Morón se trajo de Mendoza, más que un punto de visitante y buenas sensaciones por lo hecho en el último cuarto de hora de partido: se vino con una respuesta anímica ausente en las siete jornadas anteriores, que le permitiera empatar en el epílogo y en una ráfaga de dos minutos, un encuentro que parecía irremediablemente perdido, por el resultado (0-2) y porque hasta hoy, este equipo no había sido capaz de sobreponerse a una situación adversa, tanto es así que pudo y mereció ganarlo, en el quinto minuto agregado, de no mediar el absurdo off side sancionado a Gonzalo Salega (fundamental en la remontada, desde su ingreso en el complemento), despojo perpetrado entre el árbitro, Pablo Giménez y uno de sus asistentes.
Tras un primer tiempo flojo de ambos, con mayores y mejores intenciones de Gimnasia de Mendoza, que contó con la posibilidad de abrir el marcador, con un penal en el palo, ejecutado por Maximiliano Padilla, promediando la primera etapa, por una mano de Agustín Gómez, no observada por el árbitro, pero sí por el juez asistente que más tarde sancionaría la posición adelantada inaudita de Salega, este Morón de Fabián Nardozza poco y nada había mostrado en esos 45' iniciales, con apenas un par de remates desde afuera, de Brian Orosco, Santiago Coronel y Leo Ramos, más aproximaciones que situaciones concretas de gol, para un Gallo que volvió a mostrarse carente de fútbol asociado y con demasiadas imprecisiones e inconvenientes repetidos en defensa, en especial, por los laterales.
Sin embargo, del lado local tampoco aportarían demasiado para evitar el "bostezo", más allá del penal malgrado y alguna otra situación, en los pies de Matías Nouet (de buen partido), un activo y siempre peligroso Bruno Nasta y del conocido Fernando Bersano, con "caño" a Damián Adín y un remate posterior cruzado y desviado, como nos tenía acostumbrados en el Oeste, más un cabezazo al "techo" del arco de Santiago López.
Pero en el entretiempo, el ingreso de Nahuel Menéndez, en el "Pituco", en lugar del lateral diestro, Facundo Nadalín, resultaría fundamental para cambiar el futuro inmediato del partido, ya que en apenas unos minutos, el "Lobo" mendocino avisaría con una remate del "10", Daniel Molina, apenas desviado, desde dentro del área y sin marcas, hasta que a los 7' del complemento, el referido Menéndez metiera un pase en "cortada" exquisito, a espaldas de Henry y Agustín Gómez, para que el "8" Santiago López ingresara sólo por la banda derecha y ante la salida de Ayala, la cruzara al segundo palo del arquero del Gallo, en otra floja respuesta del "1" visitante (que parece responder bien de "arriba", pero con algunos problemas a ras de piso).
En los minutos subsiguientes, a Morón le costaría recuperar la "vertical", jugándose en procura del empate, con los ingresos de Diego Sosa por Pablo Ferreira, Ezequiel Rescaldani en lugar de Franco García y minutos más tarde, el punto de inflexión de la remontada visitante, con Gonzalo Salega en reemplazo de Nicolás Henry, un "Pony" fundamental para desbordar y "lastimar" por el carril izquierdo.
Aunque Morón habría de recibir otro "cachetazo", a los '33 del segundo tiempo, cuando de una cesión de Adín a Ayala, con la presión de la ofensiva local demasiado próxima, el arquero de Morón intentara sacar largo con el pie, pero su remate rebotara en el "9" del "Lobo" mendocino, Bruno Nasta, que primero quedara de cara al gol, hasta que Josué Ayala pudiese recuperarse para bloquear el remate con su humanidad y, en una situación casi de artes marciales mixtas, más que de fútbol, con ambos (Ayala y Nasta) "enroscados" en una lucha cuerpo a cuerpo, al borde del área (y del penal), el delantero centro local lograra empujar la pelota al gol, con un remate débil, superando no sólo el "blooper" del arquero, sino la respuesta tardía y lenta del resto de sus compañeros de la última línea.
Con el partido 2 a 0 en favor de Gimnasia de Mendoza, sin hacer demasiado, pero justificándolo hasta allí, el partido parecía encaminarse irremediablemente a otra derrota del Gallo, que encima se exponía a otras contras que pudiesen aumentar aún más el resultado (para un local que había convertido apenas tres goles en siete fechas, al igual que Morón), hasta que a los 38' del complemento, de una apertura de primera, de Ramos, para el desborde y centro "tres dedos" desde la izquierda, de Salega, Brian Olivera (que antes del segundo tanto local, había evitado la más clara visitante, en los pies de Rescaldani), rechazó de manera imperfecta la pelota, para que ingresando por detrás, Leonardo Ramos se sacara la "mufa", para el descuento del Gallito.
Y en una ráfaga, apenas dos minutos más tarde, un tiro libre de Santiago Coronel en "tres cuartos", de un Morón retemplado en su ánimo y decisión, Agustín Gómez que la impulsa al centro del área, para que del lado opuesto, otra vez Leo Ramos, de cabeza le cambie el palo a Olivera, para un sorpresivo 2 a 2 de la visita, a los 40' de la etapa final, cuando todo parecía perdido.
Y hasta tuvo la chance de ganarlo, en el quinto minuto agregado, a partir de un habilitación fenomenal de Brian Orosco (de buen rendimiento) para Gonzalo Salega, que ingresando de izquierda al centro, con un "recorte" hacia adentro se sacaría de encima a su marca y ante la salida del arquero, la mandara al fondo del arco entre sus piernas... Golazo y "triunfazo" en el descuento... No, porque al árbitro, Pablo Giménez y a su asistente (el mismo que, en el primer tiempo, le marcara la mano del penal malogrado por el local) se les ocurrió sancionar una posición adelantada insólita, para anular el tanto legítimo y del triunfo agónico de Morón, cuando claramente Salega partió desde atrás, no menos de un par de metros.
Con el "pitazo" de Giménez y un final "caliente" por la jugada del gol anulado, Morón se llevó un punto importante para el Oeste, fundamentalmente porque en un cuarto de hora del complemento, pese a su pobre nivel del primer tiempo, sus escasas ideas y los "horrores" con los que convive su defensa en cada partido, esta vez pudo revertir un resultado que parecía sentenciado, a partir de un cambio de actitud ausente hasta esta tarde, en Mendoza.
En definitiva, con mejores sensaciones finales y mucho por mejorar, este Morón de Fabián Nardozza se dio cuenta que "puede". Y ese "puede" significar un verdadero comienzo.
"Punto"... de partida?. Ojalá.
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.