domingo, 8 de julio de 2018

"Quiero sentirme importante dentro de la cancha"

Sin lugar a dudas, y desde hace quince años de "romance" (en cinco ciclos, desde 2003 a la fecha), Damián Akerman y Deportivo Morón se convirtieron en sinónimos ineludibles, para cualquiera que, dentro o alejado del ambiente del fútbol de ascenso, haga mención al Gallo o al eterno "guerrero cordobés".

Así las cosas, y tras regresar en 2016 para "dar la vuelta" y ascender con Morón a la "B" Nacional, con 10 goles fundamentales en la inolvidable campaña del campeón 2016/2017 de la "Metro", ya en el Nacional, en el regreso del Gallito a la divisional, luego de 17 interminables años de frustraciones, decepciones y sueños rotos repetidos, Damián Emilio Akerman no tendría la continuidad deseada, relegado en la consideración, por delanteros venidos de afuera, como Maximiliano Brito, que tendría muchos más minutos en cancha, a cambio de un solo gol en media temporada (en enero rescindiría para fichar en Acassuso).

En ese marco, y al término de la última temporada de la Primera "B" Nacional, con la tranquilidad de la continuidad de la categoría asegurada, mucho se habló y especuló sobre la extensión del contrato del máximo goleador histórico del club, y quien más veces defendiera la camiseta del Deportivo Morón, en una negociación que en varios momentos pareció alejar al máximo "artillero" en actividad del fútbol argentino, de su "lugar en el mundo" futbolísitico.

Por fortuna, en las últimas horas, la predisposición del jugador más importante en la historia de la institución y del último gran ídolo del club, permitió un acuerdo con la dirigencia, para hacer posible el deseo de Akerman y de muchos socios e hinchas, de continuar viéndolo con la camiseta que mejor le sienta..., eso sí, en la convicción que las oportunidades sean muchas más que en la campaña precedente, para que el "culiao" pueda continuar engrosando su impactante récord de goles en Morón (nada menos que 154 en algo más de 360 encuentros), más vigente y actual que nunca, con sus "juveniles" 38 años, que lo tienen con las mismas ganas de "romper redes", que cuando llegara en silencio al Deportivo Morón, durante aquél imborrable receso de verano de 2003, que implicaría "un antes y un después" en la vida del propio Damián y en la historia grande del Deportivo Morón. 

- Arreglaste para jugar la próxima temporada. Si aún no firmaste, ¿cuándo lo estarías haciendo? 

Sí, arreglé de palabra la continuidad y estaría firmando en estos días, en Santa Teresita.

- ¿Por qué se demoró tanto el acuerdo?. ¿Fue económico o futbolístico?

El acuerdo se demoró sólo por lo económico, yo tenía bien claro que quería seguir en el club.

- ¿Cuáles son tus expectativas para este año, más sabiendo que no comenzarás como primera opción para Otta?

Mis expectativas son las mismas de siempre, aportar cosas positivas, dentro o fuera de la cancha. Se que tengo que estar bien para tener más oportunidades.

-En todo este tiempo, ¿sentiste en algún momento que no seguías en Morón. ¿Como lo viviste?

Sinceramente creí que no iba a seguir, porque todo se demoraba. La demora hizo que esté algo impaciente, pero al final todo terminó bien.

- ¿Cómo ves el Morón que se viene?, ¿te ilusiona jugar con Román Martínez?

Lo veo bien, vinieron muchos chicos nuevos, se renuevan aires. Obvio que me ilusiona jugar con Román, con quien ya jugamos juntos allá por el año 2003, éramos los más chicos del plantel... ¡hoy ya no!... jajaja

- ¿Será tu última temporada profesional, o vas a esperar a ver cómo te sentís, una vez finalizado el torneo?

No se si será mi último año, depende cómo me sienta. Mi deseo es jugar un poco más y sentirme importante dentro de la cancha, después evaluaré mi futuro.

Textual de Damián Emilio Akerman, el símbolo vigente de un Deportivo Morón que sueña con la Superliga.



@elgallogustavo.




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