sábado, 20 de abril de 2019

La "peli" de Akerman... el "súper héroe" que hace feliz al Oeste

Y en una temporada en la que sufrimos, como hacía mucho que no lo hacíamos, el destino y los "intérpretes" dentro de la cancha, y apenas más allá de la "línea de cal", nos regalaron un auténtico "Sábado de Gloria", por las festividades de Semana Santa y también por el 3 a 0 a Los Andes, en la fecha de clausura del torneo, con los tres goles de ese emblema del Deportivo Morón, para el cual ya no quedan adjetivos calificativos ni palabras de eterno agradecimiento: Damián Emilio Akerman.

En efecto, y tras la victoria en Rafaela, del último lunes, que trajera el alivio tan necesario y esperado, en conjunto con el triunfo de Chacarita, en Lomas de Zamora, del sábado pasado, una semana más tarde el alivio se convirtió en fiesta, ante un Nuevo Francisco Urbano "a pleno" como pocas veces, en el presente campeonato, para sumar la tercera victoria consecutiva, en un hecho estadístico inédito en la presente campaña, además de "eslabonar" el tercer cotejo sin goles en contra y de esta manera, finalizar la temporada 2018/2019 de la Primera "B" Nacional, no sólo con la permanencia en la categoría asegurada, desde la previa de la fecha pasada, sino totalizando 30 unidades, en mitad de tabla, a escasos cinco puntos del ingreso al Reducido, a falta de una jornada para algunos de los equipos con chances de clasificación al "petit torneo" por el segundo ascenso a la Superliga.

Párrafo aparte para la "dupla" de Alejandro Migliardi y Sebastián Sibelli, quienes "salieron al toro" en el momento de mayor incertidumbre, dentro de la profunda crisis que soportara el Deportivo Morón en lo institucional, horas antes de la renuncia del ex presidente, Alberto Meyer, y en medio del caos, acompañaran a un plantel que se sentía solo y "abandonado" a su suerte, en la antesala de tres "finales" vitales para la permanencia en la categoría, llevando la calma necesaria, junto a los referentes del equipo, y haciendo simple lo complejo, a partir de la capacidad profesional de todo el cuerpo técnico, para fundamentalmente, por la calidad humana de "Chiche" y "Seba", como "cabezas de grupo", demostrando una hombría de bien a prueba de cualquier "crisis", una sencillez y una grandeza capaces de sortear todo "caos" y una amor incondicional por esta camiseta, que sólo puede traducirse en una sencilla, pero contundente expresión de infinito reconocimiento: GRACIAS.

¿Y qué decir de Damián Akerman?..., que ingresara a los '17 del segundo tiempo, en medio de un partido parejo y disputado, con predominio lógico de un visita impulsada hacia el arco de Bruno Galván, por imperio de la necesidad de triunfo propia y las noticias desalentadoras que llegaban desde Quilmes, para tan sólo cuatro minutos más tarde, combinar en la contra con Nicolás Ramírez, de gran segundo tiempo y destacado campeonato, quien lo habilitaría de manera magistral para que el "18" quedara "cara a cara" con Leandro Requena, sobre la derecha del área grande del "Milrayitas", y el goleador histórico del Deportivo Morón definiera con la calidad y contundencia de siempre, con un remate de derecha bajo, rasante y "letal", rumbo a la "ratonera" del ángulo inferior zurdo del arquero visitante.

Si la ovación al ingresar, había sido conmovedora, el grito de la multitud ante el gol 156 de Damián Akerman, con el "escudo" que pareciera "tatuado" en su pecho, resultaría de esos momentos "mágicos" e inolvidables, de los tantos que nos "regalara" el jugador más trascendente en la historia del Deportivo Morón, en nada menos que 16 años de "idilio" correspondido.

Pero la historia "cinematográfica" del eterno "guerrero cordobés", no habría de terminar ahí, puesto que apenas seis minutos más tarde, una contra "de manual", encabezada por Agustín Lavezzi y prolongada en Nicolás Ramírez, el gran "asistidor" en la tarde inolvidable del Oeste, terminaría con un centro largo, de izquierda a derecha, del "10 del Gallo, para que por el segundo palo, ingresara sólo y determinado el "protagonista exclusivo" de esta (y tantas otras) tardes, para cambiarle el palo a Requena y poner el 2 a 0 en el resultado y el 157 en su "cuenta" personal de impactante contundencia y vigencia.

Y es que el "Sábado de Gloria" de Morón y Akerman no terminaría con el segundo del equipo y del eterno goleador, sino que en el segundo minuto de los tres adicionados por Pablo Echavarría, por tercera vez consecutiva, Nicolás Ramírez (insistimos, de gran segundo tiempo y enorme torneo) asistiría a Damián Akerman, nuevamente sobre el vértice izquierdo del ataque local, para que el "9" histórico, con la "18" en el dorsal, definiera otra vez ante el impotente esfuerzo de Leandro Requena, "espectador de lujo" del 3 a 0 de Morón y el tanto 158 del máximo "artillero" de la "casa", en su partido 390 con la camiseta del Gallo.

Con el pitazo final y descenso consumado de Los Andes, por el resultado en el Oeste y la victoria de Quilmes ante Olimpo, en el "Centenario", todos los aplausos todos, se los llevaría ese "muchacho" de 39 años, que hace 16 arribara al Deportivo Morón, para hacer historia de la grande, romper todos los récords estadísticos y "coronarse" una vez más, como el goleador del equipo en la temporada (con cuatro tantos, el anterior, en la derrota ante Temperley, también de local), a pesar de haber jugado proporcionalmente muchísimo menos, que cualquiera de los otros delanteros del plantel.

ETERNAS GRACIAS, DAMIAN... (y por muchas presencias y goles más con esta camiseta)

ETERNAS GRACIAS, "CHICHE" Y SIBELLI...

ETERNAS GRACIAS, PLANTEL...

... POR UNA FIESTA INOLVIDABLE, que permanecerá inalterable en el corazón de los hinchas.

UN "MIMO" AL "ALMA GALLO", DENTRO Y FUERA DE LA CANCHA.

En definitiva, a los protagonistas, GRACIAS por tanta dignidad, respeto y entrega por esta camiseta.

Y por dejarnos en el lugar que merecemos.

¡Salud, Gallo querido!, y hasta el reencuentro en la temporada 2019/2020 de la "B" Nacional.



@elgallogustavo.



viernes, 19 de abril de 2019

Cierre de una temporada compleja, con el "Milrayitas"

En el cierre de la temporada 2018/2019 del Torneo de la Primera "B" Nacional, un Deportivo Morón aliviado por haber asegurado su permanencia en la categoría, aún sin jugar, a partir del triunfo de Chacarita sobre Los Andes, del sábado por la tarde, "desahogo" coronado por la valiosa victoria propia, por la mínima, ante Atlético de Rafaela, en el "Nuevo Monumental", con el golazo de Gastón González, el equipo de Alejandro Migliardi y Sebastián Sibelli procurará despedirse del certamen ante su público, con otra "alegría", para llegar a una estadística perfecta de "tres sobre tres", desde el imprevisto arribo de "Chiche" y "Seba", a fin de finalizar la campaña de la mejor manera y redondear los 30 puntos en la tabla.

Así as cosas, este sábado 20 del corriente, desde las 13:05, Morón recibirá en el Nuevo Francisco Urbano a un Los Andes que prácticamente necesita de un "milagro" para mantener la categoría, puesto que ni siquiera un triunfo en el Oeste le aseguraría la permanencia, dado que dependerá del resultado que se registre entre Quilmes y Olimpo (ya descendido al Federal "A", en los promedios de los "indirectamente afiliados"), quienes jugarán en simultáneo, con trasmisión televisiva de TyC Sports.

En el caso del Gallo y el "Milrayitas", con el arbitraje de Pablo Echavarría, acompañado de Marcelo Bistocco y Juan Vázquez como asistentes uno y dos, respectivamente, más Nazareno Arasa en rol de cuarto árbitro, y también con TV en directo de TyC, el Deportivo Morón saldrá a despedirse de su público con lo "mejor a disposición en cancha", aventando rumores sobre supuestas inclusiones de juveniles o de jugadores que no hayan tenido muchos minutos durante el torneo o que no hayan sido titulares habituales, a lo largo de las 23 jornadas disputadas del certamen "Nacional".

En ese contexto, cumplidas las sanciones disciplinarias de Junior Mendieta y Matías Nizzo, resulta muy probable el regreso de ambos a la titularidad, en el primero de los casos, en lugar de Facundo Pumpido o Agustín Lavezzi, de acuerdo a la idea que tenga la "dupla" en la conformación del "dúo" de ataque, y en el segundo, tal vez en lugar de Mauricio Alonso, quien ocupara su lugar en Rafaela, cumpliendo en el primer tiempo, y mermando su rendimiento en el complemento, quizá "pagando tributo" a su prolonga ausencia, debido a la grave lesión ligamentaria de rodilla, que lo mantuviera alejado de las canchas, hasta hace poco más de un mes.

Sin equipo confirmado, pero con la convicción de un Morón que saldrá con lo "mejor disponible" a la cancha, para sumar su tercera victoria en fila, por primera vez en el actual certamen, para acompañar la fiesta en las tribunas, con otros tres puntos que permitan arribar a las 30 unidades en el torneo, el Deportivo Morón cerrará ante el "Milrayitas" una temporada compleja, que comenzara con aspiraciones de Superliga y con problemas institucionales de todo tipo, en el medio, terminara por convertirse en una auténtica penuria, para protagonistas e hinchas, hasta el "desahogo" definitivo del último fin de semana, primero con la "ayuda" de Chacarita, y más tarde con la alegría de un "triunfazo" en Rafaela.

El Oeste está de fiesta, porque Morón es Nacional...., y nada más importa.

A "reventar" el Urbano de "calor" y "color".

¡Salud, Gallo querido!.



@elgallogustavo.



miércoles, 17 de abril de 2019

Damián Akerman: "No estoy pensando en el retiro"

El miércoles 17 del corriente, al mediodía y ante los micrófonos de "Corazón de Gallo", con Jorge Marinelli y Maximiliano Benozzi a la cabeza, Damián Emilio Akerman (39 años), el goleador histórico del club y jugador récord en materia de presencias con la camiseta del Gallo, además de ícono, referente e ídolo (según el caso y para muchos) desde hace 16 años, tuvo la oportunidad de aclarar el rumor que circulara al término del encuentro con triunfo en Rafaela, y que confirmaba casi el "partido despedida" para el "9" eterno e inolvidable del Deportivo Morón.

Sin embargo, Damián Akerman desestimaría rápidamente tal versión, dejando además unas cuantas "jugosas" reflexiones, respecto de sus últimos dos años en el club, de la semana "frenética" en la previa del vital cotejo ante Olimpo en el Nuevo Francisco Urbano y hasta de la realidad institucional del club, de la cual ha sido un espectador de lujo, a veces para bien y en muchas otras ocasiones, pagando las consecuencias del "internismo" que caracterizara a la vida política del Gallito, en las pasadas tres décadas, como mínimo.


"La falta de continuidad repercute en cualquier jugador, pero en especial en los delanteros. Cuando el delantero no tiene continuidad, no está con la confianza necesaria y se nota. Si el jugador no juega, no está bien anímicamente y se hace complicado".

"Tengo ganas de seguir jugando, porque me creo capacitado para hacerlo. NO ESTOY PENSANDO EN EL RETIRO. Así que, si no es en Morón, seguramente seguiré jugando en algún otro lado".

"Creo que soy el único jugador en la historia, que está identificado con un club, que he sido el goleador del equipo que salió campeón y que me han bajado el sueldo. Es complicado ser un referente o alguien que está identificado con el club y siempre ceder, siempre 'jugar' para el club en lo económico".

"Hay gente que debe creer que 'Akerman está robando un montón de plata' y no es así. Siempre me pasó la mismo, que tuve que resignar varias cosas para seguir jugando en el club. Y no me arrepiento, pero creo que la gente tiene que saber algunas cosas que no sabe o lee 'cambiadas' en las redes sociales".

"Fui el goleador del equipo campeón y a partir de ahí se me hizo muy difícil, porque pasaron dos años con pocos minutos en cancha, y es complicado, porque por lo menos a mí, en lo personal, me afecta y mucho. El jugador necesita estar bien en la faz psicológica y es difícil cuando las cosas se dan como se dieron en mi caso, en los últimos tiempos".

"Creo que el final que yo quiero es muy difícil que se de, porque ya han pasado dos años de jugar prácticamente nada y si estoy diciendo esto, es porque se que con continuidad podría haber jugado". 

"No es que estoy diciendo 'che, yo soy mejor que cualquier jugador', no. Soy un jugador con una cierta edad, que me siento cómodo en el club y que con un poco de continuidad podría haber rendido. Pero lamentablemente los técnicos que han estado no me han dado esa continuidad y ahora es muy difícil que yo siga en el club, y venga un técnico que me ponga".

"De la gente de Morón, nada para reprochar. Cada vez que me toca hablar del público de Morón, no tengo más que palabras de agradecimiento, porque en este club he vivido cosas únicas y las demostraciones de amor que me ha dado la gente, no las ha vivido cualquier otro jugador. Con respecto a eso, estoy muy tranquilo y agradecido, porque se que tengo el apoyo de muchísima gente. Por supuesto siempre hay otra gente que es normal que no le agrades".

"Con respecto a la parte dirigencial, siempre cuento la misma anécdota: cuando trajeron a 'Wanchope' (Ramón Abila) al club, en ese año trajeron 'catorce' delanteros y me contaba el representante de 'Wanchope', que lo habían traído para 'limpiarme', y bueno, ese año tuve que hacer 27 goles para seguir en el club".

"Que seas el goleador del equipo campeón y te bajen el sueldo, es una invitación a decirte, 'che, buscaste algo'. Pero bueno, a pesar de todo me quedé y acepté que me renovaran por menos plata".

"Morón siempre tuvo eso, el tema de mucha pelea política interna. En el club siempre se habla de unión y se pone de ejemplo a Lanús, pero nunca llegamos a ser como Lanús, por esa lucha interna permanente y que viene de años".

"Tenemos que poner realmente los 'pies sobre la tierra', ser conscientes de lo que tenemos y de las posibilidades que tenemos para crecer. Nunca es tarde. Ojalá que a la gente que le toca manejar el club, que lo pueda hacer y lo pueda hacer bien".

"Después de Madryn fue una semana muy complicada, porque entrenamos el primer día posterior con el "Cabezón" (Alejandro Méndez) y nos enteramos después del entrenamiento que habían presentado la renuncia. Después hablaron de otros técnicos, se habló que ya estaba el nuevo técnico y cuando fuimos a la mañana siguiente para conocerlo, nos enteramos que había dado marcha atrás y todo sabemos lo que pasó (N.de R.: con la llegada fallida de Juan Pablo Pumpido) y fue muy complicado para nosotros..., de verdad que nos sentíamos solos". 

"Vino 'Chiche' (Alejandro Migliardi), nos dio una mano, en principio iba a estar unos días hasta que consigan un entrenador y después fue ratificado con "Seba" Sibelli y no sabíamos qué iba a pasar. Y obviamente que fuimos los más grandes, los encargados de tranquilizar, de poner 'paños fríos' y tuvimos la suerte de ganar el partido con Olimpo para que todo se vaya acomodando".

Textual de Damián Emilio Akerman, quien antes de la despedida (únicamente de los estudios de "Corazón de Gallo", a no confundir...), subrayaría un concepto importante, para postergar "plaquetas" o "partidos homenajes", antes de tiempo y fundamentalmente, de su decisión personal:

"Yo tengo ganas de seguir".



@elgallogustavo.



martes, 16 de abril de 2019

Festejó la permanencia a pura "Crema"

Con la íntima tranquilidad de haber dejado atrás la pesada "mochila" del descenso, a partir del triunfo de Chacarita sobre Los Andes, en Lomas de Zamora, del último sábado por la tarde, el Deportivo Morón llegaba a Rafaela, para enfrentar a una "Crema" devaluada, pero siempre complicada para el Gallo, máxime en el "Nuevo Monumental", donde su anterior victoria databa de junio de 1990, precisamente un día después de conmemorarse el 29 aniversario del campeonato '89/'90.

Con el regreso de Mauricio Alonso a la titularidad, luego de largo tiempo, en reemplazo del suspendido Matías Nizzo y con la ausencia reiterada de Junior Mendieta, expulsado en Puerto Madryn y que cumpliera su sanción de dos fechas, justamente en el cotejo frente a Rafaela, la dupla Alejandro "Chiche" Migliardi y Sebastián Sibelli dispondría que Gastón González se "corriera" hacia el centro, para acompañar a Cristian Lillo en el "doble cinco", un González que, al igual que en el triunfo fundamental ante Olimpo, se erigiera en la figura del encuentro y, por si fuera poco, le volviera a dar al Deportivo Morón tres puntos, a partir de un golazo impresionante, merced a su "pegada" magistral de media distancia.

En efecto, apenas iniciado el encuentro que cerraría la 24° y anteúltima jornada del Torneo de la Primera "B" Nacional, en su temporada 2018/2019, el Morón de "Chiche" y "Seba" sorprendería al conjunto de Juan Manuel Llop, con un planteo ambicioso y de presión bien alta, apoderándose de la pelota en el mediocampo y profundizando rápidamente con el primer toque de distinción y panorama de Gastón Gonzalez, bien complementado por la calidad de siempre de Nicolás Ramírez, por izquierda, en la búsqueda del "pivoteo" de Facundo Pumpido y la velocidad y movilidad de Agustín Lavezzi, de muy buen primer tiempo, con gran capacidad de desequilibrio, pero alguna dificultad a la hora de la resolución de las acciones de cara al arco rival.
 
Apenas segundos antes de la ventaja parcial del Gallito, el mismo "Pochito" Lavezzi recibiría una gran habilitación de Ramírez sobre la izquierda, para sacar un zurdazo seco y potente, que habría de impactar sobre el vértice conformado por el palo y el travesaño del arco defendido por Ramiro Macagno, en un auténtico presagio del golazo que definiría el pleito en favor de la visita, con apenas ocho minutos de juego.

Así las cosas, con el "telón de fondo" de la ambición de Morón en aquellos primeros minutos, manejando la pelota en la "suela" de González y "Nico" Ramírez, con buenas "corridas" de Agustín Lavezzi por izquierda y de Mauricio Alonso sobre la derecha, luego de un centro y el posterior despeje de cabeza de la defensa local, el balón le quedaría "chanchita" cerca de la medialuna del área, a Gastón González, quien "sacudiría" un derechazo "feroz", que se elevaría por encima de la "humanidad" del arquero, para "caer" detrás del inútil "vuelo" de Macagno, e "inflar" la red de Rafaela para la ventaja del Gallo.

Prematuro aunque merecido "premio" al mejor juego del Deportivo Morón, al local le tomaría varios minutos entrar en partido, superado por la visita en todas las líneas, tanto es así que los de Migliardi y Sibelli contarían con un par de chances para ampliar el resultado, merced a una primera etapa "intratable" de Agustín Lavezzi, veloz y desequilibrante, lástima que todo lo muy bueno que generara hasta ingresar al área, habría de "nublarse" en la definición de cada una de aquella acciones.

Tras una muy buena primera etapa del Gallito, de lo mejor de los últimos partidos, la visita se iría al descanso con una ventaja más que merecida, dominante en el mediocampo, "picante" en ofensiva y solvente en defensa, más allá de un esporádico cabezazo que resultaría bien controlado por Bruno Galván.

En el complemento, la necesidad de Rafaela, ante un "Nuevo Monumental" en estado de "ebullición" por la floja campaña y una nueva derrota transitoria, obligaría al local a adelantarse en el terreno y salir en búsqueda del empate, cuanto menos, quitándole progresivamente el control del balón a la visita y obligándolo a relegarse cada minuto más cerca de su área.

Sin el domino de las acciones, ni la profundidad del primer tiempo, el Gallo se quedaría casi sin opciones de resolver el pleito de contra, comenzando a sostener a "pie firme" la ventaja en su propia área, a partir del mejor y más parejo rendimiento defensivo en mucho tiempo.

En casi '30 minutos del complemento, Morón apenas lograría traspasar la mitad del campo, "empujado" contra su arco por un Rafaela sin ideas y escaso fútbol, pero animado por la voluntad de cambiar la imagen ante su gente, que por aquél entonces constituía un único cántico de reproche, en contra de un equipo que, fiel a su historia reciente, en la presente temporada quedaría en grave deuda con ellos mismos y su público.

En algunas ocasiones por la escasa definición y el "apuro" ante el griterío de reprobación, y en muchas otras por la efectiva actuación de una defensa de Morón atenta y solidaria, Rafaela contaría con opciones para igualar las acciones, pero por fortuna para el Gallo, la falta de puntería y la buena noche de su última línea le permitiría sostener los repetidos "embates" locales.

A falta de doce para el final del partido, la patada "criminal" y posterior expulsión de Nicolás Zalazar, el primer marcador central de "La Crema", en su intento desesperado por salir a cortar lejos y a destiempo, a un Maximiliano Paredes que se iba por su banda derecha, en veloz "trepada" con destino al arco de Macagno, le permitiría al Gallito recuperar la pelota, pese al cansancio generalizado, por la superioridad numérica, con el aporte invalorable de Valentín Perales en cancha, quien reemplazara a Nicolás Ramírez, importante para el quite en el medio, en rol de "triple cinco" y también en el área, para contrarrestar la altura local, en especial a partir del ingreso del "lungo" Matías Quiroga.

Incluso, en los minutos finales, el Gallo tendría sus chances para "liquidar" el partido, una en los pies de Pumpido, cuyo remate potente impactaría de lleno en el pecho de Ramiro Macagno y en el descuento, ya con Damián Akerman en el terreno, con un gran anticipo de cabeza (como en los "viejos tiempos") que se perdería apenas ancho sobre el poste derecho del arco de Rafaela.

Con sufrimiento hasta los segundos finales, con un tiro libre cerca del área y el posterior córner sostenido por la "resistencia" visitante, la falta en ataque sancionada por un Yael Falcón Pérez de buen arbitraje, le daría al Gallo el tiempo necesario para que corran definitiva en el cronómetro, los cuatro minutos agregados al tiempo reglamentario.

Y con su "pitazo" final, el festejo con bastante de desahogo, para confirmar un triunfo importante del Deportivo Morón, en la siempre dura Rafaela, y estirar a "dos de dos", la perfecta estadística de la dupla Migliardi-Sibelli, mezcla de técnicos y "bomberos", con innegable amor por estos colores.

Ahora, a despedir la temporada el próximo sábado, a las 13:05, con Los Andes, en el Nuevo Francisco Urbano.

Con las urgencias ajenas y la oportunidad propia de seguir sumando, para una vez concluido el campeonato, "barajar y dar de nuevo", aprendiendo de los errores para no volver a cometerlos, a sabiendas que la "suerte" o el "destino", seguramente no nos tenga tanta contemplación como en la definición traumática de la presente temporada, que sin lugar a dudas, podría haber sido mucho, pero mucho peor de lo que finalmente resultara.

Se terminó la "pesadilla", ¡por fin!..., y el Gallo lo festejó empalagándose de "Crema".



@elgallogustavo.



sábado, 13 de abril de 2019

A Rafaela, a "despertar" de esta "pesadilla"

Y en la "recta" final del campeonato, el Deportivo Morón está obligado a sumar dos puntos, a falta de otras tantas fechas, para no depender de nadie, en la "pelea" que mantiene insomne, ansioso y en vilo a todo el Oeste: lograr la permanencia en una categoría, que costara tanto recuperar, al cabo de 17 interminables años de frustraciones, desilusiones y angustias mal avenidas.

Luego del desahogo enorme del triunfo ante Olimpo de Bahía Blanca, en el Nuevo Francisco Urbano, del último viernes, con el tanto "salvador" de Gastón González, no sin polémicas, como la gran mayoría de los partidos, dentro de un Ascenso mediatizado por los pésimos arbitrajes y las sospechas cruzadas de "tráfico de influencias" dirigenciales, que "manchara" como nunca antes a un fútbol argentino "enfermo" de egos e intereses personales, en perjuicio del hincha común y en definitiva, del espectáculo más hermoso, apasionante y convocante del mundo, la derrota de Los Andes en Santiago del Estero, ante Mitre, aportó una sonrisa de "alivio" por el Oeste, pero la victoria posterior de Quilmes, en el clásico con Nueva Chicago, volvería a "fruncir el ceño" entre los atribulados socios e hinchas del Gallo.

Así las cosas, este lunes a partir de las 21:05, cerrando la fecha 24 y anteúltima de la Primera "B" Nacional, el equipo de la dupla, Alejandro "Chiche" Migliardi y Sebastián Sibelli tendrá otra complicada "prueba de carácter", cuando deba visitar a Atlético de Rafaela en el "Nuevo Monumental", con el arbitraje de Yael Falcón Pérez, quien estará acompañado por Ernesto Callegari y Hernán Salado Paz, como asistentes uno y dos, respectivamente, más Lucas Comesaña como cuarto árbitro, en un cotejo televisado por TyC Sports.

Con la buena noticia de depender de sí mismo, el Gallo jugará su partido ante "La Crema", con todos los resultados "puestos", dado que Los Andes recibirá en el "Eduardo Gallardón" a Chacarita, este sábado por la tarde y Quilmes, por su parte, visitará a Guillermo Brown en Puerto Madryn, el domingo también en horas de la tarde, ambos cotejos sin televisación de aire, aunque con la alternativa de "seguirlos" por la plataforma de streaming de TyC Play.

Si bien las posibilidades matemáticas son variadas, entre los tres "contendientes" en pugna (a los que se puede sumar Defensores de Belgrano, que el domingo visita en Carlos Casares, a Agropecuario, pero que con un punto en dos partidos, tampoco depende de terceros), el Gallo independientemente de los resultados ajenos, con un triunfo en Rafaela se quita definitivamente la "soga del cuello", mientras que con un empate o una derrota, comenzarán a tallar los puntos que sumen en Lomas y Quilmes.

Por ejemplo, en el caso que Chacarita derrotara a Los Andes, Morón aún perdiendo ambos partidos que le restan, ya estaría matemáticamente salvado, mientras que un empate entre "Milrayistas" y "Funebreros" obligará al Gallito a llevarse también un punto de Rafaela, para olvidarse por completo de este final de torneo de "novela de terror". 

En el peor de los escenarios, con triunfos ajenos y derrota propia, el Deportivo Morón deberá esperar a sumar un punto en la fecha de cierre de la temporada, nada menos que de local, frente a un Los Andes necesitado de ganar sí o sí, en una "finalísima mano a mano", donde los nervios y la ansiedad dentro y fuera del rectángulo de juego, constituyen seguramente el "infierno tan temido" por los maltratados corazones moronenses.

Respecto del equipo, porque en definitiva, de eso debería tratar esta previa, y sin embargo, hasta aquí seguimos "haciendo números" de forma casi "frenética, el once del Gallo contará con dos bajas obligadas, dada la suspensión por dos jornadas de Junior Leandro Mendieta, por su expulsión en Madryn, de las cuales ya cumpliera con una ante Olimpo y estará afortunadamente disponible en el cotejo final de torneo ante Los Andes, que esperemos sea sólo un mero partido para cumplimentar el calendario y de paso, desahogarse a "voz en cuello", por la permanencia en la categoría, durante la próxima temporada 2019/2020.

Otro ausente de vital importancia para el "equilibrio" táctico del equipo, será Matías Nizzo, que ante el "Aurinegro" bahiense recibiera la quinta amarilla, perdiéndose de esta manera el cotejo de este lunes en Rafaela, pero asegurando su presencia en el partido con el "Milrayitas", con fecha y horario pautados para el sábado 20 del corriente, a las 13:05, en el Nuevo Francisco Urbano, con transmisión simultánea de TyC Sports, respecto de todos los cotejos que definan la permanencia en el Nacional.

Ante la ausencia del "Coqui" Nizzo, "Chiche" y Sibelli se inclinarían por hacer ingresar al uruguayo Mauricio Alonso, como carrilero por derecha, a fin de correr al medio a Gastón González, para "recontruir" el doble cinco junto a Cristian Lillo, y con Nicolás Ramírez, como principal "usina" de fútbol, por la banda opuesta, con el objeto de "abastecer" a la dupla ofensiva que dejara una buena imagen con Olimpo, conformada por Facundo Pumpido y Ezequiel Lavezzi.

De todos modos, y con el equipo sin confirmar, tampoco debería descartarse la opción de la reaparición del rionegrino Valentín Perales, pero en función de volante central (rol que ya cumpliera en el pasado reciente y con éxito), manteniendo a González por derecha y Alonso aguardando su chace en el banco de los relevos.

Como sea y con los "intérpretes" que se trate, Morón continúa dependiendo de sí mismo y con una victoria en Rafaela este "suplicio" de números y posibilidades tocaría definitiva y afortunadamente a su fin. Y aún con un empate, un resultado similar en Lomas o un triunfo visitante, se festejaría en el Oeste como una victoria propia.

Para ello, este sábado el plantel entrenará en el predio de Calderón y el domingo por la mañana en el estadio, para luego de un asado de camaradería emprender el viaje hasta "La Perla del Oeste santafecino", con mucho, pero mucho más que tres puntos en juego.

Y es que comienza a definirse el torneo y con él, a aumentar las "pulsaciones" de un hincha de Morón que, por acostumbrado a los "sufrimientos", no significa que pueda "pilotear" sin angustias definiciones tan "traumáticas" como la que se avecina, en las dos últimas fechas.

Ojalá ganamos en Rafaela y se termine la "pesadilla", por el bien de tantas "arterias" y "coronarias" en el expectante y afligido Oeste.

¡Vamos Gallo, CARAJO!.



@elgallogustavo.



viernes, 5 de abril de 2019

Tras una semana "agitada", el Gallo respiró aliviado y es todo esperanza

Y al cabo de una semana "frenética", de las más convulsionadas en los últimos años, el Deportivo Morón dentro de la cancha, nos (y se regaló) una sonrisa enorme, que más que alegría se asemejó a un profundo y necesario desahogo, porque el Gallo ganó la primera de las tres "finales" que le esperan hasta el final del campeonato, sumando tres puntos vitales para "alimentar" el sueño que desvela a todo el Oeste: permanecer en la categoría.

Con el debut de otra dupla del "riñón" mismo del club, conformada por Alejandro Esteban "Chiche" Migliardi y Sebastián Sibelli, ambos entrenadores de la Tercera, y con apenas un "puñado" de entrenamientos, jugadores y cuerpo técnico desde adentro, con el apoyo siempre incondicional de la gente, de la "línea de cal", apenas hacia afuera, Morón tomó una "bocanada" de oxígeno fundamental, para aguardar con un poco más de tranquilidad los partidos de Los Andes (del sábado a la noche, frente a Mitre en Santiago) y Quilmes (con Chicago, en el cierre nocturno de la fecha, este lunes en el "Centenario"), sin "descuidar" lo que pueda pasar con Defensores de Belgrano, hoy por debajo del Gallito en los promedios, y con una encuentro difícil ante el Villa Dálmine de Walter Otta, el sábado por la tarde, en el Bajo.

Y es que Morón jugó el partido con Olimpo, inmerso también en la lucha por eludir el descenso, pero en la tabla de los promedios de los "indirectamente afiliados" (con Santamarina de Tandil y Gimnasia de Jujuy) como se deben afrontar este tipo de auténticas finales y con tanto en juego: con actitud, corazón "caliente" y cabeza "fría", para buscar la victoria con las mejores "armas" disponibles, y una vez lograda la ventaja, abroquelándose en su terreno, "jugando" con los nervios y la desesperación visitantes, trasladándole la responsabilidad y la necesidad a su rival, sin sobrarle absolutamente nada, pero justificando en la búsqueda permanente y la inteligencia táctica, un triunfo tan ajustado como merecido y festejado.

Sin el desequilibrio habitual de Junior Mendieta, suspendido por dos fechas, a consecuencia de su expulsión en Puerto Madryn (con lo cual, cumplida la mitad de la pena ante los bahienses, estará a disposición en la jornada de cierre, con Los Andes en el Oeste), Migliardi y Sibelli apostarían a un 4-4-2 más tradicional y previsible para los "intérpretes", con Bruno Galván en el arco, la última línea dispuesta por Méndez y Pico hace una semana atrás (Maximiliano Paredes, Franco Racca, Emiliano Mayola y Nicolás Martínez), el doble cinco de siempre, con Matías Nizzo y Cristian Lillo, con Gastón González por derecha y Nicolás Ramírez por el sector opuesto, y dos puntas, con la vuelta de Facundo Pumpido y el ingreso desde el arranque de Agutín Lavezzi.

En una primera parte donde Morón intentaría el desequilibrio por la bandas, para buscar la "cabeza" de Pumpido en el área, o su "pivoteo" para la llegada de algún volante, de frente al arco contrario, el fútbol lo generaría Nicolás Ramírez, el mejor de la agradable tarde en el Oeste, bien acompañado en la derecha por Gastón González, en su doble de rol de contención y primer pase ofensivo y nuevamente, otra labor pareja y destacada de Matías Nizzo, quien sin embargo se perderá el próximo cotejo, con Rafaela de visitante, al haber recibido la quinta tarjeta amarilla, de manos del tucumano Luis Lobo Medina, un árbitro de mal desempeño, pero con polémicas que esta vez perjudicaran a la visita, en jugadas puntuales que podrían haber cambiado el rumbo final del partido.

Tras unos primeros '45 con buenas intenciones, de parte del Gallo, aunque sin la profundidad necesaria que lo limitara en todo el campeonato, y una par de aproximaciones en los pies de González desde afuera, de Lillo de cabeza y la más clara, de Ramírez en el área, tras centro de Lavezzi, Morón se iría al descanso con buenas sensaciones, aunque con alguna señal de "alerta" en su propia área, en las contadas ocasiones en que la visita se apartara de su "libreto" de esperar y salir rápido en la contra.

Ya en el complemento, nuevamente Lavezzi contaría con otra clara, ante la asistencia de Ramírez, aunque el zurdazo forzado y cruzado del "Pochito", se iría apenas "ancho" por el "caño" zurdo del arquero.  

Hasta arribar al minuto 10 del segundo tiempo, en que "Nico" Ramírez "sacaría a pasear" a su marcador sobre la banda izquierda del ataque del Gallo y tras el desborde y posterior centro al área chica, Pumpido y Lavezzi irían en búsqueda del cabezazo goleador, llegando primero en la carrera el sobrino de "Ezequiel", para impulsar el balón con su brazo fuera del arco, es decir, hacia el área, donde Gastón González capturaría el rebote para cruzar la pelota al primer palo y desatar, por un lado, el "delirio" dentro y fuera de la cancha y, por el otro, los reclamos "medidos" de algunos  jugadores y auxiliares de Olimpo, que en virtud de su "mesura", parecieran no haber observado nítidamente la acción del "9" local.

Con la esperada ventaja a su favor, y más de '40 por delante, el Gallo se replegaría en su campo, con dos líneas de cuatro bien definidas y compactas, a partir del ingreso de Juan Celaya por "Nico" Ramírez, el mejor de la cancha, apostado a definir el pleito mediante alguna contra, que finalmente no se concretaría, ni tampoco habría de contar con chances para cerrar el resultado.

Defendiendo "a pie firme" en su área y "luchando" como la última cada pelota, Morón sostendría sin demasiados sobresaltos los intentos con más ganas que fútbol, de un Olimpo que desnudaría a la vez sus limitaciones, puesto a tomar la iniciativa por imperio de la necesidad, donde empezarían a destacarse los hombres de la última línea local, en especial Nicolás Martínez y Maximiliano Paredes, de buen segundo tiempo.

Sin profundidad para la contra, ni Mauricio Alonso, ingresado por Agustín Lavezzi, ni Fabricio Alvarenga, sustituto de Gastón González, lograrían permitirle a Morón volver a "preocupar" a Olimpo en su campo y, con Ramírez también descansando, tampoco podría defenderse con la pelota, con lo cual las "embestidas" de Olimpo comenzarían a repetirse, con el peligro siempre latente de un error o desatención, sosteniendo la ventaja tan cerca de Galván.

Así la visita dilapidaría un "cara a cara" con el arquero del Gallo, desviándola en soledad al lado del palo derecho, pero en fuera de juego, acción que resultaría una suerte de "anticipo" de la última polémica de la tarde, con el gol anulado a Olimpo en tiempo de descuento.

Con seis minutos adicionados y Morón "bancando" en su área, los centros que comenzaban a "arreciar" desde ambos laterales, en una de las últimas jugadas de la tarde, el corazón del hincha del Gallo a punto estaría de detenerse, cuando tras una serie de despejes de cabeza, y luego que Olimpo manejara la pelota de una lateral al otro, Axel Rodriguez, ingresado para sumar presencia en ataque, ganaría de cabeza en el área local para poner la pelota lejos de Bruno Galván, sobre su palo derecho. Sin embargo y a instancias de su asistente, Luis Medina Lobo habría de invalidar un gol (al parecer) legítimo de la visita, devolviendo del "infarto" a más de uno de los presentes en el Nuevo Francisco Urbano.

Sin tiempo para mucho más y con el pitazo final del árbitro, mientras de un lado los jugadores y cuerpo técnico de Olimpo se "arremolinaban" alrededor de la terna arbitral, ya sin la "mesura" de los reclamos en el gol del triunfo, del otro lado de la cancha, los "18" de Morón se fundían en un abrazo prolongado, ante el aplauso y el desahogo de todo el público local, que viviera los minutos finales con el corazón de Gallo en la "boca".

En una semana "caliente" y compleja, como hacía rato no se vivía en el club, dentro de la cancha, los protagonistas se "olvidaron" del "afuera" institucional, para regalarnos y regalarse tres puntos tan vitales como sufridos.

Quedan dos finales, y el Oeste hoy es una fiesta de ilusión y esperanza "Nacional".

De las polémicas, esta vez, que se ocupen y preocupen los demás.



@elgallogustavo.



jueves, 4 de abril de 2019

A dejar el "alma" dentro y fuera de la cancha

En medio del clima de crisis institucional, con la renuncia en la fecha del propio presidente de la institución, el Deportivo Morón debe afrontar un partido trascendental en su lucha por la permanencia en la categoría, con un rival comprometido en la misma "pelea", por en la tabla de los promedios de los "afiliados indirectamente a la AFA", como Olimpo de Bahía Blanca, en pugna "mano a mano" con Santamarina de Tandil, del mismo modo en que el Gallo se halla en disputa con Quilmes y Los Andes.

De esta manera, este viernes 5 de abril, desde las 15:30, el Gallito recibirá en el Nuevo Francisco Urbano, al "Aurinegro" bahiense, ya sin la dupla, Méndez-Pico en el banco, ni Juan Pablo Pumpido, su "reemplazante" en el cargo por apenas unas horas, y sí con otro "dueto" del "riñón" del club, en esta oportunidad conformado por Alejandro Esteban "Chiche" Migliardi y Sebastián Sibelli, ambos entrenadores de la Tercera, que recientemente finalizara su competencia, quedando a un paso de clasificar a semifinales, luego de un interesante torneo, con una base de juveniles promisorios y de pronto "salto" a primera.

Con el arbitraje del tucumano Luis Lobo Medina, de "dudosos" antecedentes en los torneos Federales, el equipo de Migliardi y Sibelli se halla concentrado en el predio de Calderón, con la totalidad del plantel profesional, incluido Junior Mendieta, expulsado en Madryn y por lo tanto baja obligada para este partido, por pedido expreso de los jugadores al cuerpo técnico y la dirigencia.

Sin demasiados indicios sobre el primer "once" de "Chiche" y Sibelli, todo parecería indicar que no habría demasiados cambios respecto de los últimos equipos que dispusiera la renunciante dupla, Méndez-Pico, aunque con la "sensación" de un planteo más sencillo y previsible para los protagonistas, acorde al escaso tiempo de trabajo para este encuentro (es decir, un 4-4-2 más marcado) y la inclusión de todos los "referentes" del plantel en cancha, lo que determinaría que para la "final" ante Olimpo, Damián Akerman y Facundo Pumpido constituyan el "tándem" de ataque, ambos ausentes ante Brown, en Puerto Madryn, a consecuencia de sendas lesiones (con la alternativa de Ezequiel Lavezzi, para el caso que alguno de los dos no esté al ciento por ciento).

Con la baja reseñada de Junior Mendieta (aún sin certezas oficiales sobre su sanción disciplinaria), lugar que podría ser ocupado por Gastón González ó Fabricio Alvarenga, por la banda opuesta, es decir, la izquierda, es muy factible que Nicolás Ramírez ocupe el lugar que hasta la fecha pasada tuviera a Luciano Lapetina como titular, de flojo partido en el "Raúl Conti", del mismo modo que casi todo el resto de sus compañeros en la tarde de Puerto Madryn.

Así las cosas, y en medio de una semana de las más agitadas institucionalmente, en largo tiempo, el Deportivo Morón afrontará la primera de las tres últimas "finales" del torneo, que determinará su suerte y continuidad en la "B" Nacional.

Algo que, desde hace semanas, aflige y le quita el sueño a todo el Oeste.

A ganar o ganar. Y dejar el "alma" dentro y fuera de la cancha.



@elgallogustavo.



Renunció Alberto Meyer

Tras el "papelón" institucional sin precedentes, del director técnico que anunciado doce horas antes, finalmente no fue, luego de una muy desafortunada reunión de Juan Pablo Pumpido y sus asistentes con el presidente Alberto Meyer, los tiempos en el cargo del ahora ex "mandamás" del Deportivo Morón comenzaron a "pender de un hilo", tan fino como su "cordura" en los últimos tiempos.

De esta manera, luego de ese penoso episodio, que literalmente "espantara" a Pumpido (quien arribara al Oeste desde Santa Fe, con un acuerdo cerrado por teléfono), y originara casi de inmediato, la renuncia del director deportivo del club, Angel Moretto, quien luego aceptaría permanecer en su rol hasta el final del campeonato, por pedido expreso del plantel, en el seno de una comisión directiva cansada de las actitudes personalistas y "caprichosas" del ex presidente, significó tal vez el "empujón" anímico necesario para animarse a tomar una decisión "colegiada", consensuada e imprescindible para la "salud" institucional a presente y futuro.

En efecto, y luego del último "ladrillo en la pared", de la reunión pautada con otro entrenador, Martín Astudillo, durante el mediodía del miércoles, a instancias del propio Meyer y, fiel a su estilo de siempre, pero exacerbado en los últimos tiempos, "apurada" en soledad y a espaldas del resto de sus pares, la confirmación de la misma, no sin lógica molestia, vía mensajes entre varios integrantes de la directiva, determinaría la llegada e incorporación al cónclave del vicepresidente, Roque Labbozzetta, a fin de impedir que Alberto Meyer "cerrara" a otro DT, de manera inconsulta, y en definitiva, repetir la "experiencia vergonzosa" del desaire a Pumpido, en este caso con Astudillo, pero por la posterior negativa de sus pares de directiva.

Así las cosas, convocados a reunión de comisión directiva para la tarde-noche del miércoles, los pares del presidente acordarían por unanimidad, el pedido de renuncia al presidente (de lo contrario, los que se hubieran alejado en "masa", habrían sido la totalidad del resto de sus miembros), mientras el presidente aguardaba por la resolución de la misma, en una estación de servicio, a pocas cuadras del Nuevo Francisco Urbano, sobre Hipólito Yrigoyen, en una imagen de "soledad" que revela el estado de "cero" consenso que supo "ganarse" por deméritos propios, no sólo entre los socios e hinchas, sinó también entre sus propios compañeros de comisión.

Enterado de la decisión unánime de la directiva, Alberto Meyer habría prometido redactar su renuncia en la mañana de este jueves, situación que se concretaría con cierta demora, por algunas condiciones personales y tras solucionar detalles formales, puesto que se requiere de algunas firmas para oficializar en actas, la decisión política e institucional ya concretada: que Alberto Meyer ha dejado de ser el presidente del Deportivo Morón.

Sin acefalía alguna, ni necesidad de convocar a elecciones anticipadas, puesto que a partir de su oficialización legal y formal, Roque Labbozzetta asumirá como nuevo presidente, mientras que Oscar Richelet, vocal titular 1°, ejercerá el cargo de vicepresidente, que la vacante de Labozzetta generara en los hechos, ante su promoción al máximo cargo.

Excéntrico, impulsivo, autoritario, "loco" asumido con "orgullo", "caprichoso" y políticamente "un elefante en un bazar", además de cultor de un estilo personalista extremo, de gestión centralizada y única, donde todas las decisiones debían pasar por él o no pasaban, más propio de los dirigentes de clubes de los '70, que de las exigencias de las instituciones modernas, Alberto Rubén Meyer desde su vuelta en junio de 2016 (ya había ejercido el cargo, en el pasado, entre 2004 y 2010, con la resolución de la "convocatoria de acreedores", en el medio), dilapidaría en demasiado poco tiempo y fiel a su necedad sin remedio, el "capital" público de haber sido el "presidente del campeonato" de 2017, más allá de haber continuado un proceso futbolístico serio y bien fundamentado, de parte de la gestión anterior, con el mérito personal de haber mantenido dicho plantel y cuerpo técnico, y sí, haber equilibrado las cuentas "heredadas" en "rojo".

Con una primera gestión regular, de un buen primer año y un segundo donde ya evidenciaría los errores de fondo y forma que determinarían su "debacle" posterior, su pésima gestión desde mayo de 2018 en adelante (y con mandato hasta abril de 2020) , ensimismado en su concepción de ser el "dueño de la lapicera" y por lo tanto, arrogándose la facultad de decidir a su antojo y en soledad, "ninguneando" permanentemente a propios y extraños, bajo la penosa consigna de "yo la pongo, yo decido, y sinó conseguila vos", Alberto Meyer supo "ganarse" un descrédito impensado para un presidente "campeón" en junio de 2017, sumado a malas decisiones con referentes históricos del club, como ocurriera con el malogrado retorno de Román Martínez, "capricho" exclusivo del hoy ex presidente, impagable desde todo punto de vista y que pese a la oposición de sus pares, insistiría con una contratación "rutilante" y esperada por muchos, que terminaría en un escándalo penoso, con el consecuente costo público para un jugador surgido e identificado con Morón y que hoy, lamentablemente, tendría problemas en volver a sentarse en la platea, como un hincha más, tal cual solía hacerlo hasta su frustrado regreso.

En definitiva, y desde la fecha, la historia institucional dirá que renunció el presidente en funciones, Alberto Rubén Meyer, por razones personales, pero detrás de la formalidad quedarán los verdaderos motivos de un "adiós" anunciado, de alguien que llegó para "reflotar" un club en crisis económica profunda y que, por la exacerbación de sus actitudes autoritarias, necias y de soberbia, terminó por alejarse en silencio, solo y por la puerta de "servicio".

Que sea el puntapié inicial para la búsqueda de un Deportivo Morón inclusivo, abierto, democrático y participativo, donde la institución vuelva a situarse por encima de cualquier nombre y apellido o "billetera gorda".


@elgallogustavo.



martes, 2 de abril de 2019

Al final, Pumpido no será DT de Morón... Un bochorno más y van?

Finalmente, Juan Pablo Pumpido no será el próximo director técnico del Deportivo Morón.

Anunciado oficialmente como tal, y con la "bienvenida" de rigor desde las redes sociales del club, el hijo de Nery y el primo de Facundo, había acordado "por teléfono", con el director deportivo del club, su arribo para esta tarde, procedente de su Santa Fe natal, junto a su ayudante de campo, Ariel Donnet y su preparador físico, Adrián Villarreal, a fin de asumir funciones como nuevo entrenador, desde las 16, en su primera práctica con el plantel, a puertas cerradas y dos horas después proceder a su presentación formal en sociedad ante los medios partidarios y nacionales.

Es más, en la noche del lunes, y tras el acuerdo "por teléfono" con los representantes de la institución, encargados de la negociación, Juan Pablo Pumpido salió en un par de medios locales, ya en rol de nuevo entrenador del Deportivo Morón y tenía comprometidas otras tantas entrevistas, para este miércoles, como ante los micrófonos de "Corazón de Gallo", de 12 a 13 por FM Pacífico 97.9, junto a Jorge Marinelli, Maxi Benozzi y quien suscribe.

Sin embargo, en las jornada, y tras un encuentro entre Juan Pablo Pumpido y sus asistentes, y el presidente de la institución, Alberto Meyer, acompañado del director deportivo del club, Angel Moretto, el "nuevo entrenador" del Gallo, por espacio de apenas unas horas y sin vínculo contractual de por medio, no quedó para nada convencido con ciertas actitudes y afirmaciones presidenciales, lo que determinaría que Pumpido y su equipo adujeran ausentarse "momentáneamente" para almorzar y en rigor de verdad, habiendo almorzado o no..., se subieran a su auto y emprendieran por Panamericana con destino de regreso a Santa Fe, sin responder a los insistentes llamados de presidente y director deportivo.

Puesto en duda, primero, el entrenamiento pautado para las 16, y luego cancelada su llegada, por lo menos durante la jornada de hoy, por los canales de comunicación oficiales, hace minutos se confirmaría que en definitiva, y pese a lo anunciado públicamente por ambas partes (dirigencia y Pumpido) en la noche del lunes, el mismo NO será el próximo entrenador del Gallo, descartándose definitivamente su llegada al Deportivo Morón.

Entre las razones extraoficiales que se esgrimen para justificar semejante bochorno (en verdad, uno más, de los tantos que han arrastrado a Morón hasta esta penosa situación deportiva, en especial en los últimos tiempos), al parecer, por una lado, la "broma" de Alberto Meyer respecto de andar "por la vida" armado, habría encendido las "señales de alerta" en un Juan Pablo Pumpido que no lo conoce y, por otro, la advertencia presidencial, según su entorno también en tono de "chiste" (?), sobre que el primer mes lo iba a cobrar sin problemas, pero del segundo en adelante, debería "tener un poco de paciencia"..., habrían cambiado el semblante de un cuerpo técnico que terminaría por buscar una excusa "elegante" para abandonar la reunión, emprender el camino de regreso y no atender nunca más los teléfonos.

En definitiva, y con los entrenadores de la Reserva, Alejandro "Chiche" Migliardi y Sebastián Sibelli, a cargo de la práctica vespertina de hoy (pautada precisamente para la tarde, a fin de darle tiempo a Pumpido y sus ayudantes para que pudieran llegar desde Santa Fe), y a escasos tres días del trascendental partido frente a Olimpo, en el Nuevo Francisco Urbano, de este viernes 5 de abril, a las 15:30, vital para el sueño de mantener la categoría, el Deportivo Morón vuelve a estar sin director técnico, sumando un "capítulo" vergonzoso más, a su "decálogo" de bochornos y desprolijidades inadmisibles de los últimos tiempos.

"Descendidos" desde hace rato desde lo dirigencial, sólo el amor de la gente desde afuera y la "verguenza deportiva" de los protagonistas desde adentro, serán capaces de operar el "milagro" futbolístico que nos permita quedarnos en la "B" Nacional, para luego sí, más tranquilos, modificar muchísimas cosas que nos han llevado a este punto de crisis deportiva, pero también de degradación institucional, que lastima profundamente y genera infinita pena.


@elgallogustavo.



Juan Pablo Pumpido, el nuevo DT

Tras el alejamiento de Alejandro Méndez y Walter Pico, acordado durante el mediodía del lunes, luego del entrenamiento, las dirigencia del Deportivo Morón habría de encarar una "carrera contra reloj" para elegir al sucesor en el cargo, para lo cual habrían de entablar conversaciones con varios entrenadores, tales los casos de Diego Cagna, Fernando Ortiz, la dupla conformada por Sergio Gómez y Favio Orsi, Pedro Troglio y Omar De Felippe, entre otros, surgiendo casi a última hora de la tarde-noche, el nombre y apellido que finalmente se convertirá en el nuevo director técnico del Gallo, a partir de este mismo martes, desde las 16, cuando encabece su primer entrenamiento con el plantel, de cara a la auténtica final frente a Olimpo, del viernes 5 de abril, a las 15:30, en el Nuevo Francisco Urbano: se trata de Juan Pablo Pumpido, hijo del recordado arquero de la selección y campeón del mundo en "México '86", Nery Alberto Pumpido y más cercano a nuestro día a día, primo de Facundo Pumpido, actual delantero del Gallito.

Nacido el 21 de diciembre de 1982 (36 años), en Santa Fe, Juan Pablo Pumpido tuvo un paso como futbolista, por las inferiores de Unión de Santa Fe, Platense y San Lorenzo, para luego abandonar prematuramente a los 20 años, a fin de dedicarse a la culminación de sus estudios secundarios y más tarde iniciar la carrera de periodismo deportivo.

A los 21 años comienza su carrera como técnico, entrenando a la reserva del Santa Fe Fútbol Club, haciéndose cargo del primer equipo, que militaba en el entonces Torneo Federal "C", dos años más tarde. Asimismo, tiempo después se convierte en ayudante táctico, primero de Roberto Trotta en Independiente Rivadavia de Mendoza y luego junto a su padre, en Unión de Santa Fe y Olimpia de Paraguay.

Luego, Juan Pablo Pumpido asume el compromiso de entrenar a la reserva del "Tatengue", y en noviembre de 2016 asume interinamente como técnico de la primera de Unión de Santa Fe, tras el alejamiento de Leonardo Madelón.

En su primer campeonato con Unión, en la temporada 2016/17, dirige 13 partidos, con cuatro triunfos, cuatro empates y cinco derrotas, además de 15 goles a favor y 17 en contra, obteniendo poco más del 41 por ciento de los puntos. Tras la renovación de su contrato, en la campaña 2017/18, Pumpido logra un 40,74 por ciento de los puntos en juego, al cabo de 27 encuentros, producto de ocho victorias, nueve empates y diez caídas, con 26 goles a favor y 32 en contra, cesando en sus funciones en abril de 2017, luego de una derrota frente a Vélez.

Más tarde, en julio de 2017 asume como entrenador de Patronato de Paraná, tras la renuncia de Rubén Forestello, con una efectividad del 40 por ciento en 33 cotejos, a partir de ocho victorias, diez igualdades y quince derrotas, con 27 tantos a favor y 41 en contra, hasta su alejamiento del cargo, en septiembre del año último.

Así las cosas, Juan Pablo Pumpido, 36 años, hijo del campeón del mundo, Nery Alberto y primo de Facundo, el punta del Gallo, es el nuevo director técnico del Deportivo Morón (junto a Ariel José Donnet, como su ayudante de campo y Adrián Villarreal, preparador físico), en la complicada tarea de salvar al Deportivo Morón de un descenso que "acecha" y agobia por igual.


@elgallogustavo.



lunes, 1 de abril de 2019

Se alejaron Méndez y Pico

La derrota del Gallo en Puerto Madryn, no sólo complicó aún más la delicada situación del Deportivo Morón, respecto del descenso, a falta de tres partidos para el final del torneo, sino que además significó el adiós definitivo de la dupla técnica conformada por Alejandro Julián Méndez y Walter Reinaldo Pico, quienes este lunes decidieron dar un paso al costado, que le permita a la dirigencia hallar otra alternativa, en procura de "enderezar" el rumbo de un equipo que hoy parece sin reacción, ante la inminencia de una posible pérdida de la categoría.

Los renunciantes, Méndez y Pico, asumieron el lunes 29 de octubre de 2018, en la octava fecha del actual torneo, tras el alejamiento de Walter Otta, en el empate en uno ante Defensores de Belgrano, en el Nuevo Francisco Urbano, con el gol de Matías Pardo, y tras un buen comienzo en los números, con dos triunfos y dos empates, además de una saludable y generosa propuesta futbolística, la derrota con Temperley (1-3, gol de Damián Akerman) en el Oeste, por la fecha 12, del pasado 2 de diciembre, implicaría el inicio de una "pendiente" que sólo encontraría en Quilmes, un "desahogo" en la victoria 1 a 0, con tanto de Matías Nizzo, del domingo 24 de febrero, por la 17° fecha, para luego "hilvanar" una serie de magros resultados, con dos empates y tres derrotas, incluyendo el 1-5 con Ferro en Caballito, obteniendo en definitiva poco más del 35 por ciento de los puntos, con tres victorias, seis igualdades y cinco caídas, además de trece goles a favor y dieciocho en contra.

Con la cercanía inquietante del "infierno tan temido" del descenso, impensado no sólo a principios de temporada, sino apenas una decenas de partidos atrás, la nueva derrota en Puerto Madryn implicaría un cambio de "timón" abrupto, a escasos tres partidos para el cierre de una temporada para el olvido, y que de no mediar una levantada anímica y futbolística del equipo, podría "tirar por la borda" en apenas dos campañas, lo mucho que nos costara ("sangre, sudor y lágrimas", literal) el retorno a la Primera "B" Nacional,  luego de 17 interminables años en una categoría indigna para la historia y la raigambre popular de nuestro querido Gallo.

Pero ocurre que estamos "enamorados" de un club cíclico, con cierto dejo autodestructivo, donde los egos, los "caprichos" y los personalismos extremos, que caracterizaran a las sucesivas dirigencias en los últimos 30 años, nos han alejado de cualquier sueño de crecimiento y calidad institucional, para sumirnos en la mediocridad del egoísmo absurdo y sin proyecto de conjunto, con el "telón de fondo" de un "internismo" eterno y feroz, donde los "personajes" han pasado a ser más importantes que el mismo club y lo único que se "mide" en la contienda diaria, es "quién la tiene más larga", sin importar "cargarse" al propio Morón en la imbécil y ordinaria disputa personal.

Y así estamos, a un paso de involucionar en tres partidos, nada menos que 27 años.

Gracias por todo, "Cabezón", de corazón..., lo mismo para Walter Pico.... No cualquiera era capaz de hacerse cargo del "fierro caliente" que dejara Otta, luego de su alejamiento intempestivo, en la fecha siete.

Y ojalá la antojadiza fortuna futbolística, acompañe rápidamente a su sucesor en el cargo, en semejante momento crítico y sin margen de error, con apenas tres partidos por delante, donde habrá de definirse a nivel deportivo e institucional, mucho más que un nuevo descenso a la "B" Metropolitana.

Nos toca sufrir..., una vez más. Esperemos que el final, por lo menos sea feliz.



@elgallogustavo.