domingo, 22 de septiembre de 2019

Sin "golpe" de KO

Y el Deportivo Morón volvió a dejar dos puntos en el camino, nuevamente de local, al igual que ocurriera hace un par de jornadas, frente a Belgrano de Córdoba, por no capitalizar integralmente sus "momentos" en el trámite, permitiendo la recuperación de su rival, en esta oportunidad, un limitado San Martín de San Juan, primero en el desarrollo y más tarde en el resultado.

En efecto, sin jugar un buen partido, ni muchos menos (de hecho, salvo el lapso posterior al "blooper" que le diera la diferencia parcial, en el primer tiempo, frente al "Santo" sanjuanino debió tratarse de la versión más floja colectiva, en el balance de los '90), el equipo de "Cacho" Sialle se encontraría otra vez en ventaja, y en lugar de decidirse a definir el pleito, en los instantes posteriores a la apertura del marcador, le costaría animarse a asumir el rol de "verdugo" y "liquidar" a su contendiente, y para colmo, en las contras con que contó y pudo hacerlo, le faltaría contundencia para "enterrar" a su rival, bajo una diferencia de dos o tres goles, durante ese segmento de preeminencia y dominio emocional, más que futbolístico.

Luego de un inicio donde la visita intentaría "copar" la mitad del campo, y manejar los "hilos" del partido, a partir de la experiencia de Marcos Gelabert, un Morón con desencuentros en la zona media, por la presencia de un Lucas Pérez Godoy que llegaría "entre algodones", por una contractura gemelar, en la semana, y la presentación de Cristian Lillo, en reemplazo de la ausencia obligada de Matías Nizzo (por su insólita expulsión casi en el final, en Caseros), quien pese a su corazón y al despliegue generoso de siempre, no lograría ensamblar de la mejor manera, "pagando" caro "tributo" a su falta de continuidad, los muchachos de "Cacho" emparejarían las acciones y comenzarían a "desnudar" los flaquezas defensivas de una última línea sanjuanina que, pese a la altura de sus centrales, asomaban como una invitación a tirarles centros, tanto de pelota parada como en movimiento.

Y de hecho, tras alguna aproximación de Esteban Ciaccheri, de buen partido, participativo y con las mejores opciones, aunque por desgracia, sin "tiza" en la "puntada" final, al igual que sus compañeros de ataque, sobre los '14 del primer tiempo, de un tiro de esquina desde la derecha, ejecutado por Nicolás Ramírez, Valentín Perales (nuevamente de gran partido, sólido en defensa y animándose a mostrar su categoría para salir jugando con criterio, erigiéndose en el mejor de la cancha), en el intento por rechazar, Facundo Monteseirín, el primer marcador central visitante, no haría otra cosa que vencer su propio arco, para el "delirio" de un Nuevo Francisco Urbano que se ilusionaba con volver a sumar de a tres, tal vez con un "guiño" cómplice del destino.

Si hasta ese momento, lo de San Martín de San Juan había sido flojo, con el "blooper" y la ventaja parcial impensada del Gallo, los dirigidos por Alfredo Grelak comenzaron a "hacer agua" en todos los sectores, ofreciéndole a Morón la posibilidad de liquidarlo rápidamente, incluso antes del final del primer tiempo, lapso durante el cual la defensa visitante profundizaría sus dudas y errores, "permisos" que los puntas de Sialle no capitalizarían para marcar una diferencia más tranquilizadora.

Un remate de Ciaccheri apenas desviado, en una buena corrida de contra, y un cabezazo del propio "9" del Gallo, que Ardente apenas despejaría sobre la base de su poste derecho, le impedirían a Morón "remachar" el "cajón" de un San Martín de San Juan que deambulaba por la cancha, sin ideas ni presencia anímica.

Con el correr de los minutos y la falta de contundencia del local, en su mejor momento del partido, a partir de un Ramírez mejorado, respecto del cotejo en Caseros, y dos extremos como Fabricio Alvarenga y Mauricio Alonso, más "picantes" y desequilibrantes que en la derrota ante Estudiantes, progresivamente, los de "Cacho" se irían "recostando" cada vez más cerca de su arco, sin pasar sobresaltos significativos, pero permitiendo que la visita gane en confianza con la pelota y "reviviera" en el desarrollo de un partido que tras la ventaja, Morón justificaría en el parcial del primer tiempo.

En el inicio del complemento, y ante el primer centro cruzado desde la derecha de la defensa del Deportivo Morón, en un partido con escasas virtudes para resaltar, San Martín de San Juan encontraría el empate de una manera tan impensada como azarosa, del mismo modo en que Morón había sacado su ventaja en la primera mitad: en efecto, una salida errática de Julio Salvá, a cortar un centro al "corazón" del área local, terminaría con un choque involuntario del "1" con un compañero, y la pelota "mansa" y solitaria en los pies de Humberto Osorio, que pese a la sorpresa, no perdonaría para el empate en uno en el Oeste, a los '3 del segundo tiempo.

Y allí el trámite del partido se "rompería" definitivamente, pero esta vez, con dominio territorial y anímico de la visita, "resucitado" por los problemas de un Morón que ingresaría en un estado de "confusión" colectiva, del que tardaría largos minutos en salir, lapso durante el cual la visita intentaría llevarse "puesto" al Gallo y por momentos lo lograría, como en aquél remate potente, rasante y esquinado que Julio Salvá...ría sobre su poste zurdo, reivindicándose del yerro en el empate visitante, quizá por apresuramiento, o tal vez por imperio de un sol primaveral bajo, que "asomaba" por encima de la "Ferrante" y pudo haber complicado el movimiento.

Entre los '20 y los '30 del complemento, "Cacho" Sialle intentaría "renovar" las ambiciones de Morón en ofensiva, y del escaso fútbol disponible para lograrlo, con Ramirez en cancha, pero visiblemente extenuado, propio del enorme desgaste que prodigaría en cada intento ofensivo, y de un Pérez Godoy siempre determinante, pero sin el "respaldo" físico de otros partidos, con los ingresos de Damián Akerman por Ciaccheri (que corre y mucho, de manera solidaria, pero a veces demasiado lejos del área) y de Ezequiel D'Angelo en lugar de Alvarenga, propiciando que el balón volviese a ser "propiedad" del Gallo, y las oportunidades de gol también, como aquella doble opción de Emiliano Mayola, primero con la cabeza y más tarde con su botín, cuyo remate en posición de "9", habría de impactar en el vértice entre el palo derecho y el travesaño de un Luis Ardente, que además, por poco no se anota con otro "autogol", en una tarde de muchos errores y pocos aciertos, de ambos lados.

Con Agustín Lavezzi en reemplazo de Mauricio Alonso, de buen partido, en especial en el primer tiempo, no quedaría demasiado tiempo para más, y el pitazo final de Gastón Suárez, de regular desempeño, para no "desentonar" con un flojo partido, el Deportivo Morón volvería a demostrar que es un buen "anfitrión", "obsequioso" con sus ocasionales visitantes, puesto que dejaría otros dos puntos en el camino, por no capitalizar sus momentos y opciones, pero en definitiva, por no decidirse a "liquidar" los partidos y permitir la recuperación de rivales "groggys, aturdidos y a tiro de "knock out".

Ahora, a pensar en Agropecuario, en Carlos Casares, el próximo martes 1° de octubre, a las 19:30, procurando afinar "terminaciones" ofensivas y la actitud del "noqueador", indispensable para "liquidar" los "pleitos", sin más "gentilezas" de por medio.


@elgallogustavo.



sábado, 14 de septiembre de 2019

A no "Pincharse"

Suele decirse que en partidos de trámite cerrado, los pequeños detalles establecen las sutiles diferencias, entre vencedores y vencidos.

Y en la noche de Caseros, en el cotejo de la quinta fecha entre Estudiantes de Buenos Aires y el Deportivo Morón, el "Pincha" se quedaría con los tres puntos, para estirar su invicto y liderazgo con puntaje perfecto (quince unidades en cinco presentaciones), por un mismo "protagonista", responsable del escaso fútbol en los '90, así como del golazo "de otro partido", que terminaría por dirimir la contienda en favor del único puntero de la Zona 1.

En efecto, Francisco González Metilli, el "diez" local, resultaría el principal responsable de inclinar la balanza, de un trámite parejo y poco atractivo, en favor de Estudiantes de Buenos Aires, gracias al fútbol que aportaría para el local, desde su botín zurdo y del "zapatazo" goleador, que le daría la mínima diferencia al "Pincha", a los '18 del segundo tiempo, con un remate imposible de controlar para Julio Salvá, con alguna "connivencia" de los centrales visitantes, que permitirían el remate franco, desde afuera del área, del jugador más determinante del partido.

Del otro lado, Morón volvería a carecer de generación de fútbol, por el bajo nivel de Nicolás Ramírez, tal vez demasiado al límite de su nivel físico, en las últimas dos fechas, y las imprecisiones de Mauricio Alonso y Fabricio Alvarenga, en un equipo de "Cacho" Sialle que necesita imperiosamente de un buen nivel de sus volantes externos, para abastecer o bien acompañar a su única referencia de punta, nuevamente Esteban Ciaccheri, para generar desequilibrio en el arco de enfrente.

En ese contexto, una vez más, Lucas Pérez Godoy se erigiría en la figura destacada de un Morón "largo" entre líneas y con escaso manejo del balón, contrariamente a las premisas fundamentales de un equipo que procura acortar distancias y abreviar transiciones entre defensa y ataque.

Pese a ello, hasta el desnivel de Estudiantes de Buenos Aires, Morón controlaría a su rival, y hasta por momentos le quitaría la pelota, pero una vez con el balón cerca de la "suela", en especial de Pérez Godoy, los volantes por afuera carecerían de la claridad necesaria para generar desequilibrios por la puntas, tal vez demasiado preocupados en el retroceso defensivo, más que en sorprender por ambas bandas ofensivas.

En ese contexto, ni Estudiantes de Buenos Aires, ni el Deportivo Morón ofrecerían el partido "prometido" en la previa, en una "Ciudad de Caseros" que parecía más un tablero de ajedrez, que un campo de juego de fútbol.

Con apenas una notable atajada de Julio Salvá, ante el cabezazo de Lautaro Montoya, el lateral volante zurdo local, y una aproximación similar, aunque con menos riesgo real, a cargo de Esteban Ciaccheri, tras una gran acción individual de Pérez Godoy, claramente el mejor de la visita, tanto en la contención como en la faz ofensiva, decididamente incontrolable para los volantes y defensores locales, la primera etapa se extinguiría con un cero a cero acorde a las pocas "luces" de unos y otros, aunque con mayor protagonismo del local, sin profundidad, pese a su interesante zona de medios y el aporte permanente de sus laterales.

En el complemento, Morón "amaneció" con la intención de imponer condiciones, al igual que sucediera en los primeros minutos de partido, generando un par de opciones interesantes, una de ellas en los pies de Ciaccheri, que habría de "pasarse" ante el desborde y centro preciso de Pérez Godoy, revelando quizá, el desgaste que genera en el único delantero del Gallo, el retroceso defensivo permanente para colaborar con sus volantes, que como contrapartida no deseada, tal vez lo prive de espacio y claridad para desenvolverse en el ámbito donde el equipo más lo necesita: el área rival.

Y sería en ese momento del segundo tiempo, cuando Morón aparentaba mostrarse más ambicioso, a partir del gran partido de Lucas Pérez Godoy, bien secundado por Matías Nizzo y en ese complemento, también por Mauricio Alonso, que en una acción que parecía controlada, Francisco González Metilli, el más desequilibrante del local, se generaría el espacio para sacar un zurdazo inatajable, desde afuera del área, y establecer con un golazo de "otro partido", la diferencia en el marcador que Estudiantes no había podido establecer en el juego, más allá de sus buenas intenciones.

Con los ingresos de Damián Akerman y Kevin Gissi, en lugar de Ciaccheri y Ramírez (previamente, Francisco Oliver había reemplazado a Nicolás Martinez, en el entretiempo), Morón se adelantó en el campo y "desnudó" las vulnerabilidades defensivas del único líder con puntaje perfecto, tanto es así que a poco estaría de conseguir el empate, a falta de diez para el final, cuando de un pase imperfecto de Kevin Gissi, Damián Akerman y toda su sabiduría de delantero, "inventarían" el espacio para quedar "cara a cara" con el arquero, pero la buena "lectura" de Facundo Altamirano le impediría el "grito" de gol sobre el palo izquierdo, al "eterno" Damián, y en el rebote, desde inmejorable posición, Mauricio Alonso se perdería el empate, ingresando solo por derecha, en una acción similar a aquella jugada desperdiciada en el debut, frente a Chicago en Mataderos.

De allí y hasta el final, habría lugar para el "show" personal de Lucas Comesaña, de paupérrimo arbitraje, que no conforme con amonestar sólo a los "vestidos" de "blanco y rojo", terminaría su deplorable faena expulsando en el descuento a Nizzo, por razones que sólo él debe conocer, pero imposible de "adivinar" desde fuera de su lamentable criterio y labor.

Con la derrota consumada y la pérdida del invicto, el Gallo deberá pensar en la recuperación, cuando reciba en el Oeste a San Martín de San Juan, el próximo domingo 22 del corriente, desde las 15:30, por la sexta fecha de la Zona 1 de la Primera Nacional.

Mientras tanto, deberá revisar esos "pequeños detalles", que en un torneo tan parejo, marcan la diferencia entre sumar o volverse con las "manos vacías".

Como dijéramos, post empate con Belgrano... A no "Pincharse".



@elgallogustavo.


sábado, 7 de septiembre de 2019

Morón se "durmió" y el "Pirata" le "arrebató" un empate

En la noche del viernes, el Deportivo Morón recibió a Belgrano de Córdoba, en el Nuevo Francisco Urbano, por primera vez desde su inauguración en 2013, con presencia de público visitante, en un partido de tono discreto, parejo y disputado, que arrojaría una justa igualdad uno a uno, en el balance global de los '90, pero que en el caso de los dirigidos por "Cacho" Sialle, dejaría un "regusto" amargo, dado el empate "Pirata", a nueve minutos del final, y en especial, cuando el local parecía haber "sellado" las vías al gol de la visita, hasta que una desatención defensiva lo privaran de un triunfo que intuía en el "bolsillo".

En efecto, en una actuación individual y colectiva, a mitad de camino entre el opaco primer tiempo en Mar del Plata y la brillantez y contundencia del complemento, frente al propio Alvarado, el pasado jueves en el "José María Minella", el Gallo redondearía una interesante primera etapa, donde luego de un breve intento de predominio de la visita, en los minutos iniciales, comenzaría a ganar la "batalla de los medios", con una destacada actuación de Lucas Pérez Godoy, de lo mejor desde su arribo a Morón, bien secundado por Matías Nizzo, con el "overol y el cuchillo entre los dientes", para imponerse a una zona de volantes "Pirata", con Hernán Bernardello para la contención y Nahuel Luján en funciones de creación, ambos tan bien contenidos, que pasarían directamente inadvertidos en aquellos primeros '45.

Unos metros más adelante, la vuelta de Nicolás Ramírez dotaría al Gallito de la cuota de fútbol que, en ocasiones, tanto le cuesta, jugando un muy buen partido, mientras el físico se lo permitiera (había llegado con lo justo, tras su lesión ante Brown de Puerto Madryn y su ausencia en Mar del Plata), bien acompañado por un Mauricio Alonso vertical y desequilibrante, conformando entre ambos de las mejores sociedades con que el hincha de Morón puede ilusionarse en este campeonato.

Habiendo ya advertido de su peligrosidad a los '10 del primer tiempo, con una notable jugada individual, de "pie a pie", para desembarazarse de su marca y quedar casi "mano a mano" con César Rigamonti, aunque desde ángulo sesgado, lo que complicaría su remate al arco, sobre los '30 de la etapa de inicio, un lateral de Nicolás Martinez con destino a Mauricio Alonso, regresaría a la posición del lateral zurdo del Gallo, que cediéndola de frente a su "tocayo" Ramírez, éste ensayaría un taco "exquisito" para habilitar en profundidad nuevamente a Alonso, todo por la banda izquierda, de cuyo centro preciso al "corazón" del área, por detrás de la línea de los defensores, emergería la figura ahora "platinada" de Lucas Pérez Godoy, para empalmar el balón con clase, apenas abriendo la cara interna de su botín zurdo e impulsarla en dirección al palo zurdo de Rigamonti. Golazo, en lo conceptual y por la gran jugada colectiva previa, para poner a Morón en ventaja.

Un par de minutos antes, sobre los '23, un Belgrano errático y falto de ideas, aunque con la peligrosidad latente de sus nombres propios, había tenido una chance muy clara, a partir de un tiro libre ejecutado por Ricardo "Tito" Noir, desde la derecha, que rechazado en primera instancia, volvería impulsado al segundo palo del arco de Julio Salvá, autor de una gran atajada, a puro reflejo con su puño derecho, luego del cabezazo con destino de red de Pablo Vegetti, en la primera de las dos ocasiones en todo el partido, en que lograría imponerse a la marca del capitán, Emiliano Mayola (en la siguiente oportunidad, ya en el complemento, el desenlace resultaría diferente, para "desgracia" de la última línea del Gallo). 

Por si fuera poco, en la única jugada de riesgo de la visita, en toda la etapa, el rechazo de Salvá le caería nuevamente a un hombre de "Celeste", cuyo remate a un par de metros del arco resultaría salvado providencialmente por Nizzo, yendo al piso, y en la tercera chance visitante, dentro de la misma secuencia, el último rebote le quedaría a Ignacio Vázquez, el zaguero en posición de ataque, que elevaría su intento por encima del travesaño.

A partir de la ventaja de Morón, el equipo de "Cacho" Sialle profundizaría las dudas y las inseguridades de la visita, sintiéndose cada minuto más cómodo con el desarrollo del partido y, en definitiva, justificando la diferencia parcial, hasta que Bruno Bocca señalara el camino de los duchas.

En el complemento, la obligación de Belgrano por acceder al empate, lo adelantaría algunos metros en el campo local, dominando las acciones con sus medios, pero sin la claridad suficiente para abastecer a sus peligrosos delanteros. Al mismo tiempo, parado de contragolpe, Morón aguardaría "agazapado" la posibilidad de una contra para "liquidar" el pleito.

Sin embargo, y pese a que el Gallo no sufriría el partido en defensa, más allá de las pelotas paradas, por la altura de varios de los dirigidos por Alfredo Berti, el exceso de individualismo de Fabricio Alvarenga, desequilibrante por derecha, pero demasiado apegado a "hacer una demás", en lugar de enviar el centro o jugar de primera, neutralizaría un par de buenas corridas en ataque, con ventaja numérica, facilitando la tarea defensiva de los visitantes.

Ya sin Nicolás Ramírez en el campo, al límite de sus posibilidades física, y con Kevin Gissi en su reemplazo, el Deportivo Morón vería resentirse la cuota de fútbol que aportara el "10" del Gallo, resignando tenencia del balón, pese al notable sacrificio de Pérez Godoy, Nizzo, Alonso y hasta Ciaccheri, de buena y silenciosa labor, colaborando permanentemente con sus medios en la recuperación.

Ingresando al último cuarto de hora, Morón intentaría mantener el orden táctico, para frenar la "embestida" sin ideas de un Belgrano repetitivo y carente de funcionamiento, pero como dijéramos, peligroso por la categoría de sus individualidades, a las que habría de sumarse Gastón Gonzalez, el ex Morón, de lo más criterioso del visitante, desde su ingreso.

Si hasta incluso, el equipo de Sialle contaría con una chance clarísima para quedarse definitivamente con los tres puntos, cuando una habilitación profunda de Pérez Godoy, entre los centrales, dejaría "cara a cara" a Kevin Gissi con Rigamonti, pero el toque de derecha del punta del Gallito impactaría en pecho del "uno" de Belgrano, cuando las "gargantas" en el Oeste se aprestaban a "llenarse de gol", por segunda vez en la noche.

Y como suele afirmarse, que "gol que se pierde en el arco contrario, se sufre luego en el propio", a los '36 del segundo tiempo, tras una infracción en tres cuartos, Gastón González se apuraría en habilitar a Nahuel Luján, de mucho mejor complemento, a partir de su "mudanza" del medio a la izquierda, aprovechando el "quedo" de los volantes en retroceso y los defensores, desatención que resultaría muy costosa para el local, tras el centro por detrás de los zagueros y el cabezazo certero de Pablo Vegetti, que esta vez no perdonaría, como en aquella ocasión del primer tiempo. Lejos del alcance de Salvá, en la segunda que pudo ganarle a Mayola, Vegetti "facturaba" para el "Pirata", en una jugada con más "permisos" locales que virtudes visitantes.

Casi en tiempo cumplido, con cuatro minutos adicionales por delante, Sialle haría ingresar a Damián Akerman por Fabricio Alvarenga, sin tiempo real para intentar volver a sacar alguna diferencia.

El pitazo final de Bruno Bocca, de regular desempeño, aunque en esta ocasión, sin grandes polémicas que atribuirle, "premiaría" a los "Celestes" con un empate que parecía complicado, por su carencia de ideas y funcionamiento, hasta los '30 del segundo tiempo, y dejaría a Morón con el "sabor" amargo, de un partido que parecía encaminado al triunfo, con escasos ratos de fútbol (en especial, mientras estuviera Ramírez en cancha) y mucho de sacrificio, pero una desatención lo "castigaría" con dos puntos menos en el "bolso".

Ahora será tiempo de visitar Caseros, para enfrentar al sorprendente Estudiantes de Buenos Aires, líder zonal con puntaje perfecto, el próximo viernes 13 del corriente, desde las 21:05.

En "una de Piratas", Morón se "durmió" y Belgrano le arrebató parte del "botín", que cimentara con esfuerzo y sacrificio durante 80 minutos.

A no "Pincharse".



@elgallogustavo.



martes, 3 de septiembre de 2019

Morón recibe a Belgrano con público "Pirata"

Para el cotejo del próximo viernes 6 del corriente, a las 21:05, entre el Deportivo Morón y Belgrano de Córdoba, correspondiente a la cuarta fecha del Torneo de Primera Nacional, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe) autorizó la asistencia de público visitante en el Nuevo Francisco Urbano.
De esta manera, el Gallo contará con parcialidad visitante, por primera vez desde la inauguración de su nuevo estadio, en 2013, público "Pirata" que contará con 4 mil localidades, de las cuales 2 mil se venderán anticipadas en Barrio Alberdi, Córdoba y el resto en el Nuevo Francisco Urbano, el mismo viernes 6 de septiembre.
Es de destacar que la parcialidad de Belgrano ocupará la cabecera visitante, "José Luis Capurro", para lo cual, en el curso de la semana, se determinará por qué calles accederá el público cordobés a la misma.


@elgallogustavo.