domingo, 10 de agosto de 2025

En carrera

Morón necesitaba imperiosamente volver al triunfo, luego de la derrota con polémica ante Chacarita y el empate en cero frente a Defensores de Belgrano, en el Bajo Núñez, y frente a un rival directo como Estudiantes de Río Cuarto, pudo quedarse con tres puntos necesarios, tras un buen primer tiempo, en el que recuperara la memoria de su mejor versión y un complemento donde, una vez más, se complicó solo y debió sufrir hasta el octavo minuto agregado para el grito de desahogo, ante la menor concurrencia de la temporada, en el Nuevo Francisco Urbano, luego de la sanción del estadio, culpa de los imbéciles de siempre, hace quince días.

Con los regresos de Franco Lorenzón, Pablo Ferreira y Fabricio Sanguinetti, en lugar de Matías Cortave, Emiliano Franco y el suspendido Jonathan Berón, tras su expulsión frente al "Dragón", sumados al retorno desde el inicio, luego de largo tiempo, de Juan Manuel Olivares en lugar de Gastón González, este Morón procuró volver a sus propias "fuentes" futboleras y desde el arranque del cotejo ante el "León del Imperio", apretó a su rival bien arriba, complicándolo en su salida, además de retomar el camino que mayor dividendos le redituara en la presente temporada, esto es, la sumatoria de pases con paciencia y criterio, a partir de la recuperación de Ferreira y el fútbol generado por Olivares, de muy buen primer tiempo y hasta que la "nafta" le dijera "basta", en el complemento, devolviéndole al equipo de Walter Otta la cuota imprescindible de toque y juego asociado, ausente sin aviso en los partidos precedentes.

En este recuperado esquema de presión alta y tenencia del balón, la visita sería incapaz de cruzar siquiera la mitad de cancha, no antes de los quince minutos de inicio el pleito, lapso durante el cual, Morón consiguiera la primera ventaja y la justificaría en el desarrollo.

Así las cosas, con un Sanguinetti de regreso y más parecido al punta punzante de varias fechas atrás, de una triangulación entre el "uruguayo", Olivares y Emilio Lazza, el "6" del Gallo sacaría un centro al punto del penal, donde encontraría la cabeza de Ivo Costantino, para impulsarla con parietal diestro al fondo del arco, con apenas seis minutos del primer tiempo.

De allí en adelante, Morón permitiría que la visita se adelante unos metros, procurando volver a "lastimarlo" de contra, algo que a punto estaría de lograrlo, a los '18 de la primera mitad, con una habilitación de cabeza de Costantino (el más destacado, junto a Olivares y Ferreira, que una vez más saliera lesionado), para dejar mano a mano con el arquero a Yair González, cuyo remate ingresando por el sector derecho del área de Estudiantes de Río Cuarto, no terminaría en el 2 a 0 del Gallito, de no mediar una gran atajada de Brian Olivera, el buen arquero de la visita.

Sin sufrir en propia área, los escasos intentos hilvanados por el "León", el equipo de Otta se iría al descanso con una ventaja mínima, pero justa, que puso haber sido más amplia, de no mediar la referida intervención del "1" riocuartense y un par de situaciones similares (ambas también en los pies de Yair González), una finalizada en gol, pero inhabilitadas por el árbitro asistente, por off side tan "finos" como cuestionables.

Ya en el complemento, Morón propuso mantener su protagonismo, para procurar agrandar la diferencia a su favor, pero también evitar cualquier intento de su rival, de adueñarse del trámite del partido, aunque sin generar situaciones de riesgo claras en ambos arcos, más allá de un centro de Olivares desde la derecha, que ni Costantino en el primer palo, ni Franco Vázquez en el segundo, pudiesen impulsarla al fondo de la red.

A los '30 del segundo tiempo y en un contragolpe que dejaría a Sanguinetti de cara al arco visitante, por el centro del área, Sergio Ojeda, el "6" de la visita, derribaría de una manera indisimulable y hasta grotesca a Costantino, pero el árbitro del encuentro, el debutante Julián Jerez y su asistente, con un "delay" de no menos de un minuto, volvería sobre sus pasos de una jugada posterior en terreno de Morón, para sancionar el evidente penal en favor de Morón, pero obviando la segunda amarilla y consecuente expulsión al autor de la infracción.

Un minuto más tarde y con un remate de zurda, potente y preciso, junto al poste diestro de Olivera, que habría de adivinar el palo de manera infructuosa, Ivo Costantino convertía el segundo de la tarde y el séptimo en la campaña, para convertirse en el goleador del Gallo en la temporada, y darle a Morón una diferencia de 2 a 0, que por entonces parecía tranquilizadora.

Sin embargo, en un Gallo que "si no sufre, no vale", apenas dos minutos más tarde, y tras una pelota que ni Franco, ni Gastón González podrían rechazar en la puerta del área, un buen pase en profundidad dejaría al ingresado Javier Ferreira, de cara a Julio Salvá, para cruzársela al palo más lejano y darle una cuota de dramatismo innecesaria, a un partido que ya parecía definido.

Por si fuera poco, los ocho (??!!) minutos agregados le sumarían aún mayor incertidumbre a la justa victoria del Gallito, que habría de salvarse en la última bola del partido, tras el enésimo centro y el remate defectuoso del lateral derecho, Juan Antonini, que recorrería el área chica, sin que ninguno de sus compañeros pudiese corregir la trayectoria, para perderse afortunadamente demasiado cerca del poste diestro de Salvá, en lo que hubiese sido un empate agónico e injusto de Estudiantes de Río Cuarto.

Con el pitazo final de Julián Jerez, de regular desempeño, el desahogo de un Nuevo Francisco Urbano a medias, repercutiría en la despoblada cabecera local, clausurada, insistimos, por los incidentes de los estúpidos de siempre.

Ahora, a visitar a Talleres en Remedios de Escalada y esperar por otro raid de tres partidos de local, frente a Nueva Chicago, el suspendido ante Gimnasia de Mendoza y Estudiantes de Buenos Aires, que bien pueden definir para qué pelea está este equipo, si la mayor por el primer ascenso o la no menos importante por un lugar en el Reducido.

En carrera.


@elgallogustavo.



             📸: Eduardo Fabián Acuña.


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