Y una noche de septiembre, Morón
recuperó la memoria y volvió a ser el de siempre.
En el Nuevo Francisco Urbano,
ante su público y nada menos que frente a Atlanta, su auténtica “sombra negra”
histórica, el equipo de Walter Otta sacó a relucir el abanico de atributos
futbolísticos que lo llevaron a pelear el pasado torneo de Transición, y que en
este campeonato de la Primera “B”, temporada 2016/2017, lo tienen como a uno de
los más serios aspirantes al ascenso, más allá de los impensados traspiés de
las dos primeras fechas.
Con la necesidad imperiosa de
ganar, luego de las dos derrotas consecutivas ante Tristán Suárez y Estudiantes
de Buenos Aires, el Deportivo Morón asumiría desde el comienzo del encuentro
frente al “Bohemio”, la misma actitud de búsqueda generosa que tan buenos
dividendos le generara en el pasado reciente, con mayor volumen de juego en su
mediocampo de sacrificio y buen pie, y la peligrosidad latente de sus dos
delanteros centros, esta vez, más y mejor acompañados y abastecidos desde las
bandas.
Por ello, no resultaría extraño
que el Gallo se pusiera rápidamente en ventaja, a los ’14 del primer tiempo,
con un golazo de Damián Akerman, quien ingresando desde el vértice izquierdo del
área grande visitante, dejaría en ridículo a su ocasional marcador, para
dejarlo desairado y tirado en el campo de juego, luego de un gran amague, y definir
a lo “Akerman”, sobre el palo más lejano del arquero visitante, con un
derechazo letal y combado que mientras se alejaba de los guantes de Alejandro Medina,
se acercaba cada vez más a la red del arco de Atlanta, para delirio de todo el
Pueblo moronense.
De allí y hasta el final de los
primeros ’45, el Gallo no habría de sufrir en defensa y hasta contaría con
alguna que otra chance para ampliar la ventaja, pero fundamentalmente manejaría
el desarrollo y los tiempos del partido, gracias a un gran encuentro de Gerardo
Martínez, bien secundado por Emmanuel Giménez y el “Chaco”, Leandro Guzmán,
quien de a poco y ante la divisa que lo viera nacer futbolísticamente,
comenzara a mostrar las “credenciales” de un jugador rápido, desequilibrante
por el sector derecho y solidario a la hora del retroceso.
Ya en el complemento, el equipo de
Walter Otta se contagiaría del intenso frio reinante en la noche del Oeste,
para aflojar apenas un poco la intensidad de su juego, factor que aprovecharía
la visita para empujarlo contra el arco de Milton Alvarez, con la consecuencia
temprana e indeseada del empate parcial de Ariel Otermín, para cumplir una vez
más con aquella norma no escrita (pero infalible) de la “ley del ex”
futbolística, a los ‘5 de iniciado el segundo tiempo.
Tras algunos minutos de
confusión, luego del cimbronazo del empate, el Gallito recuperaría la “vertical”
y retomaría el camino que prefiere y mejor le sienta: el predominio en la
tenencia del balón, como principal argumento de ataque, y la circulación del
mismo como factor de desborde y sorpresa, siempre desde el criterio y el buen
pie de sus intérpretes más destacados.
En los últimos ’20, y dentro de
un desarrollo con preeminencia del Deportivo Morón, pero evidentemente abierto
al triunfo de cualquiera de los dos, a los ’29 del complemento llegaría la
justicia definitiva al marcador y el desahogo de los hinchas del Gallito,
cuando nuevamente Damián Emilio Akerman, casi junto al poste izquierdo del
arquero visitante, alcanzara a modificar el rumbo paralelo a la línea de gol del
balón, para desviarlo al fondo del arco y gritar a voz en cuello su tanto 147
con la camiseta de Morón, y el tercero en tres partidos, desde la reciente
vuelta a su “casa” de toda la vida.
Con el pitazo final de Pablo
Giménez, se consumaría la esperada y festejada primera victoria del Gallo en la
temporada, nada menos que frente a Atlanta, otro de los serios candidatos a
alcanzar alguno de los dos ascensos en juego en el presente torneo.
Porque, más allá del valor
numérico de estos primeros tres puntos, el equipo de Walter Otta recuperó la
memoria y volvió a ser, en una fría noche de septiembre, el mismo de antes, el
de siempre, el que todos queremos.
Ahora, el sábado desde las 15.30,
a reafirmarlo y consolidarlo frente a Comunicaciones, en Agronomía, con la ilusión a flor de “plumas”.
@elgallogustavo.
Hay que decir tambièn,aparte del triunfo excelente,que hay solo 2 o 3 equipos que van a salir a jugar de igual a igual,lo que le conviene al "Gallo"que tiene jugadores de buèn pie. Los demàs juegan 4411 o 451 y es sumamente dificil entrarle y en un contragolpe te vacunan y "a cobrar". Casi dirìa que Moròn futbolìsticamente esta màs para el juego de la "B" Nacional que de esta lamentable "B" Metrpolitana. Comunicaciones de local va a ser una buena medida de lo que digo.
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