lunes, 29 de julio de 2024

Monasterio, de vuelta en "casa"

Tras el imprevisto alejamiento de Cristian Díaz (a menos de dos meses de su llegada y siete partidos, con un triunfo, cinco empates y una derrota), de la dirección técnica del Gallo, luego del empate con Rafaela y a partir de una oferta de Alianza Lima, que más tarde quedaría en la nada, dada la presión ejercida por parte de la hinchada del elenco peruano, que resistía la llegada del ahora ex DT del Deportivo Morón, en un nuevo capítulo de una saga interminable de desprolijidades, hubo que salir a buscar un nuevo entrenador para el cargo vacante, recaído finalmente en un "viejo" conocido de la "casa", aunque como jugador, no en su actual rol de técnico.

Se trata de César Leonado Monasterio, ex arquero surgido de la inferiores de la institución y que llegara a destacarse en la primera del Gallito y más tarde, al máximo nivel de nuestro medio local e incluso continental, y que hasta hace una semana se desempeñara como entrenador de All Boys.

Nacido el 10 de enero de 1971 (53 años), en Hurlingham, César Monasterio debutó profesionalmente con la casaca de Morón en 1991, donde defendería los "tres palos" hasta 1995 (56 partidos) cuando pasara a Platense.

Luego, siempre como futbolista, "La Mona" Monasterio vestiría los colores de: Platense (1995-1998), Almirante Brown de Arrecifes (1998-1999), Tigre (1999), Independiente Rivadavia de Mendoza (2000), Oriente Petróleo de Bolivia (2000-2001, donde fue subcampeón), San Martín de San Juan (2001-2007), Estudiantes de Buenos Aires (2008-2009), Almirante Brown (2009-2012, consiguiendo el título de Primera "B" en la temporada 2009/2010 con el elenco "Mirasol") y Deportivo Laferrère (de 2013 y hasta su retiro en 2017).

Ya como entrenador, en el propio Laferrère donde se despidiera como arquero,  arrancaría en la temporada 2019/2020 (del 1° de julio de 2019 al 31 de diciembre de 2020), con 23 partidos, 12 ganados, seis empatados y cinco perdidos, 30 goles a favor y 22 en contra, con un 60.87 por ciento de efectividad.

Entre 2022 y 2023 (de enero de 2022 al 21 de marzo de 2023) asume en Liniers, con 45 encuentros, 16 triunfos, 14 empates y 15 derrotas, con 53 tantos a favor, 50 en contra y una efectividad del 45.93 por ciento, obteniendo el campeonato de la Primera "D" con el club de Villegas, en La Matanza.

Entre marzo y diciembre de 2023 se hace cargo de la dirección técnica de San Martín de San Juan, donde fuera ídolo como jugador, dirigiendo 34 encuentros, con 14 victorias, 9 empates y 11 caídas, 44 goles a favor y 38 en contra y una efectividad del 50 por ciento de los puntos.

Finalmente, en la presente temporada 2024 (de enero y hasta el pasado 22 de julio) asumiría en All Boys, con 24 partidos, ocho triunfos, nueve empates y siete derrotas, 16 tantos a favor y 17 en contra, con una efectividad del 45.83 por ciento.

En definitiva y con 653 partidos como arquero y 126 en su actual rol de director técnico, César Leonado Monasterio fue presentado en la fecha como nuevo entrenador del Gallo, precisamente el club que lo viera "nacer" futbolísticamente.

El cuerpo técnico lo completarán: Emiliano Piccione, Ignacio Vargas y Marcos Gómez (preparadores físicos), Andrés Gaitán (ayudante de campo), Sergio Matinella y Gonzalo Scaglia (entrenadores de arqueros) y Andrés Banchero (videoanalista).

Tras el abrupto final de los "Díaz"..., Monasterio de vuelta en "casa".


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domingo, 28 de julio de 2024

El "juego de la oca"

Como en el "juego de la oca", tras el empate en uno con Rafaela, en el Nuevo Francisco Urbano, el Gallo retrocedió un par de "casilleros", respecto de la mejora evidenciada en los últimos partidos y refrendada con otro uno a uno, pero con buenas sensaciones, antes San Telmo en la Isla Maciel, luego de un primer tiempo con "La Crema", de lo peor visto en el "ciclo de Cristian Díaz" y un complemento que apenas "salvó la ropa" y el punto en "casa".

Con la ausencia obligada de Julián Vitale, por llegar al límite de cinco amarillas acumuladas, reemplazado sin éxito por Bahiano García y la modificación táctica (también errática) de Santiago Sala en lugar de Matías Romero, respecto del once inicial frente al "Candombero", durante unos primeros 45 minutos para el olvido, Morón casi no logró pasar la mitad del campo, merced a la efectiva presión ejercida por Rafaela, que obligaba a los centrales del Gallo a "prestarse" la pelota en paralelo, sin hallar el primer pase ofensivo que le permitirse progresar rumbo al arco contrario.

Como contrapartida, el conjunto dirigido por Fabián Nardozza, de justo reconocimiento por la platea del Gallo, más allá de su alejamiento del cargo meses atrás, ejercía una presión asfixiante que le permitía recuperar el balón con rapidez, para explotar la espalda de Nicolás Henry, a partir del criterio y la precisión de Juan Galeano y la proyección ofensiva de Patricio Vidal.

En un primer tiempo muy malo, en un auténtico "deja vu" de lo peor del equipo en el presente campeonato, apenas si el local podría acercarse siquiera al arco defendido por Emanuel Bilbao, primero con un remate de Fernando Moreyra y luego a través de un intento de zurda de Gastón González, demasiado poco para un Morón que necesitaba del triunfo para confirmar lo bueno demostrado ante San Telmo y, al mismo tiempo, para acercarse al octavo puesto, último clasificatorio al Reducido, en la antesala del desafío con Deportivo Madryn en el Sur, precisamente el "propietario" a la fecha, del último "boleto" clasificatorio por el segundo ascenso a la Liga Profesional.

Sin embargo, a los 40 de la primera mitad, una habilitación en profundidad sobre la derecha del ataque de Rafaela, permitiría el centro largo del "11", Patricio Vidal, para que por el sector opuesto y sin oposición alguna, Ricardo Dichiara, el delantero centro de la visita, le "rompiera" el arco a Juan Martín Rojas, con una volea de primera, para el uno a cero de "La Crema", que no se contraponía con el desarrollo de un partido pobre y mal jugado, pero con mejor disposición de la visita.

Ya en el complemento y tras algunos minutos de escasa reacción por parte del local, Cristian Díaz haría ingresar a los "Matías",  Romero y Castro, en lugar de Sala y Lautaro Disanto, aumentando la presencia ofensiva local dentro del área de Rafaela, aunque sin claridad ni demasiadas ideas.

A pesar de ello, y antes que el reloj se convirtiera en el principal enemigo de Morón, una buena asociación entre Gonzalo Berterame y Mariano Bracamonte, terminaría con el desborde de "Braca" y el desvío al arco, en el área chica, de Matias Romero, cuyo potente remate daría en el  travesaño y por fortuna, el rebote en la espalda del arquero Bilbao, para que el Gallo encontrara con algo de azar, los caminos al empate, antes que su propia incapacidad ofensiva comenzara a cerrárselos, pese a la fragiidad de su rival de turno, anteúltimo de la zona "B".

Y en ese lapso de tiempo, entre los 13 minutos del gol en contra del empate y la media hora del complemento, Morón hasta podría haberlo dado vuelta con demasiado poco, pero dejaría pasar una vez más, el "tren del triunfo", con un par de ocasiones muy propicias, como un remate cruzado de Henry apenas desviado sobre el poste izquierdo.

De allí y hasta el final, poco y nada, o menos que nada, en el debatir de un césped un poco más verde, pero desparejo y resbaladizo, y la ausencia de ideas futbolísticas de un Morón que cuando parecía hallar finalmente el rumbo, se reencontró con la peor imagen de sí mismo.

Y retrocedió varios "casilleros".

Veremos qué nos depara este impredecible "juego de la oca", en la gélida Puerto Madryn.


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       📸: Eduardo Fabián Acuña.


domingo, 21 de julio de 2024

Es por acá...

Morón jugó un muy buen partido, seguramente el mejor en bastante tiempo y se llevó un punto merecido de la Isla Maciel, frente a uno de los equipos que mejor funcionamiento han demostrado en el torneo, como el San Telmo de Alfredo Grelak, y hasta pudo llevarse el triunfo, de haber tenido mejores interlocutores en ofensiva.

Tras el desahogo de la necesaria victoria ante Chaco For Ever, confirmando mejoras colectivas, incluso ya evidenciadas en el empate a cero, con “sabor a poco”, con Defensores de Belgrano en el Bajo Núñez, el desafío con el “Candombero”, en su siempre complicado reducto (aún a puertas cerradas), “elevaba la vara” de ese proceso de mejora continua desde la llegada de Cristian Díaz, dando la medida con creces, neutralizando las virtudes ya conocidas de uno de los animadores de la Zona “B”, a partir de un planteo pragmático e inteligente, bien llevado al terreno por un Morón que comienza a ganar en confianza y juego colectivo.

Con el único cambio táctico de Mariano Bracamonte por Brian Machuca, retrocediendo Rodrigo Arciero a su función natural de lateral por derecha, desde el comienzo, San Telmo apostó a lo que mejor sabe, esto es, manejar la pelota con paciencia y precisión, acumulando pases en ese dominio sostenido, en procura de encontrar los caminos al gol, desde el talento y el cambio de ritmo de Adrián Fernández (revelación y jugador más determinante de la categoría), la subida permanente de dos laterales solventes en la marca y criteriosos en ofensiva (Rodrigo Ayala por izquierda y Martín Vallejos por derecha), un volante “todo terreno” como Emiliano Franco y delanteros “punzantes” y elusivos, en la culminación de su sistema 4-3-3 (José Barreto, Franco Tisera e Iñaki Lartirigoyen).

Ante ello y con mucha inteligencia táctica, el Gallo le opondría un “bloque” ordenado y bien desplegado en los límites de su terreno de juego, permitiendo que San Telmo ejerciera el dominio del balón, entre su línea de centrales, aunque cerrándole todos los espacios y alternativas de pase, con otro gran partido de Gonzalo Berterame, que agregaría el gol a su sacrificio habitual y otra buena presentación de Bracamonte, siempre cerca del “10” local, para doblar la marca y colaborar con sus defensores, cada vez que Adrián Fernández pretendió “estacionarse” sobre las bandas, para desde allí generar sociedades o habilitaciones entre líneas.

En un interesante choque de estilos totalmente diferentes, por lo menos en este partido, al dominio sostenido de “Telmo” y su búsqueda de juego asociado, Morón apostaría a un juego más directo, de salida rápida en contra, cada vez que recuperaba la pelota o interceptaba un pase.

Y así contaría con las mejores chances del primer tiempo, ambas en los pies y la cabeza de Matías Romero, la primera mal resuelta, inmejorablemente solo en el área chica contraria y la segunda con una “peinada” desviada, luego de una muy buena habilitación de Lautaro Disanto, cada encuentro más importante en el andamiaje que pretende el cuerpo técnico.

Como contrapartida y pese a una mayoritaria tenencia, la más peligrosa de San Telmo se originaría en una pelota parada (otro buen recurso y de gran variedad en el “Candombero”), que permitiría que Tisera rematara solo y “a boca de jarro”, acción de gol impedida a puro reflejos por Juan Martín Rojas, evitando la apertura del marcador con el pecho.

Ya en el complemento, Morón llevaría a su juego a San Telmo, cerrándole aún más los caminos de pase y la posibilidad de las sociedades que tan bien maneja el local, preocupando en cada contra, cada vez con mayor cantidad de protagonistas involucrados, con Gastón González y Julián Vitale, manejando los “hilos” en el mediocampo.

Y así llegaría el gol, con una muy buena “triangulación” sobre la banda izquierda, el pase justo en profundidad de Nicolás Henry (recuperado en su juego, respecto de partidos anteriores), para que Gonzalo Berterame encontrara el “hueco” y definiera con precisión junto al poste derecho de Brian Bustos, a los 17 minutos del segundo tiempo.

Por desgracia, en una de las contadas distracciones de la última línea visitante, con un San Telmo cada minuto más apremiante sobre el arco rival, desde uno de los “fuertes” locales, la llegada en profundidad por los laterales, el centro desde la izquierda de la defensa, primero encontraría la cabeza de Emiliano Franco y luego, en el área chica, la “embestida” final de Agustín Lamosa, el segundo marcador central, para empujarla al empate, también de cabeza, ante el cierre tardío y solitario de Arciero, a los 25’ de la segunda etapa.

En los minutos finales y con el ingreso de Santiago Sala, el Gallo generó un par de contragolpes mal definidos, que podrían haberle dado una nueva ventaja a un Morón, que sostuvo a “pie firme” y sin mayores sobresaltos, un punto merecido y valorado, pero con “regusto” a poco, por las opciones perdidas en el primer tiempo.

Ante uno de los mejores rivales de la zona y animador del torneo, el equipo de Cristian Díaz dio la talla y confirmó una mejora que avizora un futuro mejor, en una temporada complicada.

Sin dudas, que es por acá.


@elgallogustavo.



         📸: Deportivo Morón.


sábado, 13 de julio de 2024

Las (malas) rachas no son "for ever"

Y un día Morón volvió a ganar y para ello, a convertir un gol, cortando una “sequía” de cinco partidos consecutivos sin triunfos ni “gritos”.

De “yapa”, con la victoria 1 a 0 frente a Chaco For Ever, extendió a cuatro cotejos en fila con la valla propia en cero y cosechó el primer triunfo bajo la conducción técnica de Cristian Díaz.

Y Morón ganó bien, sin sobrarle nada, por supuesto, como ya nos tiene acostumbrados este equipo modesto del Gallo, que además de luchar contra sus limitaciones, cada quince días tiene que lidiar con un terreno de juego propio decididamente imposible y en el que, no importa lo que se haga o cuándo se haga, desde un tiempo a esta parte parece un problema insoluble, y crucial para la práctica de fútbol, en especial a ras de piso.

Para “muestra”, basta un “botón”: sobre el lateral izquierdo, de espaldas a la tribuna visitante, la pelota en lugar de picar y salir hacia afuera de los límites del terreno de juego (como indica la lógica y hasta alguna ley elemental de la física), el rebote de la pelota contra ese sector raleado de pasto, genera un bote a tierra exactamente inverso, es decir, hacia adentro, “regresando” el balón al juego, para sorpresa de defensores y atacantes, entre la línea de fondo y el área grande.

De vuelta al partido, con el regreso de Gastón González, tras cumplir con la fecha de suspensión, Cristian Díaz volvió a apostar al once de inicio que le brindara la mejor versión, durante el primer tiempo del cotejo ante Defensores en el Bajo, con la única modificación del capitán por Mariano Bracamonte.

Del otro lado, un Chaco For Ever que llegaba con idénticos problemas y necesidades a Morón, sin triunfos de visitante a lo largo del torneo, en los primeros minutos intento plantarse de igual a igual, complicando con su delantero centro, Jonathan Dellarosa, “tirado” unos metros atrás, sobre la derecha de la defensa local, para recibir entre la espalda de Rodrigo Arciero y Brian Machuca, para sorprender con cambios de frente, para la llegada de Gonzalo Cañete, el volante diestro, que tuviera en sus pies las mejores aproximaciones de la visita, en ese primer tiempo.

Por el lado de Morón, ante la imposibilidad de jugar por abajo y la lejanía táctica de un volante de buen pie para el primer pase ofensivo (lo haría durante algunos minutos, Lautaro Disanto, pero luego se “perdería”), los defensores estarían obligados al “pelotazo”, para “saltear” líneas y posibles complicaciones con el estado del campo, con un buen partido de Matías Romero, “pivoteando” y “aguantando” cada envío aéreo, propiciando la llegada de Gonzalo Berterame o algún mediocampista, como Gastón González, generando un puñado de oportunidades de gol, a través del propio Berterame, Disanto y un cabezazo de Fernando Moreyra.

Tras el entretiempo, con los ingresos de Matías Castro por Machuca y de Mauro Schönfeld en lugar de Romero, Cristian Díaz modificaría la idea táctica original, retrocediendo a Arciero al lateral derecho, plantando una línea de cuatro tradicional en el fondo y con Mauro Schönfeld como externo por derecha, generando también una línea de cuatro en el medio, propiciando mayores libertades en González, para acercarse a sus defensores y convertirse en ese primer pase claro, ausente en los primeros 45’.

Con otro esquema y sin Romero en cancha, no hubo más pelotazos a distancia y el juego comenzó a ser más fluido entre los medios, con mayor participación de Julián Vitale y un Matías Castro, en su presentación con la camiseta del Gallo, mostrándose como alternativa en el área, a partir de permanentes diagonales del centro hacia la derecha, para mover a los centrales visitantes de su posición y juntarse con Schönfeld, “picante” desde su ingreso y jugando sin dudas su mejor partido en la primera de Morón.

Y así llegaría el ansiado gol, “ausente sin aviso” desde hacía cinco fechas, con una pelota peleada en “tres cuartos” por Gonzalo Berterame (siempre destacado por juego y sacrificio), para que el pase atrás/rebote apurado y obligado de su rival, contara con la ayuda inestimable del “resbalón” de un ex Morón, Luciano Lapetina (esta vez, la cancha jugó involuntariamente a nuestro favor?), “gentileza” aprovechada por Mauro Schönfeld para controlar el balón y al ingresar al área, definir con calidad al palo diestro del arquero (previo recorte hacia dentro, con pierna derecha, para hacer pasar de largo a su marca), abriendo bien el empeine de su botín zurdo, desatando el festejo contenido, dentro y fuera de la cancha, con mucho de desahogo, a los 29’ del segundo tiempo.

De allí y hasta el final, Morón controlaría el trámite casi sin sobresaltos, máxime cuando Chaco For Ever se quedara con diez, por una roja directa, correctamente sancionada por Juan Cruz Robledo, árbitro del partido, para que el Gallo se quedara con tres puntos necesarios y vitales como el “oxígeno”.

Las (malas) rachas no son “for ever”.

 

@elgallogustavo.



      📸: Eduardo Fabián Acuña.


miércoles, 10 de julio de 2024

Fernando Barrientos, el "quinto elemento"

Ante la grave lesión ligamentaria sufrida por Juan Manuel Olivares, Morón hizo uso del cupo extra de incorporaciones, con la llegada en la fecha del experimentado mediocampista central, Fernando Omar Barrientos, de último paso por el fútbol de Malta, a préstamo hasta diciembre de 2025.

Nacido el 17 de noviembre de 1991 (32 años), en Lanús, en la provincia de Buenos Aires, Fernando Barrientos hizo inferiores en Lanús, debutando profesionalmente con el "Granate", bajo las órdenes de Gabriel Schurrer como técnico, en el Torneo Apertura 2011, frente a San Lorenzo. En aquella primera temporada, disputó dos partidos, uno como titular y otro viniendo desde el banco, con otras dos presencias entre los relevos y 75 minutos de juego.

En diciembre de 2011, Barrientos es cedido al Villarreal "B", de la segunda división española, interviniendo en cuatro cotejos, todos ellos desde el banco, con otras ocho presencias entre los suplentes, además de sumar 139 minutos en cancha, regresando a Lanús en julio de 2012, ante el descenso del Villarreal "B".

De regreso en Lanús, en la temporada 2012/2013, Fernando Barrientos interviene en siete encuentros, cuatro como titular, con otras 14 presencias en el banco, además de sumar 322 minutos efectivos, su primer gol oficial y una amonestación. En la campaña siguiente, la 2013/2014, siempre en el "Granate", Barrientos toma parte en 30 partidos, 27 de ellos desde el inicio, con 13 presencias entre los relevos, 2070 minutos en cancha, dos tantos convertidos y cinco tarjetas amarillas.

El 28 de julio de 2014 se incorpora a Rosario Central, dirigido por Miguel Ángel Russo, debutando con la camiseta del "Canalla", el 8 de agosto del mismo año, en el triunfo 3 a 1 frente a Quilmes, en el "Gigante de Arroyito", ingresando en reemplazo de Antonio Medina. 

En su primera temporada (2014) en Rosario Central, Barrientos disputó 17 encuentros, 12 desde el arranque, con otras cinco presencias en el banco, además de sumar 1165 minutos de juego, un gol y una amonestación. En la siguiente campaña, la 2015, interviene en 11 cotejos, siete como titular (cuatro partidos más al banco), con 572 minutos de juego y dos amonestaciones.

En junio de 2015, Fernando Barrientos se incorpora a Athletico Paranaense brasileño, disputando ocho cotejos en el equipo de Curitiba, cinco como titular, con seis presencias en el banco, 543 minutos en cancha y tres amarillas. En la siguiente temporada, no suma minutos, con apenas ocho presencias en el banco, aunque consagrándose campeón del Campeonato Paranaense 2016.

Para julio de 2016, Barrientos regresa a Lanús y en la temporada 2016/2017 interviene en 14 partidos, ocho como titular, con 11 presencias entre los relevos, además de sumar 762 minutos efectivos y dos amonestaciones.

En la campaña 2017/2018, siempre en el "Granate", Barrientos toma parte en once partidos, siete como titular, con otros cuatro cotejos en el banco, 636 minutos de juego, un tanto convertido y una expulsión por roja directa.

En la temporada 2018/2019 apenas toma parte en un encuentro, viniendo desde el banco y con cuatro minutos efectivos en cancha, además de una presencia entre los relevos.

En su paso por Lanús, Fernando Barrientos se consagra campeón de la Copa Sudamericana en 2013, la Supercopa Argentina 2016 y la Copa del Bicentenario, también en 2016 y resulta subcampeón de la Copa Libertadores en 2017.

Además, cosecharía los subcampeonatos locales del Torneo Clausura 2010/2011, Torneo Inicial 2013/2014 y el certamen 2018/2019.

En enero de 2019 se "muda" a Florencio Varela, para desempeñarse en Defensa y Justicia, disputando cinco partidos, uno de ellos desde el inicio, con otras seis presencias en el banco y 135 minutos de juego.

El 9 de julio de 2019, Barrientos es presentado en Guaraní de Paraguay, disputando 20 cotejos, 18 como titular, con otras tres presencias entre los relevos, 1581 minutos en cancha, un gol convertido y tres tarjetas amarillas.

En la campaña siguiente, la 2020, siempre en Guaraní, en la primera división paraguaya, interviene en 16 partidos, 13 desde el arranque, con otras 14 presencias en el banco, 988 minutos efectivos y dos amonestaciones. En Paraguay alcanza los subcampeonatos de la Copa Paraguay 2019 y el Torneo Clausura 2020.

El 28 de febrero de 2021 se sumó a Cobreloa, en la segunda división chilena, tomando parte en 26 cotejos, 23 de ellos desde el inicio, con otras tres presencias entre los relevos, además de sumar 2043 minutos de juego, cuatro goles y otras tantas amarillas.

El 14 de marzo de 2023, Barrientos se incorpora a All Boys, disputando 25 encuentros, 11 desde el arranque, con 18 asistencias entre los suplentes, 1145 minutos en cancha, una tarjeta amarilla y una expulsión por roja directa.

El 25 de noviembre de 2022 se traslada a Jujuy, para vestir la camiseta de Gimnasia y Esgrima, tomando parte en cinco cotejos, tres como titular, sumadas a otras tres presencias como relevo, 253 minutos y una amonestación.

El 5 de julio de 2023 se suma al Valleta FC del exótico fútbol maltés, interviniendo en 20 cotejos, 19 desde el inicio, con otro partido más en el banco, 1685 minutos de juego y cuatro tarjetas amarillas.

Por certámenes continentales, Fernando Barrientos disputó por Copa Libertadores, cinco partidos con Lanús en 2014 y otros cuatro cotejos con Guaraní de Asunción de Paraguay en 2020.  

Asimismo, por Copa Sudamericana, intervino en 9 encuentros en Lanús, entre 2013 y 2018, dos con Rosario Central en 2014 y uno con Paranaense en 2015.

En definitiva, Fernando Omar Barrientos, mediocampista central diestro de 32 años, de último paso por el fútbol maltés y desde la fecha refuerzo a préstamo hasta diciembre de 2025, totaliza 238 partidos oficiales (128 en nuestro medio, 89 en el exterior y 21 por torneos continentales), con diez goles convertidos como profesional (cinco en Argentina y cinco en el extranjero).

Fernando Barrientos, el "quinto elemento".


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domingo, 7 de julio de 2024

"Signos vitales"

La discusión de siempre, no sólo en el fútbol en particular, sino en la vida en general: “el vaso medio lleno o el vaso medio vacío?”.

Morón volvió a empatar sin abrir el marcador, en su visita a Defensores de Belgrano y sumó su quinto partido sin triunfos ni goles a favor, aunque al mismo tiempo, alcanzó su tercer cotejo consecutivo con el arco propio en cero.

Con el debut de Lautaro Disanto (de auspiciosa presentación) desde el arranque, en reemplazo de Juan Manuel Olivares, que lamentablemente tendrá para un largo período de recuperación, el regreso de Gonzalo Berterame tras su lesión (sobre la izquierda y de buen partido, acompañando a Matías Romero en ofensiva), la incorporación por primera vez como titular de Mariano Bracamonte (uno de los más activos del equipo) y la variante táctica de Rodrigo Arciero en el mediocampo, sobre la banda derecha, con el regreso de Brian Machuca como lateral diestro, Cristian Díaz consiguió buenos “dividendos” con los cambios, tanto es así que durante la primera mitad, Morón controló al local, le sacó la pelota y jugó en terreno rival, generando un par de ocasiones y dejando una mejor imagen parcial que su oponente, pero fundamentalmente, mejores sensaciones propias, respecto de partidos anteriores.

De hecho, en ese primera etapa, al Gallo le anularon dos tantos, uno por una posición adelantada visible de Matías Romero (convertido de media vuelta por Bracamonte) y en la segunda, por otro off side, presumiblemente de Machuca, el autor del cabezazo, en una acción tan fina como últimamente nos tienen acostumbrados en el fútbol local e internacional, incluso VAR mediante.

Como contrapartida, un Morón que le cortó los habituales “circuitos” a Defensores de Belgrano, apenas “sufrió” con un remate dentro del área de Agustín Gómez y un anticipo de cabeza de Gonzalo Aquilino.

En el complemento, el Gallo tuvo la más clara, antes del primer minuto de juego, otra vez en la pies de Romero, tras una buena jugada colectiva y la asistencia de Bracamonte, pero una vez más, el remate del “9” visitante se iría lejos y “ancho” sobre el poste izquierdo de Ignacio Pietrobono, desde una posición inmejorable y en una de esas posibilidades que no suelen repetirse en partidos tan cerrados y máxime en un equipo como el de Cristian Díaz, al que le cuesta “horrores” generar situaciones de gol.

De allí en adelante, Morón “peleó” el trámite, pero fue desdibujándose lenta y progresivamente, sin volver a manejar la pelota ni a instalarse en terreno rival y llevando algo de peligro, apenas con un puñado de “pelotas paradas” (sin demasiado riesgo real) y una buena volea desde afuera, de Julián Vitale (otro de los destacados), más el dato relevante del debut de Matías Castro.

Ante ello, el conjunto de Carlos Mayor aprovechó para intentar “apretar” a la visita contra su arco, más por voluntad que por juego asociado, provocando algunos "sofocones" bien resueltos por Juan Martín Rojas, en especial ante un “puntazo” con destino de red, a cargo de Ezequiel Aguirre (que debió ser expulsado al término del primer tiempo, por una entrada peligrosa, hallándose ya amonestado, en perjuicio de Nicolás Henry, que lo sacaría de la cancha con signos de mareo y con ayuda, por el fuerte impacto en su cabeza) y en tiempo cumplido, sacándole una pelota importante al ingresado Nadir Zeineddin.

Con la evidencia de algunos “signos vitales”, en especial durante los primeros 45’, el próximo desafío para el plantel y cuerpo técnico será confirmar esas señales positivas, como una mejora real, el próximo sábado frente a Chaco For Ever.

Es que, cuando la “mano” viene “torcida”, no queda otra que aferrarse a ese “vaso medio lleno”.

De todos modos, con las expectativas tan bajas, se hace más sencillo ilusionarse con un mejor funcionamiento, que nos permita recuperar el grito de gol “atragantado” y la alegría y el desahogo de una buena semana, por un triunfo tan necesario, como el "solcito" de invierno, en estos días de intenso frío.

Esperanza, divino bálsamo del alma.

 

@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.