Evidentemente, este Barracas Central (sea con la dirección técnica de Norberto Salvador "Gato" Daniele o últimamente, con su sucesor, Marcelo Barrera), de interesantes individualidades, juego atildado y buen manejo del balón, le sienta realmente bien a este Deportivo Morón, que no sólo lo derrotara las tres veces que lo enfrentara en 2015 (dos veces de visitante y la restante de local), sino que además lo superara claramente en todas las oportunidades, jugando de los partidos más sólidos que registrara durante la presente temporada.
Porque este Morón de post-temporada, inmerso en múltiples problemas económicos, sacó a relucir una vez más, aquellas virtudes de conjunto que lo llevaran a hilvanar una serie inédita (por lo menos, en la última década) de once encuentros invicto, haciéndose fuerte en un reducto difícil, de dimensiones reducidas, y ante un rival que terminara mejor la fase regular del torneo de la Primera "B", tanto que fuera capaz de arrebatarle al propio Deportivo Morón, el quinto puesto en la tabla final, en la última fecha y con ella, asegurarse una localía inicial en el Reducido que, a la luz de los hechos, de poco le serviría frente a una visita sólida, solidaria y contundente en los momentos justos.
Y porque este Morón de final de ciclo 2015, muchas veces criticado y hasta minimizado en sus capacidades futbolísticas, por los vaivenes de rendimiento propios de un campeonato extenuante de 42 jornadas, supo dar una nueva muestra de carácter (como tantas otras veces durante el pasado torneo), y trocar la amargura y bronca extra-futbolera, ante tanto incumplimiento salarial, manoseo y falsas promesas presidenciales, en fortaleza y comunión de conjunto dentro de la cancha, para regalarse una alegría merecida e inmensa hacia dentro del propio grupo y sus seres queridos, demostrando una vez más y en una instancia decisiva, la dignidad, nobleza y profesionalidad que caracterizara a este plantel y cuerpo técnico, respetuosos como pocos en el pasado reciente, de la "pesada" camiseta que defienden y de las numerosas "almas" que sueñan junto a ellos, con un ascenso demorado un cuarto de siglo.
Del partido en sí, y antes del primer minuto de juego, el equipo de Blas Armando Giunta dejaría rápidamente en claro, con un puñado de toques y la primera llegada de peligro, a través de Cristian Yassogna, que este Morón de los contratiempos económicos y la orfandad dirigencial, llegaba hasta Olavarría y Luna para calzarse la "pilcha" de protagonistas y despejar de "cuajo", cualquier fantasía posible en la previa, sobre alguna derrota "honrosa", de visitante, con tal de "cumplir" formalmente y "apurar" la despedida definitiva de la temporada y un último año "traumático" en la institución.
Con un parejo rendimiento colectivo, pero con algunos puntos sobresalientes, como el partido enorme de Mauro Montenegro (partícipe de los recuperos, en ambas jugadas de gol del Gallo), de su compañero del "doble cinco" Damián Toledo, así como de toda la última línea defensiva, en especial de un Nicolás Gásperi impasable y que le tocaría "bailar con la más fea" (la marca de Víctor Piriz Alvez y Abel Soriano, anulando por completo a ambos, en "sociedad" con el siempre sobrio "capitán" Mayola), así como de Cristian Broggi, responsable de clausurar las hábiles y punzantes intenciones de Leandro Puig y Alfredo Abalos, sin olvidarnos de la saludable recuperación de Leonel Altobelli (quien se "amigara" con su juego y el arco de enfrente) y la progresiva vuelta a su nivel de Junior Mendieta, autor de un formidable gol de cabeza (el segundo con la camiseta de Morón), luego de un interesante encuentro ofensivo, con el propio Altobelli.
En efecto, sobre los '33 de la etapa inicial y cuando el Gallo había ejercido la supremacía territorial y dispuesto de las chances de gol más claras, un quite de Mauro Montenegro (una de tantas y tan buenas intervenciones individuales, de la figura visitante y del partido) en "tres cuartos", habría de prolongarse en Cristian Broggi quien, acertado en la marca y lúcido en el primer pase ofensivo, habilitaría en profundidad para la corrida por derecha de Leonel Altobelli, que tras ganar en velocidad y potencia ensayaría un centro milimétrico, para propiciar la merecida apertura del marcador, merced a un "testazo" violento y direccionado, del menos pensado en el juego aéreo: el chajariense Mendieta.
Durante los minutos posteriores a la primera diferencia y el final del período, el equipo de Giunta estaría mucho más cerca de ampliar la justa ventaja inicial, que el "Camionero" de acercarse al empate, a pesar del buen partido del "inoxidable" Lucas Mareque, eje del juego atildado y del control del esférico en el medio, "marca registrada" de un muy interesante Barracas, reducido a su mínima expresión por mérito táctico del Gallito.
Ya en el complemento, el partido se haría interesante y de ida y vuelta, con aproximaciones cada vez más profundas sobre el arco de Carlos Morel y contras punzantes y en superioridad númerica, aunque no siempre bien resueltas por los delanteros del Deportivo Morón.
De los '25 en adelante, las urgencias del "Camionero", combinadas con un excesivo retroceso de los de Giunta, inclinarían la cancha sobre los últimos metros de la visita, que sin embargo contaría con esa cuota mínima de suerte necesaria, ante un formidable remate desde afuera, de Alfredo Abalos, que con Morel "fuera de combate", reventaría su palo izquierdo para perderse por el fondo de la cancha, a los '33 del segundo tiempo.
Cinco minutos más tarde y cuando los corazones de los hinchas del Gallo, de a poco salían de una súbita fibrilación, Leonel Altobelli habría de jugársela solo, ante una defensa adelantada y desesperada, para una vez dentro del área, enganchar hacia su mejor perfil y ser derribado (con falta?). Penal sancionado por Pablo Dóvalo y ejecución exitosa del propio Altobelli, con un remate fuerte, seco y alto, bien lejos de la resistencia de Elías Gómez, para el lapidario dos a cero, a los '40 del complemento.
Sin tiempo para más, con la clasificación a semis "en el bolsillo" y el pitazo final de Dóvalo, el Gallo además se aseguraba su participación en la "Copa Argentina 2016", de formato más reducido y con sólo cinco plazas para la "B" Metro, desde los 32avos. de final, a partir de los cuatro semifinalistas del actual Reducido y el último campeón de la categoría, Brown de Adrogué.
Evidentemente, este Barracas Central de la temporada 2015, le sienta muy bien a este Deportivo Morón que, una vez más y como tantas veces a lo largo del extenuante campeonato de la "B", se "hiciera cargo" de su prueba de carácter, algo que debiera (y mereciera) ser imitado y acompañado en idéntica medida, desde la dirigencia.
Uno de cuatro... Que pase el que sigue (Defensores de Belgrano, en el "Juan Pasquale", el martes a las 21.05, televisado).
N. de R.: Este jueves 19 de noviembre, luego del entrenamiento matutino, en el estadio, el plantel percibió de parte del presidente, el equivalente aproximado a un mes de sueldos atrasados (600 mil pesos), con lo cual, a la fecha, la deuda se sitúa en cuatro meses, promedio (julio, agosto, septiembre y octubre).
Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.
Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).
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