miércoles, 10 de agosto de 2022

De "cabeza" (ajena y propia) y a "tiro" del Reducido

Que el fútbol, desde hace un buen tiempo, excede largamente lo estrictamente futbolístico (valga la aparente redundancia), ya no constituye ninguna novedad. La preparación física, pero también la fortaleza mental y emocional, implican factores determinantes, en el deporte moderno, para comprender los "momentos" personales, así como los rendimientos colectivos.

En ese aspecto, hace sólo tres partidos atrás, en la previa del primer triunfo "eslabonado", ante Alvarado en el "José María Minella", Morón se hallaba (con dos y hasta tres cotejos menos, es dable destacarlo) a escasos cuatro puntos de la zona "roja" del descenso y hoy, con nueve de nueve conseguidos en las últimas jornadas (dos de ellas de visitante), el equipo de Alejandro "Chiche" Migliardi y Joaquín Iturrería se encuentran a tres..., pero de la línea de ingreso al Reducido.

Misterio?.. Ninguno..., sí, una mejora futbolera continua y evidente, que se fue plasmando partido a partido, a pesar de la sucesión de empates, sin triunfos, algún cambio de sistema táctico que colaboró con un mejor equilibrio del equipo y fundamentalmente, la convicción en las propias capacidades individuales y colectivas, que potenció los rendimientos personales y arrastró (para bien) al conjunto, tal vez sumados a una pequeña dosis de "fortuna" o de contundencia en el arco contrario, ausentes casi por completo en no menos de 23 cotejos precedentes, salvo honrosas excepciones a esta regla no escrita de la presente temporada.

Y de esta manera, con dos triunfos en fila, que trajeron muchísima tranquilidad, en el momento más crucial del equipo y del torneo, con el ánimo individual y colectivo retemplado y una "cabeza" más fuerte para creer en las propias fortalezas y "explotar" las debilidades ajenas, con inteligencia y paciencia, Morón hilvanó su tercera victoria consecutiva, algo inédito en el campeonato y con otro triunfo bien planificado, buscado y trabajado en los 90' de juego, el Gallo ganó también por primera vez dos cotejos consecutivos, en condición de visitante, para sacar once y doce puntos de distancia del "infierno tan temido" y, consecuentemente, acercarse a sólo tres unidades de un Reducido, que parecía una utopía futbolera, apenas diez días atrás.

Por si fuera poco, Morón llegó a Puerto Madryn, para enfrentar al Deportivo local, en el "Gigante del Golfo" (esta vez en avión, algo que incide no sólo en el descanso elemental, sino también contribuye al ánimo del conjunto), con tres ausencias significativas, como Santiago Ubeda, de excelso nivel en los últimos tiempos, Gonzalo Salega, otro de gran rendimiento desde hace ya varias fechas, y Alan Schönfeld, de "versión" recuperada y mucho más parecida al jugador destacado de la pasada campaña, todos ellos por llegar al límite de cinco amarillas y, de paso, no correr el riesgo en el Sur, que una amonestación los dejara sin clásico, el próximo lunes en el "República de Mataderos".

Ante ello, este "renovado" Morón, de similar fisonomía externa, pero diferente decisión y vigor interno, supo desde el banco de los suplentes, justamente, "suplir" con idéntica capacidad y sacrificio, las ausencias referidas, a partir del esperado retorno de Cristian Lillo, de imprescindible y necesario aporte, tanto desde lo futbolístico como en lo anímico, las ganas de ir siempre para adelante de Mariano Bracamonte y las "pinceladas" de talento de Javier Bayk, como para poner el centro, en el gol del triunfo, que debió haber sido de Leo Ramos, o Mateo Levato, o cualquier otro de sus compañeros, pero que encontró la cabeza de Sebastián Hernández, defensor local, que de frente al arco, y sin posibilidades de modificar el rumbo, de una pelota ejecutada con ventaja para quienes vienen de frente (por lo general, suelen ser los delanteros), el "6" local no tuvo otra que impulsarla con potencia dentro de su propio arco y vencer a un seguro Yair Bonnin (arquero de Deportivo Madryn), algo que no pudieron lograr los puntas y volantes visitantes, pese a contar con varias chances claras de desnivel, en ambos períodos, antes del autogol a los 25' del complemento.

Y es que Morón salió a imponer condiciones desde el comienzo, tanto es así que la primera situación clarísima de gol, la tendría Leonardo Ramos, allá por los '3 de iniciado el juego, luego de una buena habilitación al "vacío",  con destino a Mariano Bracamonte por derecha y el pase en profundidad para dejar "cara a cara" al "7" de Morón con el arquero, pero con la pelota un tanto atrás, la definición imperfecta se iría lejos, sobre el travesaño. 

Con el correr de los minutos, y mientras Deportivo Madryn no lograba hacerse de la pelota, ni mucho menos complicar a la defensa visitante, Bracamonte llegaría otra vez solo por la banda diestra, aunque su "volea" se perdería cerca del segundo palo, hasta el zurdazo con destino de red, de Javier Bayk, que sólo una enorme atajada del golero local, impediría que Morón gritara su gol mucho tiempo antes.

Como contrapartida, un mal despeje hacia dentro, de Bracamonte, casi generaría un "blooper" en el área chica de Morón y en tiempo cumplido del primer tiempo, un exceso de vehemencia en la disputa del balón, sobre el vértice derecho del área de la visita, le daría la "excusa" justa a Luis Lobo Medina (una vez más, de flojo y "localista" desempeño) para cobrar penal de Lucas Abascia, cuando poco y nada había hecho Deportivo Madryn para justificar la posibilidad de la ventaja.

Por suerte, o mejor dicho, por imperio de la capacidad y la intuición, Juan Martín Rojas, otro de altísimo nivel desde que retomara la titularidad, atajaría de manera excepcional el remate de Leonardo Marinucci, rechazándolo sobre su poste derecho, pese a la potencia del remate del "7" local.

Ya en el complemento, la necesidad de Deportivo Madryn lo obligó a jugar unos metros más adelantado, merodeando el área de Morón, pero sin generar grandes chances de empate, y en las que pudo "filtrar" un pase, en "territorio" de la segura última línea de Morón, allí emergería la figura recurrente de Rojas, para sumar su novena valla en cero sobre 24 partidos en el arco del Gallo.

En esta segunda mitad, otra vez las ocasiones más claras volverían a ser del Gallo, que esperando con paciencia para "lastimar" de contra, entre Bonnin, el mejor del local y la escasa puntería de los delanteros, privarían a Morón de una ventaja tranquilizadora en la "chapa" final del partido, que resultara de una diferencia más amplia en el trámite, que en el resultado y a la postre, merecido triunfo por la mínima.

En definitiva, Morón se trajo un triunfazo desde el Sur, pero fundamentalmente, confirmó que es un  equipo mentalmente "nuevo", seguro de su juego e inteligente para vulnerar las debilidades ajenas.

Y ahora, Chicago, nada menos, para consolidar todo lo bueno, con una victoria en Mataderos, luego de 24 años.

Con el corazón como "estandarte" y la convicción como "aliada" (del triunfo). 


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.



1 comentario:

  1. Buenos dias, gracias x v comentario del partido. Si, hubo dosis de suerte que en algunos partidos que el gallo empato pegamos tiros en los palos y travesaño rivales. Vale el empuje y la levantada.. Dep Madryn tenia muchos goles a favor y muchos en contra, quiere decir que se podia ganar. Fe para ir a Mataderos, vamos gallo

    ResponderEliminar