Y en una temporada en la que sufrimos, como hacía mucho que no lo hacíamos, el destino y los "intérpretes" dentro de la cancha, y apenas más allá de la "línea de cal", nos regalaron un auténtico "Sábado de Gloria", por las festividades de Semana Santa y también por el 3 a 0 a Los Andes, en la fecha de clausura del torneo, con los tres goles de ese emblema del Deportivo Morón, para el cual ya no quedan adjetivos calificativos ni palabras de eterno agradecimiento: Damián Emilio Akerman.
En efecto, y tras la victoria en Rafaela, del último lunes, que trajera el alivio tan necesario y esperado, en conjunto con el triunfo de Chacarita, en Lomas de Zamora, del sábado pasado, una semana más tarde el alivio se convirtió en fiesta, ante un Nuevo Francisco Urbano "a pleno" como pocas veces, en el presente campeonato, para sumar la tercera victoria consecutiva, en un hecho estadístico inédito en la presente campaña, además de "eslabonar" el tercer cotejo sin goles en contra y de esta manera, finalizar la temporada 2018/2019 de la Primera "B" Nacional, no sólo con la permanencia en la categoría asegurada, desde la previa de la fecha pasada, sino totalizando 30 unidades, en mitad de tabla, a escasos cinco puntos del ingreso al Reducido, a falta de una jornada para algunos de los equipos con chances de clasificación al "petit torneo" por el segundo ascenso a la Superliga.
Párrafo aparte para la "dupla" de Alejandro Migliardi y Sebastián Sibelli, quienes "salieron al toro" en el momento de mayor incertidumbre, dentro de la profunda crisis que soportara el Deportivo Morón en lo institucional, horas antes de la renuncia del ex presidente, Alberto Meyer, y en medio del caos, acompañaran a un plantel que se sentía solo y "abandonado" a su suerte, en la antesala de tres "finales" vitales para la permanencia en la categoría, llevando la calma necesaria, junto a los referentes del equipo, y haciendo simple lo complejo, a partir de la capacidad profesional de todo el cuerpo técnico, para fundamentalmente, por la calidad humana de "Chiche" y "Seba", como "cabezas de grupo", demostrando una hombría de bien a prueba de cualquier "crisis", una sencillez y una grandeza capaces de sortear todo "caos" y una amor incondicional por esta camiseta, que sólo puede traducirse en una sencilla, pero contundente expresión de infinito reconocimiento: GRACIAS.
¿Y qué decir de Damián Akerman?..., que ingresara a los '17 del segundo tiempo, en medio de un partido parejo y disputado, con predominio lógico de un visita impulsada hacia el arco de Bruno Galván, por imperio de la necesidad de triunfo propia y las noticias desalentadoras que llegaban desde Quilmes, para tan sólo cuatro minutos más tarde, combinar en la contra con Nicolás Ramírez, de gran segundo tiempo y destacado campeonato, quien lo habilitaría de manera magistral para que el "18" quedara "cara a cara" con Leandro Requena, sobre la derecha del área grande del "Milrayitas", y el goleador histórico del Deportivo Morón definiera con la calidad y contundencia de siempre, con un remate de derecha bajo, rasante y "letal", rumbo a la "ratonera" del ángulo inferior zurdo del arquero visitante.
Si la ovación al ingresar, había sido conmovedora, el grito de la multitud ante el gol 156 de Damián Akerman, con el "escudo" que pareciera "tatuado" en su pecho, resultaría de esos momentos "mágicos" e inolvidables, de los tantos que nos "regalara" el jugador más trascendente en la historia del Deportivo Morón, en nada menos que 16 años de "idilio" correspondido.
Pero la historia "cinematográfica" del eterno "guerrero cordobés", no habría de terminar ahí, puesto que apenas seis minutos más tarde, una contra "de manual", encabezada por Agustín Lavezzi y prolongada en Nicolás Ramírez, el gran "asistidor" en la tarde inolvidable del Oeste, terminaría con un centro largo, de izquierda a derecha, del "10 del Gallo, para que por el segundo palo, ingresara sólo y determinado el "protagonista exclusivo" de esta (y tantas otras) tardes, para cambiarle el palo a Requena y poner el 2 a 0 en el resultado y el 157 en su "cuenta" personal de impactante contundencia y vigencia.
Y es que el "Sábado de Gloria" de Morón y Akerman no terminaría con el segundo del equipo y del eterno goleador, sino que en el segundo minuto de los tres adicionados por Pablo Echavarría, por tercera vez consecutiva, Nicolás Ramírez (insistimos, de gran segundo tiempo y enorme torneo) asistiría a Damián Akerman, nuevamente sobre el vértice izquierdo del ataque local, para que el "9" histórico, con la "18" en el dorsal, definiera otra vez ante el impotente esfuerzo de Leandro Requena, "espectador de lujo" del 3 a 0 de Morón y el tanto 158 del máximo "artillero" de la "casa", en su partido 390 con la camiseta del Gallo.
Con el pitazo final y descenso consumado de Los Andes, por el resultado en el Oeste y la victoria de Quilmes ante Olimpo, en el "Centenario", todos los aplausos todos, se los llevaría ese "muchacho" de 39 años, que hace 16 arribara al Deportivo Morón, para hacer historia de la grande, romper todos los récords estadísticos y "coronarse" una vez más, como el goleador del equipo en la temporada (con cuatro tantos, el anterior, en la derrota ante Temperley, también de local), a pesar de haber jugado proporcionalmente muchísimo menos, que cualquiera de los otros delanteros del plantel.
ETERNAS GRACIAS, DAMIAN... (y por muchas presencias y goles más con esta camiseta)
ETERNAS GRACIAS, "CHICHE" Y SIBELLI...
ETERNAS GRACIAS, PLANTEL...
... POR UNA FIESTA INOLVIDABLE, que permanecerá inalterable en el corazón de los hinchas.
UN "MIMO" AL "ALMA GALLO", DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA.
En definitiva, a los protagonistas, GRACIAS por tanta dignidad, respeto y entrega por esta camiseta.
Y por dejarnos en el lugar que merecemos.
¡Salud, Gallo querido!, y hasta el reencuentro en la temporada 2019/2020 de la "B" Nacional.
@elgallogustavo.