Sin embargo, a los '26 del complemento, Rodrigo Díaz no daría por perdida una pelota sobre el vértice derecho del ataque de Morón, y en el intento por deshacerse de la presión del "siete" del Gallo, Franco Ferrari se excede en dos intentos consecutivos para "enganchar" y dejar desairado al "Rengo" (justo a él, que de "enganches" y amagues sabe de sobra), en el segundo de ellos el lateral diestro de Mitre se hace un "nudo", permitiéndole a Rodrigo Diaz encarar con pelota dominada rumbo al área santiagueña, para sacar un centro potente y de "rastrón", tipo "buscapies", que ante el rechazo defectuoso de la defensa, primero le quedaría en la puerta del área a Nicolás Ramírez, que entre "pifia" y remate al arco se la pondría en la cabeza al "Bicho" Rossi (ingresado por Juan Ferreira, a comienzos de la etapa), para bajársela por el segundo palo a un solitario Facundo Pumpido, que en gran gesto técnico metería un "tacazo" goleador, única manera de impulsar un balón que le había quedado detrás de la línea de su cuerpo.
Con el uno a cero consumado y poco menos de '25 por jugarse, contabilizando el tiempo agregado al reglamentario por el árbitro Lucas Comesaña, el Gallo debía intentar manejar la pelota para permitir que pasara el tiempo y, en la medida de lo posible, aprovechar el adelantamiento por necesidad de la visita, para intentar definir el pleito en alguna contra.
Por desgracia, un Morón que no tuvo una de sus mejores tardes, como los primeros '30 del partido ante Aldosivi en el propio Oeste, y los impecables primeros '45 del triunfazo de hace una semana en Floresta, rara vez el equipo de Walter Otta había podido manejar la pelota y los tiempos del encuentro ante Mitre de Santiago del Estero (sumado al cansancio por los 35 grados de agobiante temperatura en las tribunas), demérito que habría de repetirse en ese lapso final del cotejo, donde la visita entre la necesidad y el mejor dominio del balón que había ejercido en varios pasajes, comenzaría a apretar al Gallo en procura del empate, para lo cual Arnaldo Sialle mandaría al terreno de juego a un "viejo conocido" como Javier Grbec.
Así las cosas, a los '39 de la etapa final, una falta tal vez innecesaria, producto del cansancio, a la altura del vértice derecho del área grande de Morón, en perjuicio del "11" visitante, Joaquín Quinteros (por lejos, el mejor de los santiagueños y que comprometiera toda la tarde, primero a Juan Ferreira, titula ante la lesión de Maximiliano Paredes y más tarde a cualquier volante o defensor local que intentara controlarlo), determinaría un centro peligroso al "corazón2 del área, que en primera instancia y ante el cabezazo desviado, el árbitro decidiría su repetición, por considerar que no había dado aún la orden para su ejecución. En el segundo intento con "rosca", el remate eludiría todas las "cabezas" locales y de arremetida, Javier Grbec (justo él) de frente al arco, ingresando por el centro, le ganaría la posición a Valentín Perales en la marca, para rozarla y transformar ese tiro libre en el empate de Mitre que, en rigor de verdad, y pese a que nos duela, se ajustaba mucho más al desarrollo del partido y a los méritos equitativos de unos y otros.
En los minutos finales, la visita intentaría llevarse el triunfo a Santiago, aprovechando el envión anímico del empate a seis minutos de cumplirse el tiempo reglamentario, aunque sin comprometer demasiado al arco de Julio Salvá (reemplazante de Milton Alvarez, ausente por haber alcanzado con el "Albo", el límite de tarjetas amarillas), mientras desde el banco del Gallo se arengaba a sus dirigidos a mantener la calma y buscar el desnivel definitivo en los minutos restantes, aunque las piernas ya no respondiesen como antes, ante un rival exigente y en una tarde de intenso calor para esta altura de marzo.
Con el pitazo final de Lucas Comesaña, de regular desempeño, con errores y aciertos en partes iguales y repartidos para ambos lados, el Deportivo Morón se quedaría con un punto que lo aproxima un paso más al objetivo tan deseado de la permanencia en la categoría, al sumar 27 unidades en el campeonato, además de mantenerlo en puestos de torneo Reducido, a cuatro puntos del único líder, Rafaela y de extender su racha invicta a nueve cotejos, con cinco triunfos y cuatro empates, sin derrotas en lo que va de este año, aunque también sin poder sumar de a tres de local (desde el domingo 10 de diciembre de 2017, en la victoria por la mínima, ante Guillermo Brown de Puerto Madryn, con el gol de Emmanuel Giménez, por la fecha 12), logrando una suerte de "media inglesa" a la inversa, donde el Gallo desde la vuelta de las "vacaciones", ha ganado todo lo jugado de visitante (en Adrogué, Mendoza y Floresta) y empatado todo lo disputado en el Nuevo Francisco Urbano, ante Ferro, Aldosivi de Mar del Plata y Atlético Mitre de Santiago del Estero.
En definitiva, con la importancia de un punto más en sus "alforjas", a sólo cinco unidades del objetivo prioritario de la permanencia, aunque con el "regusto" amargo de un triunfo que parecía encaminado a quedarse en "casa", después de tanto tiempo, aún sin merecerlo demasiado, el equipo de Otta descansará en la venidera 19° jornada, aprovechando la fecha libre para recuperar algunos de sus "soldados" lesionados o de reciente alta médica (Gerardo Martínez, Matías Pardo, Mauricio Alonso, Maximiliano Paredes), proyectando una vuelta más que exigente, allá por el 26 del corriente a la noche, en el "Nuevo Monumental" de Rafaela, nada menos que ante "La Crema", único líder hasta esta hora (de ganar Aldosivi, su compromiso del próximo lunes ante Boca Unidos en Corrientes, igualará la línea de los santafecinos).
A pesar de una victoria que se "escurrió" en una "pelota parada", en el cierre del partido, el Deportivo Morón "suma y sigue", en procura de concretar el anhelo máximo de la permanencia en la "B" Nacional. De allí en adelante, todo lo que venga acompañando dicho logro prioritario, será de "yapa" y consecuencia directa de aquél primer y decisivo objetivo.
En el camino. Cada vez más cerca.
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