El miércoles 17 del corriente, al mediodía y ante los micrófonos de "Corazón de Gallo", con Jorge Marinelli y Maximiliano Benozzi a la cabeza, Damián Emilio Akerman (39 años), el goleador histórico del club y jugador récord en materia de presencias con la camiseta del Gallo, además de ícono, referente e ídolo (según el caso y para muchos) desde hace 16 años, tuvo la oportunidad de aclarar el rumor que circulara al término del encuentro con triunfo en Rafaela, y que confirmaba casi el "partido despedida" para el "9" eterno e inolvidable del Deportivo Morón.
Sin embargo, Damián Akerman desestimaría rápidamente tal versión, dejando además unas cuantas "jugosas" reflexiones, respecto de sus últimos dos años en el club, de la semana "frenética" en la previa del vital cotejo ante Olimpo en el Nuevo Francisco Urbano y hasta de la realidad institucional del club, de la cual ha sido un espectador de lujo, a veces para bien y en muchas otras ocasiones, pagando las consecuencias del "internismo" que caracterizara a la vida política del Gallito, en las pasadas tres décadas, como mínimo.
"La falta de continuidad repercute en cualquier jugador, pero en especial en los delanteros. Cuando el delantero no tiene continuidad, no está con la confianza necesaria y se nota. Si el jugador no juega, no está bien anímicamente y se hace complicado".
"Tengo ganas de seguir jugando, porque me creo capacitado para hacerlo. NO ESTOY PENSANDO EN EL RETIRO. Así que, si no es en Morón, seguramente seguiré jugando en algún otro lado".
"Creo que soy el único jugador en la historia, que está identificado con un club, que he sido el goleador del equipo que salió campeón y que me han bajado el sueldo. Es complicado ser un referente o alguien que está identificado con el club y siempre ceder, siempre 'jugar' para el club en lo económico".
"Hay gente que debe creer que 'Akerman está robando un montón de plata' y no es así. Siempre me pasó la mismo, que tuve que resignar varias cosas para seguir jugando en el club. Y no me arrepiento, pero creo que la gente tiene que saber algunas cosas que no sabe o lee 'cambiadas' en las redes sociales".
"Fui el goleador del equipo campeón y a partir de ahí se me hizo muy difícil, porque pasaron dos años con pocos minutos en cancha, y es complicado, porque por lo menos a mí, en lo personal, me afecta y mucho. El jugador necesita estar bien en la faz psicológica y es difícil cuando las cosas se dan como se dieron en mi caso, en los últimos tiempos".
"Creo que el final que yo quiero es muy difícil que se de, porque ya han pasado dos años de jugar prácticamente nada y si estoy diciendo esto, es porque se que con continuidad podría haber jugado".
"No es que estoy diciendo 'che, yo soy mejor que cualquier jugador', no. Soy un jugador con una cierta edad, que me siento cómodo en el club y que con un poco de continuidad podría haber rendido. Pero lamentablemente los técnicos que han estado no me han dado esa continuidad y ahora es muy difícil que yo siga en el club, y venga un técnico que me ponga".
"De la gente de Morón, nada para reprochar. Cada vez que me toca hablar del público de Morón, no tengo más que palabras de agradecimiento, porque en este club he vivido cosas únicas y las demostraciones de amor que me ha dado la gente, no las ha vivido cualquier otro jugador. Con respecto a eso, estoy muy tranquilo y agradecido, porque se que tengo el apoyo de muchísima gente. Por supuesto siempre hay otra gente que es normal que no le agrades".
"Con respecto a la parte dirigencial, siempre cuento la misma anécdota: cuando trajeron a 'Wanchope' (Ramón Abila) al club, en ese año trajeron 'catorce' delanteros y me contaba el representante de 'Wanchope', que lo habían traído para 'limpiarme', y bueno, ese año tuve que hacer 27 goles para seguir en el club".
"Que seas el goleador del equipo campeón y te bajen el sueldo, es una invitación a decirte, 'che, buscaste algo'. Pero bueno, a pesar de todo me quedé y acepté que me renovaran por menos plata".
"Morón siempre tuvo eso, el tema de mucha pelea política interna. En el club siempre se habla de unión y se pone de ejemplo a Lanús, pero nunca llegamos a ser como Lanús, por esa lucha interna permanente y que viene de años".
"Tenemos que poner realmente los 'pies sobre la tierra', ser conscientes de lo que tenemos y de las posibilidades que tenemos para crecer. Nunca es tarde. Ojalá que a la gente que le toca manejar el club, que lo pueda hacer y lo pueda hacer bien".
"Después de Madryn fue una semana muy complicada, porque entrenamos el primer día posterior con el "Cabezón" (Alejandro Méndez) y nos enteramos después del entrenamiento que habían presentado la renuncia. Después hablaron de otros técnicos, se habló que ya estaba el nuevo técnico y cuando fuimos a la mañana siguiente para conocerlo, nos enteramos que había dado marcha atrás y todo sabemos lo que pasó (N.de R.: con la llegada fallida de Juan Pablo Pumpido) y fue muy complicado para nosotros..., de verdad que nos sentíamos solos".
"Vino 'Chiche' (Alejandro Migliardi), nos dio una mano, en principio iba a estar unos días hasta que consigan un entrenador y después fue ratificado con "Seba" Sibelli y no sabíamos qué iba a pasar. Y obviamente que fuimos los más grandes, los encargados de tranquilizar, de poner 'paños fríos' y tuvimos la suerte de ganar el partido con Olimpo para que todo se vaya acomodando".
Textual de Damián Emilio Akerman, quien antes de la despedida (únicamente de los estudios de "Corazón de Gallo", a no confundir...), subrayaría un concepto importante, para postergar "plaquetas" o "partidos homenajes", antes de tiempo y fundamentalmente, de su decisión personal:
"Yo tengo ganas de seguir".
@elgallogustavo.
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