domingo, 18 de agosto de 2013

Nos estamos suicidando...



Nos estamos suicidando…Pasó Platense, pasó otra nueva derrota, para redondear un escuálido punto de nueve jugados (mérito exclusivo de las manos “milagreras” de Alejandro “Chiche” Migliardi) y el equipo volvió a repetir una actuación paupérrima, con alguna mejoría transitoria a partir del ingreso del repatriado Gerardo Daniel Martínez.

Nos estamos suicidando…, si es que creemos objetiva y sinceramente que este actual proceso es pasajero y se puede revertir, cuando en ‘270 de fútbol (???), en la presente temporada 2013/2014 de la “B” Metro, el equipo no ha siquiera evidenciado funcionamiento, ideas y temperamento.

Nos estamos suicidando…, si volvemos a confundir obcecación con convicción y pretendemos prolongar partido a partido, el crédito a un técnico que fuera innecesaria e injustamente expuesto, con tal de absorber la presión asfixiante de una coyuntura más que crítica, especulando con la “espalda ancha” de otro ídolo del club, aún a riesgo de ensombrecer su bien ganado idilio histórico con la gente.

Nos estamos suicidando…, si de manera contumaz, volvemos a despreciar nuestra historia y a nuestros próceres, inmolándolos en la picota de un descenso que ya se fagocitó a otros ídolos y referentes de sentimiento, para que sean vilipendiados en una plaza pública, con tal de resumir en su “ajusticiamiento”, varias puteadas propias y muchas ajenas, expiando culpas personales (las menos) y de terceros (las que vienen de larga data).

Nos estamos suicidando…, cuando las ratificaciones se convierten en sentencias cortoplacistas, en lugar de genuinas demostraciones de confianza, y al mismo tiempo, las decisiones crudas pero necesarias se demoran, en momentos en que el tiempo, más que un aliado, se transforma en un silente y paciente sicario de ilusiones colectivas.

Nos estamos suicidando…, cuando demostramos una negación casi absoluta de una verdad a gritos, o cuanto menos, damos claras muestras de autismo o ensimismamiento patológico de poder, colegiando las responsabilidades ante la crisis, pero no así las decisiones fundamentales que podrían salvarnos del desastre.

Nos estamos suicidando…, si proponemos como un valor destacado a la tozudez, en tiempos en que se impone un sentido absolutamente inverso, de imprescindible apertura y consulta a todos los actores y sectores, con conocimiento y derecho adquirido en tantos años de pasión/sufrimiento; puesto que del “Titanic” todos se acuerdan por su naufragio, más nadie recuerda el apellido del capitán que, pudiendo corregir el rumbo a tiempo, optó por mantener el camino del siniestro, incapaz de percibir tamaño iceberg, hasta el preciso instante de la mortal colisión.

Porque, es cierto…, hubo también un encuentro en el que Morón volvió a caer, esta vez por uno a cero, ante Platense en el “Ciudad de Vicente López”. Con otra pálida actuación individual y colectiva, salvo por el regreso en buen nivel, de ese talento emotivamente intempestivo, llamado Gerardo Martínez y algunas facetas interesantes de Hernán Parentini como volante central y de Mariano Barbieri por el carril zurdo, más el aporte siempre presente de un “Chiche” Migliardi acostumbrado a lidiar con una defensa más peligrosa que los puntas rivales y con compañeros cuya indolencia ya roza lo irrespetuoso, como la liviandad con la que se desplaza por el terreno, Esteban Alberto González, con una indolencia intolerable en un conjunto que partido tras partido, ve recortadas drásticamente sus chances de mantener la categoría.

¿Pero a quién puede importarle las consideraciones tácticas de una nueva derrota (la segunda, en tres fechas), sin goles a favor al cabo de ´270 efectivos de juego, cuando... NOS ESTAMOS SUICIDANDO?.

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