Y el "Gasolero" sorprendió al Gallo...
Primero, porque "pegaría" desde los "vestuarios", con el zapatazo tempranero a los dos minutos de juego, para ponerse rápidamente en ventaja, cuando hasta allí no había pasado nada de nada, mérito a una pelota recuperada en el medio (la primera, de las muchas que los volantes visitantes ganarían y manejarían, a lo largo de los '90) y que Mauro Cerutti colocaría por encima de Bruno Galván, tornando estéril el esfuerzo del "1" del Gallo, sin responsabilidad en el gol y sorprendido por la precisión del remate.
Segundo, en el desarrollo del partido, porque a partir de la tranquilidad de jugar con la ventaja a su favor, desde los 2 minutos de iniciado un pleito, que a priori se presuponía parejo y cerrado, lograría imponer condiciones desde su línea de medios, con jugadores aptos para ganar la "batalla" en el círculo central, como Roberto Brum y luego para manejar la pelota y los tiempos del encuentro, merced al buen pie de Leonardo Di Lorenzo, Lucas Mancinelli, Leandro González y el propio Cerutti, sumados a la peligrosidad de Ramiro Costa, autor "intelectual" del segundo gol del "Gasolero", el que "quebraría" el rumbo del resultado y a la postre, la figura del cotejo.
Ante ello, el Deportivo Morón opondría su versión más floja y desdibujada, desde la asunción de la dupla Méndez-Pico, con una defensa que volvería a evidenciar las dudas de los primeros compromisos (en especial en la zaga), un mediocampo sin la preponderancia que venían mostrando, tanto Matías Nizzo como Cristian Lillo, y un Gastón González que tras su mejorada versión en Alta Córdoba, retomaría la intrascendencia de los encuentros previos a Arsenal.
Por si fuera poco, en un Morón sin quite, ni fútbol, ni presión alta, ni mucho menos protagonismo, Matías Pardo y Junior Mendieta insinuarían más de lo que concretarían, así y todo, con una mejor versión del correntino, en comparación con un voluntarioso, aunque impreciso "Pichin", y unos metros más adelante, un Damián Akerman participativo, aunque desconectado de sus compañeros.
En este marco, con Temperley manejando el trámite y el resultado a favor, el Gallo no lograría generar una sola situación de gol, en toda la primera etapa, raro en un equipo que, hasta acá, casi siempre había mostrado lo mejor de su juego en los primeros '45, pero que a diferencia de lo ocurrido en Alta Córdoba, este domingo extrañaría demasiado la ausencia repetida y significativa de Nicolás Ramírez, su jugador más desequilibrante.
Ya en el complemento, y con el ingreso de Gerardo Martínez en lugar de Matías Pardo, Morón contaría con una opción clarísima de empate, con un pase en cortada, del propio Gerardo, que Damián Akerman impulsaría apenas por encima del travesaño, al minuto y medio del segundo tiempo.
Un Damián Akerman que tendría su revancha a los '19 de la etapa final, cuando recogiera un rebote largo de Matías Castro, luego del remate desde afuera de Gerardo Martínez, que demasiado alto para ser capturado por Gastón González, en primera instancia, le quedaría al goleador histórico del Deportivo Morón, para cambiarle el palo al arquero del "Gasolero" y convertir su "grito" 155 con la camiseta del Gallo, el primero con la misma en la Primera "B" Nacional.
Con el empate local, y '25 minutos de juego por delante, todos en el Nuevo Francisco Urbano, intuyeron que una nueva victoria de Morón era posible, aunque sin embargo, el "Celeste" de Cristian Aldirico volvería a tomar las "riendas" del partido y a los '31 del segundo, Ramiro Costa armaría una "apilada" individual fenomenal, hasta que frenado con infracción antes de ingresar el área, llegara a habilitar a Federico Mazur, el lateral derecho visitante, que ante el intento de despeje con pifia de Emiliano Mayola (otra vez de flojo rendimiento, luego de su mejor versión con Instituto), aprovecharía para vencer a Galván por segunda vez y volver a adelantar a Temperley, no sin justicia por lo demostrado en el balance general.
Ya en los últimos minutos, con Iván "Pachu" Alvarez en cancha, en lugar de un Matías Nizzo de pobre partido, Morón apostaría a "empatar o morir", con mucha gente en ofensiva y otra buena presentación del promisorio juvenil del Gallito, hasta que en otra contra, ya en tiempo de descuento, con superioridad numérica en el área de Morón, los puntas visitantes lo dejaran solo por izquierda a Santiago Giordana, para que el sustituto de Leandro González, sentenciara la historia, merecida en el resultado, aunque exagerada en las cifras finales.
En definitiva, y en el peor partido del Deportivo Morón, desde la llegada de Alejandro Julián Méndez y Walter Reinaldo Pico al banco del Gallo, el local jamás le encontraría la vuelta a un "Gasolero" que lo sorprendería en el marcador, con su gol tempranero, pero luego lo justificaría en el desarrollo de los ´90, donde resultara mejor que Morón, en todas sus líneas, usufructuando también cada error del Gallito, que volverían a cometer muchos y repetidos.
Con el objetivo de la clasificación a la próxima "Copa Argentina", un paso más lejos, el venidero lunes 10 del actual, a partir de las 22, el equipo de Méndez-Pico deberá buscar el triunfo en Santiago del Estero, ante Mitre, para aspirar a conservar sus chances, dependiendo de la suerte de otros rivales, como Atlético de Rafaela y Central Córdoba de la misma provincia y hasta el Villa Dálmine de Walter Nicolás Otta, o como mínimo, alcanzar un empate que le permita cerrar el año con una mejor cara, a la mostrada en el Urbano, y finalizar la primera mitad del torneo, con los mismos 15 puntos, con los que hace un año atrás, el Morón del referido Otta se iba de licencia de verano, tras ganarle 1 a 0 a Brown de Puerto Madryn en el Oeste, con gol de Emmanuel Giménez, también un 10 de diciembre, pero de 2017.
"Tropiezo" en "Celeste", que esperemos no "cueste" (tanto).
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