lunes, 16 de octubre de 2023

Game over

Y Morón se quedó sin Reducido.

De la peor manera, de local, ante su público que colmó una vez más el Nuevo Francisco Urbano, frente al anteúltimo del torneo, que se jugaba el descenso y con el que perdió también en la primera rueda, cuando le alcanzaba con sumar un punto y lo estaba haciendo, pese a lo mal que jugara en todo el partido, hasta que en la última pelota de la tarde, la visita se llevara un triunfo "heroico" y a Morón afuera de todo.

Y es que este Morón, que cosechó apenas cuatro puntos de los últimos dieciocho y que no pudo ganar desde el 3 a 2 ante Defensores de Belgrano, en el mismo escenario de la desilusión enorme de esta tarde, se fue paulatinamente "desinflando", justo en el "sprint final", esto es, la etapa más crítica y definitoria del campeonato, mermando no sólo el rendimiento individual y colectivo, sino ingresando en una zona de descontrol emocional, precisamente cuando mayor nivel de aplomo y templanza debió haber mostrado, tanto es así que terminaría como el equipo con mayor cantidad de expulsados, dejando en evidencia la indisciplina que lo condicionara en las fechas decisivas, por ausencias evitables y en algunos casos hasta repetidas.

En este sentido, toma especial relevancia un hecho que en su momento, pasara prácticamente inadvertido, al influjo de los buenos resultados y el mejor andar de conjunto, desde la llegada de Fabián Nardozza.

Nos referimos al alejamiento del psicólogo del plantel, Carlos Lionti, quien había hecho un gran trabajo y tuvo un papel preponderante en algunos momentos críticos, en campañas anteriores, con Lucas Bovaglio y luego con la "dupla", Alejandro "Chiche" Migliardi y Joaquín Iturrería.,

En contraposición, la escasa importancia que le otorgara el actual cuerpo técnico, al trabajo del psicólogo del plantel, habría de impulsar (lógicamente) a Lionti, a buscar nuevos rumbos, donde fuese valorado en su labor, acompañiento profesional que hubiese resultado de significativa importancia, en este tramo final del torneo, en el que los jugadores parecieron perder la línea, desde lo emocional, para verse superados por las ansiedades de disputar, primero, nada menos que alcanzar la final por el primer ascenso y luego, asegurar la clasificación al Reducido, conviviendo en el medio, con las obligaciones y las pulsaciones de cada partido definitorio, sumadas a la intervención del factor arbitral, ya convertido en una auténtica vergüenza para nuestro fútbol, en especial del ascenso, donde no existe el VAR.

Como sea y por las razones que fuesen, hoy Morón se quedó con las "manos vacías" por demérito propio, ya que defeccionó en los partidos que debió aparecer, por juego o temperamento, como frente a San Telmo, donde fue superado por su necesitado rival, en la mayor parte del encuentro y jamás supo suplir su reiterada falta de ideas, por la tranquilidad de saberse "adentro" con apenas un punto, para trasladarme la presión y la mayor responsabilidad a su rival. Todo lo contrario, el que volvió a jugar apurado y nervioso fue el Gallo, aún luego de conseguir el empate "salvador", a falta de poco más de diez minutos para el final del partido.

Un equipo sin ideas y sin los referentes dentro de la cancha que supieran manejar los tiempos del encuentro, cuando tenía todo para ganar, a base de empuje y aprovechando el bajón anímico de un rival, que sabía que estaba descendiendo, para incluso aspirar a terminar en el cuarto lugar de la zona (para jugar de local y con ventaja deportiva), pero de nuevo y como en todo el torneo, pagó caro por última vez, otra desatención defensiva, en el tercer minuto agregado: de un tiro de esquina desde la deecha, una pelota que cae en medio de una "marea" de camisetas, propias y ajenas, pero el que alcanza a desviarla es Héctor González, el primer central de San Telmo, para empujarla al gol "salvador", ante un Morón sin reacción, como en el transcurso de los 90 y pico de juego.

En simultáneo, Flandria que ganaba uno a cero su "final", en Jauregui, frente a San Martín de San Juan, también en el descuento y con las malas noticias procedentes de Morón, tal vez se resignó y permitió que la visita alcanzara un agónico empate, que no modificaba su destino de descenso directo, pero sí el del Gallo, que con ese tanto sanjuanino se quedaba afuera del Reducido.

En realidad, Morón se fue quedado afuera del Reducido mucho antes, en cada uno de los últimos seis partidos en los que le costara muchísimo sumar y pese a no hacerlo de a tres, a fuerza de empates (méritos al margen), el plafón de puntos que traía le permitía mantenerse sostenido en los puestos de clasificación, pero incapaz de confirmarlo con una victoria que además apuntalara las ilusiones de ascenso.

Morón se quedó sin Reducido. Y de la peor manera.

En la fecha de cierre, de local, con el aliento de su gente, frente al anteúltimo del torneo y la última "bola" de la tarde en el Oeste.

Un equipo difícil de catalogar, que en un torneo tan extenuante de 38 jornadas, comenzó preocupando con el descenso o la promoción, con los que "coqueteara" durante casi un tercio de campeonato y que con la llegada de Fabián Nardozza en la dirección técnica, se retemplara en el ánimo y en el juego, tanto para ilusionarnos con la final por el primer ascenso y más tarde, con la clasificación al Reducido.

En definitiva, dicha clasificación al Reducido, parecía tan increíble en aquellas primeras fechas en el fondo de la tabla, como este final de campeonato con las "manos vacías", cuando hace seis jornadas, durante 45 minutos del polémico partido en Río Cuarto, Morón quedaba con el triunfo parcial, como único líder de su zona.

Se podía quedar afuera?, claro que sí, esto es fútbol y el rival también juega, máxime cuando está peleando la permanencia.

Pero lo que duele es la forma.

Game over (también de "Copa Argentina" 2024).


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


domingo, 8 de octubre de 2023

Punto a punto

Morón pudo ganarle a Temperley y asegurar su clasificación al Reducido, máxime a partir de ponerse en ventaja a los 17 del primer tiempo, por intermedio de un penal a favor (una auténtica "rareza" en las últimas temporadas), convertido por Brian Orosco, no sin suspenso, luego que el arquero le adivinara el palo y alcanzara a desviar el balón, aunque no tanto para evitar la apertura del marcador, luego de un desborde por izquierda de Franco García y la mano ilícita del defensor "Celeste", un uruguayo que minutos más tarde tendría la ocasión de aumentar la cuenta, de contra, con un mano a mano imperfecto en la definición y bien resuelto por Jerónimo Pourtau, el "1" local.

Morón pudo perder con Temperley, en especial en los primeros 20' del complemento y luego del empate local, cuando el "Gasolero" apretó al Gallo contra su arco y bien pudo aprovechar el envión anímico del gol, producto de una buena jugada colectiva, el desborde y centro "envenenado" desde la izquierda, primero al palo y en el rebote, el remate inapelable de derecha, alto y bien lejos de Bruno Galván, del volante central local, Gabriel Altamirano, a los 9' del complemento.

Y es que Morón no pudo ganar para asegurar su ingreso al Reducido, con el triunfo en Turdera, pero el 1 a 1 lo deja en la puerta de la clasificación, para lo cual necesitará sumar al menor una unidad, cuando reciba en el Oeste a un necesitado San Telmo, pero por motivos bien diferentes, puesto que el "Candombero" no depende de sí mismo para evitar el descenso directo y pensar en mantener la categoría en el repechaje, con el anteúltimo de la otra zona.

Y es que Morón tuvo situaciones para inclinar la "balanza" a su favor, luego del empate de Temperley, con una acción muy clara de Orosco, que ingresando por el medio, en un slalom dentro del área para evitar marcajes locales, prefirió definir con zurda (su pierna hábil), en lugar de rematar con derecha, propiciando una acción destacada y determinante del referido Pourtau.

También lo tuvo en los pies de Santiago Sala y en un par de remates desde afuera del área, tanto de Santiago Kubiszyn como de Ezequiel Rescaldani, de regreso al once titular (luego de purgar una fecha de suspensión), en lugar de Leonardo Ramos. 

Sin embargo, lo puedo perder ante la búsqueda repetida de un Temperley que siempre quiso y fue, aún carente de ideas, pero intentó desbordar por ambos flancos y complicar con envíos aéreos, para la cabeza del "Animal" López o la segunda jugada, dentro o al borde del área, siempre descubierta, como sucediera en el gol del empate "Gasolero".

Con un buen partido de Pablo Calderón, el mejor desde que llegó a Morón, reemplazante del suspendido Facundo López, la gran labor de Pablo Ferreira, una vez más, como frente a San Martín de Tucumán, el más destacado de la visita, y el desequilibrio de Brian Orosco, alternando buenas y no tan buenas, pero los tres en el podio de los más destacados, de un equipo que puso todo para "pelear" el partido, con rendimientos desparejos, en jugadores importantes, tal el caso de Diego Sosa, reemplazante del suspendido Santiago Coronel y de un Rescaldani al que, lógicamente, le cuesta recuperar el ritmo de juego, desde aquella infortunada acción, luego se convertir el primer gol frente a Gimnasia de Mendoza.

En definitiva, con una buena actuación colectiva, superior a lo demostrado ante el "Santo" tucumano, Morón una vez más no pudo mantener un resultado y debió conformarse con otro empate (el cuarto en fila), también por su escasa efectividad a la hora de definir el pleito en el arco de enfrente y volver a "sufrirlo" en el propio, desde los laterales y los centros cruzados.

Falta un punto para asegurar el ingreso al Reducido, en el que, seguramente, deberá resignar localía y ventaja deportiva en la primera instancia.

Pero primero, lo primero: clasificar, algo que busca desde hace cinco fechas y no logra ganar para confirmarlo, más allá de los merecimientos ocasionales.

Pudo ganarle a Chicago y San Martin de Tucumán, al igual que pudo perderlo ante All Boys. Como sea, no queda más espacio para las repetidas fragilidades defensivas y la habitual anomia en el arco ajeno, no sólo para sumar ante San Telmo y clasificar, sino para poder soñar con avanzar en un Reducido, posiblemente y una vez más, en cancha ajena y desventaja deportiva.

Algo que, si se lo propone y logra minimizar los errores y maximizar sus aciertos, este equipo ha demostrado que es capaz.

Depende pura y exclusivamente de Morón.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.

martes, 3 de octubre de 2023

A ganar en Turdera y asegurar el Reducido

Por tercera jornada consecutiva, Morón no pudo quebrar el cero, frente a San Martín de Tucumán, en el Oeste y al igual que sucediera en el clásico con Nueva Chicago, contó con las mejores chances para quedarse con los tres puntos, pero entre aciertos ajenos (en especial, de los arqueros rivales), deméritos propios por falta de efectividad frente al arco contrario y una dosis esquiva de suerte, de esa que a veces determina, de manera antojadiza, que una pelota entre o no, más allá de los méritos, el Gallo se quedó una vez más con un empate con sabor a poco y prácticamente se despidió de la pelea por el primer puesto de la zona.

Al igual que en Mataderos, el equipo de Fabián Nardozza no controlaría las acciones, a partir de la tenencia de la pelota y sin embargo no sufriría el encuentro en el arco propio, con otra sólida actuación de su última línea, con rendimientos parejos en los cuatro del fondo, que facilitarían la tarea de Bruno Galván, con la valla invicta por tercer partido en fila.

Como contrapartida, y pese al regreso de Santiago Coronel al once titular, a Morón le costaría muchísimo disputarle el balón a un "Santo" tucumano con jugadores de jerarquía, en un enfrentamiento que iría tomando "temperatura", al influjo de los antecedentes recientes en Tucumán y por Copa Argentina, y ante el arbitraje permisivo de un errático Rey Hilfer.

Asimismo, también como en las jornadas precedentes, Morón generó cuatro o cinco opciones de gol inmejorables, a lo largo de todo el partido, pero una vez más, su falta de precisión en la última "puntada" o de efectividad frente al arco rival, lo privarían de un triunfo necesario, para un equipo que en este tramo decisivo del torneo, en el que paradójica (y afortunadamente) se muestra sólido como pocas veces en su defensa, por desventura no logra refrendarlo con goles en el arco de enfrente.

En la noche del Nuevo Francisco Urbano, con Santiago Kubiszyn de entrada y por derecha, en lugar de Gonzalo Berterame y la vuelta (momentánea, por su nueva expulsión del final) de Santiago Coronel, en reemplazo de Diego Sosa, que esta vez partiría desde el banco, el equipo de Nardozza no pudo imponer su juego, tal su costumbre, en especial de local, pero pese a ello, cada vez que se propuso llegar con peligro al área de San Martín de Tucumán, lo haría de manera vertical, directa y generando chances de gol, como el tiro libre desde lejos del "Topo" Coronel, rechazado a medias por el arquero y cuyo rebote no pudiera ser capitalizado por Agustín Gómez, o el cabezazo "Franco" del uruguayo García, controlado por Darío Sand, el "1" visitante que también le negaría el gol, a Leo Ramos, tras un contraataque rápido encabezado por Coronel, la cesión de Brian Orosco al "Tanque", que eludiendo a su marcador para generarse el espacio, sacaría un remate con destino de red, que la gran respuesta del arquero "Santo" evitaría que "exploten" las gargantas en el Oeste.

Del lado de conjunto de Pablo Frontini, se quedaría en intenciones y en una mayor tenencia de la pelota, con un peligro más latente que real, puesto que no le generaría zozobras a Bruno Galván, aunque sí disputas, enojos y reacciones por ambos lados, a partir de las actitudes del capitán visitante, Emanuel Dening, delantero puzante y de cuidado, pero insoportable a la hora de las "mañas" y los reclamos permanentes al árbitro y sus asistentes.

En el complemento, el Gallito procuraría adueñarse del balón para ejercer el protagonismo que no le dejaran en la primera mitad, con un muy buen partido de Pablo Ferreira, desde el arranque en lugar de Santiago Ubeda, y sin tanto peligro como de contra, durante el primer tiempo, provocaría la más clara de la noche, tras un tiro libre de Santiago Coronel, desde la derecha, que Santiago Sala alcanzara a "pellizcar" en su trayectoria rumbo al arco, pero en definitiva, se topara con el "guantazo" salvador de Sand, cuando parecía irremediable su destino de gol.

A los 28' del segundo tiempo, una infracción evitable de Facundo López (otra vez de buen parido hasta allí), lo dejaría afuera por doble amonestación y a Morón con un jugador de menos, para volver a "complicarse solo", en el último cuarto de hora, como ha sido la constante de un equipo que supo quedarse en inferioridad numérica, en tres de los últimos cuatro partidos, síntoma inequívoco del nerviosismo con el que no pudiera lidiar en este etapa decisiva del campeonato.

Diez contra once, el partido se "rompería" definitivamente y si bien el "Santo" tucumano se vería casi obligado a buscar el triunfo, lo haría tan tímidamente como sin ideas, tanto es así que Morón provocaría mayores y mejores desbordes, con pelotazos desde el fondo, mal resueltos en otra noche errática de Gonzalo Salega, a la hora de la toma de decisiones ofensivas.

Tras una agresión, en tiempo agregado, se irían expulsados el "Topo" Coronel en Morón y Nahuel Banegas en San Martín de Tucumán, que bien se pudo llevar de regreso un premio excesivo, en la última del partido, en el que el palo hizo un poco de "justicia", ante el centro pasado y el remate al poste del ingresado Pío Bonacci.

El pitazo final de un muy flojo Rey Hilfer, repartiría puntos y broncas entre el Gallo y el "Santo" tucumano, esfumando virtualmente las chances de Morón de ganar la zona, más allá de que aún la matemática le juegue a favor (quedó a cinco puntos de los líderes, a falta de seis en juego).

Más allá de la decepción lógica por un torneo que lo tuviera como protagonista y le diera chances inmejorables hasta de ganar su zona, en este momento resulta importante no perder de vista el desarrollo del torneo y recordar que este mismo equipo estuvo no menos de trece jornadas, oscilando entre el descenso directo y la reválida, para valorar en su justa medida lo conseguido hasta el momento, que sin embargo aún no garantiza nada, puesto que todavía no está asegurada la clasificación al Reducido.

"El que quiera 'Celeste'"..., que vaya a ganar en Turdera.

Este Nacional da dos chances de ascenso y estamos en carrera.


@elgallogustavo.