miércoles, 24 de mayo de 2017

El Gallo y el “Guapo” no se sacaron ventajas, a seis fechas del final

A contramano de la tabla, que marca una diferencia sideral de diecisiete puntos entre el líder, Deportivo Morón, y el undécimo en las posiciones (y por el momento, fuera de la zona de clasificación al Reducido), Barracas Central, las diferencias reales entre uno y otro, dentro de las cancha fueron mínimas, por lo que el empate final en uno, entre el Gallo y el “Guapo” refleja la paridad existente en la noche del Nuevo Francisco Urbano, por la 32° fecha del torneo de la Primera “B”, temporada 2016/17.

En efecto, si bien el “Camionero” evidenciara un andar irregular durante toda la temporada, por nombres propios y presupuesto, se sabía de antemano que no iba a resultarle un rival sencillo el equipo de Walter Otta, cosa que habría de ponerse de manifiesto apenas iniciado el cotejo, con una visita plantada en terreno del Gallito y dispuesta a jugarle de igual a igual al cómodo líder del campeonato.

Durante esos primeros minutos, Barracas ejercería el control del balón y el predominio del terreno de juego, ante un Morón errático e inconexo, que justificaría la ventaja parcial del “Barranqueño”, cuando a los ’17 del primer tiempo, el goleador del categoría, Juan Martín, recibiera por izquierda una precisa asistencia de Matías Sproat y con una certera volea de derecha, dejara sin reacción posible a Milton Alvarez, para colocar el sorpresivo uno a cero a favor del equipo de Alejandro Milano.

Tras el cimbronazo de la desventaja inicial, algo que no le ocurría al elenco de Walter Otta, desde hace un buen tiempo a esta parte, el Gallo intentaría reencontrarse con su fútbol y el protagonismo inclaudicable que lo distinguiera en todo el campeonato, a partir de la generación de juego de Rodrigo Díaz y Gerardo Martínez, en procura de encontrarse con Damián Akerman y Nicolás Ramírez, en ofensiva, algo que ocurriese “a cuenta gotas” al cabo de toda la etapa inicial.

Ya sin Emmanuel Giménez, quien debiera abandonar el campo de juego, a los ’34 del primer tiempo con una molestia muscular, y con Matías Pardo en su reemplazo, las necesidades del Gallo lo llevaría a pararse unos metros más adelante, lo que obligaría a la visita a replegar líneas y a apostar a una contra que jamás terminaría de cristalizarse.

Con el líder del torneo lanzado con decisión en búsqueda del empate, a los ’15 del segundo tiempo, una excelente combinación a un toque, entre Rodrigo Díaz y Damián Akerman, terminaría con el “Rengo” cara a cara con Elías Gómez y, cuando el “siete bravo” de Morón se disponía a rematar, resultase derribado con clara infracción en el área, que Ignacio Lupani sancionaría con penal y Damián Akerman cambiara por gol, para la festejada y merecida igualdad en uno.

A partir de allí, y con los ingresos de Javier Rossi por Akerman y más tarde, de Leandro Guzmán en lugar de Nicolás Ramírez, el Deportivo Morón acorralaría a la visita contra su arco, generándole algunas acciones de peligro, tanto es así que, si se hubiese tratado de un match de boxeo, el Gallo habría de ir ganando el pleito en las tarjetas, en fallo dividido y por diferencia mínima.

Quizá las más clara para Morón, se registraría a diez del final del encuentro, cuando de un preciso centro de Gerardo Martínez, el “Bicho” Javier Rossi se elevara más allá de todos los defensores, aunque su cabezazo forzado se iría muy cerca del travesaño de Elías Gómez.

Como contrapartida, el Gallo que contó con las ocasiones para ganarlo, también pudo perderlo y sobre la hora, cuando a los ’45 exactos del segundo tiempo, César Carranza se filtrara entre los centrales locales y tras encarar a Milton Alvarez, la valla menos vencida del torneo generara el quite más trascendente de la noche, rechazando con sus pies lo que hubiese significado el segundo de Barracas Central, ya en el tiempo agregado al reglamentario.

Con el pitazo final de Lupani, el Deportivo Morón se alzaría con un punto importante, ante un rival rico en individualidades y nombres propios, partido en cuyo desarrollo y al cabo de los ’90 de juego, bien podría haberse transformado en una victoria, aunque también podría haber finalizado en derrota, de no mediar los reflejos de ese enorme arquero que tiene el Gallito, Milton Alvarez, que llamado a intervenir pocas veces en el complemento, fuera capaz de reaccionar con acierto, casi en la última bola del encuentro, para ahogarle el grito a Carranza.

A falta de seis fechas para el cierre del torneo, el Deportivo Morón comienza a pensar en Fénix, a quien deberá enfrentar el próximo sábado, desde las 13:05, en el “Estadio Guillermo Laza” de Deportivo Riestra.

A seis pasos del sueño, el Deportivo Morón se desembarazó de un rival “chivo” y con ocho puntos de ventaja sobre su escolta, Atlanta (quien aún debe quedar libre), mantiene una diferencia apreciable respecto del “Bohemio”.


@elgallogustavo.



                                      Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario