sábado, 3 de febrero de 2018

El mejor regreso

Deportivo Morón encaraba la segunda mitad del Torneo de la Primera "B" Nacional, en un reducto complicado y ante un rival siempre "chivo": la visita a Brown de Adrogué, en el "Lorenzo Arandilla", representaba una buena medida para comprobar si todo lo bueno desarrollado en la pasada pretemporada, podía comenzar a trasladarse a los compromisos por los puntos.

Con los debuts desde el inicio del uruguayo Sebastián Martínez Aguirre, el ex zaguero central a préstamo de Argentinos Júniors, en dupla con el capitán Emiliano Mayola, y de su compatriota Mauricio Alonso, ex Lorca FC de la Segunda División del fútbol español, en rol de media punta sobre el carril izquierdo, acompañando a Rodrigo Díaz en la generación ofensiva y también a Javier Rossi, como descarga en los últimos metros, ambos aprobarían con creces el primer examen oficial, tanto es así que el primero se erigiría en la figura de la cancha, "palmo a palmo" con su compañero de defensa, Maximiliano Paredes, quien ofrecería el mismo nivel de excelencia de los últimos partidos de 2017, para "clausurar" su banda e incluso animarse en ofensiva con decisión y criterio, mientras que Mauricio Alonso luego de un buen primer tiempo, resultaría el responsable primario del penal que le permitiría llevarse un partido cerrado a la visita, al aprovechar un error en la salida del "Tricolor" y ser derribado con infracción al ingresar al área, antes del primer cuarto de hora del complemento.

Lo del "pelado" Sebastián Martínez Aguirre, merece un párrafo aparte, ante una presentación como hacía tiempo no se veía en un refuerzo de temporada, demostrando un aplomo y un "timing" imprescindibles para su función, con la virtud extra de buscar el anticipo defensivo ante los puntas rivales, para encabezar las contras del Gallito, aún pendientes de "aceite" entre sus compañeros del mediocampo, desacostumbrados a un zaguero con este tipo de características, más propias de un defensa de nivel de primera división, que por si fuera poco va muy bien de arriba y sale con acierto en la cobertura de los laterales.

Con respecto al partido, en los primeros minutos y a contramano de lo esperable, dadas la dimensiones reducidas del campo del juego y las obligaciones lógicas del local, el Deportivo Morón resultaría quien mejor se acomodara al trámite, controlando a su rival en su circuito creativo y dominado la pelota en terreno rival, aunque sin demasiada profundidad, más allá de la voluntad incansable del "Bicho" Rossi, otro de los puntos altos del Gallito, propietario de una generosidad táctica ya conocida, pero que no deja de sorprender, en presencia de su admirable capacidad de desequilibrio de la última línea rival, aún en la repetida soledad ofensiva, que el propio esquema suele depararle como desafío personal.

Más allá de algunas aproximaciones con peligro del propio Rossi, bien resueltas por Martín Ríos, el arquero "Tricolor", desde los '25 en adelante, el local ajustaría las marcas y emparejaría el desarrollo de un cotejo que, ante una temperatura impiadosa, naturalmente comenzaría a equilibrarse "para abajo" y cada vez más lejos de los arcos.

Sin embargo, y ante el cierre de la etapa, el Gallo sería el que se retiraría a vestuarios habiendo dejado una mejor imagen de conjunto, en base a los puntos altos individuales referidos, y gracias a los buenos "encuentros" futbolísticos entre Rodrigo Díaz y Mauricio Alonso, bien secundados en la cobertura, por un Cristian Lillo que siempre rinde con regularidad y acierto, y la solidez de una defensa que no ofreciera fisura alguna.

Al regreso, el segundo tiempo conservaría la tónica del final del primero, con una supremacía táctica del equipo de Walter Otta, decidido con la buena "lectura" de siempre, a "apurar" en la salida, a una última línea local lenta y dubitativa, algo que apenas demoraría catorce minutos en otorgarle el mayor y decisivo "fruto" de la tarde en Adrogué.

Así las cosas y ante una pérdida en "tres cuartos" de la defensa de Brown, el uruguayo Alonso capturaría el balón y proyectándose en velocidad por la banda derecha del ataque del Gallo, terminaría en una diagonal para intentar quedar cara a cara con el arquero, ante un carril descuidado por los locales, para que Abel Masuero le cometiera clara infracción dentro del área que, un par de minutos más tarde, el "Rengo" Díaz habría de cambiar por el gol del triunfo, con un remate fuerte y esquinado, a media altura, sobre el "guante zurdo" de Ríos.

Más allá de un puñado de minutos, en los que el Gallo debería sostener los embates casi espasmódicos del equipo de Pablo Vicó, máxime en un terreno de dimensiones tan escasas, para la transición defensiva-ofensiva, la visita iría tomado lentamente el control de la situación, maniatando al buen conjunto local y cerrándole de tal forma todos los caminos, que el único recurso posible habría de resultar el centro al área, desde cualquier sector de la cancha, siempre bien resueltos por Sebastián Martínez, Emiliano Mayola, Maximiliano Paredes y Nicolás Martínez, y las pocas veces que pudieron ser superados, allí emergería la figura de Milton Alvarez, con la eficacia y sobriedad de siempre, para aventar cualquier peligro.

Con el ingreso de Valentín Perales en reemplazo de Alonso, promediando el complemento, el Gallo terminaría de consolidarse en defensa, y más tarde, a partir del "refresco" de Nicolás Ramírez y Facundo Pumpido, el tercero de los refuerzos debutantes, Morón podría haber alcanzado algún desequilibrio más, de no mediar el cansancio de sus compañeros, ante un partido exigente y cerrado, en una escenario ceñido que exige una concentración superior a lo normal, en presencia de un rival siempre peligroso y con una temperatura definitivamente agobiante.

El pitazo final de Pedro Argañaraz, de correcto arbitraje, determinaría el festejo de los jugadores y cuerpo técnico del Deportivo Morón, ante un auténtico triunfazo, por la complejidad y exigencia del rival, pero fundamentalmente por lo bueno expuesto sobre el campo de juego, en el primer desafío oficial por los puntos de 2018, que no sólo le permiten al equipo de Walter Otta salir de la zona "roja" del descenso, por primera vez en mucho tiempo, sino además meterlo momentáneamente en puestos de reducido, además del "premio extra" de asegurarse su clasificación a la próxima "Copa Argentina", algo impensado algunas fechas antes del final de la primera mitad del certamen.

En su primera visita del año, el Gallo conseguiría su primer triunfo de visitante en el campeonato, para cimentar su sueño de permanencia "Nacional", con merecimientos individuales y colectivos que tranquilizan e invitan a soñar.

A consolidar todo lo bueno hecho en Adrogué, el próximo domingo 11 del corriente, desde las 17, frente a Ferro y en "casa".


@elgallogustavo.



1 comentario:

  1. Realmente hace mucho tiempo que no veo un equipo de Gallo tan compacto y equilibrado.El " uruguayo" y Martinez le dieron otra solidez al rquipo.De a poco va dejando atras el andar mas cansino de la B Metro y puede jugar de igual a igual y quizas mejor que muchos equipos de lmeB Nacional. Despues de muchos años veo un Deportivo Moron capaz de jugar de igual a igual con los mejores.Rspero que los jugadores ,colaboradores,dirigentes e hinchada todos unidod nos vuelvan a llevar a un lugar de grandeza que habiamos perdido hace largos años.Adelante Moron te quiero ver campeon.

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