sábado, 28 de diciembre de 2019

Altas y bajas, en el Año Viejo

Mientras el 2019 agota sus últimas horas, con el plantel del Deportivo Morón licenciado hasta el próximo 3 de enero, la nueva dupla técnica del Gallo, conformada por Sebastián Sibelli y Sergio Lara, ya cuentan con dos de los tres refuerzos permitidos en este receso de verano (el delantero Guillermo Gabriel Villalba, de 23 años, con inferiores en Boca y procedente de Sportivo Las Parejas, en el Torneo Federal "A", así como el defensor central Facundo Martín Gómez, de 31 años, que ascendiera a la "B" Nacional con Platense y registrara un último paso por La Serena del fútbol chileno), al tiempo que saben de una baja confirmada para el segundo semestre, y una mucho más significativa, por el "peso específico" del "histórico" involucrado, cuya partida se terminará de definir en estas horas.

En efecto, antes de Navidad, el que emigró de la institución es el lateral zurdo, Juan Gabriel Celaya, con destino a Acassuso, en la Primera "B" Metropolitana, de muy escasa participación desde su llegada, en tiempos de Walter Nicolás Otta en la dirección técnica, ya en la "B" Nacional, y que tampoco lograra consolidarse ni ganar minutos en cancha, con los cuerpos técnicos que sucedieran en el cargo al último entrenador campeón, puesto que ni la dupla de Alejandro Julián Méndez y Walter Reinaldo Pico, o el más reciente paso de Arnaldo Adolfo Sialle, lo tomarían en cuenta siquiera como primera opción de recambio por la banda izquierda de la defensa.

Al mismo tiempo, también en la antesala de Navidad, tomaría "cuerpo" la posibilidad cierta que Nicolás Ramírez emigre al fútbol de la primera división peruana, más precisamente al Ayacucho Fútbol Club, que había realizado una oferta concreta para quedarse con los "servicios" del hábil volante zurdo.

Sin embargo, cuando todo parecía encaminado a la rescisión del contrato de Ramírez, con vínculo hasta el 30 de junio de 2020, a cambio de resignar los sueldos correspondientes a noviembre y diciembre, más una suma de dinero en calidad de compensación por la rescisión anticipada, que contemplaba salir de las comisiones de los representantes de acá y de allá, en los mayores emolumentos mensuales a cobrar en los once meses por delante en tierras peruanas, "Nico" Ramírez decidió a último momento declinar la propuesta (muy ventajosa desde lo económico e imposible de "empardar" para el club), debido a razones estrictamente personales que lo obligan a quedarse en el país.

Por el contrario, en los mismos días, otra proposición del exterior "sedujo" a un campeón del 2017, para "armar las valijas" y proseguir su carrera en Ecuador: se trata del capitán, Emiliano Jonathan Iván Mayola, quien pidiera a la directiva que lo "liberaran", puesto que se trata de una posibilidad de progreso profesional y fundamentalmente económico, imposible de soslayar, máxime para un jugador de 32 años.

De esta manera, en las próximas horas la comisión directiva le dará el "ok" a la rescisión del contrato de Mayola, quien ya a principios de temporada contó con chances de emigrar, aunque dentro del país y la categoría, lo que determinaría que se quedara seis meses más con la "cinta" de capitán, uno de los mayores referentes dentro y fuera de la cancha, de los últimos años, que arribara al Deportivo Morón en 2013, en tiempos de Mario Darío Grana en el banco de los suplentes.

Si bien ha habido otros casos de jugadores del plantel, "sondeados" desde el exterior, tales los casos de Valentín Perales y Kevin Gissi, con "consultas" desde Colombia y en el caso del suizo-argentino, de Uruguay y el Caracas venezolano (equipo que disputará la próxima edición de la "Copa Libertadores"), ninguna de ellas llegó a constituir una propuesta formal y concreta, por lo que ambos jugadores estarán a las órdenes de Sibelli-Lara, desde el 3 de enero, y un par de días más tarde, del 5 al 11 del mismo mes, formarán parte de la delegación que emprenderá la parte más dura de la pretemporada, en el Complejo de Gabriel Calderón, en Mariano Acosta, de cara al reinicio del Torneo de la Primera Nacional, nada menos que frente a Nueva Chicago, en el Nuevo Francisco Urbano, el fin de semana del 8 de febrero, aunque aún sin fecha ni horario confirmados, o al menos tentativos.

Finalmente, mientras se negocia con los representantes, las bajas de dos integrantes más del plantel, ambos volantes, la posibilidad de un tercer refuerzo pierde fuerza, dadas las restricciones presupuestarias y las elevadas pretensiones de muchos jugadores, en especial, si se trata de delanteros goleadores (o por lo menos, con antecedentes en la categoría).

Por último, respecto de la situación de Matías Gabriel Pardo, cedido a préstamo a Sol de América, de la primera del fútbol paraguayo, hace casi un año, al acuerdo existente entre los clubes, para la compra definitiva del pase del jugador, se había generado un obstáculo entre "Pichin" y la institución "guaraní", por el nuevo contrato del joven futbolista de 24 años, diferencia económica que habría de zanjarse en las últimas horas.

Así las cosas, Matías Pardo se quedará en Paraguay, a cambio del cincuenta por ciento de su opción de compra, a pagar en cuotas, aunque por un monto proporcionalmente inferior a los 200 mil dólares convenidos originalmente (por el total del pase), puesto que, de otro modo, la operación de partes se tornaba decididamente inviable.

Mientras el 2019 se "despide", el "Morón 2020" de Sebastián Sibelli y Sergio Lara suma refuerzos y pierde "soldados", alguno de ellos "histórico" y referente, sin "Copa Argentina" por delante (por segunda edición consecutiva), y con el objetivo de mínima de asegurar la permanencia sin sufrimientos (a diferencia de la temporada pasada) y de máxima, con una clasificación al Reducido por el segundo ascenso a la Superliga, por primera vez desde su regreso a la divisional, en septiembre de 2017.

Feliz Año Viejo.



@elgallogustavo.



sábado, 14 de diciembre de 2019

Guillermo Villalba, una "apuesta" que llegará desde Santa Fe

En las últimas horas, y de cara al segundo semestre del Torneo de Primera Nacional, el Deportivo Morón, ahora conducido técnicamente por la dupla, Sebastián Sibelli-Sergio Ricardo "Chino" Lara, confirmó la incorporación de dos de los tres refuerzos autorizados por la AFA, para los campeonatos de Ascenso en el actual mercado de pases de "verano", uno de ellos, un joven delantero procedente del Federal "A", mientras que el segundo, se trata de un defensor con mayor recorrido profesional y que proviene del fútbol trasandino.

En efecto, Guillermo Gabriel Villalba, delantero de 23 años, procedente de Sportivo Las Parejas, Santa Fe, será una de las incorporaciones del Gallo, en este receso, luego de arribar a un acuerdo de palabra con el Deportivo Morón, con el que firmará su vínculo contractual en los primeros días de enero.

Nacido el 16 de enero de 1996, en Rosario, el diestro punta del conjunto santafesino que milita en el Federal "A", acredita pasos profesionales previos por Guaraní Antonio Franco de Misiones, en la temporada 2016/2017, con 95 minutos de juego en cuatro partidos, tres de ellos viniendo desde el banco y el restante como titular, sin convertir goles, ni recibir tarjetas amarillas o rojas.

En la temporada 2018/2019, Guillermo Villalba se muda a Juventud Unida de Gualeguaychú, Entre Ríos, también por el Torneo Federal "A", donde disputaría trece encuentros, seis de ellos desde el inicio, con 612 minutos efectivos en cancha, un gol y una amonestación, sin expulsiones.

Finalmente, durante el primer semestre de la actual campaña 2019/2020, vistiendo los colores del Sportivo Atlético Club Las Parejas, de la homónima ciudad santafecina, Guillermo Gabriel Villalba intervendría en 13 partidos del Torneo Federal "A", nueve de ellos como titular, con 813 minutos en cancha, un gol  y una sola tarjeta amarilla, sin rojas.

Su único gol en la actual campaña, se produciría el pasado jueves 24 de octubre, en el triunfo de Sportivo Las Parejas, por la mínima, en su visita a Club Atlético Güemes, en Santiago del Estero.

Finalmente, Guillermo Gabriel Villalba, delantero diestro y desde la fecha, refuerzo del Deportivo Morón, en el actual mercado de pases, habría de coronarse campeón de la "Copa Santa Fe 2019", que en la final de la cuarta edición, disputada el 13 de noviembre último, enfrentaría a Central Córdoba de Rosario y Sportivo Las Parejas, con empate a dos en el "Gabino Sosa" y posterior triunfo 2 a 0 de los santafecinos, en Las Parejas, con sendos goles del ahora punta del Gallito, el segundo de gran factura, "picándola" por encima del arquero, para que el local pudiese alzarse con el trofeo en juego. Es de destacar que, en la instancia de semifinal, y tras igualar en cero en los '90, Sportivo Las Parejas eliminaría por penales a Colón de Santa Fe.

Guillermo Villalba, una "apuesta" que llegará desde Santa Fe.



@elgallogustavo.



Facundo Gómez, para reforzar la última línea

Tras la confirmación del acuerdo verbal para la incorporación de Guillermo Villalba, el joven delantero de 23 años, procedente de Sportivo Las Parejas (que rubricará su vínculo en enero), se oficializaría la firma y el arribo de otro refuerzo, en este caso, defensor y de un recorrido profesional mucho más extenso, que proviene del fútbol trasandino.

En efecto, se trata de Facundo Martín Gómez, defensor central diestro de 31 años, que puede desempeñarse tanto por el sector derecho, como por el izquierdo de la zaga, y de último paso por Deportes La Serena, donde obtendría el subcampeonato del Torneo de Primera "B" chileno.

Nacido el 8 de octubre de 1988, en General Rodríguez, Facundo Gómez comenzó su carrera profesional en Quilmes, en la temporada 2010/2011, disputando tan sólo tres minutos, en un sólo encuentro, pese a integrar el banco de los suplentes en 14 oportunidades más.

En 2012 es transferido al Resende de Río de Janeiro, en la primera división del fútbol brasileño, interviniendo en 15 partidos, todos como titular, con 1292 minutos efectivos en cancha, sin goles y cuatro tarjetas amarillas.

Para la segunda mitad de la temporada 2012/2013 regresa el país, para desempeñarse en Alvarado de Mar del Plata, por entonces en el Torneo Federal "A", jugando 28 cotejos, todos desde el inicio, con 2496 minutos de juego, sus primeros dos goles como profesional y siete amonestaciones.

En la temporada 2013/2014 se incorpora a Villa Dálmine, en la Primera "B" Metropolitana, disputando 35 partidos, 33 como titular, con 2946 minutos en cancha, además de convertir su tercer gol oficial y ser amonestado en trece ocasiones.

Ya en 2014 se "muda" a Acassuso, con Walter Otta como técnico y Luis Martinez en el cuerpo técnico, actual entrenador del arqueros del Gallo, tomando parte en 20 encuentros, todos desde el inicio, además de contabilizar 1800 minutos en cancha, sin convertir tantos, pero sí recibir cuatro tarjetas amarillas. En 2015 se mantiene en "Ssuso", jugando 34 cotejos, todos ellos desde el arranque, con 2961 minutos efectivos de juego, su cuarto gol profesional y once amonestaciones.

En 2016 se incorpora a Almirante Brown, donde disputaría 17 encuentros, 16 como titular, con 1428 minutos de juego, sin goles y tres tarjetas amarillas. En la temporada siguiente, la 2016/2017 continúa vistiendo los colores del "Mirasol" de Casanova, disputando 32 partidos, 30 desde el inicio, con 2670 minutos efectivos en cancha, sin goles convertidos y trece tarjetas amarillas.

Para la temporada 2017/2018 emigra a Platense, interviniendo en 16 cotejos, todos como titular y 1403 minutos de juego, además de anotar su quinto y a la fecha, último gol como profesional (frente a Fénix), y ser amonestado en diez oportunidades. En dicha campaña, Facundo Gómez se consagraría campeón de la "B" Metropolitana con el "Calamar", ascendiendo a la Primera Nacional.

En la campaña 2017/2018 continúa en Vicente López, ya en el "Nacional", jugando ocho cotejos, todos desde el arranque, con 720 minutos en cancha, sin goles y tres tarjetas amarillas.

Finalmente, en la pasada temporada 2019, Facundo Martín Gómez disputaría el Torneo de Primera "B" de Chile, con Deportes La Serena, obteniendo el subcampeonato, tras tomar parte en 23 encuentros, 21 de ellos como titular, con 1954 minutos efectivos en cancha, sin goles y nueve amonestaciones.

En definitiva, Facundo Martín Gómez, defensor central diestro de 31 años y desde la fecha, nueva incorporación del Deportivo Morón, disputó un total de 229 partidos oficiales (191 en nuestro país y los 38 restantes en el extranjero), con cinco goles como profesional.

Arribó Facundo Gómez, para reforzar la última línea.


@elgallogustavo.




                                      Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

Asumieron Sibelli y Lara

Este viernes, pasadas las 19, se oficializó el arribo de la nueva dupla técnica del Deportivo Morón, conformada por Sebastián Sibelli (entrenador de la Tercera y coordinador de inferiores) y Sergio Ricardo "Chino" Lara, emblema y capitán del Morón campeón de 1990 y con un último paso como ayudante de campo del "Gato" Salvador Daniele, campeón de la "B" Metropolitana con Barracas Central, durante la temporada 2018/2019. 

De esta manera, lo que constituía una certeza desde hacía ya varios días, hoy tuvo su confirmación mediante la firma de sus respectivos contratos, que en el caso de Sebastián Sibelli, implicaba el cambio de función, puesto que mantenía un vínculo vigente con la institución, en su rol de entrenador y máximo referente de inferiores.

Respecto del cuerpo técnico que acompañarán a los reemplazantes de Arnaldo Adolfo "Cacho" Sialle, Luis Martínez seguirá ocupándose de la puesta a punto de los arqueros, mientras que se incorporará el "profe", Diego Rousse, como preparador físico (junto a Emiliano Romero, también preexistente de la "era Sialle"), quien se desempeñara junto a Carlos Ischia, en sus últimos destinos, y con pasado profesional en Vélez Sarsfield, Gimnasia y Esgrima La Plata, Junior de Barranquilla, Rosario Central, Boca, Atlas de México, Olmedo, Deportivo Quito y Fuerza Amarilla, todos de Ecuador.

Asimismo, como ayudante de campo, estaría próximo a cerrarse el acuerdo para la incorporación al grupo de primera, de otro hombre de la "casa", como Joaquín Iturrería, pese a formar parte del nuevo proyecto de inferiores, encabezado por Eduardo "Lalo" Lagunas, cuyo vínculo con los particulares aportantes habrá de firmarse el próximo miércoles.

 Así las cosas, la dupla técnica Sibelli-Lara, comenzarán formalmente sus labores, el próximo 3 de enero, cuando el plantel regrese de su licencia de verano, al Nuevo Francisco Urbano y unos días más tarde, del 5 al 11, emprenda la etapa más dura de la pretemporada, en el Complejo de Gabriel Calderón, en Mariano Acosta, de cara a la segunda mitad del Torneo de la Primera Nacional, temporada 2019/2020. 



 @elgallogustavo.




                                 Foto: gentileza, Prensa Deportivo Morón.

viernes, 6 de diciembre de 2019

Entre Sialle, la "dupla", el "Rengo" y Milocco..., la semana del Gallo

Con el plantel de licencia hasta el 3 de enero, y formalizada la rescisión del contrato de Arnaldo Adolfo Sialle, en la próxima semana se confirmará el arribo de la dupla técnica de la "casa", que reemplazarán en el cargo a "Cacho": Sebastián Sibelli, actual entrenador de la Tercera y coordinador de inferiores y el ex ayudante de campo del "Gato" Daniele en Barracas Central, y campeón con el Gallo en el '90, Sergio Ricardo "Chino" Lara.

Del mismo modo, en la próxima semana también habría novedades respecto a "bajas" en el plantel profesional (en principio, se apunta a tres, todos con pocos minutos en cancha en el primer semestre), las cuales permitirán utilizar todo o por lo menos parte, del cupo de tres incorporaciones,  habilitadas no hace mucho, en la Primera Nacional, modificación reciente al reglamento de la categoría, algo que no resulta extraño en la gestión de Claudio "Chiqui" Tapia, al frente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), cambios en las "reglas de juego", que siempre coinciden con la divisional en la que se desempeña Barracas, como ocurriese la pasada temporada, para este mismo tiempo, pasando de dos a cinco ascensos, en la Primera "B" Metropolitana 2018/2019.

Así las cosas, con la finalización de la "novela Sialle", este mismo viernes y la confirmación de la dupla Sibelli-Lara en la semana entrante, el "foco" futbolístico, de acá y hasta fin de año, estará depositado en aquellos jugadores que puedan rescindir y de igual modo, en aquellos que pudiesen arribar como refuerzos, dos de los cuales ya estarían encaminados, uno para la defensa y el otro en la delantera.

En lo institucional, mientras en la noche del jueves, un centenar de socios daban vía libre por unanimidad a la demorada puesta en vigencia del nuevo Estatuto, casi exactamente diez años más tarde de su aprobación también en Asamblea de Socios, el panorama político comienza a "recalentarse", al influjo quizá de las temperaturas veraniegas, en el marco del armado de cada agrupación o candidato con aspiraciones presidenciales, de cara a los comicios de fines de mayo del año próximo, ya con el nuevo Estatuto vigente, lo que entre otros puntos, obliga a los candidatos a ocupar cargos en comisión directiva, a acreditar una antigüedad de cinco años ininterrumpidos en calidad de socios activos, incorpora a las minorías en las futuras administraciones del club, siempre y cuando alcancen al menos el diez por ciento de los votos positivos (alternándose únicamente en los cargos de vocales titulares y suplentes), en mandatos que ahora pasarán de dos a tres años de gestión.

En este punto, el más reciente de los socios que hiciera pública su candidatura a presidente del Deportivo Morón, es decir, Matías Milocco, para muchos un ignoto, titular de varias concesiones en la institución, estaría por dar un "golpe de efecto" importante, de concretarse una "incorporación" a sus filas, que dará bastante que hablar en los próximos días.

En concreto, el "Rengo" Rodrigo Díaz, que por estas horas acaba de abandonar el fútbol, tras su fallido arribo al club, en junio último, para despedirse con la camiseta del Gallo, cuando se "topara" con la negativa del cuerpo técnico saliente y de buena parte de la actual directiva, ha sido tentado para acompañar a Milocco en una posible gestión a cargo del club, ya sea como candidato o lo que resultaría más factible, como probable mánager, propuesta que seduciría al "Rengo", tanto que en los próximos días estarían sellando el acuerdo.

Así las cosas, entre Sialle, Sibelli, Lara, el "Rengo" y Milocco, llega a su fin una semana "agitada" para el Deportivo Morón, pese a no "rodar la pelotita", con la novedad histórica de la puesta en vigencia del nuevo Estatuto y la "amarga" realidad de un club atravesado por la reducción de personal entre los que menos ganan, sea con telegrama, o en persona, como este mismo viernes, el presidente, Roque Labbozzetta, le comunicara en su oficina, el despido a José Luis, uno de los utileros del plantel profesional.

Otra vez, el "Grinch" de Morón.



@elgallogustavo.



miércoles, 4 de diciembre de 2019

Entre Sialle, el "Grinch" y nuevos despidos, un día de "miércoles"...

En un Morón que no conoce de "calma" y donde el sentido común y la calidad humana son bienes escasos, por lo menos, en los encargados de la toma de decisiones, tras las "marchas" y "contramarchas" respecto del alejamiento de Arnaldo "Cacho" Sialle como técnico del Gallo, finalmente este miércoles (dos días más tarde de iniciadas las conversaciones), habría de llegarse a un acuerdo económico para cristalizar en los hechos el alejamiento del entrenador rosarino, acto administrativo que terminará de oficializarse, entre jueves y viernes, cuando las partes rubriquen la rescisión contractual, fe de escribano mediante.

Mientras tanto, el "gigante", sin suerte en su paso por el Oeste, pasó este miércoles a despedirse de sus ya "ex" dirigidos, puesto que el plantel entrenó por última vez en 2019, para gozar de la licencia de verano, hasta el próximo 3 de enero, cuando se reencuentren en el Nuevo Francisco Urbano, para realizar seguramente algunos test físicos de rutina, de cara a la pretemporada a desarrollarse en el Complejo Gabriel Calderón, en Mariano Acosta, con dupla técnica de la "casa".

Al mismo tiempo, y mientras el secretario técnico arribaba a un complejo entendimiento con el representante de "Cacho" Sialle, la dirigencia del Deportivo Morón parece haber asumido una actitud de auténtico  "Grinch", en vísperas de la inminente Navidad, puesto que a los dos telegramas de despido reseñados el lunes, entre martes y miércoles habrían de sumarse dos más, y nadie está en condiciones de asegurar que esa cifra no siga en aumento en los días subsiguientes.

Con el diálogo nuevamente "enturbiado" por dicha actitud inconsulta de dejar a nuevos trabajadores "en la calle", pese a la promesa realizada en su momento, cuando lo que más apremiaba era liberar las cuentas bancarias del club, embargadas por la deuda de aportes con el propio gremio, este mismo miércoles, por un lado, un directivo presionó a una empleada de años en la institución, para que aceptara renunciar, a fin de cobrar una suma de dinero en lo inmediato, o de lo contrario, de resultar "necesario" despedirla (obviamente, sin causa justificada), el mismo pago asomaba "a los premios".

Acto seguido, ante semejante actitud decididamente miserable, la mujer (como muchos, dependiente en exclusiva de su empleo en el club, y con un penoso e irreversible problema de salud en su entorno familiar más cercano) habría de descompensarse, desmayándose, para luego de ser atendida por el médico del plantel y aguardar media hora por la ambulancia, fuera derivada a un hospital, donde quedaría internada durante algunas horas, por un pico de hipertensión, que horas más tarde le permitiría volver a su hogar, pero con un intenso dolor de cabeza, que determinaría la recomendación médica de regresar al día siguiente, para control y seguimiento del cuadro hipertensivo.

Por otro lado, en la misma jornada del miércoles, una representación de UTEDyC se apersonaría en la institución, con la intención de dialogar con el presidente, Roque Labbozzetta, o en su defecto con otro miembro de comisión directiva, para negociar la indemnización de otro despido, en este caso de una empleada más joven en el club, del área de administración.

Ante la ausencia del presidente y de cualquier otro miembro directivo, los delegados gremiales labrarían un acta donde harían constar que dicho despido sin causa, determinaría un compensación de 600 mil pesos, para lo cual conminarían a las autoridades del Deportivo Morón a responder en el plazo perentorio de 48 horas.

Lo cual, en definitiva, desbarata la falacia argumental de "estar abocados al pago de juicios anteriores", recurriendo para ello al "bolsillo" de los socios, mediante el aumento de la cuota, cuando queda claro que, cuanto menos, resulta gravemente contradictorio, al tiempo de estar generando  nuevas demandas que deberán ser atendidas y solucionadas por quienes los sucedan en sus cargos, a partir de mayo o junio de 2020.

En este cuadro de situación, con dos meses de atraso en los sueldos y cuatro cesantías sin justa causa, con el único argumento de "acomodar los números", las próximas "fiestas" asoman sombrías y de enorme y despiadada incertidumbre para los empleados y sus familias, en meses que históricamente resultan aciagos en materia de recaudación por cuota societaria u otros ingresos.

Con una directiva, encabezada por su presidente, que parece haber asumido la actitud de "Grinch", cambiando "bonos" navideños por telegramas de despido, la variable de "ajuste" predilecta vuelven a ser los trabajadores, y encima, aquellos que menos ganan.

En pocas palabras..., el ajuste lo "pagan" los más vulnerables de la "cadena".



@elgallogustavo.




lunes, 2 de diciembre de 2019

Los "invisibles" de Morón: la crítica situación de los empleados

En medio del fútbol, la continuidad o no de "Cacho" Sialle y los "tironeos" por el acuerdo económico de una posible rescisión (de hecho, este lunes se reunieron las partes y no llegaron a un acuerdo, por lo que volverán a juntarse este martes), existen otras "continuidades" y "tironeos" económicos que parecen "invisibles" para la amplia mayoría del "Mundo Morón": la insostenible situación de los empleados del club, que están dos meses atrasados en sus haberes (octubre y ahora también noviembre), con sueldos que promedian los $ 40 mil pesos mensuales, pese a alguna falaz desmentida de un miembro de comisión directiva, tiempo atrás, con una cara más "dura" que el corazón de quienes ni se inmutan ante el dolor y la indignidad ajenos.

En efecto, los empleados del Deportivo Morón (administrativos, de maestranza, profes de inferiores, Pontevedra), quienes rondan los 25, entre últimos telegramas de despido y reincorporaciones vía gremio, hace mucho tiempo que no saben lo que significa cobrar su sueldo en tiempo y forma, y de una sola vez, puesto que los han "acostumbrado" desde la actual dirigencia a cobrar en "cuotas", de $ 5.000 ó $ 10.000, en el mejor de lo casos, cada viernes.

Esta situación, prolongada en el tiempo, determinó un atraso en sus sueldos que, según el momento, ronda los dos y hasta dos meses y medio de mora en el pago, tanto es así que recién el pasado viernes 29 de noviembre, se les completarían los haberes correspondientes a septiembre.

En una situación insostenible que viene de larga data, ya con el anterior presidente, Alberto Meyer, durante la actual gestión de Roque Labbozzetta habría de profundizarse sustancialmente, algo que fuera "adelantado" públicamente, en algunos medios partidarios, por el sucesor en el cargo de Meyer, cuando dijese en los micrófonos de programas partidarios como "Morón un Sentimiento" y "Corazón de Gallo", que "los empleados deberán acostumbrarse a estar un mes abajo", aunque habría de quedarse "corto", puesto que el atraso, con el correr de los meses, ronda sistemáticamente los dos meses e incluso más tiempo.

Sin ir más lejos, no hace mucho, también en un medio partidario, consultado sobre el estado de situación de la deuda con los empleado, el mismo Roque Labbozzetta argumentaría con un voluntarismo alarmante, que "para diciembre o enero habrían de ponerse al día", algo que por la falta de argumentación concreta, pareció no sólo una salida de compromiso, sino una promesa casi "navideña", de "obsequio" de "Papá Noel" o los "Reyes Magos". Por supuesto, en este estado de situación, del medio SAC (Sueldo Anual Complementario) ó aguinaldo, ni hablemos... Quizá sea la idea imputárselo por cuenta y cargo del "Conejo de Pascuas".

En rigor de verdad, desde la gestión de Alberto Meyer, profundizada en la actual de Labbozzetta, el club en materia de empleados, refleja una infame "pirámide" invertida, donde los que menos cobran, deben sostener a los que más cobran... (¿a alguno le "suena familiar", fuera del ámbito del club?), puesto que cada dinero que ingresa es para poner al día al plantel profesional y cuerpo técnico de la primera de fútbol (no así a los entrenadores y profesores de inferiores, alcanzados por el mismo "paradigma" de los demás empleados, respecto a sueldos más que módicos y atrasados), como ocurriese en los últimos tiempos, con los dos préstamos que la actual directiva solicitara a la AFA, que en total,, rondan los 7 millones de pesos (4 más 3 millones)... dinero que alguna vez habrá que devolver a la Casa mayor del fútbol.

Y es que, la ecuación resulta clara: si los jugadores profesionales deciden, como ya ocurriese en el pasado, parar un día en reclamo por la falta de pago, todos los medios partidarios, más algunos nacionales, estarían en el entrenamiento malogrado o entrevistando a los protagonistas. Por el contrario, si los empleados administrativos, de maestranza o de inferiores realizaran alguna medida de fuerza (cosa que no ocurriría, porque todos ellos aman el suelo que pisan, y de eso se valen las sucesivas dirigencias para "arrastrarlos" a situaciones personales y familiares indignas), nadie se haría eco público del reclamo, salvo un puñado de medios, de los cuales nos sobran los dedos de una sola mano.

Subsidiariamente, las relación entre la comisión directiva y el gremio que nuclea a los trabajadores de entidades deportivas y civiles, UTEDyC, siempre ha sido de tensión por la falta de respuestas a sus reclamos por las condiciones de trabajo de los empleados, y también por los aportes laborales también en mora, tanto es así que recién en el presente año, luego que el sindicato, vía judicial, embargara las cuentas del club, por la deuda de más de cinco millones de pesos, desde 2014 a 2018, recién allí y para poder hacer uso de las cuentas bancarias, el club habría de sentarse a negociar un plan de pagos con los abogados del gremio, que finalmente se conseguiría y se halla en proceso de cumplimiento, mes a mes.

Sin embargo, fiel a otro paradigma muy arraigado en nuestro club, si bien pudo arribarse a un acuerdo sobre la deuda "vieja", para destrabar el uso normal de las cuentas bancarias de la institución, se está generando actualmente deuda "nueva", con futuras consecuencias indeseables de embargos y apremios, puesto que no se están realizando aportes en el actual 2019... Es decir, no aprendemos más.

Por si fuera poco, el "manoseo" permanente y el "destrato" por el que han pasado varios, sino todos los empleados del club, por parte del algún dirigente, agrava el cuadro de situación de mujeres y hombres con compromisos familiares, que pese al atraso recurrente en el pago y todo lo que ello conlleva, puertas adentro de cada hogar, continúan firmes en sus puestos de trabajo, día tras día, escuchando un "decálogo" de excusas, justificaciones y promesas incumplidas, cuyas "repertorio" ya conocen de memoria.

En las últimas horas, cuatro nuevos telegramas de despido llegaron a la casa de cuatro empleados de la institución..., tal vez de eso se trataría la "sorpresa" de fin de año, adelantada por el presidente en los micrófonos de los pocos medios partidarios que se hacen eco de la problemática.

Dentro de dos últimas gestiones, que propiciaron el crecimiento exponencial de los juicios laborales de ex empleados, principalmente, por las "bravuconadas" costosas del ex, Alberto Meyer, de despedir gente, de acuerdo a su estado de ánimo, total las costas e indemnizaciones jamás saldrían de su bolsillo, sino de las "flacas" arcas del club, a través del aporte de sus socios, la situación en la actual "gestión Labbozzetta" a "navegado" entre el acuerdo de juicios precedentes y nuevos telegramas de despido que seguramente generarán nuevas demandas a futuro inmediato.

Mientras tanto, entre heladeras vacías y apremios por cuentas a pagar, los empleados del Deportivo Morón, los verdaderos "invisibles" de la institución, penan en silencio y soledad, la indignidad de la ausencia de empatía ajena, en especial, de quienes tiene la obligación legal y moral de abonarles sus sueldos en tiempo y forma, y de una sola vez.


@elgallogustavo.



"Yo veo al futuro repetir el pasado"...

Y este Morón "flojo de mandíbula", con indisimulables conflictos de ambos lados de la línea de cal, cerró el año de la peor manera, con una dura derrota por 3 a 1, frente a Estudiantes de Río Cuarto, en el Nuevo Francisco Urbano, "hilvanando" su quinta caída en los últimos seis partidos, debacle futbolística que lo llevara a resignar su chances de participar en la próxima edición de la "Copa Argentina", cuyos hinchas nuevamente deberán observarla desde afuera, por segundo año consecutivo.

En un partido donde "Cacho" Sialle agotaría sus últimos "cartuchos" tácticos, apartándose de su esquema predilecto con un solo punta, para jugar con Kevin Gissi y Damián Akerman, aunque sin contemplar el "abastecimiento" de juego, con Ezequiel D' Angelo "partiendo" nuevamente desde el banco, presentaría además el regreso de Mauricio Alonso, por Lucas Chacana (con Nicolás Ramírez marginado hasta la pretemporada) y la modificación más significativa, por lo menos, desde lo nominal, con el ingreso de Francisco Oliver como segundo marcador central, en lugar del capitán, Emiliano Mayola, entre los suplentes, luego de largo tiempo.

Tras un primer tiempo donde el equipo resultaría "más de lo mismo", de esa pálida imagen que se hiciera recurrente, desde la derrota con Temperley hasta nuestros días, la "espalda" de Matías Nizzo y Lucas Pérez Godoy, volvería a ser el espacio elegido por la visita para manejar el balón, en terreno contrario, a partir del buen trabajo de su "armador", Alejandro Cabrera, con Yair Arimendi a la derecha y Bruno Sepúlveda a su izquierda, para preocupar a una defensa del Gallo, que volvería a evidenciar las falencias colectivas que se profundizaran desde la caída en Turdera.

Equipo atildado, de buen "pie" y con una idea de juego definida y "aceitada", los riocuartenses "lastimarían" por ambas puntas, volviendo a utilizar la diestra de la defensa del Gallito, como su opción de desequilibrio favorita, con la velocidad de Arismendi, de características futbolísticas y hasta físicas, ideales para esa función, en contraposición a un Matías Cortave que repetiría el "sufrimiento" de cotejos anteriores, en un "rol" que no le sienta y en el que también, en su descargo, aparece más "solo que loco malo", dado el escaso y errático retroceso defensivo de Fabricio Alvarenga.

Aún así, Morón contaría con un par de chances claras para abrir el marcador, una en los pies de Akerman, que a punto de definir de media vuelta, surgiría la cobertura justa de Gastón Bottino, y la otra en la cabeza de Kevin Gissi, en una de las pocas que le ganaría al otro central, Alan Vester, y cuyo cabezazo forzaría una gran atajada de Adrián Peralta, "volando" sobre su palo izquierdo.

Con Estudiantes de Río Cuarto "sistémico", controlando pelota y terreno de juego, desde el "desdoblamiento" permanente de Maximiliano Zbrun, y Deportivo Morón "espasmódico", apostando todas sus "fichas" a un "pleno", con pelotazos largos, en ausencia de generación asociada de fútbol, se iría el primer tiempo, con las mejores dos ocasiones de la visita, uno en un remate alto de Zbrun y la otra en otro esquinado, sobre el segundo poste de Julio Salvá, tras la subida de Lautaro Formica, el mismo lateral zurdo que, temporadas atrás, pasara menos que inadvertido por el Oeste.

En el complemento, Morón asomaría muy diferente, más ambicioso y decidido, pero fundamentalmente, con la cuota de fútbol en falta, que ahora le reportaría el ingreso de D' Angelo por un inexpresivo Alonso, partiendo desde la derecha, por decisión táctica, para luego correrse al medio, por saludable "rebeldía" propia, conjugándose con Pérez Godoy en el primer pase, y en especial, con el "pivoteo" alternado de Akerman y Gissi, para desequilibrar a una defensa que puesta a prueba, revelaría dudas no detectadas en la primera parte.

Con los mejores '20 desde aquél lejano y casi "nostálgico" segundo tiempo ante Alvarado, en Mar del Plata, donde todos nos ilusionaríamos de un "espejismo", en una combinación entre Ezequiel D' Angelo y Damián Akerman, por la banda derecha, el "histórico" se vestiría de "asistidor" y tras una gran maniobra individual, devolvería "gentilezas" del gol del triunfo con Atlanta, habilitando a Kevin Gissi, para que el "11" la "punteara" al gol, para la merecida ventaja a los '21 del segundo tiempo.

Inexplicablemente, cuando mejor estaba jugando Morón, dominador del juego en lo futbolístico, actitudinal y anímico, una salida intempestiva de Valentín Perales, casi hasta mitad de cancha, en un lateral, terminaría con Bruno Sepúlveda ganándole en velocidad al muy flojo partido del rionegrino, que sin cobertura de sus compañeros, permitiría que el "11" visitante quedara "cara a cara" con Julio Salvá, para impulsar la pelota con clase, rumbo al palo más lejano y a una impensada igualdad de la visita, sobre los '31 de la etapa final.

Y este Gallo de "mandíbula floja", jamás se recuperaría de una "trompada" que no parecía de nocaut, pero sin embargo lo resultaría, puesto que sólo seis minutos más tarde, el mismo Sepúlveda volvería a recibir muy solo entre los centrales y con otro gesto técnico de jerarquía, se haría el espacio dentro del área, para derrotar por segunda vez a Salvá y dar vuelta el resultado.

Con Lucas Chacana en cancha, por Alvarenga, que los relatores no llegaran a nombrarlo en sus '10 minutos en cancha y a falta de cinco para el cierre, el debut de Agustín Mansilla, por Matías Nizzo, en una posición más parecida al  "doble cinco", que al punta externo que impresionara en la pretemporada, en otra contra, en el cuarto minuto de descuento, un pelotazo largo desde terreno propio, encontraría una vez más a Bruno Sepúlveda, "mano a mano" con Oliver, de flojo partido, como toda la defensa, para que el punta visitante, en su tarde "soñada", se deshiciera con facilidad de la marca y definiera con potencia y justeza al segundo "caño" de Salvá, para el  3 a 1 final de un Estudiantes de Río Cuarto, que de haber tenido algunos minutos más, probablemente hubiese aumentado la cuenta, ante un Gallo "perdido", confundido y resignado.

El pitazo final de Bruno Bocca, otra vez de mal partido, con una polémica, en un empujón no cobrado a Pérez Godoy dentro del área, en el primer tiempo, daría por concluida no sólo la primera parte de la temporada para Morón, sino también sus esperanzas de clasificar a "Copa Argentina" y muy posiblemente, el ciclo de Arnaldo "Cacho" Sialle como técnico.

Porque lo único que podría parar la "hemorragia", sería el receso.

A "barajar y dar de nuevo", ahora mismo, con el tiempo suficiente para volver a "repartir las cartas".

Ojalá todos los protagonistas, comenzando por el máximo responsable, el presidente, estén a la altura de las circunstancias y piensen en lo mejor desde lo colectivo, con coraje e inteligencia, porque de lo contrario, veremos al "futuro repetir el pasado".

"Y el tiempo no para"... Ni perdona. En realidad, ya lo hizo una vez, el torneo pasado. 



@elgallogustavo.



lunes, 25 de noviembre de 2019

"A cruzar los dedos"...

Y la mejora con Atlanta pareció un "espejismo", luego de la pálida imagen que el Deportivo Morón demostrara en Caballito, ante un Ferro que con muy poco, lo derrotara con justicia y, de no mediar la muy buena tarde de Julio Salvá, la caída hubiese sido más abultada, casi como un nefasto "deja vu" del anterior compromiso en el mismo escenario, tan esquivo que jamás pudo imponerse el Gallo, en la historia, por lo menos enfrentando al "dueño de casa". 

Con la vuelta del capitán, Emiliano Mayola, y el ingreso desde el inicio de Francisco Oliver, como lateral zurdo, en lugar de Nicolás Martínez, y de Lucas Chacana por un lesionado Nicolás Ramírez, el equipo de "Cacho" Sialle "deambularía" sin rumbo, en la tarde Caballito, sin tenencia del balón, ni presencia ofensiva, ni contención en el medio, ni seguridad en la última línea, ante un local que venía de tres partidos sin victorias y encontró en Morón, la oportunidad justa para salir de "perdedor".

En efecto, salvo los primeros minutos, donde Morón pretendería ejercer una presión alta, como ante el "Bohemio", no tardaría mucho para que el local se sintiera cómodo con su mayor volumen de juego y comenzara a "lastimar" por los costados, con la constante subida de sus laterales, en especial de Rodrigo Mazur, por el izquierdo, una de las figuras de la cancha, sólido en la marca y "punzante" en ofensiva, como si se tratara de un delantero.

Con el fútbol de Nicolás Gómez y Renzo Tesuri, Ferro se haría dueño antes de los '15 iniciales, del protagonismo en terreno ajeno, con pelota dominada, colocando siempre en posición de gol a sus laterales y "merodeando" el área visitante, con el criterio de Cristian Bordacahar y la voluntad de Franco Toloza, en su presentación con la camiseta del "Verde", recién arribado de Colegiales.

Mientras la apertura del marcador, parecía cuestión de tiempo y justeza en la última "puntada" de Ferro, por el lado de Morón, el poco fútbol disponible provenía de la zurda de Ezequiel D' Angelo, poco y mal acompañado por Kevin Gissi, que volviera a mostrar su costado más "flaco", y sin acompañamiento por las bandas, con una regular expresión de Fabricio Alvarenga, y otra decididamente pobre de Lucas Chacana. 

En el medio, ni Matías Nizzo, ni Lucas Pérez Godoy podrían imponer condiciones en esa zona, perdiendo con la habilidad y el toque de primera de Gómez y Tesuri, y más allá del buen partido de "Oeste", no porque el local haya sido el "Barcelona", sino porque Morón ni siquiera llegó al nivel del "Girona" o el "Rayo Vallecano".

En ese "desconcierto" generalizado, con Ferro "toqueteando" siempre peligrosamente cerca de Julio Salvá, Renzo Tesuri habilitaría de primera a Rodrigo Mazur (a quien Salvá, minutos antes, le había contenido un mano a mano, ingresando increíblemente solo por su sector), que enviaría un centro al primer palo, dentro del área chica de Morón, que impulsado en primera instancia hacia atrás, por Lautaro Torres, derivaría en un "taco" de Bordacahar, y cuando el debutante, Franco Toloza, se aprestaba a rematar al arco, desde escasos metros, la "barrida" de Oliver derivaría el balón hacia el costado, donde Valentín Perales se la llevaría "puesta", para vencer a propio arco, ante la sorpresa de Salvá y darle de la manera más impensada, la merecida ventaja a un Ferro que era mucho más, a los '45 del primer tiempo.

En el complemento, de arranque nomás, Sialle mandó al campo de juego, a Damián Akerman y Mauricio Alonso, de regreso al banco, en mejoría paulatina de su pubialgia, en lugar de Kevin Gissi y Lucas Chacana, tal vez buscando el efecto que tuvieran los cambios, en el entretiempo con el "Bohemio". 

Sin embargo, dentro del contexto de un equipo "perdido" en el terreno de juego, ni Alonso, visiblemente disminuido por una lesión rebelde y el goleador eterno, demasiado solo para tener que bajar a buscar la pelota e intentar luego progresar con ella en ofensiva, lograrían "torcer" el curso de un segundo tiempo, que más allá de un corto lapso, al inicio, donde Morón dominaría las acciones y se aproximaría al arco local, aunque sin generarle peligro real a Andrés Bailo, aún en ese "puñado" de minutos favorables al Gallo, desde lo territorial y actitudinal, Ferro en cada contra, parecía más cercano al segundo que Morón del empate.

Con el correr de los minutos, Ferro retomaría las "riendas" del encuentro, haciéndose nuevamente "dueño" de campo y balón, con el fútbol que al Gallo le faltaría, máxime a partir de la salida de Ezequiel  D' Angelo, el único capaz de generar alguna "pincelada" de desequilibrio y habilidad, para permitir el ingreso de un Agustín Lavezzi, que sólo contribuiría al "barullo" en los últimos metros.

Mientras la visita no generaba una acción de gol, en todo el complemento (y casi nos animaríamos a decir, en los '90), el local contaría con varias opciones para estirar el resultado, de no mediar no menos de tres o cuatro intervenciones decisivas de Julio Salvá, para mantener a Morón en "partido", por lo menos desde lo "numérico", porque en el desarrollo jamás estuvo a "tiro" del empate.

Por eso, el "pitazo" final de Julio Barraza, esta vez de buen desempeño, sin polémicas, Ferro regresaría al triunfo, luego de tres partidos, a expensas de un Morón que volvió a evidenciar las carencias individuales y colectivas, de un equipo desordenado y sin ideas, que perdiera en todo el partidos las "segundas pelotas" y los rebotes.

Con un último cotejo por delante, antes del receso, el próximo domingo 1° de diciembre, ante Estudiantes de Río Cuarto, desde las 17, en el Nuevo Francisco Urbano, el Deportivo Morón intentará clasificar a una "Copa Argentina" cada vez más lejana y que ya no depende exclusivamente de su propio resultado.

Pero lo más importante, deberá volver a "lidiar" con sus propias carencias, para terminar el año de la mejor manera, y si es posible con una victoria, que sume para el semestre definitivo, aunque no llegase a alcanzar para la clasificación "copera", por segunda edición consecutiva.

Lo "positivo": no deberá hacer demasiado para modificar la pálida imagen de Caballito.

"A cruzar los dedos", como diría "Riberito".



@elgallogustavo.




miércoles, 20 de noviembre de 2019

Morón recuperó la "memoria" y Akerman hizo feliz al Oeste

Y una noche el Deportivo Morón recuperó la "memoria"... No sólo porque volvió al triunfo, luego de tres derrotas consecutivas, sino también porque recuperó varios de los argumentos y virtudes que lo erigieran en una equipo sólido, compacto y hasta incómodo para sus ocasionales rivales, hasta que desde la tarde de Turdera a esta parte, o tal vez incluso un poco antes, extraviara la "brújula" futbolística, para convertirse en un conjunto previsible, vulnerable y repetido en errores y desatenciones.

En una de las "paradas" más "bravas" que pudiese ofrecer este parejo y competitivo Torneo de Primera Nacional, en su Zona 1, el equipo de "Cacho" Sialle se impondría merecidamente al cómodo y convincente líder del grupo, Atlanta, un "Bohemio" que, por si fuera poco, implica todo un "karma" en la historia del Gallo, con muchas y dolorosas derrotas, en contraposición a un puñado de alegrías, como la de esta noche, en el Nuevo Francisco Urbano.

Para completar la vivencia de una de esas jornadas "angeladas" para el Deportivo Morón, la victoria vendría de la "mano" de un nuevo gol, el primero en el actual torneo, pero el 159 en su impresionante estadística personal en el Deportivo Morón, de ese auténtico "tótem" viviente para el Gallo, llamado Damián Emilio Akerman, que con tan sólo 24 minutos en cancha, tras su ingreso al comienzo del complemento, debido a la lesión de Ezequiel  D'Angelo, haría "explotar" las gargantas de los hinchas de Morón, una vez más, con ese "olfato" goleador, para estar donde debe estar el "9" (o el "18", en este caso), y transformar en "porotos", lo que hasta allí era un triunfo por "puntos", de un Gallito que generó más que la sumatoria de los tres partidos con derrota precedentes, pero reiterando las consabidas falencias para "facturar" diferencias en el arco contrario.

Desde el comienzo, un Morón con Francisco Oliver (en lugar del suspendido, Emiliano Mayola) y Ezequiel D'Angelo, haciendo ambos su debut como titulares, con la vuelta de Lucas Pérez Godoy, de muy buen partido, y la mejor actuación de Kevin Gissi desde que llegara a la institución, tal vez "tonificado" por su gol frente a Independiente Rivadavia, en Mendoza, evidenciaría la reivindicación de valores tácticos importantes, "extraviados" en los últimos tres partidos: orden e intensidad en toda la cancha, presión alta para provocar el error rival y permitir la recuperación cerca de la última línea contraria y una afán ofensivo ausente "sin aviso" en los cotejos previos, que volvería a colocar al Gallo como protagonista, buscando el desequilibrio por las bandas, como es habitual, pero también desde la habilidad compartida de Nicolás Ramírez y Ezequiel D'Angelo, sumados a la sana intención de buscar el remate desde afuera o el centro al área, en definitiva, procurando "terminar" las jugadas, algo tan obvio como infrecuente en los encuentros anteriores.

Del otro lado, un Atlanta tal vez más consistente desde las individualidades, y con la saludable intención de buscar el arco de Julio Salvá, como premisa insistente, en especial, a partir de las subidas reiteradas de sus laterales, también le daría al local la ocasión de "explotar" las "espaldas" de ambos marcadores de punta, algo que podrían en práctica con acierto, tanto Fabricio Alvarenga como Nicolás Ramírez, hasta que en el caso de "Nico", un tremendo golpe en la cintura, obligase al cambio prematuro del "10" del Gallito, por Lucas Chacana.

Con un par de buenas chances para abrir el marcador, en los primeros minutos, comenzando por un tiro libre del propio Nicolás Ramírez, que se perdería apenas por encima del travesaño de Juan Rago, un Morón renovado y auspiciosamente asfixiante en la salida y protagonista, se convertiría en "dueño" de balón y el terreno, como no ocurría desde hacía dos o tres partidos, salvo ya estando en desventaja, pero sin perder de vista la peligrosidad del "Animal", Luis López, en las pelotas paradas, y los desbordes de Fabricio Pedrozo por izquierda y las diagonales permanentes de Walter Mazzantti por derecha.

Cuando el partido había caído en una "meseta", a los '32 del primer tiempo, una acción imprudente de Jorge Valdez Chamorro, el "8" de Atlanta, dejaría a la visita con diez, debido a su correcta expulsión por agresión, en perjuicio de Nicolás Martínez, acción que determinaría un doble beneficio para Morón: profundizar su dominio, a partir del hombre de más, pero en especial, la decisión táctica de Alejandro Orfila, entrenador visitante, de suplir la ausencia de Valdez Chamorro, con el ingreso de Nicolás Talpone, excluyendo para ello, a Walter Mazzantti, sin lugar a dudas, el hombre más peligroso y desequilibrante de la visita.

Antes del final de la primera etapa, en un cabezazo en el área, la cara de Ezequiel D'Angelo impactaría con la "humanidad" de un defensor, lo que podría en duda la continuidad del "11" del Gallo, en el complemento, algo que se confirmaría con el ingreso de Damián Akerman, al comienzo del segundo tiempo, ante una posible fractura de tabique nasal del ex enganche de "Telmo".

En los segundos '45, Morón no lograría imponer la misma intensidad de la etapa de inicio, en buena medida, por la destacable intención de la visita, de defenderse siempre con la pelota, con el buen manejo de Joaquín Ochoa, más tarde reemplazado por Enzo Trinidad, el hábil enganche procedente de Tristán Suárez, pero fundamentalmente, por la saludable intención de seguir buscando el arco de Julio Salvá, con el argumento repetido y eficiente del adelantamiento de los laterales, que originaría un par de "revolcones" del "1" del Gallo, y destacaría la gran tarea de Valentín Perales en el fondo, bien acompañado por Francisco Oliver, por el medio, y de Matías Cortave (de interesante partido) y Nicolás Martínez por los laterales.

Cuando Morón no lograba sacar provecho del jugador de más, una "trepada" ofensiva de Matías Cortave, se prolongaría en una gran taco de Lucas Pérez Godoy, para habilitar en ofensiva a Lucas Chacana, que tras dejar a su marca en el camino e ingresar el área visitante, sobre el vértice izquierdo, ensayaría un centro que superaría la línea de Kevin Gissi, controlado al límite del penal por los centrales, pero por el medio, se reencontraría con el goleador "eterno", que la empujaría al gol, para golpearse el pecho, como en aquella tarde de abril, ante Los Andes, en el mismo escenario, al tiempo de poder leerse en sus labios, la palabra "yo", en un mensaje tan explícito como contundente, para más de uno, de ambos lados de la línea de cal.

Con la ventaja parcial, y el hombre de más, "Cacho" Sialle enviaría al campo de juego a Cristian Lillo, para colaborar en la recuperación y "morder" en el medio, en lugar de Matías Nizzo, mientras su rival se arriesgaba a jugar los últimos '20 con línea de tres, lo que implicaba una verdadera "invitación" a definir el "pleito" de contra.

Sin embargo, Morón no lograría defenderse a partir de la tenencia del balón, en buen medida, por las ganas y el mérito ajeno, de un muy buen equipo, no por casualidad líder de la zona, contando con algunas chances inmejorables para "clavar" el segundo, en réplicas con mayoría numérica, pero mal resultas por la velocidad y desequilibrio de Fabricio Alvarenga, no siempre acompañados de las mejores decisiones en los últimos metros de la cancha.

Como en Morón, "si no se sufre, no vale", en el quinto minuto de descuento, en el última "bola" de la noche, un centro al área chica del Gallo, despeinaría el "copete" rubio de Luis López, que por suerte no alcanzaría a conectar el envío, ante una defensa estática y un Salvá fuera de "foco", que poco hubiera podido hacer, en otras circunstancias.

Con el "corazón en la boca" y las "pulsaciones a mil", el pitazo final de un correcto Héctor Paletta, le devolvería la sonrisa a Morón, que en una calurosa noche de noviembre, en el Nuevo Francisco Urbano, recuperara la "memoria", y no solamente por volver al triunfo, luego de tres derrotas consecutivas, sino por volver a confiar en aquellos argumentos futbolísticos, que tan buenos dividendos le dieran a principios de temporada.

Y en definitiva, fiel a su estilo "histórico", el Gallo bajó al puntero y regresó a zona de "Copa Argentina", soñando con un mejor final de primera rueda, con próxima "escala" ante Ferro, en Caballito, y un cierre frente a Estudiantes de Río Cuarto, en el Nuevo Francisco Urbano.

Volvió Morón. Volvió Akerman, En definitiva, sinónimos de la misma conjunción para la alegría de todo el Oeste.



@elgallogustavo.



lunes, 11 de noviembre de 2019

Mismas falencias, igual desenlace: tercera derrota

En la calurosa tarde mendocina de domingo, Morón repitió las falencias que han caracterizado su errático andar de los últimos partidos, y como consecuencia lógica, en un deporte como el fútbol, donde la lógica a la larga tiende a imponer condiciones, el resultado volvió a ser derrota, la tercera consecutiva, que dejó al Gallo momentáneamente fuera de puestos de "Copa Argentina", en el octavo lugar de la tabla, a falta de tres encuentros para el final de la primera rueda.

En efecto, con notables problemas para manejar el balón en la zona media, o cuanto menos, "cortar" los "circuitos" futbolísticos del rival, sumados a su módica cuota de fútbol asociado (que en las últimas fechas, en especial durante los primeros tiempos, ha pasado a ser, directamente escasa y por momentos ausente), a una ofensiva sin peso ni contundencia, no importa los sistemas ni los protagonistas que lo lleven a cabo, una defensa otrora segura, de lo mejor del equipo, en aquellos buenos primeros partidos, ahora devenida en un "mar" de dudas, desacoples y desatenciones, el equipo de "Cacho" Sialle volvió "regalar" un tiempo, el inicial, para "reaccionar" recién en el complemento, con la primera desventaja a cuestas, a partir del ingreso de Ezequiel D' Angelo, por estas horas aciagas de conjunto, el único capaz de generar algo de juego en "tres cuartos", ante el bajón pronunciado en el rendimiento de Nicolás Ramírez, demasiado desequilibrante para pasar inadvertido o suplir su aporte acostumbrado.

Con el regreso de Valentín Perales, en reemplazo de Cristian Broggi, "corriendo" nuevamente a Matías Cortave como lateral derecho, en una función donde, por lo visto, rinde menos que de primer marcador central, más la "apuesta" ofensiva de Agustín Lavezzi, como pocas veces titular, por un Esteban Ciaccheri que ni siquiera viajaría a Mendoza, el Gallo modificaría también "dibujo" táctico, con un 4-4-2, que tampoco terminaría de rendir los "frutos" esperados por el cuerpo técnico, dado el mal momento colectivo que atraviesa el equipo, más allá de los resultados.

En esa primera etapa, en una reedición de lo visto, desde Temperley en adelante, con una profundización paulatina fecha tras fecha, el Deportivo Morón volvería a no "hacer pie" en el mediocampo, nuevamente con el rival como protagonista casi exclusivo en el manejo de la pelota, ahora agravado por una defensa que genera dudas e invita a atacarla, por los desacoples que muestra, en especial, en esa zona "muerta", entre medios y defensores, donde unos no cubren y otros no anticipan, por lo menos con acierto.

Así las cosas, y tras algunas zozobras, de un Independiente Rivadavia que, sin grandes "luces", manejaba terreno y pelota, "rompiendo" la línea media y buscando "abrir" por los costados, en otra escena repetida de cada partido, desde Belgrano en el Oeste a esta parte del campeonato, de un desborde por la derecha de la defensa del Gallo, de Matías Viguet, el centro largo y rasante, con destino al segundo palo, pasaría por las "narices" de toda la defensa visitante, hasta que por el lado opuesto, Julián Marcioni la empujara al gol, a los '24 del primer tiempo.

Sin capacidad de reacción, al igual que en las primera etapas ante Temperley, tras la ventaja del "Celeste" y también con Platense en el Oeste, Morón no lograría hacerse del balón, ni aún ante la necesidad del empate, y comenzaría a sufrir el desarrollo del encuentro, ante una "Lepra" mendocina cada minuto más cómoda en el juego y con escasa oposición de la visita.

Como también viene ocurriendo en los cotejos precedentes, pese a no manejar el trámite de los partidos, el Gallo contaría con una ocasión muy propicia para llegar al empate, luego de una buena acción individual de Lucas Chacana, recostado sobre el sector izquierdo, con escaso aporte como volante externo, en el retroceso, pero algunos movimientos interesantes en ofensiva, de su desborde y pase entre líneas emergería solo en el área, "Nico" Ramírez, pero el envío, un poco alto para el "10" de Morón, ya "atorado" por el arquero, terminaría con un intento de "sombrero", que Cristian Aracena controlaría, esforzándose en el aire.

Con chances para ampliar la ventaja y "liquidar" el pleito, en la cabeza de Gonzalo Klusener o algún buen encuentro entre Pablo Palacio y el autor del gol, Julián Marcioni, el 0-1 resultaba "precio" para una etapa inicial decididamente mala del Gallo, dejándolo en partido, con la expectativa de un mejor segundo tiempo, para lo cual no era necesario mejorar demasiado.

Al inicio del complemento, los ingresos de Ezequiel D' Angelo y de Kevin Gissi, en lugar de Agustín Lavezzi y Lucas Chacana, mostrarían a un Morón más ambicioso, parado casi en terreno contrario y con el manejo del balón que le reportara el ex enganche de San Telmo, capaz de generar un pase "entre líneas" o una jugada asociada, con un Fabricio Alvarenga que comenzaría a desequilibrar por el sector derecho.

Luego de algunas aproximaciones, pero con la visita "plantada" decididamente en campo rival, con la pelota bajo la "suela", empezarían a aflorar las permeabilidades de la defensa local, hasta allí no detectadas y a los '24 del complemento, una pelotazo largo de Valentín Perales, con destino a Kevin Gissi, en el área local, permitiría el "puntazo" goleador del suizo-argentino, ante el "quedo" de ambos centrales y el propio arquero de "La Lepra".

Con el uno a uno y un trámite más parejo, en el Oeste se ilusionarían con la posibilidad de un triunfo, que devolviera al Gallo a la "lucha" por los primeros puestos, sin embargo, Morón no habría de capitalizar anímica ni futbolísticamente el empate, profundizando las dudas locales, sino que por el contrario, se retrasaría en el campo y permitiría que Independiente Rivadavia le volviese a manejar terreno y pelota, tal vez en la expectativa de una contra que definiera el "pleito" a su favor, en los minutos restantes.

Pero allí, una vez más aflorarían las "licencias" que otorga en cada partido, una defensa que perdió hace tiempo la solidez que exhibiera a comienzos de torneo, con otro gol "calcado", de similares características a los que hemos visto, ya demasiadas veces: centro largo desde la derecha del ataque local, Julián Marchioni (el volante diestro, no el autor del primer gol), que cabecea sobre el palo opuesto, evitando así que la pelota se perdiera afuera, y solo por el segundo palo, Gonzalo Klusener habría de impulsar la pelota para el segundo gol de "La Lepra", con notable facilidad, ante una defensa estática, tal vez siguiendo el recorrido del balón, más que la posición de Klusener.

Con doce minutos por delante, Arnaldo Sialle mandaría al campo de juego a Damián Akerman, por Cristian Lillo, y en el contexto de un desarrollo "partido", entre la necesidad del Gallo y las oportunidades de contra del local, Fabricio Alvarenga, de buen segundo tiempo, contaría con una ocasión inmejorable para volver a empatar, cuando su derechazo, ingresando por el medio literalmente "reventara" el travesaño de Aracena, en tiempo cumplido, una de las tres chances de gol que tendría Morón en el complemento, junto a un remate de zurda apenas desviado, de D' Angelo, y minutos antes del segundo desnivel local, la más clara de todas, nuevamente en los pies de Kevin Gissi, pero en esta oportunidad, el remate del ex "Leproso" se iría ancho por el primer palo, después de cruzar su remate, dentro de área y tras desembarazarse de su marca. 

El pitazo final de Mariano González, de regular arbitraje, sin polémicas, pero afecto a ese estilo anquilosado de referato, de dirigir las acciones, "muñequeando" las decisiones desde el círculo central, determinaría una nueva caída del Deportivo Morón, la tercera consecutiva, en un partido que le resultara más esquivo en el desarrollo que en el resultado final, y donde no sólo tuviese la oportunidad de empatar momentáneamente, sino hasta pasar a ganarlo, de haber "embocado" Kevin Gissi la suya, con la "chapa" igualada en uno.

Con mucho por corregir y no tanto tiempo, el Gallo volverá al Oeste el lunes al mediodía, con la mirada puesta en recibir a Atlanta (sin el capitán Emilano Mayola, que llegara a la quinta tarjeta amarilla), nada menos que el sólido líder zonal, que además nos resulta más que esquivo en el devenir del historial.

A mismas falencias, igual desenlace: tercera derrota consecutiva.

A levantar la "cresta".



@elgallogustavo.



miércoles, 6 de noviembre de 2019

"Deportivo Morón volverá a ser un tema central y estratégico en la agenda comunal"

El miércoles al mediodía, durante una nueva emisión de "Corazón de Gallo, conducido por Jorge Marinelli, Maximiliano Benozzi y Gustavo Requelme (miércoles, de 13 a 14, por "Radio La Ciudad de Ituzaingó", www.radiolaciudad.com.ar), se entrevistó al electo intendente del Municipio de Morón, Lucas Ghi, quien dejara importantes conceptos respecto del lugar del Deportivo Morón en la futura "agenda" comunal y precisiones sobre los temas que más preocupan al socio e hincha del Gallo, y que atañen a la comuna, como la culminación de las obras correspondientes a la tercera etapa del estadio, la cesión de terrenos en la ex Base Aérea y una posible asistencia financiera oficial, en temas y gastos puntuales, como los operativos policiales en los partidos.

Lucas Ghi, en "Corazón de Gallo" y hablando del Deportivo Morón:

"Es imposible pensar en el desarrollo y el crecimiento del distrito, si no es de la mano de sus instituciones. Por eso es necesario recuperar la centralidad de un club como el Deportivo Morón, tan entrañablemente vinculado a la identidad de nuestro pueblo".

"Y en ese camino tenemos que complementarnos, establecer alianzas estratégicas, objetivos comunes  y tratar de alcanzarlos. El testimonio de lo logrado en su momento, debe ser el motor que nos desafíe a construir cosas nuevas".

Culminación de la tercera etapa de obra en el estadio:

"Respecto de la tercera etapa del traslado del estadio, quiero ser extremadamente prudente. Hace poquitos días me reuní con el intendente saliente (Ramiro Tagliaferro) y entre las cosas que le planteé que me parecía importante conocer, estaba este elemento, el nivel de desarrollo y de avance que tenían las obras. Más allá de lo que uno puede ver, conocer en términos administrativos qué cosas nuevas se habían gestado en estos cuatro años, y el intendente quedó en facilitarme esa información, en el marco de un montón de otras cosas que tienen que ver con la transición".

"Y digo esto porque en función de lo que hay, también nosotros vamos a poder asumir compromisos. Una vez que nosotros fijamos un rumbo y asumimos un compromiso, lo vamos a concretar. Pero necesito tener un diagnóstico muy certero, muy preciso sobre cómo está, en qué se avanzó, qué falta, si hubo algún incumplimiento... Bueno, evidentemente incumplimientos hubo, porque la realidad así lo demuestra, pero no quiero generar ninguna otra apreciación que no esté debidamente sustentada en los papeles".

"De todas maneras, es importante llevarle tranquilidad al hincha y al socio, sobre que es un tema que se va a tener en cuenta permanentemente, porque es un desarrollo que soñamos e hicimos juntos, en el que logramos avances importantes también juntos y hay que coronar ese esfuerzo que llevó adelante la ciudad, que llevó adelante la institución, cumpliendo con los objetivos que se habían trazado oportunamente".

Cesión de terrenos en la ex Base Aérea de Morón:

"Se de la expectativa que hay respecto del tema de la cesión de tierras en la Base Aérea, por eso pedí especialmente al equipo que está trabajando en la transición, a las personas que designé para trabajar en la intercambio de información con la actual administración, que se ocupasen particularmente de este asunto, y lo mismo que decía sobre la tercera etapa del estadio, ojalá podamos avanzar y consolidar ese objetivo".

"No es algo que se termine resolviendo con la firma de un Comodoro, porque ahí intervienen las direcciones políticas de los organismos. No se si en este caso se estará gestionando en la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) o en el Ministerio de Defensa o en qué otro organismo nacional, pero necesito conocer hasta dónde está el avance y después es gestión, es traducir esa decisión política en gestión. Gestionar es hacer que las cosas pasen y para eso tenés que ocuparte. Tenés que tener una idea, un plan claro y qué querés que pase, y por supuesto, trabajar para lograrlo".

"Morón tiene en la capilaridad de sus instituciones y particularmente en el Deportivo Morón, un potencial extraordinario y desatenderlo, desvincularse, tener "hojas de ruta" distintas, municipio e institución... obviamente, la institución con su propia vida, con su discusión interna, respetando los ámbitos que cada uno tiene..., es un enorme error, porque fijar objetivos comunes y trabajar en conjunto, siempre redunda en un beneficio para la comunidad. Es sin dudas un eje de trabajo central y estratégico, que aprovecho para anticipar, y ojalá que al igual que en la etapa anterior, podamos disfrutar de los logros que construyamos".

La relación entre el sector público, el privado y las instituciones:

"Me parece que esas cosas se lograron (el traslado y construcción del nuevo estadio) porque construimos una agenda de trabajo, afianzamos confianza, sostuvimos en el tiempo las ideas y se lograron los objetivos. En estos últimos años, por circunstancias que desconozco, no se pudo avanzar con la celeridad que seguramente hubiésemos deseado, pero no hay tiempo que perder, retomar esa agenda de trabajo y creo que a partir de la articulación entre el tercer sector, el mundo representado por las entidades intermedias, en este caso el Deportivo Morón, el sector privado y el sector público, construyendo ese tipo de sinergia, que son las que terminan construyendo logros de la envergadura del nuevo estadio y promover el desarrollo en el área central".

"Ambas cosas quedaron en el camino, tanto el desarrollo en el área central, en la ciudad de Morón que es cabecera del Oeste, con el potencial que eso conlleva, así como terminar con lo que estaba originalmente previsto para las nuevas instalaciones del Deportivo Morón. En lo personal, me siento desafiado por esta situación. Así como pudimos avanzar con lo que avanzamos, tenemos que lograr que se corone ese esfuerzo, con lo que estaba pautado. Nadie tampoco está pidiendo nada demasiado desmesurado, pero eso se puede hacer. Y es a partir de esa tríada virtuosa, que es el tercer sector, el sector privado y el sector público tirando todos para el mismo lado".

Posible asistencia económica para el Deportivo Morón:

"Hasta ahora, todo lo que me vengo encontrando de los reportes que me da la gente que está trabajando en la transición, son deudas, vamos heredando deudas, con lo cual poder decir hoy, 'sí, vamos a tener una política activa respecto de las necesidades económica del club y que la asistencia va a estar asegurada hoy', sería una imprudencia, porque la verdad no tengo el detalle fino de en qué municipio estamos asumiendo. Por ejemplo, hoy el hospital municipal pide donaciones a los vecinos, porque sinó hoy no tiene con qué darle de comer a la gente que está internada, y no estoy exagerando".

"¿Por qué digo esto?, porque tenemos algunos espacios en la gestión que están atravesando una situación extremadamente delicada. Si me preguntan, 'entonces descartás que haya alguna asistencia'..., no, no descarto, al contrario, soy coherente con lo que decía antes, que tenemos que trabajar en conjunto, y vamos a trabajar en conjunto. Y si eso se traduce en que también va a haber asistencia, porque también está representado el interés público, estaremos al lado de la institución procurando acompañar su desarrollo y colaborar con sus necesidades".

"El Deportivo Morón vuelve a la agenda de la gestión comunal, como un tema central y estratégico".



Gustavo Requelme.



                                  Foto: Lucas Ghi (Facebook).

martes, 5 de noviembre de 2019

Cuesta abajo

En la noche del lunes, en el Nuevo Francisco Urbano y frente a un rival históricamente esquivo como Platense, el Deportivo Morón volvió a jugar mal, a "regalar" un tiempo (el primero) y evidenciar su ya "endémica" falta de contundencia, en los últimos metros de juego, para "hilvanar" su segunda derrota consecutiva y comenzar a "dibujar" un gesto de preocupación, tanto dentro como fuera de la cancha.

Y es que Morón nunca descolló por su juego vistoso, en los partidos que se llevan jugados de la Primera Nacional, pero sí se caracterizó por encarnar un conjunto compacto, duro, difícil y hasta incómodo de enfrentar, sólido en defensa, con sacrificio en el medio y la "soledad" de sus puntas, por el sistema de juego, pero no por ello menos eficiente en el contralor de los partidos y efectivo en la sumatoria de puntos.

Sin embargo, desde hace un par de encuentros a esta parte, tal vez por el progresivo desgaste físico, de un equipo que basa la sustitución de sus carencias individuales, en la solidaridad y sacrificio colectivos, durante los '90, o porque los rivales ya han tomado nota de lo mismo, el equipo de "Cacho" Sialle se ha venido desdibujando, al punto de perder aquél control de los trámites que tanto destacáramos, y que hoy lo sorprende "sometido", como en el primer tiempo del último cotejo en Turdera, o la primera etapa del partido ante Platense, que en los '45 iniciales dominara pelota y terreno, aunque sin profundidad (es cierto), ante un Morón incapaz de hacer pie, hasta hallarse en desventaja y urgido por la necesidad del empate.

Sin Mauricio Alonso y Lucas Pérez Godoy, ausentes por lesión, el primero con una pubialgia que lo tiene a "mal traer", desde hace un tiempo, y el segundo desgarrado en la práctica del sábado (la  segunda lesión del mismo tenor, en poco tiempo), a quienes se agregaría Damián Akerman, como alternativa en el banco de los suplentes, por una contractura, "Cacho" Sialle dispondría el regreso de Cristian Broggi como lateral derecho, "corriendo" a Matías Cortave en función de primer marcador central, con el retorno de Cristian Lillo en el "doble cinco" y el ingreso desde el inicio de Lucas Chacana, como volante externo por derecha, cambiando de punta a Fabricio Alvarenga, que habría de alternar más que nunca, entre ambos perfiles.

Sin embargo, y al igual que ocurriera con Temperley, el rival de ocasión, en este caso, Platense, con muy poco le alcanzaría para apoderarse del medio y desde allí, imponer condiciones con la pelota, jugando permanentemente en terreno de un Morón, que sin sufrir en su propio arco, se lo notaba incapaz de incomodar a su oponente, con aquellos argumentos sencillos pero contundentes, de comienzo de campeonato.

En un primer tiempo de discreto a malo, casi sin emociones frente a los arcos, Platense ejercería el monopolio del balón, aunque sin profundidad, mientras que Morón intentaría jugar de contra, repitiéndose en centro anunciados a las seguras manos de Jorge De Olivera, redondeando entre ambos, en definitiva, unos flojos primeros '45, con apenas un par de aproximaciones por lado.

En el complemento, ya con Ezequiel D' Angelo en el terreno, en lugar de Lucas Chacana, el Gallo volvería a cometer esa desatención, que tan caro se paga en categorías como la Primera Nacional, con apenas nueve minutos del segundo tiempo, y la misma tónica de la primera etapa, hasta que de un lateral en ofensiva, desde la derecha de la defensa local, Elías Borrego recibiera demasiado solo, y con el tiempo suficiente para enviar un centro largo, hacia el segundo palo, para el ingreso solitario de Nicolás Morgantini, que por detrás de todos definiría de zurda, fuerte y rasante, contra el poste izquierdo y más cercano de Julio Salvá.

Si el partido le había resultado esquivo en el cero a cero, con la ventaja parcial del "Calamar", se intuía una "cuesta arriba" difícil de sortear, para lo cual el cuerpo técnico dispondría el ingreso de Diego Tonetto por Cristian Lillo y minutos más tarde, el de Agustín Lavezzi en reemplazo de Cristian Broggi, pasando a jugar con tres en el fondo.

Entre las modificaciones posicionales y la retracción de Platense, procurando definir el pleito de contra, Morón se haría dueño de la pelota y el terreno, por primera vez en el desarrollo del juego, sumando intérpretes a una ofensiva, que hasta allí se había repetido con la "soledad" de Esteban Ciaccheri, pocas veces acompañado en los metros finales del rival.

Sin embargo, de una buena habilitación de D' Angelo, y la "canchereada" de Juan Infante, lateral izquierdo de los de Vicente López, para despejar el centro, la pelota le quedaría sorpresiva e inmejorablemente a Nicolás Ramírez, pero como ante Temperley, el "10" del Gallo, que no anda "fino" para la "puntada final", ensayaría un remate potente de zurda, pero demasiado recto para ir al arco y demasiado fuerte para buscar la llegada de un compañero.

Un par de intentos desde afuera de Fabricio Alvarenga, uno de ellos, "rasante" y "venenoso", bien contenido por De Olivera al córner, y otro tanto a cargo de Ezequiel Lavezzi, el más peligroso, luego de un control de pecho y media vuelta que se perdería alto, completarían las mejores aproximaciones de Morón, en aquél segundo tiempo, en que finalmente pudo hacerse de balón, no casualmente en los pies de dos de los mejores del Gallo, junto a Emiliano Mayola y Matías Cortave, dentro de un equipo que volvería a fallar, tanto en lo colectivo como en lo individual.

Del otro lado, sólo un remate de Joaquín Susvielles, desde afuera, determinaría una buena atajada de Salvá, sobre su palo derecho y un rebote próximo al arco, en los pies del "Bicho" Javier Rossi, bloqueado a último momento por Emiliano Mayola, constituirían las mejores opciones de un Platense que, cómodo con la ventaja parcial, le "regalara" pelota y terreno a la necesidad del local, a sabiendas de los mucho que le cuesta a Morón, generar fútbol y, más aún, situaciones ofensivas de riesgo.

Con el pitazo final de Nazareno Arasa, de regular arbitraje, pero sin decisiones que resultaran determinantes para el resultado del partido, Platense volvería a hacer valer su historial con el Gallo, para derrotarlo con tan poco, que es, en definitiva, lo que comienza a preocupar, dentro y fuera de la cancha.

A sumar en Mendoza, el próximo domingo 10, desde las 18, frente a Independiente Rivadavia, en el "Bautista Gargantini", para detener la pendiente y, cuanto menos, de cara a los últimos cuatro compromisos del año, aferrarse al séptimo puesto de la zona, último "boleto" a "Copa Argentina 2020", del que hoy estamos sostenidos con la punta de las uñas.



@elgallogustavo.