lunes, 16 de marzo de 2020

"De San Juan yo vengo... ¡Qué alegría tengo!"

En una de las actuaciones colectivas más sólidas del campeonato, sino la mejor en lo que va del actual Torneo de la Primera Nacional, el Deportivo Morón continuó de racha positiva y se trajo un triunfazo de tierras cuyanas, ante un San Martín de San Juan al que superó en todo momento, que jamás lo inquietó en su área y debió resolverlo mucho antes que a cinco minutos del cierre, puesto que la superioridad táctica y futbolística entre uno y otro equipo, superó largamente el 2 a 0 final a favor del Gallito, exiguo y amarrete en los números, para un Morón que pudo volverse a Buenos Aires con una ventaja aún más amplia.

En efecto, un Morón compacto y nuevamente con el conjunto, como figura excluyente en la victoria, más allá de muchos puntos altos en lo individual, supo controlar a su rival durante los '90, y sólo dejó algún espacio para la inquietud, por lo exiguo del resultado, hasta el minuto 40 del complemento, en que "liquidaría" el pleito, puesto que en el balance general, en ningún momento vio comprometido su merecido triunfo parcial, cerrando todos los caminos hacia el arco de Julio Salvá, que seguramente disfrutaría de una de las jornadas más tranquilas, en la presente temporada, frente a un San Martín de San Juan carente de ideas, pero también obligado a repetirse en centros frontales o a apelar a alguna "pelota parada", ante el "cerco" táctico que un Gallo inteligente, práctico y contundente, le opondría en la soleada tarde de domingo cuyana.

Con el cambio previsible de Nicolás Martínez, tras cumplir la sanción por cinco amarillas, en lugar de Francisco Oliver, y el imponderable de la baja a último momento de Damián Akerman, quien ni siquiera podría viajar a Mendoza, escala previa para la "excursión" sanjuanina, por razones de índole particulares e impostergables, Guillermo Villalba aparecería por primera vez desde el inicio, acompañando a Kevin Gissi en ofensiva, otra vez uno de los destacados del partido, por el sacrificio de siempre, la claridad para "pivotear" y encabezar las "contras", más alguna chance clara para anotar, que Luis Ardente habría de negarle, en especial, en los minutos posteriores a la apertura del marcador.

De entrada nomás, quedarían muy claros los argumentos futbolísticos de uno y otro, dentro del campo de juego, con un Morón que esperaría tranquilo, cerrándose en defensa con acierto, aunque no tan cerca de su arco, como para permitirle explotar el contraataque rápido, ante el recupero del balón de su defensa y sus medios, con otra sólida actuación de toda la última línea, pero en particular de su "pareja" central, Matías Cortave y Emiliano Mayola, nuevamente en gran nivel y perfecta sincronía, y unos metros más adelante, la "rueda de auxilio" permanente de Cristian Lillo, la saludable actualidad de un Dylan Glaby cada vez más asentado en su puesto, sumados a la explosión de Fabricio Alvarenga por la banda y el toque de "sutileza" de Ezequiel D'Angelo, en ambos casos no exentos del sacrificio necesario a la hora de correr, meter y marcar.

Ante un local que se repetía y exhibía una evidente carencia de ideas, un Gallo cada vez más cómodo daba la sensación que, en cualquier réplica bien hilvana, podía lastimar a la defensa sanjuanina, algo que ocurriría a los '20 de aquella primera etapa, cuando una contra letal, derivaría en Kevin Gissi, quien con la generosidad de siempre, habilitaría de frente al arco a Fabricio Alvarenga, quien ensayaría un derechazo seco y potente, contra el "caño" derecho de Luis Ardente, para "clavar" un auténtico golazo y establecer una ventaja merecida, para una visita que era ya mucho más que su rival.

En los minutos posteriores a la apertura del marcador, el Gallo bien pudo definir prontamente el partido, con una remate de Kevin Gissi, que Ardente controlaría no sin esfuerzo y apenas segundos más tarde, una entrada de Dylan Glaby, que por muy poco no se convertiría en el segundo de un Morón, "amo y señor" futbolístico, táctico y anímico del encuentro.

Ya en el complemento, San Martín intentó pararse más adelante, utilizando los laterales como alternativa de desequilibrio, pero el Deportivo Morón no se apartaría de su "libreto", sólido en el fondo y con salida rápida también con sus volantes externos, dando la sensación de poder "liquidarlo" cuando acertara en la "puntada" final en el arco contrario.

Salvo un remate desde afuera, promediando la segunda etapa, San Martín jamás lograría comprometer a Julio Salvá, mientras que en el área de enfrente, Luis Ardente debió exigirse más de una vez, para mantener al local en partido, por lo menos desde el resultado, sin mencionar el gol increíble que habría de "comerse" Guillermo Villalba, solo con el arco a su disposición, un Villalba de movimientos interesantes, pero aún en deuda con el gol.

Cuando corría el minuto 40 del complemento, de un córner desde la derecha del ataque de Morón,  Mauricio Alonso, de regreso al equipo, luego de prolongada ausencia por lesión, capturaría el rebote en la medialuna del área local, para empalmar una gran volea de diestro, sin dejar que la pelota tocase el césped, e impulsarla junto al poste zurdo del arquero, que inmóvil por la potencia y justeza del remate del uruguayo, sólo atinaría a mirar la trayectoria goleadora de la pelota.

El pitazo de Yamil Possi, de buen arbitraje, confirmaría una gran victoria del Gallo, que con 32 unidades, lo ubica en la misma línea de Temperley, hoy en la cuarta ubicación y clasificando al Reducido, sólo por la diferencia de dos goles a favor, respecto del equipo de Sebastián Sibelli y Sergio "Chino" Lara.

Paciente, inteligente, sólido, compacto y generoso, este Morón es pura ilusión y tiene con qué justificarla dentro de la cancha.

Que se venga Agropecuario, si es que el fútbol no se detiene por el Coronavirus.



@elgallogustavo.




domingo, 8 de marzo de 2020

Razones para ilusionarse

Y este Morón modesto, al que no le sobra nada, pero conocedor de sus limitaciones, antes que de sus virtudes individuales y colectivas, volvió el triunfo en el Oeste, luego del traspié en Córdoba, para demostrar que un "tropezón no es caída" y que este plantel humilde y generoso, al igual que su cuerpo técnico, son capaces de recuperarse rápidamente, e ilusionarnos con algo más que salvarnos del descenso, algo que parecía el objetivo primero y único, durante el primer semestre.

En efecto, el Gallo debía recuperar la "vertical", tras su derrota con sensaciones positivas ante Belgrano, en Barrio Alberdi, nada menos que frente a Estudiantes de Buenos Aires, uno de las "animadores" durante la primera rueda, que pudo traspasar esa barrera inicial de "sorpresa", para convertirse en una "realidad" permanente y un rival de cuidado para cualquiera que lo enfrente.

Con las ausencias obligadas de Nicolás Martínez en defensa y Matías Nizzo en el medio, ambos por cinco amarillas, Francisco Oliver incursionaría como lateral zurdo y volvería Damián Akerman al once titular, con el esquema habitual de 4-3-1-2, luego de la variante de 4-1-4-1, ensayada por Sebastián Sibelli y Sergio "Chino" Lara, en ocasión de la derrota por la mínima ante el "Pirata" cordobés.

Tras un inicio de juego, donde la visita procuraría imponer su mejor manejo del balón, aunque sin la profundidad del cotejo de la primera rueda, en Caseros, el Gallo habría de ir ajustando la marcas progresivamente, para cortar los "circuitos" futbolísticos habituales del "Pincha", en especial, de su mejor jugador, Francisco González Metilli, autor del gol de la victoria de Estudiantes, en aquél partido del semestre inicial.

En una primera etapa de gran paridad y pocas llegadas a los arcos, Morón contaría con dos aproximaciones claras, una en los pies de Cristian Broggi y otra en la cabeza de Emiliano Mayola, mientras que el visitante sólo inquietaría a un tranquilo Julio Salvá, con un remate desde el borde del área grande, a cargo de Juan Ruiz Gómez.

De menor a mayor, Morón lograría "maniatar" a su rival, obligándolo a jugar incómodo, mientras el mediocampo local comenzaría a imponer sus condiciones, con un muy buen partido de Cristian Lillo y Ezequiel  D'Angelo, cada uno en lo "suyo", y una muy buena presentación de Dylan Glaby, que empieza a ganarse la titularidad, a base de sacrificio, prodigalidad, marca y criterio con la pelota, para asociarse con Broggi, por la banda derecha.

Precisamente por ese lado, vendría la muy buena acción previa de Cristian Broggi, "borrado" en la "era Sialle" y hoy la figura de la cancha, firme en la marca y "picante" en la faz ofensiva, que con pierna zurda enviaría un centro al segundo palo, que Kevin Gissi, el segundo "peldaño" en el  "podio" de los más destacados, le cambiaría de cabeza, el palo al arquero visitante, para poner una ventaja justificada por lo demostrado en el trámite, a los '42 de la primera parte.

Ya en el complemento, la tónica general del trámite no se modificaría demasiado, a pesar de las necesidades de Estudiantes de hallar el empate, puesto que Morón volvería a cortar todos los "circuitos" futbolísticos del "Matador", que casi no provocaría "sofocones" en el área de Morón, a no ser por un remate en el área, en la única distracción defensiva de todo el partido, que una gran reacción de Salvá rechazaría hacia el costado, y más tarde, un remate desde afuera, apenas ancho sobre el palo izquierdo del arquero del Gallo.

Como contrapartida, Morón tendría un remate "bombeado" de Kevin Gissi, que Rodrigo Saracho despejaría con esfuerzo sobre el travesaño y un cabezazo con destino de red, de Cristian Lillo, tras el tiro de esquina de D'Angelo, que increíblemente habría de rozar el "larguero" y perderse apenas alto.

Sin muchas más acciones para destacar, con un Morón que controlaría a su rival en los ´90, en tiempo de descuento, Lillo habilitaría en profundidad a Guillermo Villalba, que tras eludir al arquero visitante, y cuando se encaminaba al segundo "grito" de la tarde, Rodrigo Saracho lo tocaría en su pie de apoyo, fuera del área, de tal forma de evitar que el ex Sportivo Las Parejas pudiera mantener la vertical y convertir el 2 a 0. Expulsión para el arquero de Estudiantes y tiro libre al borde del área para el Gallo, que un inexpresivo Nicolás Ramírez facilitara el esfuerzo del golero improvisado para sacarla al córner.

Con el pitazo final de Fabricio Llobet, de flojo arbitraje, con el error garrafal de haber pasado por alto un claro penal en perjuicio de Akerman, en el primer tiempo y con el  marcador en cero, por un grosero y evidente desplazamiento ilegítimo de Gonzalo Goñi, en el área grande, el Deportivo Moróm sumaría un triunfo fundamental, para olvidar rápidamente el traspié en Córdoba y apuntar  con ingresar a un "Reducido", al alcance de la mano.

Ahora, a pensar en San Juan, el próximo domingo desde las 19.

Razones para soñar, existen y se potencian semana a semana.



@elgallogustavo.



domingo, 1 de marzo de 2020

Del "Pirata", por Vegetti

En la tarde de sábado de Barrio Alberdi, en la provincia de Córdoba, el Deportivo Morón que venía en racha positiva, con siete puntos conseguidos sobre nueve posibles, perdió por primera vez en el año y bajo la dirección técnica de la "dupla", Sebastián Sibelli y el "Chino" Sergio Lara, al caer por 1 a 0 frente a Belgrano, merced al cabezazo goleador de Pablo Vegetti, a los '10 de la primera etapa, luego de una jugada preparada, del "laboratorio" de Ricardo Caruso Lombardi, tras un córner desde la derecha del ataque local.
En una esquema que iniciara con un 4-1-4-1, con Salvá en el arco, Broggi, Cortave, Mayola y "Nico" Martinez en el fondo, Lillo un poco más cerca de los defensores, Alvarenga, Glaby, Nizzo y D'Angelo en el medio, más Kevin Gissi solo adelante, el tanto "tempranero" del "Pirata" cordobés obligó a cambiar el "dibujo" táctico ensayado en la semana, a partir de los ingresos en el complemento de Akerman, Ramírez y Villalba por Nizzo, Alvarenga y Martínez, respectivamente.
En el Gallo, fueron amonestados, Matías Nizzo y Nicolás Martínez, quienes en ambos casos llegaron a la quinta amarilla y se perderán el próximo compromiso, así como Ezequiel D'Angelo y Kevin Gissi, que alcanzaron la tercera y cuarta amonestación acumulada.
En la próxima jornada, la vigésima del Torneo de Primera Nacional, el Deportivo Morón buscará la recuperación, cuando reciba en el Nuevo Francisco Urbano la visita de Estudiantes de Buenos Aires, el venidero sábado 7 de marzo, a partir de las 17 hs.

@elgallogustavo.