La imagen del epílogo lo dice todo: a pesar del empate final frente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, y en definitiva, la no clasificación al torneo Reducido por el segundo ascenso a la próxima Superliga de Primera, todo el Nuevo Francisco Urbano, sin excepción, despidió de pie y con un aplauso cerrado, al mejor plantel y cuerpo técnico de los últimos 27 años, aquellos responsables de devolvernos la felicidad y esperanza futbolísticas, cambiando nuestras repetidas lágrimas de amargura, frustración e impotencia, por el llanto dulce de emoción contenida durante tanto tiempo.
Porque más allá del resultado, una contingencia mínima en comparación con todo lo mucho e inolvidable vivido en el presente ciclo, destinado de pleno derecho a quedar escrito en nuestra historia con letras de molde, entre las mejores y más entrañables páginas, y en la memoria emotiva y colectiva de los simpatizantes, como uno de esos equipos imborrables que repetiremos de memoria, de aquí en adelante, "aburriendo" con anécdotas a nuestros hijos más pequeños y nietos, la igualdad uno a uno del Gallo y el "Lobo" jujeño, en el Oeste, significará mucho más que la despedida formal de la temporada 2017/2018 de la Primera "B" Nacional, e implicará seguramente el cierre de un proceso soñado durante demasiado tiempo, y que en algún momento, aquellos que peinamos alguna que otra cana, pensamos que jamás volveríamos a vivir en carne propia, sorprendidos gratamente por este grupo inolvidable de futbolistas destacados y hombres de honor, casi cuando el destino nos había "derrotado" como hinchas, a resignarnos que las grandes consagraciones futbolísticas, eran sólo una quimera reservada a terceros, y que debíamos observar como algo ajeno por televisión, una, y otra, y otra vez... Sin alternativa posible, ni mucho menos piadoso punto final, para un maltratado y "anestesiado" corazón de Gallo.
Y es que este plantel y cuerpo técnico, cumpliendo con jerarquía y profesionalidad su trabajo, pero también con "hambre de gloria" y respeto por los colores que les tocara defender como si fueran propios, aunque en la mayoría de los casos no fuera así, en apenas un par de años y con muy pocos cambios nominales, durante dicho ciclo, vinieron a reivindicar la dignidad humillada y a curar las heridas injustas y mal avenidas de todos los hinchas de Morón, recreando la posibilidad de soñar y de emocionarnos con la repetición de aquellas "gestas" en "sepia" de los '80 y los '90, hoy fundidos en abrazos impagables con nuestros hijos y nietos.
Enorme campeón de la Primera "B" Metropolitana 2016/2017, tras acceder a tal logro cinco fechas antes del final del torneo, ejerciendo una supremacía indiscutida y por momentos demoledora en los resultados, pero también en el juego, a partir de una propuesta tan generosa como desusada para la categoría; histórico semifinalista de la última edición de la "Copa Argentina" y tras recuperarse de un comienzo errático en el actual torneo "Nacional", sobreponiéndose fecha tras fecha a un plantel diezmado por lesiones, en buena medida, producto del esfuerzo de afrontar ambos campeonatos en gran nivel y hasta instancias decisivas, con 33 unidades lograse asegurar la permanencia tres partidos antes del cierre, de una categoría exigente y competitiva, y que determinara seis descensos al cabo de sólo 24 fechas, conservando la "yapa" de clasificar al Reducido por el segundo ascenso a la Superliga, hasta la jornada final, peleándola "mano a mano" con los jujeños, con una vergüenza deportiva admirable, pese a que el empate propio y los resultados ajenos le terminaran impidiendo la clasificación a ambos.
Y es que, luego de un primer tiempo con más lucha que situaciones concretas frente a los arcos (más allá de la presión ejercida por el Gallo en los primeros '20), máxime con la tranquilidad de una visita de buen pie en el mediocampo, y que por aquellos momentos se conformaba con "dormir" el desarrollo, a sabiendas que el empate parcial en cero, lo dejaba dentro del petit torneo por el segundo ascenso, en el complemento la actitud innegociable de un Morón que puede jugar mejor o peor, pero jamás transigir la entrega y búsqueda en los '90, comenzaría a jugar en campo de Gimnasia y Esgrima y a "apretar" al buen equipo jujeño contra su arco, generando algunas opciones de gol, hasta el penal malogrado por Emmanuel Giménez a los '11 de la etapa. y el gol de Javier Rossi (el décimo del goleador del Gallito en la temporada), diez minutos más tarde, luego de un gran gesto técnico para dejar en "ridículo" a los eficientes centrales rivales y ante la salida del arquero, tocarla con clase sobre su palo derecho.
Por desgracia, la alegría por una clasificación del Gallo al Reducido, que por entonces el 1 a 0 parcial lo ilusionaba, se esfumaría en apenas ciento veinte segundos, cuando de un centro desde la izquierda del ataque del "Lobo" jujeño, Mauro Buono aprovechara un rechazo corto en el área chica, para poner el empate que clasificaba a la visita.
Con el correr de los minutos, ante la necesidad ya de ambos, por las noticias que llegaban desde Carlos Casares y Rafaela, con los triunfos de Agropecuario y "La Crema", la última media hora de partido se haría de "golpe a golpe", con Milton Alvarez (una de las grandes figuras de la temporada, junto al "Bicho" Rossi, en el racconto de las 24 fechas), evitando el segundo de Gimnasia de Jujuy en un par de ocasiones muy claras del visitante y, como contrapartida, con un puñado de opciones manifiestas de gol, por el lado del Gallo, como la que tendría Facundo Pumpido, ya en el descuento, a partir de un cabezazo que se iría apenas ancho, cuando Javier Burrai, arquero del "Lobo", sólo podía "empujarla" afuera con la vista.
De todos modos, un triunfo postrero del Deportivo Morón, hubiese premiado el esfuerzo y la búsqueda local en los '90, pero tampoco lo hubiera clasificado al Reducido, puesto que la victoria en Carlos Casares, lo obligaba a convertir dos tantos más para desplazar del noveno puesto a Agropecuario Argentino, por diferencia de gol.
Con el pitazo final, y la eliminación de ambos (el Gallo con 33 y el "Lobo" con 34, quedarían a dos y un punto, respectivamente, del acceso al último "boleto" al Reducido), el aplauso cerrado y de pie de todo el Nuevo Francisco Urbano, sintetizaría el estado de ánimo del hincha de Morón que, más allá del resultado circunstancial, despidió al equipo ante el epílogo de la temporada y premió con su ovación de reconocimiento y gratitud, al mejor plantel y cuerpo técnico de los últimos 27 años, y fundamentalmente, al grupo de profesionales destacados y hombres de bien, que nos devolvieran la esperanza y la alegría futbolísticas, tras casi tres décadas, cambiando tanta lágrima de angustia repetida, por el llanto más hermoso de emoción en una cancha, propia o ajena.
Por todo ello, simplemente GRACIAS ETERNAS..., al plantel y cuerpo técnico que "alimentarán" de imborrables anécdotas, todas nuestras charlas futboleras, con amigos, hijos y nietos, desde este preciso instante y hasta el último latido de nuestros corazones
Los mismos corazones que reivindicaran y colmaran de una felicidad inolvidable y que perdurará por siempre.
¡Felices vacaciones y hasta el reencuentro, GALLITO NACIONAL!.
@elgallogustavo.