viernes, 28 de abril de 2017

Goleó, gustó y se alejó

Con un segundo tiempo de excelencia colectiva y un Rodrigo Díaz inspirado y determinante, el Deportivo Morón aplastó sin atenuantes a Excursionistas, en la noche de jueves del Nuevo Francisco Urbano, para golearlo por 5 a 0, y sacar una diferencia de seis unidades, respecto de Defensores de Belgrano, su más inmediato perseguidor, en la apertura de la fecha 28 del torneo de la Primera “B”, que lo mantiene al Gallo más líder que nunca, a fuerza de categoría individual y de conjunto, y una solidez que se acentúa partido tras partido, a falta de diez “finales” ´para el cierre de un campeonato que ilusiona y mantiene en vilo a todo el Oeste.

Luego de un puñado de minutos iniciales de desconcierto, donde la visita saliera al campo de juego con una actitud ofensiva insospechada, y generara alguna que otra preocupación en la extrema defensa del Gallito, a los ’25 del primer tiempo, una buena combinación entre Rodrigo Díaz y Damián Akerman, terminaría con una precisa habilitación del goleador histórico de Morón, para dejar cara a cara al “Rengo” con Nerón Iriarte, arquero de “Excursio”, que tras repeler con su cuerpo el remate inicial de Rodrigo Díaz, le permitiría a la figura excluyente del encuentro, volver a empujarla casi con su vientre, para adelantar en el marcador al líder del torneo y comenzar a destrabar un partido que había amanecido parejo y “chivo”.

Ya en el complemento, Walter Otta apostaría por el ingreso de Leandro Guzmán, en lugar de Gerardo Martínez, modificación táctica que resultaría vital para el desarrollo posterior de un segundo tiempo, donde el único puntero del campeonato se florearía ante su visita, con destellos de un fútbol colectivo de nivel superlativo y aportes individuales de excepción, como el referido Rodrigo Díaz que, a escasos tres minutos de reiniciado el cotejo, y luego de otra vistosa combinación con Damián Akerman, finalizara con el ingreso del “Rengo” por el vértice izquierdo del área de Excursionistas, para sacar un zurdazo letal y esquinado, sobre el palo zurdo y más lejano del arquero, para un dos a cero que minaría por completo las respuestas anímicas y futbolísticas del “Villero”, y agrandaría a un Deportivo Morón que jugaría con la lucidez y el aplomo de un equipo que sabe lo que quiere y se intuye cada partido más cerca del objetivo soñado.

Sobre los ’23 del segundo tiempo y a partir de otra jugada excepcional de un “Rengo” Díaz imparable, lujoso y letal, luego de desbordar sobre el lateral izquierdo, frenar para desairar a su atribulada marca y enganchar con infinita clase hacia adentro, ceder generosamente el balón a Cristian Lillo, solo y perfilado sobre la medialuna del área, para ensayar un zurdazo preciso y combado sobre el palo derecho de Iriarte, para adelantar 3 a 0 al Gallo y gritar su tercer gol en el torneo, nada menos que en el partido cien con la camiseta del Deportivo Morón.

Con la correcta expulsión de Daniel Caputo, “viejo” conocido del Gallito, por intentar desviar con su mano el remate goleador de Lillo, hallándose ya amonestado, el partido se transformaría lisa y llanamente en un deleite para los ojos de los hinchas locales, ávidos de más goles, triangulaciones y fútbol, deseo que la inspirada ofensiva del único líder de la Primera “B” habría de satisfacer, primero a los ’30, con una linda combinación entre el recién ingresado Matías Pardo y Damián Akerman, que permitiera que el ícono máximo de la historia futbolística del Gallo, “canjeara” por el cuarto tanto, ingresando por el carril zurdo, para el gol 153 del hombre “leyenda” del Deportivo Morón, el mismo que ha logrado agotar el glosario de adjetivos calificativos para referenciar la grandeza de un “monstruo” sagrado, con destino ineludible de “bronce”, aplauso y devoción eternas.

Y más tarde, sólo con cuatro minutos de diferencia, permitirse en la noche “mágica” de este jueves 27 de abril, el regreso con gol de Javier Rossi, luego de una gran habilitación por derecha de Leandro Guzmán, para que la primera pelota que tocara el recuperado “Bicho”, tuviese destino de red y de quinto gol del Gallo, para un lapidario 5 a 0, que exhibiría a las claras las diferencias de categoría entre uno y otro equipo.

Ganó Morón, goleó, gustó  y se alejó… Y el Oeste es pura ilusión, a falta de diez “finales” para desatar ese grito demorado, desde hace nada menos que 27 años.

A seis puntos de “Defe” y a diez encuentros de la gloria.


Partido tras partido, ahora a pensar en Deportivo Español, con tranquilidad, esperanza y convicción.


@elgallogustavo.



                                     Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

martes, 18 de abril de 2017

De a uno también se suma

Deportivo Morón llegaba a Remedios de Escalada, con la premisa de sumar de a tres, ante el último de la tabla, para mantener la diferencia de cinco unidades que lo separaban de su más próximo perseguidor, como Defensores del Belgrano, antes que el ”Dragón” derrotara a San Telmo por dos a uno y recortara esa distancia a dos puntos, en el marco de la vigesimosexta fecha del torneo de la Primera “B”, temporada 2016/2017.

Sin embargo, el Gallo se toparía con un Talleres que le jugaría el partido de igual a igual y que, durante varios pasajes del cotejo, sería capaz de “robarle” el balón al líder del campeonato, principio ineludible para un Morón que se siente seguro con el dominio de la pelota y del terreno del juego y que, por el contrario, sufre los partidos cuando es el rival quien controla el medio campo y con él predomina las acciones.

Pese a ello, la fría noche del Sur del Gran Buenos Aires comenzaría de manera inmejorable para el equipo de Walter Otta, cuando a los ’11 del primer tiempo y tras una habilitación sensacional de ese enorme jugador de toda la cancha, llamado Nicolás Ramírez, Matías Pardo quedara cara a cara con Alejandro Granero, el arquero local, y lo venciera con un derechazo seco y a media altura, para adelantar en el marcador al único líder del torneo.

A pesar de la tempranera ventaja, el Gallo no podría hacer jamás pie en terreno “Tallarín”, perdiendo con el local la “madre de todas las batallas”, en la tenencia del balón, en el mediocampo y con ello, permitiría el adelantamiento paulatino del “Albirrojo” que, a los ’22 de la primera etapa y luego de un penal inexistente sancionado por Paulo Vigliano, Daniel “Trapito” Vega haría “justicia” con el desarrollo hasta ese momento, desviando su remate sobre el palo izquierdo de Milton Alvarez.

Aunque sólo siete minutos más tarde, y en consonancia con un Morón demasiado retrasado en el campo de juego y sin control del balón ni de las acciones, determinaría que el local, de tanto manejar la pelota en las inmediaciones del área visitante, Joan Gaona recibiera con bastante fortuna un desvío de un remate defectuoso de media distancia y, casi en el área chica, resolviera con calidad, eludiendo con un enganche hacia adentro el cierre desesperado de Emiliano Mayola, para definir con certeza, fuerte y abajo, sobre la base del palo izquierdo del arco de Alvarez.

Con el empate en uno, ya más ajustado a la realidad futbolística de uno y otro, Talleres y el Deportivo Morón se retirarían a los vestuarios, para regresar tiempo después sin cambios nominales ni de rendimiento, puesto que desde el inicio del complemento, el local profundizaría sus ansias de llevarse el encuentro, ante un Morón incapaz de defenderse con la pelota y generar el juego atildado y de conjunto al que nos tiene acostumbrados.

Con un enorme trabajo en la zaga de Franco Racca, la figura del Gallito, y un muy buen segundo tiempo de Rodrigo Díaz, a partir de su ingreso en lugar de Emmanuel Giménez, los de Otta intentarían llevarse los tres puntos para el Oeste, a partir de los ’20 del complemento, dominando por primera vez en el partido, pelota y territorio, provocando alguna llegada de peligro al arco de Granero, aunque sufriendo las contras locales, que generarían un par de buenas intervenciones del “uno” de Morón.

Con el pitazo final de un Paulo Vigliano de flojísimo desempeño, el Deportivo Morón se alzaría con un punto que en la previa, podría haber sabido a poco, dada la ubicación de uno y otro en la tabla de posiciones, pero que a la luz de los acontecimientos y el desarrollo efectivo de los ’90, deberá valorarse y mucho, teniendo en  cuenta que el Gallo no pudo imponer su juego en casi todo el cotejo y, pese a ello, supo sumar de a uno para conservar la ventaja de tres, antes de su fecha libre, en un partido que pudo ser triunfo, en los primeros ’15 y que, desde allí y hasta los ’20 del complemento, también pudo haberse convertido en una dura derrota.


Porque a veces, de a uno, también se suma.

@elgallogustavo.



                                       Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

Akerman nos obliga a soñar

El Deportivo Morón ganó anoche la primera de sus últimas trece finales y alimentó la ilusión de sus hinchas al vencer 1 a 0 a Colegiales, por la fecha número 25 de la Primera B Metropolitana.
El sueño del regreso a la Primera B Nacional está tres puntos más cerca de ser realidad después de que el equipo de Walter Otta se quedara con la victoria en la fría noche del Nuevo Francisco Urbano, donde -una vez más- apareció el inmenso Damián Akerman para resolver un partido verdaderamente difícil para El Gallo.
No tuvo el líder de la ‘B’ la fluidez colectiva de otras jornadas, pero la jerarquía del máximo goleador histórico del club sirvió para que Morón estirara su buen momento y se alejara a cinco puntos de su inmediato perseguidor, Defensores de Belgrano.
El Dragón, Platense, Atlanta y compañía ya habían hecho su parte. Faltaba que El Gallo aprovechara los empates de sus rivales más cercanos en la tabla de posiciones para que la fecha fuera perfecta. Y así fue. Costó, porque nadie dijo que sería fácil.
El conjunto de Munro, a diferencia de otros equipos que visitan el imponente estadio de Morón, llegó al Oeste para intentar ser protagonista. Le robó la pelota al puntero en varios pasajes del partido y le impidió desarrollar el juego que lo llevó a estar en la cima del campeonato. De hecho, ‘Cole’ contó con alguna situación para marcar y logró irse al vestuario con un valioso empate parcial.
Pero el Morón de Otta tiene muchos argumentos para soñar con el ascenso, incluso en noches como las de ayer, cuando pocas cosas salen bien. Uno de ellos se llama Damián y se apellida Akerman. El ‘9’ apareció a media hora del final para decidir el asunto con su gol 152 en la institución: el centro de Guzmán fue tan perfecto como el cabezazo del delantero cordobés. Desde entonces, sólo hicieron falta dos grandes intervenciones de un clave Milton Alvarez para sostener el triunfo.
De esta manera, El Gallo alcanzó los 47 puntos, le sacó media decena al escolta y lucirá un par de semanas más el traje de puntero. Aunque restan doce finales (la próxima será ante el último del certamen, Talleres de Remedios de Escalada), parece hecho a medida.
Por: Nicolás De Marco, para @depmoronoficial

                                                       Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón

domingo, 2 de abril de 2017

¡Salud, puntero!

En la destemplada tarde de Ingeniero Maschwitz, el Deportivo Morón debía enfrentar a uno de esos rivales “incómodos” de la categoría, como lo es Acassuso, siempre un escollo complejo de sortear, y en esta oportunidad, dirigido técnicamente por un “viejo” conocido del Gallo, tal el caso de Blas Armando Giunta, que condujera tácticamente a algunos de los actuales jugadores de Morón, en aquella final del torneo reducido, que finalmente le otorgase el ascenso a la “B” Nacional, a Almagro, en diciembre de 2015.

Sin embargo y a pesar de todos los pronósticos de partido “cerrado”, trabado y en espacios reducidos, el Gallo hallaría una pronta ventaja, a los cinco minutos de iniciado el encuentro, a través de una buena definición de cabeza, a cargo de Leandro Guzmán (luego de la corrida y posterior desborde de Nicolás Ramírez), un “Chaco” Guzmán a quien el terreno mojado y de tránsito rápido, facilitaría sus condiciones naturales de desequilibrio en velocidad, en el mano a mano y por la franja derecha.

Apenas seis minutos más tarde, y merced a otra oportuna intervención ofensiva del mismo Guzmán, el líder del torneo hallaría sorpresivamente una diferencia de dos goles, presagiando un desarrollo de rumbo seguro y tranquilo, con el dos a cero en el “bolsillo”, y antes del primer cuarto de hora de partido, aunque aún restaba mucho tiempo por jugarse, ante el mismo rival “incómodo” de siempre y de visitante, en esta ocasión, en el “Estadio Armenia”.

En efecto, y superado el “shock” del 0-2 en sólo once minutos de juego, Acassuso comenzaría a “robarle” la pelota a los medios del Gallito, para primero, tímidamente, merodear las inmediaciones del área de Milton Alvarez, en un asedio que se profundizaría con el correr del primer tiempo, tanto es así que sobre los ’25 de la etapa inicial, Yamil Possi sancionara con penal una mano de Ramírez en el retroceso, que Damián Salvatierra, el “nueve” de “Ssuso”, cambiaría por gol, para colocar el parcial 2-1 y, de cara al resto del cotejo, abrir un gran signo de interrogación sobre el desarrollo futuro.

Ya en el complemento, el “Quemero” le devolvería gentilezas al Gallo y lo “golpearía” apenas iniciado el segundo tiempo (‘4 ST), tras el desborde y centro de Emir Ham, sobre la derecha del ataque local, para que Guillermo Santana la bajara y otra vez, el “Toro” Salvatierra anotara, en un dos a dos impensado durante el primer cuarto de hora del partido, cuando el Gallo se imponía dos a cero y los tres puntos parecían encaminarse con tranquilidad rumbo el Oeste.

Pero este Deportivo Morón de Walter Nicolás Otta, acostumbrado a las “paradas” bravas y a las pruebas de carácter, daría otra muestra de las razones que lo llevaran a ser el mejor equipo del torneo, cuanto menos a la fecha, recuperándose anímicamente del empate, primero, para más tarde volver a su eje futbolístico central, que tantos y tan buenos dividendos le reportara en el campeonato, apoderándose nuevamente del balón en el medio, para controlar las acciones del encuentro, hallando un pronto “premio”, a los ’15 del segundo tiempo, cuando Cristian Lillo volviera a poner en ventaja al Gallo, en el área chica y de cabeza, tras un centro preciso y “precioso” de Gerardo Martínez.

Ya con la nueva tranquilidad del resultado a favor, a Morón no se le escaparían más las “riendas” del cotejo,  permitiendo que Damián Akerman convirtiera su gol 151 con la camiseta del Gallo, a los ’32 del complemento, canjeando por gol el penal otorgado por Possi, ante la falta dentro del área, en perjuicio de Matías Pardo, de muy buen ingreso en el partido, en reemplazo de un extenuado Leandro Guzmán.

Con el 4 a 2 consumado y con poco más de diez minutos por jugar, el Deportivo Morón contaría con chances claras de ampliar aún más el marcador, en los pies de Damián Akerman, en dos ocasiones, de Cristian Lillo y también de Rodrigo Díaz, otro de buen andar, ingresando desde el banco, para relevar a un Nicolás Ramírez golpeado, “maltratado” reiteradas veces por los defensores locales.

El pitazo final de Yamil Possi generaría el festejo de los jugadores del Gallo que, luego de un gran comienzo y un empate impensado, pondrían las “cosas en su lugar”, a base de buen fútbol, carácter y goles, para seguir más líderes que nunca con 44 unidades, cuatro por encima de Atlanta, de quien tomaría más ventaja, tras la sorpresiva victoria del Deportivo Español (3-1) en territorio “Bohemio”.

Porque, para este Morón que convierte en sencillo lo difícil, no existen “paradas” bravas, simplemente desafíos, a afrontar con la entereza y la capacidad de quien anida un sueño y tiene “resto” suficiente para sustentarlo dentro del campo de juego, de local y visitante.


¡Salud, puntero!.


@elgallogustavo.



                                       Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.