Y en la "ultima bola" de la tarde, en San Salvador de Jujuy, al Deportivo Morón se le "escapó" un triunfo histórico, por lo menos, hasta los '49 del segundo tiempo, en que Ignacio Bailone le bajara la pelota de cabeza a Sebastián Sánchez (el segundo marcador central, "estacionado" desde hacía minutos como punta, en búsqueda de la "heroica"), quien ingresando solo por derecha "fusilaría" a Bruno Galván, con un remate alto y seco, para empatar en uno, lo que era victoria del Gallo, apenas segundos antes del pitazo final de Rey Hilfer.
Ya en una jugada previa, también en el descuento, el mismo Bruno Galván había "sostenido" el triunfo parcial de la visita, con una atajada fenomenal ante Agustín Sufi, arrojándose hacia atrás, en una reacción y gesto técnicos para destacar, cuando el delantero sustituto del "Lobo" jujeño, impulsara una pelota con destino de gol, sorprendiendo de igual manera por la banda diestra del ataque local, que sólo los reflejos de Galván habrían de evitar su contacto con la red.
Antes de ello, y de la relación siempre fatídica del Deportivo Morón con los "descuentos" (a nivel histórico, no por lo visto en el presente torneo), el equipo de Alejandro Méndez y Walter Pico había consumado un buen partido, con especial hincapié en el segundo tiempo, donde apretaría al local contra su arco, generando la situación del gol de Cristian Lillo, y algunas otras más, además de justificar la ventaja parcial en el desarrollo, "maniatando" en el medio al buen equipo jujeño, manejándole pelota y trámite, sin pasar sobresaltos en su última línea, tal vez en uno de los partidos más "tranquilos" para Galván y la defensa del Gallo, claro está, hasta el cuarto minuto adicionado, en que "pagaría" demasiado caro, una de las contadas distracciones en todo el cotejo.
Con varias ausencias obligadas, dadas las bajas por lesión de Sebastián Martínez, Nisim Vergara y Facundo Pumpido, sumadas a la falta de Gerardo Martínez por motivos particulares (su paternidad inminente), el Gallito volaría "remendado" hasta San Salvador de Jujuy, con los "debuts" en el banco de los juveniles, Matías Guayaré e Iván Alvarez, y la primera convocatoria entre los suplentes de Luciano Lapetina, quien finalmente habría de vivir su "estreno" oficial con la camiseta del Deportivo Morón, al igual que sucediera con Agustín Lavezzi, ambos ingresados en el complemento.
Asimismo, con Damián Akerman con la "nueve" en la espalda, luego de largo tiempo y el regreso de Franco Racca, de muy buen partido, en su festejado regreso, en los '45 iniciales el partido transitaría entre la monotonía y el "bostezo", entre un local incapaz de generar peligro, más allá de alguna pelota parada, y un Morón que desde el inicio controlaría las acciones, pero por aquél entonces, sin animarse a buscar con decisión el arco contrario, casi como en un "round de estudio", si nos remitiéramos al boxeo.
En el complemento, el equipo de la "dupla" asumiría el riesgo de buscar el triunfo, presionando bien arriba a un sorprendido Gimnasia y Esgrima, generándole un par de oportunidades claras de gol, antes del desnivel transitorio y volcando virtualmente el juego en terreno jujeño, manejando trámite y pelota, además de mantener bien controlados a los puntas locales.
Así las cosas, a los '25 de la etapa final, y cuando el dominio del Deportivo Morón se había transformado en "monólogo", de un tiro de esquina ejecutado por Nicolás Ramírez, desde la derecha del ataque, un rechazo a medias en el centro del área, le dejaría el balón justo para el remate de primera, de Cristian Lillo, que el "jugador de los goles importantes", ahora con mayor continuidad, ensayaría una volea precisa y "preciosa" sobre el sector opuesto, para vencer las manos de Carlos De Giorgi y establecer el merecido uno a cero para Morón.
En los minutos siguientes, la visita no se retrasaría más de la cuenta y seguiría dominando a un "Lobo" jujeño, que basaría su búsqueda en el empuje sin profundidad, siempre bien controlado por un mediocampo eficaz y una defensa ordenada, en el contexto de un Deportivo Morón ya de muy buen segundo tiempo, y con los méritos acumulados suficientes para justificar la victoria parcial.
Sin embargo, a este Gallo al que todo le cuesta tanto, y que registra un sólo triunfo en el campeonato, el buen partido en Jujuy y los merecimientos para ganar el mismo, de poco servirían para darle valor a un punto que, de habernos sugerido la posibilidad de refrendarlo en la previa, más de uno de nosotros lo hubiese hecho con ambas manos.
Y es que Morón debió ganar, y estuvo a segundos de hacerlo y de traerse tres puntos históricos desde San Salvador, hasta que en el "tiro del final", el "Lobo" aprovechara una de los pocas distracciones del mejor rendimiento del fondo visitante, en lo que va del torneo, para "romperle" el arco a Bruno Galván, quien en la anterior se había vuelto a "vestir" de héroe", pero que en la última del partido, a los '49 del segundo tiempo, nada podría hacer ante la volea "furiosa", de un Sebastián Sánchez travestido de delantero, a pesar de tener la "6" en la espalda.
Y así el empate final en uno, resultaría un "castigo" excesivo para el Deportivo Morón, que dentro de la cancha habría de agarrársela con Rey Hilfer, árbitro del partido (por el descuento desmedido), porque a la "liga" o la "suerte" o la ausencia de ambas, resulta imposible de "rezongarles" frente a frente (más allá de las responsabilidades propias, que las hubo, puesto que de otro modo se hubiese consumado el triunfo).
A pensar en Santamarina, "masticando" bronca por la histórica relación fatídica entre el Gallo y los "tiempos agregados" y su nuevo "capítulo".
Otra no queda.
@elgallogustavo.
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