminando una "triangulación" ofensiva para el aplauso.
Hasta el final de la primera etapa, Damián contaría con otra chance, en este caso sobre la derecha, desairando a su marcador con un amague hacia adentro y sacando un remate diestro con destino de gol, que la interposición providencial de otro defensor haría que el máximo goleador histórico de Morón, no se llevara el "premio extra" de su conversión, en su mejor tarde en mucho tiempo, coincidente con la continuidad y la confianza que le otorgaran Alejandro Méndez y Walter Pico, desde su llegada.
Ya en el complemento, y cuando el local se preparaba para intensificar su búsqueda ofensiva, luego de un primer tiempo sin grandes sobresaltos para Bruno Galván y su defensa, a los cinco minutos, y tras un tiro de esquina ejecutado por Gastón González desde la derecha, "Maxi" Paredes, atento en ataque, como toda la tarde, volvería a impulsar de cabeza, el rebote fuera del área de los defensores de Instituto, para que Junior Mendieta, aprovechara el adelantamiento de su "celadores", pensando en la jugada siguiente, y con un toque de sutileza impulsarla apenas por encima del achique del arquero, para luego sí, definir solo ante el arco vacío, en un gesto técnico magistral del correntino, unido a su inteligencia y concentración, para poner a Morón arriba por diferencia de dos, en Alta Córdoba.
A partir del 2 a 0, Instituto acusaría recibo (en las tribunas, arrojando un petardo que aturdiría por algunos minutos a Galván) y Morón podría haber ampliado la diferencia de contra, manejando los "hilos" del encuentro a través de su mediocampo, con Nizzo y Lillo como "dueños" del mismo y González en el primer pase ofensivo, en procura de la velocidad de Mendieta en "su" tarde, "Pichin" Pardo y el "inoxidable" Damián Akerman, luego reemplazado por Agustín Lavezzi, recuperado de su desgarro en tierras jujeñas.
Con Gerardo Martínez en cancha, por Pardo, la dupla técnica del Gallo buscaría defenderse con la pelota, aunque las ganas del local, con vergüenza pero sin ideas, generarían las dos chances más claras del partido, en apenas un par de minutos, promediando la etapa, con el referido cabezazo de Vegetti al travesaño y otro desvío del segundo marcador central, Alan Aguirre, apenas desviado sobre el "caño" derecho, de un Galván que fallaría en el cálculo de ambos centros, quizá aún como consecuencia del petardo que lo conmocionara en el inicio de la etapa.
Con el pitazo final de Germán Bermúdez, de regular arbitraje y algunos yerrros, el Deportivo Morón se alzaría con un triunfo histórico en Alta Córdoba (el primero en el torneo, fuera de casa, y el tercero en el campeonato, segundo consecutivo), para empezar a soñar con el Reducido y la clasificación a la próxima edición de la "Copa Argentina", de pleno derecho.
¡"Cordobazo" del Gallo!.
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