En una modernidad
donde la desesperanza, la resignación y la ausencia de metas y proyectos
de vida, constituyen flagelos mundiales, tan globales y universales,
como nefastas y mortales sus consecuencias, que aún subsistan ejemplos
vigentes y populares que puedan acreditar con sus propias experiencias
vitales, que las utopías y los sueños siguen siendo posibles y que los
desafíos continúan dándole sentido a nuestras existencias y, por ende,
valen la pena asumirlos más allá de los resultados finales; sin dudas,
en este contexto de "oscuridad" social y cultural que caracteriza a
nuestros días, vidas y obras como las de HUGO ARMANDO CAMPAGNARO,
representan luces brillantes e inspiraciones humanas imprescindibles,
para iluminar el cono de sombra de este tiempo sin modelos, esperanzas
ni sentido, que empobrece fatalmente a nuestro moderno orbe de
principios de siglo.
Y es que este lunes 2 de junio de 2014, en que se oficializara su convocatoria para disputar con la "celeste y blanca", la próxima Copa del Mundo "Brasil 2014" (constituyendo el primer jugador surgido de las inferiores y que luego vistiera la casaca del Gallo, en alcanzar tan alto honor), no
sólo quedará entre los recuerdos más y mejor atesorados de quienes los
acompañaron y lo acompañan desde siempre, ya sea desde la cercanía de la
amistad o el cariño filial, ya sea desde el afecto y la admiración en
el anonimato; de todos aquellos que supieron verlo crecer y madurar
(como futbolista profesional y como ser humano) en el Deportivo Morón,
desde su arribo a la institución a los dieciseis años, allá por 1997, a
instancias de Angel “Tony” D' Andrea (por aquellos tiempos
el coordinador general de la inferiores del Gallito), quien debió haber
intuído en aquél joven cordobés, nacido un 27 de junio de 1980, en
Coronel Baigorria, las condiciones técnicas y humanas que los
distinguirían luego, tanto dentro como fuera de la cancha.
El debut de HUGO
ARMANDO CAMPAGNARO en lo que sería su segundo hogar, es decir, el
"viejo" Estadio Francisco Urbano, se produciría en la tarde del 29 de mayo de
1999, en una igualdad en cero entre el Deportivo Morón y su visita, All
Boys. Para llegar hasta ese momento, el “Cordobés”, como le decían en
ése entonces, apodo previo al de “Toro”, con que fuera rebautizado en la
península itálica, Campagnaro logró su único título con la camiseta de
la cual es hincha (junto a la “albiazul” de su Talleres de Córdoba
natal), en Sexta división. Ya con edad de Quinta, supo destacarse como
el defensor más goleador de las Juveniles de AFA, al marcar siete
tantos, un logro que sería reconocido hacia fin de año, cuando fuera
galardonado con el premio al defensor más valioso de la divisiones
infanto-juveniles del fútbol argentino. Con todos estos datos y tras
observarlo en un práctica, el entonces director técnico de la primera del
Gallo, Ricardo Zielinsky (hoy entrenador de Belgrano de Córdoba, en
primera división), se convenció de darle su bautismo de fuego, en
primera y ante su gente, en aquél referido empate ante el “Albo” de
Floresta.
Regular, sobrio,
efectivo y rendidor, HUGO ARMANDO CAMPAGNARO supo aprovechar al máximo
la oportunidad que le concediera el “Ruso”, destancándose por su firmeza
y su clase, en la posición del campo que le tocara jugar, y por aquella
vieja condición que trajera desde inferiores: la facultad de
constiuírse en una alternativa de gol, a partir de un excelente cabezazo
ofensivo.
Tan superlativo
resultaría su rendimiento que, aún desempeñandose en la segunda y
tercera categorías del fútbol argento, del “Viejo Mundo” posarían sus
ojos sobre él, concretándose su tranferencia al Piacenza de la Serie“B”
italiana, en un traspaso histórico no sólo para el club, sino para el
fútbol de ascenso en general, tras la finalización del torneo 2001/2002
de la primera “B” Metropolitana. Tras su partida, HUGO ARMANDO
CAMPAGNARO dejaría una estadísitica de 103 partidos con la casaca del
Gallo, y seis goles, sumado quizá a su mayor tristeza y frustación
dentro del fútbol: el descenso a la “B” Metro, con el Deportivo Morón,
en la penosa temporada de 2000/2001.
Ya en el “Calcio”,
HUGO ARMANDO CAMPAGNARO debutó en el Piacenza el 22 de septiembre de
2002, en un cotejo disputado ante el Udinese, convirtiéndose en emblema e
ídolo de su club, hasta su adiós en 2007, tras disputar 127 partidos
por torneos regulares (entre series “A” y “B”) y 11 cotejos más por
“Copa Italia”, anotando durante ese lapso doce goles, con la
dificultad que implica marcar tantos en el fútbol itálico, y más
tratándose de un extremo defensor.
El 3 de julio de 2007,
HUGO ARMANDO CAMPAGNARO hace las valijas y se muda a Génova, para
vestir la camiseta “Lila” de la Sampdoria, vínculo que perduraría por
dos años, más precisamente hasta el 14 de julio de ese año, cuando el
presidente del Nápoli (nada más y nada menos, ¿no?..., lugar en el mundo
donde Dios y Diego Armando Maradona son ambas caras de una misma moneda
de devoción multitudinaria y apasionada), Aurelio De Laurentiis,
anunciara la flamante adquisión de Campagnaro, a cambio de 5 millones de
euros y un contrato por cuatro temporadas. En la “Sam”, como en el
Piacenza, “Il Toro” marcaría una enorme huella, en el corazón de los
“tiffosis” y en los números también, con 38 partidos disputados por
Serie “A”, más 6 por “Copa Italia”, anotándose en el marcador en seis
ocasiones, una de ellas por “Copa UEFA”.
Ya en el Nápoli, HUGO ARMANDO CAMPAGNARO tendría su bautismo oficial, el
16 de agosto de 2009 frente a Salernitana, en partido válido por “Copa
Italia”, marcando su primer tanto con la camiseta “celeste”, en el
Giusseppe Meazza, en la igualdad en uno ante el Milan, un 21 de marzo de
2010. En la temporada siguiente y ya afirmado como titular indiscutido, logra un meritorio tercer puesto, que le posibilita al popular conjunto de Nápoles regresar a la Champions League 2011/2012. Dicha campaña, quedará marcada a fuego en la memoria y la brillante carrera de Campagnaro, al registrar su debut en la máxima competición europea, frente al Manchester City, al mismo tiempo de constituir la temporada de su primera y única "estrella" como profesional, al obtener junto al Nápoli, la "Copa Italia", tras vencer en la final a la Juventus, el 20 de mayo de 2012.
Así las cosas y confirmando su gran presente, el 24 de mayo de 2013, Campagnaro se despide de la afición napolitana para emigrar el Inter de Milan, donde se ha convertido en figura, dentro de un equipo de estrellas con varios argentinos emblemáticos, como Javier Zanetti, Walter Samuel, Diego Milito, Esteban Cambiasso y Rodrigo Palacios (hoy también, compañero en la Selección mayor).
Para desembocar, en medio de tanto logro a nivel de clubes, en otra tarde "soñada", esta vez la del 29 de febrero de 2012, cuando tras varios
“amagues” de convocatorias, durante los ciclos de Diego Armando Maradona
y Sergio Batista, al frente de la Selección Nacional Argentina, fuera
finalmente Alejandro “Pachorra” Sabella, quien lo llamara para enfrentar
a Suiza, en Berna, y le diera además la posibilidad de ser titular
desde el arranque, y por los '90 minutos y descuento que durara el
amistoso (con victoria final de 3 a 1 para el representativo nacional,
con triplete goleador de Lionel Messi), para que a los 31 años y como
corolario de una exitosísima y dilatada trayectoria, HUGO ARMANDO
CAMPAGNARO arribara definitivamente al pináculo del fútbol
internacional, al vestir con acierto y sobriedad (como fuera su
caracterísitica distintiva, desde sus orígenes en el Deportivo Morón) la
“albiceleste” nacional.
Escala previa y necesaria, claro está, tras su participación en varios de los cotejos por eliminatorias sudamericanas, a la convocatoria definitiva de la víspera, donde además de confirmarse su participación histórica en el próximo mundial de Brasil, en menos de diez días, se erigiría en nuestro más grande y mejor "embajador" de todos los tiempos, así como en el principal motivo de orgullo y emblema de nuestra historia, en tanto único jugador surgido de las inferiores y que visitiera la casaca del Gallo, capaz de alcanzar el mayor galardón profesional, de "calzarse" la anhelada camiseta del máximo representativo nacional.
Porque en esta
modernidad, caracterizada por un desánimo universal, donde la ausencia
de metas y de proyectos vitales constituyen flagelos mundialmente
arraigados, sin importar edades, ni género, ni clases sociales, ejemplos
de vida como la de HUGO ARMANDO CAMPAGNARO, conllevan el efecto
maravilloso de lograr reconciliarnos con nuestras propias utopías y
sueños abandonados, y volver a convencernos que pueden ser posibles, más
allá de los resultados, porque lo que realmente vale la pena es su
búsqueda, en un derrotero de silente esfuerzo que, de manera definitiva,
dotará de vital sentido nuestra actual y futura existencia.
Ya que, como si todo lo dicho no resultase suficiente o subsistiera algún descreído irredento,
incapaz de redimirse ante las evidencias, habrá que agregarle que este
mismo HUGO ARMANDO CAMPAGNARO, vestido de celeste y blanco, a punto de cumplir 34
años (el próximo viernes 27 de junio), fue el mismo que durante unas vacaciones en nuestro
país, protagonizara un gravísimo accidente automovilísitico, en la ruta
36, a la altura de su Coronel Baigorria natal, en colisión frontal que
originara el deceso de tres personas y que, en el suyo particular, le
ocasionara sendos traumatismos abdominal y pelveano, lesiones de
consideración que pusieran en riesgo, primero su vida y luego, su
continuidad dentro del fútbol profesional de élite. Accidente
acontecido el 9 de julio de 2011, esto es, sólo siete meses
antes de su bautismo triunfante con el máximo representativo nacional, en la tarde de Berna y el "triplete" de Lionel Messi.
COMO PARA VOLVER A
CREER EN LAS UTOPIAS Y LOS SUEÑOS ABANDONADOS, SIN IMPORTAR EL GENERO,
LA EDAD O LAS CLASES SOCIALES. ESE ES EL EJEMPLO DE HUGO ARMANDO
CAMPAGNARO, UNA LUZ BRILLANTE DENTRO DE UN MUNDO SUMIDO EN UNA OSCURIDAD DAÑINA, QUE ANCLADO EN LA AMARGURA, SE HALLA ENFERMO DE UNA DESESPERANZA FATAL.
ENHORABUENA, HUGO... ENHORABUENA.
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