jueves, 12 de junio de 2014

El "caso Orihuela" y los hechos objetivos de la realidad. Para que cada uno saque sus propias conclusiones.


“La única verdad es la realidad”, reza una vieja y no por ello oxidada máxima del Peronismo, y más allá de las versiones que generan con alguna intención cada una de las partes, los descargos de ocasión y hasta los comunicados desafortunados, la verdad suele ser una sola y estar emparentada con los hechos objetivos de la realidad.

Matías Exequiel Orihuela, una de las últimas “joyas” del desteñido alhajero de las divisiones inferiores del Deportivo Morón, mantenía (y aún mantiene, por lo menos hasta el próximo 30 de junio) una relación contractual con la institución, bajo el formato de “Contrato Profesional Promocional” –de habitual utilización en profesionales menores de edad-, por el término de un año, con la posibilidad de una prórroga por igual lapso, siempre y cuando se cumpliese con el requisito legal del necesario “preaviso”, por vía formal, un mes antes de la fecha de caducidad de dicha relación contractual vigente.

En efecto, hasta el 31 de mayo del corriente las autoridades del club, por la vía administrativa correspondiente, tenían la opción de remitir la carta documento al jugador, para notificarlo del interés institucional de renovar el vínculo existente. Sin embargo, lejos de arribar al domicilio legal del futbolista, en la fecha requerida, no por mero capricho, sino por imperio de la imprescindible legalidad que debe privar en los actos administrativos, en el marco de las leyes y convenios laborales existentes, la misma habría de ser recepcionada por el futbolista, el pasado 6 de junio, aunque con fecha de envío del 30 de mayo.

Así las cosas, y desde la órbita legal, ante el descuido, negligencia o impericia del club al momento de remitir en tiempo y forma la notificación de prórroga correspondiente, de conformidad a los términos y alcances de la cláusula sexta del “Contrato Profesional Promocional” refrendado entre las parte, el club en los hechos, resigna el control a la hora de la renovación contractual, puesto que a partir del 30 de junio, ya corre por cuenta de la buena voluntad del jugador, su continuidad o no en el club y en qué términos contractuales.

En épocas en que una notificación de ese tipo, tan sensible para los involucrados, puede ser “monitoreada” desde una PC de escritorio, resulta por lo menos ridículo cualquier intento de falsear la fecha de remisión de la carta documento, para ajustarla de manera ficticia a los plazos legales necesarios, puesto que, como dijésemos, con una simple consulta virtual puede accederse al recorrido real de la misiva, desde la fecha de su auténtico envío por el remitente, en la sucursal ingresada, hasta su notificación efectiva en el domicilio constituido legalmente por el destinatario.

Hasta aquí los hechos objetivos de la realidad, que podrán ser o no asumidos en la responsabilidad por quienes corresponda, o por el contrario, derivar supuestas culpabilidades en terceras personas, ya alejadas de la vida institucional, o lo que es aún más grave, apelar al escarnio público del propio jugador, a partir de una comunicación oficial, tan innecesariamente agresiva como lesiva para con la integridad personal del futbolista en cuestión (en este caso, Marías Orihuela) y de su grupo familiar.

“Tengo una sensación fea, me siento muy angustiado, yo amo este club. Morón fue el club que me vio nacer y del que estoy muy agradecido, pero me siento decepcionado con el presidente y vice presidente de la institución (Cristian Lettieri)”, afirma Matías Orihuela y no es para menos, si nos atenemos al tenor de las respuestas que tuviera la juvenil promesa del Deportivo Morón, de parte de las máximas autoridades de nuestra institución.

En efecto, y por citar sólo un ejemplo, para clarificar la verdadera e indeseable situación vivida por el jugador (e intentando no agregar “más leña al fuego” inquisitorio, provocado por las innecesarias y desafortunadas manifestaciones públicas de la institución), en oportunidad en que Orihuela se acercara para conversar sobre la renovación, la respuesta que obtendría por parte del presidente, sería de inoportuno y vergonzoso “apriete”, al supeditar la cancelación de la deuda existente con el jugador, de alrededor de tres meses y medio, a la renovación de un nuevo acuerdo vincular con el club.

Ante ello, y el lógico estupor ante una situación no provocada, y de virtual “extorsión”, Matías Orihuela derivaría la resolución de un evitable conflicto ya en ciernes, hacia el agente FIFA. Alejandro Savich, responsable de la empresa “Squadra”, quienes desde hace 13 años se encargan de la representación de futbolistas y que, en el caso particular del juvenil del Gallo, dicho vínculo (habitual entre los profesionales de la actividad) data de diciembre de 2013.

“Nadie me comió la cabeza, no soy (Angel) Di María ni tampoco voy a hacerlo, tengo mi representante cómo cualquier otro jugador”, subraya Orihuela sobre el posible motivo de molestia en el presidente, incluso referido claramente en el lamentable comunicado oficial de la víspera.

En este punto, es dable advertir que, más allá de la actitud innecesaria y errónea de pretender rubricar un nuevo vínculo “de prepo”, para luego cancelar la deuda preexistente, en esta particularidad, estamos hablando de la deuda de tres y meses y medio, sobre un sueldo de $ 5.800, completado luego del encuentro en el Nuevo Francisco Urbano, en el 4-2 frente a la UAI Urquiza (con una actuación sobresaliente de Orihuela), con un plus en negro, que sería erogado sólo durante tres meses y que, a los usos legales, no reviste validez alguna.

Con jugadores que “han calentado banco” durante 35 fechas del último torneo, por sueldos cinco veces mayores al percibido por el jugador, hoy en el ojo de la tormenta, y que encima resultaran los abanderados a la hora de reclamar a los dirigentes por los salarios adeudados, Matías Orihuela habría de viajar hacia su Córdoba natal, durante la actual licencia invernal, virtualmente sin un peso, luego de un par de intentos infructuosos de gestión del algún adelanto de sueldo, desestimados desde lo más alto de la ex y nueva dirigencia.

Por ahí mucha gente no entiende lo que está pasando y algunos están confundidos. Simplemente quiero expresar mi opinión, y que jamás hice nada para quedar libre e irme de la institución”, sintetiza un dolido Matías Orihuela, sobre muchas versiones maliciosas que circularan en las últimas horas.

Hasta aquí, los hechos. Y como diría Joan Manuel Serrat: "nunca es triste la verdad..., lo que no tiene es remedio". 


A continuación, transcribimos el comunicado oficial del club, en su totalidad:
"11 de junio de 2014 / Comunicado: Nº 120

Comunicado de Prensa

SOBRE LA SITUACIÓN DEL JUGADOR MATÍAS ORIHUELA

La Comisión Directiva de Deportivo Morón cumple en informar la situación del jugador Matías Orihuela. El contrato promocional firmado por el jugador hace un año vence el 30 de junio de 2014. En la cláusula sexta del mismo se especifica que hasta el día 31 de mayo el club tiene plazo para hacer uso del derecho para renovarle la relación contractual hasta un año más.

Al no haber informado la entonces Sub-Comisión de Fútbol la necesidad de enviar el telegrama y al percibirse esta situación, dicho telegrama fue enviado.

Ante esto, el jugador manifestó que un grupo empresario pasó a representarlo, motivo por el cual la negociación para su continuidad debía hacerse entre el club y sus representantes. La Comisión Directiva le hizo saber entonces que no tenía inconvenientes en dialogar, que la voluntad era su continuidad siempre y cuando no se dañara la economía del club.

En ese momento, el jugador Matías Orihuela hizo saber verbalmente que sus representantes enviarían un telegrama en el cual se consideraría libre y que cualquier negociación no debía hacerse con él.

Esta Comisión Directa hace pública su voluntad de diálogo y expresamente manifiesta ahora que no va a aceptar extorsión ni presión de ningún empresario que pretenda lucrar con los jugadores formados en la institución y se reserva los derechos de llevar a la justicia todas las acciones tendientes a defender a la institución.

Para la Comisión Directiva, primero está Deportivo Morón y por ello no aceptará presiones, extorsiones ni contubernios de aquellos que lucran con el fútbol.

Hacemos saber también que en Morón van a jugar aquellos que quieran hacerlo. Y el jugador en cuestión manifestó que no tiene ninguna intención de continuar en nuestro club.

Departamento de Prensa y Comunicación del Club Deportivo Morón".

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