jueves, 8 de marzo de 2012

EL DUEÑO DE LA PELOTA (PARTE II).

Y al final, luego de arduas y fatigosas deliberaciones, todos los presentes en la “canchita” del barrio, aún los que nunca se pudieron ver y cada vez que se armaban los partidos jugaban enfrentados, nos pusimos de acuerdo y dejamos ingresar al juego al gordito y retacón, con menos pinta de jugador de fútbol que Oggi Junco y al que nadie conoce, tanto es así que sus propios compañeros de equipo debieron inventarle un sobrenombre, para poder nombrarlo de alguna manera, durante el desarrollo del encuentro.

Porque privó el pragmatismo por sobre los principios del juego y la necesidad por encima de todo y de todos..., ya que el gordito, además de ostentar ser el dueño de la única pelota, también venía con promesas de camisetas de fútbol, botines casi profesionales y contactos para organizar partidos con otros barrios y hasta federarse en alguna liga infantil amateur, con el apoyo del padre u otros familiares con la “guita” suficiente como para correr con todos los gastos, a cambio que el “nene” sea parte del equipo y lo dejáramos jugar de “nueve”, aunque demostrara tener los pies redondos, cada vez que le sirviéramos un gol, a centímetros del arco y sin oposición cercana.

Y pasaron los partidos, y se multiplicaron los goles malogrados por el peor “nueve” que registrara nuestra informal estadística de los partidos de barrio, y si hasta nos federamos y conforme a la promesa, la familia del gordito nos pagó todos los gastos y se hizo cargo de los traslados y la “pilcha” de fútbol de todos los chicos..., claro que, una vez aceptado el trato y el ingreso del aquél ignoto vecino, con el que nadie se daba, más que para poder ver de cerca la pelota número cinco, nos enteramos que en realidad, el padre del mismo sólo hizo lo que hizo para sacarnos a todos los pibes del potrero, porque según nos dijeran nuestros “viejos”, el tipo únicamente quería querdarse con nuestra cancha para comprarla y luego hacer negocios, a partir de la construcción de departamentos y oficinas elegantes, en el mismo lugar donde gritáramos infinidad de goles antológicos y se jugaran verdaderas finales del mundo, a cancha llena y con todo el fervor de familiares y amigos.

Por si esto fuera poco, el gordito y retacón, dueño de la pelota, en primera instancia, y de la camiseta titular número nueve, en segundo término, acabó también como capitán del equipo, por motivos que ni siquiera nosotros, los chicos, tenemos demasiado en claro, pero que suponemos habrán tenido que ver con las promesas de mejora y las imposiciones posteriores de sus contactos, quienes debieron usufructuar efectivamente nuestras carencias, nuestras necesidades con calidad de urgentes y nuestros sueños y deseos compartidos, tan dulcemente acunados como amarga y repetidamente postergados.

Y en este punto, ustedes se preguntarán que tendrá que ver y a raíz de qué les contamos la historia de aquél vecino desconocido que, de mirar el partido de afuera, terminó quedándose con la número nueve y la capitanía de nuestro equipo, con el apoyo de buena parte de los chicos, y que encima su papá nos endulzara con promesas de campeonatos, ataviados con indumentaria oficial y botines buenos, con el único fin de sacarnos para siempre de nuestro potrero, para luego comprar el terreno, construir y más tarde vender los departamentos y oficinas caras y elegantes, erigidos sobre nuestros recuerdos de victorias gloriosas y derrotas humillantes??...

, es que este miércoles, cerca de las 3 de la mañana y tras casi doce horas de deliberaciones y febriles negociaciones, habría de tomar forma definitiva el proyecto impulsado por el ejecutivo comunal de suspender los próximos comicios en el Deportivo Morón, pautados para el domingo 25 del corriente, en beneficio de la conformación de una lista de unidad que contenga a los dos sectores en pugna electoral, es decir, la agrupación “Nuevo Gallo”, de Hugo Toschi, Roque Labozzetta, Roque Capriccuolo, Francisco Sánchez y Ricardo González, y el “Frente de Unidad Moronense”, con Alberto Meyer a la cabeza, secundado por Oscar Richelet, Juan Carlos Nigrelli, Fidel Mannisse y Gustavo Navarrine, al zanjarse el último escollo que quedaba por resolver entre las partes, consistente en el desacuerdo existente sobre quién ejercería la secretaría en la futura gestión, en este escenario de unidad dolorosamente convenida, estratégica área de decisión que ambos grupos reclamaban para sí y que, sobre la medianoche y ante la persistencia en el contrapunto, casi daría por tierra con la iniciativa oficialista de motorizar un acuerdo histórico, con el propio municipio como garante y a la cabeza en los cargos.

Ante ello, esta municipalidad que no iba a permitir que su proyecto se cayera, y mucho menos por los enconos de adversarios tradicionales de la política interna casera, se arrogó la facultad de asumir el rol de “amable componedor” en la discusión, para acuñar una solución tan salomónica como pírrica para los intereses de ambas partes: si el problema era la secretaría..., que la misma no sea ni para Meyer ni para Toschi..., reservándosela, en consecuencia, para un hombre de confianza del propio intendente: Cristian Lettieri.

Por lo demás, el acuerdo resultaría el adelantado, salvo una variación más que importante: Adrián Eduardo Grana, señalado por todos, en principio, para asumir como presidente, le cedería su lugar a Diego Spina, ex encargado de prensa del municipio, edil y actual secretario de gobierno de la Municipalidad de Morón. Para ello, Spina, hombre de confianza de Martín Sabbatella, y de profesión periodista (trabajó varios años en “SuperCanal” de Castelar), anunció que renunciará a su cargo en la comuna, para dedicarse de lleno a sus próximas tareas como presidente de nuestra institución. Mientras tanto, Grana, integrará la lista de vocales, en una ubicación testimonial, a fin de completar el cupo de tres miembros en la lista de unidad, cedidos desde el ejecutivo comunal: Diego Spina, presidente; Cristian Lettieri, secretario y el citado Adrián Grana, hermano de Mario, como vocal.

Más atrás, se confirmaría la vicepresidencia primera para el ex presidente del Gallito, Alberto Meyer y la vice segunda para su antagonista en esta historia, Hugo Toschi, teniendo que definir luego, entre ambos grupos, los apellidos y cargos que, en partes iguales (doce para cada uno), deberán completar la totalidad de los cargos electivos. Al mismo tiempo, también se consolidaría la idea general de un meyerismo encargado de la administración del club y un toschismo dedicado al fútbol profesional y amateur del Deportivo Morón.

Es de destacar un dato que sintetiza y patentiza, con claridad meridiana, el interés y prioridad que desde el intendente, Lucas Ghi, para abajo, todo el Palacio Comunal le ha otorgado desde el vamos a esta iniciativa de unidad con condiciones, en tanto salvarguarda imprescindible para arribar dentro de un año y medio o dos, al “corte de cinta” del nuevo estadio del Gallo, sin sobresaltos ni inconvenientes de naturaleza alguna, dada la importancia relativa de dicha construcción en marcha, sin dudas la obra de infraestructura física más trascendente en que la comuna haya participado como garante y facilitador de la misma: la reunión de la víspera, donde se allanara definitivamente el camino hacia la lista de unidad conformada, tuvo lugar en el propio domicilio particular del diputado nacional, ex intendente y último candidato a gobernador bonaerense, Martín Sabbatella, acompañado por su hermano y concejal, Hernán, y los anteriormente mencionados Adrián Grana y Diego Spina, a la sazón nuestro próximo presidente.

Si hasta le hicieron una trampita consensuada al pobre Estatuto de la institución (¿una más, y van?...), ya que también ayer, miércoles 7 de marzo, venció el plazo para la oficialización de listas y candidatos, de conformidad con el llamado a elecciones realizado oportunamente por la actual comisión directiva, dado que al momento en que se agotaban los tiempos formales para dichas presentaciones, de la consabida lista de unidad, restaban definirse aún nada menos que 24 cargos electivos, entre ambas agrupaciones. Y sin embargo ello, seguramente hoy, jueves 8 del corriente, habrá de hallarse el atajo legal para flexibilizar tales plazos, con el fin de poder oficializar al futuro presidente del Deportivo Morón, Diego Spina, acompañado por sus vices y el resto de los integrantes de su lista, que para entonces deberán haber sido definidos necesariamente en su totalidad.

Porque primero nos miró de afuera, después se interesó y nos mostró la pelota..., y nosotros, abrumados de carencias y sueños incumplidos, nos dejamos convencer de sumarlo al juego, más por pragmatismo que por amabilidad verdadera. Y se nos apropió de la “nueve” y hasta se quedó con la capitanía del equipo, mientras el papá se apoderaba de nuestra cancha, para hacer frondosos negocios a expensas de nuestra épica historia futbolera, plasmada en cada mata de pasto de aquellos entrañables terrenos.

Pero mejor no les contamos el final de la historia..., que cada uno se lo imagine como prefiera. Nosotros, los chicos del barrio, desde ya que la sabemos..., pero lo mejor será guardar prudente y expectante reserva.



Diego Spina, el próximo presidente del Deportivo Morón.

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