La derrota del Gallo en Puerto Madryn, no sólo complicó aún más la delicada situación del Deportivo Morón, respecto del descenso, a falta de tres partidos para el final del torneo, sino que además significó el adiós definitivo de la dupla técnica conformada por Alejandro Julián Méndez y Walter Reinaldo Pico, quienes este lunes decidieron dar un paso al costado, que le permita a la dirigencia hallar otra alternativa, en procura de "enderezar" el rumbo de un equipo que hoy parece sin reacción, ante la inminencia de una posible pérdida de la categoría.
Los renunciantes, Méndez y Pico, asumieron el lunes 29 de octubre de 2018, en la octava fecha del actual torneo, tras el alejamiento de Walter Otta, en el empate en uno ante Defensores de Belgrano, en el Nuevo Francisco Urbano, con el gol de Matías Pardo, y tras un buen comienzo en los números, con dos triunfos y dos empates, además de una saludable y generosa propuesta futbolística, la derrota con Temperley (1-3, gol de Damián Akerman) en el Oeste, por la fecha 12, del pasado 2 de diciembre, implicaría el inicio de una "pendiente" que sólo encontraría en Quilmes, un "desahogo" en la victoria 1 a 0, con tanto de Matías Nizzo, del domingo 24 de febrero, por la 17° fecha, para luego "hilvanar" una serie de magros resultados, con dos empates y tres derrotas, incluyendo el 1-5 con Ferro en Caballito, obteniendo en definitiva poco más del 35 por ciento de los puntos, con tres victorias, seis igualdades y cinco caídas, además de trece goles a favor y dieciocho en contra.
Con la cercanía inquietante del "infierno tan temido" del descenso, impensado no sólo a principios de temporada, sino apenas una decenas de partidos atrás, la nueva derrota en Puerto Madryn implicaría un cambio de "timón" abrupto, a escasos tres partidos para el cierre de una temporada para el olvido, y que de no mediar una levantada anímica y futbolística del equipo, podría "tirar por la borda" en apenas dos campañas, lo mucho que nos costara ("sangre, sudor y lágrimas", literal) el retorno a la Primera "B" Nacional, luego de 17 interminables años en una categoría indigna para la historia y la raigambre popular de nuestro querido Gallo.
Pero ocurre que estamos "enamorados" de un club cíclico, con cierto dejo autodestructivo, donde los egos, los "caprichos" y los personalismos extremos, que caracterizaran a las sucesivas dirigencias en los últimos 30 años, nos han alejado de cualquier sueño de crecimiento y calidad institucional, para sumirnos en la mediocridad del egoísmo absurdo y sin proyecto de conjunto, con el "telón de fondo" de un "internismo" eterno y feroz, donde los "personajes" han pasado a ser más importantes que el mismo club y lo único que se "mide" en la contienda diaria, es "quién la tiene más larga", sin importar "cargarse" al propio Morón en la imbécil y ordinaria disputa personal.
Y así estamos, a un paso de involucionar en tres partidos, nada menos que 27 años.
Gracias por todo, "Cabezón", de corazón..., lo mismo para Walter Pico.... No cualquiera era capaz de hacerse cargo del "fierro caliente" que dejara Otta, luego de su alejamiento intempestivo, en la fecha siete.
Y ojalá la antojadiza fortuna futbolística, acompañe rápidamente a su sucesor en el cargo, en semejante momento crítico y sin margen de error, con apenas tres partidos por delante, donde habrá de definirse a nivel deportivo e institucional, mucho más que un nuevo descenso a la "B" Metropolitana.
Nos toca sufrir..., una vez más. Esperemos que el final, por lo menos sea feliz.
@elgallogustavo.
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