En la tarde del viernes, en el "Julio Humberto Grondona" de Sarandí, el Arsenal pragmático y efectivo de Sergio Rondina, aprovechó "su" tiempo, el complemento, e hilvanó su cuarto triunfo consecutivo en el campeonato, al derrotar con lo justo, a un Deportivo Morón que mereció, al menos, llevarse un punto del "Viaducto", merced al tanto convertido de Sebastián Lomónaco, a los '36 del segundo tiempo.
En el caso del Gallo, el equipo de Walter Otta pagó demasiado caro su falta de puntería frente al arco de Maximiliano Gagliardo, puesto que en el primer tiempo habría de superar claramente en el juego al local, generándole varias chances netas para abrir el marcador, algunas mal definidas por los hombres de la visita, en otras bien resultas por el referido Gagliardo (como el mano a mano que le arrebata a Nicolás Ramírez, por lejos el mejor de Morón, a los '5 del segundo), o con ayuda de la "fortuna" (como en el cabezazo del defensor local, que pegara en el palo, tras el rebote de una gran tapada del arquero ante Pumpido) y también, en la errónea decisión de Héctor Paletta, árbitro del encuentro, ante el legítimo gol anulado a Sebastián Martínez, a los '32 de la etapa inicial, ante una supuesta "carga" contra Gagliardo, que en realidad no resultaría otra cosa que un "choque" circunstancial con un compañero.
En el balance de los '90, un Deportivo Morón que se mostraría muy recuperado en el juego, respecto de partidos anteriores, redondeando quizá el mejor primer tiempo desde el debut en Santiago del Estero, y que hubiese merecido largamente retirarse al entretiempo con una victoria parcial, en el complemento, mitad por cansancio propio (en especial de su eje de fútbol y desequilibrio, "Nico" Ramírez), y mitad por la "ganancia" que los cambios le "redituaran" a Rondina, el equipo de Walter Otta habría de quedarse con "las manos vacías", en el global de un desarrollo que lo tuvo como protagonista durante no menos de '60 y que sin embargo, y como quedara dicho, su falta de puntería y su "mala estrella" de los últimos tiempos (dentro y fuera de la cancha), lo privaran injustamente, por lo menos, de un resultado positivo.
Entre los puntos altos de un Morón que exhibiría nuevamente a Bruno Galván en el arco, con un par de buenas intervenciones en ambos tiempos, y sin responsabilidad en el gol del triunfo local, ante la buena definición de Sebastián Lomónaco, se destacan el gran partido de Nicolás Ramírez, mientras le durara el "oxígeno", las muy buenas producciones de Junior Mendieta y Facundo Pumpido, cada vez con mejor entendimiento dentro de la cancha, y con la dosis de sacrificio que el sistema táctico requiere de ambos, además de un buen partido de Matias Nizzo en el medio, bien complementado por Cristian Lillo y Gastón González (reemplazante de Gerardo Martínez, respecto del once de inicio en Campana, en un rol "mixto" de recuperación, pero también de generación de juego y primer pase ofensivo), y el auspicioso ingreso de Nisim Vergara en el segundo tiempo, criterioso y "atrevido", reemplazante del mencionado González, quien saldría golpeado y muy dolorido en el tórax.
Por el contrario, en el "debe" del equipo, el mayor déficit volvería a mostrarse en la defensa, en especial del centro a la derecha de la última línea, con un Sebastián Martínez de muy flojo partido, como aquellos primeros partidos del actual torneo, otorgando ventajas en la marca, sin timming para al anticipo defensivo (uno de sus "fuertes" en el campeonato pasado), tanto es así que en el primer tiempo, a punto estuviera de repetir la "experiencia" de "Copa Argentina", ante un mal cálculo en el rechazo, que Bruno Galván debiera salir a "extinguir el incendio", atorando y ganándole en el mano a mano al delantero local.
Luego, en el complemento, entre el propio defensor "oriental" y Maximiliano Paredes, otro de regular rendimiento, desde hace un par de fechas, facilitarían el ingreso franco y solo de Juan Manuel García, por el segundo palo, y que la mala definición del goleador del campeonato impediría, providencialmente, que Arsenal no se pusiera en ventaja unos minutos antes. Asimismo, en el gol de la victoria local, y pese al error en la pérdida del balón en mitad de cancha, el defensor uruguayo, muy lejos del nivel superlativo demostrado en el torneo pasado, perdería por velocidad y ubicación ante Sebastián Lomónico, pese a forcejear con el delantero y perder en el intento, durante algunos metros, "soltándolo" al ingresar el área, para evitar el penal.
Errática como en casi todos los partidos, a la fecha, la defensa de Morón volvió a erigirse en el punto más bajo en el rendimiento general del equipo, sin embargo eso no implica que el mal momento futbolísitico de Sebastián Martínez, y de algunos de sus compañeros de zaga (Emiliano Mayola y Juan Celaya alternaron "buenas y malas", aunque mostrando mayor solidez), constituya la razón de la derrota injusta del Deportivo Morón, en la tarde de viernes en Sarandí, que más tiene que ver con la falta de aprovechamiento de los momentos favorables en el juego, para marcar diferencias en el arco contrario.
Ahora, a buscar una pronta recuperación, ante el público del Gallo, frente a Defensores de Belgrano, procurando minimizar errores propios y potenciar virtudes colectivas incipientes, a fin de "facturar" y sacar réditos de los buenos momentos circunstanciales, que se generen en partidos de trámites tan cerrados como ante Arsenal, y que suelen definirse por pequeños y ajustados detalles.
@elgallogustavo.
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