Corría el cuarto minuto, de los cinco que había agregado Yamil Possi, y con un Morón volcado en ataque, como todo el segundo tiempo, sin demasiadas ideas, pero con empuje y voluntad, ganaba un tiro libre en terreno rival, en tres cuartos, y Santiago Coronel, la "víctima" de la infracción, se disponía a meter el centro al "corazón" del área (donde Morón había intentado mucho y siempre se encontró con una defensa sólida y la seguridad de Fabián Assmann, el ex Independiente, ahora en la valla de Defensores de Belgrano), o tal vez, ¿por qué no?, a probar directo al arco, conocida la muy buena "pegada" del juvenil de Vélez, que hace una semana, en Tucumán, a punto estuvo de convertir un gol de antología, desde más allá de la mitad de la cancha.
Con decisión, el "Topo" Coronel, un "revulsivo" desde su ingreso en el entretiempo, en lugar de Rodrigo Sayavedra, sacaría un derechazo potente y preciso, que luego de superar la línea de la barrera, iría a "colgarse" cerca del ángulo derecho del arco de Assmann y lejos del esfuerzo del "1" visitante, convirtiéndose en un "espectador de lujo" del golazo de Santiago Coronel, para el agónico empate en uno de Morón y Defensores, en la última jugada de la tarde-noche en el Nuevo Francisco Urbano.
Lógicamente, previo a dicha jugada hubo 94 minutos de partido, donde el equipo de Alejandro Orfila jugó mal, en especial en el primer tiempo, y en el complemento, con la necesidad de la igualdad "a cuestas", procuró sin volumen de juego, ni profundidad, vulnerar una doble línea de cuatro dispuesta por la visita, a fin de resistir un triunfo parcial injusto, dado que el "Dragón" se había puesto en ventaja en su primera chance, a los '22 de la etapa de inicio, con un buen cabezazo de su delantero centro, Nicolás González, anticipando y ganándole en el salto a los defensores y haciendo estéril la "estirada" de Bruno Galván, para intentar sacar la la pelota de su destino de red, pegada al poste izquierdo.
Con Alan Schönfeld desde el inicio, por primera vez en el torneo, en lugar de Fernando Bersano (sin lugar, incluso entre los suplentes, donde aparecería, debutando en convocatoria y más tarde también en cancha, Santiago Sala), con Gonzalo Salega corriéndose al andarivel zurdo, y la variante "puesto por puesto", de Rodrigo Sayavedra por, a la sazón, el "héroe" de la jornada, Santiago "el Topo", Coronel.
Luego de una primera y auspiciosa aproximación con peligro del Gallo, a sólo tres minutos de iniciado el pleito, que dejaría solo al referido ex Los Andes (Gonzalo Salega), con el arquero visitante, pero su remate cruzado saliera desviado, la ilusión de un Morón punzante en ofensiva, se iría diluyendo con el correr de los minutos, mostrando una vez más, como en el debut ante Tristán Suárez, a un equipo sin volumen de juego, impreciso (eso, tal vez, fomentado por un campo de juego en malas condiciones) y "partido" entre líneas, que animaría a su rival a jugar en terreno local, con el talento siempre vigente de Juan Manuel Olivares.
Así las cosas, en un trámite deslucido y sin emociones frente a los arcos, en su primera "excursión" seria, Defensores se adelantaría en el marcador, con el precitado cabezazo de Nicolás González, y a partir de allí a dominar incluso las acciones, ante un Morón cada vez más inconexo y "perdido" en el campo de juego.
En este punto, llama la atención el bajo nivel de jugadores determinantes durante la pasada temporada, como Gastón González, Alan Schönfeld y Mateo Levato, desconocidos respecto de sus mejores versiones, que los llevaran a convertirse en auténticos baluartes del acceso del Gallito al Reducido y su injusta eliminación frente a Quilmes, recién en los penales. En el caso de Gastón González, su cambio de rol en el medio, más atento a la contención que a la creación, a fin de colaborar con el único "cinco" en cancha, Santiago Ubeda, pareciera no beneficiarlo, debiendo resignar la posibilidad de jugar con mayores libertades, como para "soltarse" en ataque, tanto sea para abastecer a un "solitario" Levato, como para finalizar él mismo las jugadas, y desempeñarse mucho más cerca del área contraria, virtud que lo convirtiera en uno de los goleadores en 2021, con nada menos que nueve goles (sólo cuatro de ello, de penal).
En el complemento, el ingreso de Coronel dotó al equipo de mayor circulación y juego asociado, además de "preocupar" a la visita, con dos "9" en cancha, sumándole a Levato, la peligrosidad latente de un ex "Dragón", como Luis López. Pese a ello, salvo en alguna jugada aislada, la pelota rara vez le llegaría cómoda y con ventaja a alguno de los centrodelanteros del Gallo, como para marcar diferencias en el área de Assmann.
Con voluntad y decisión, aunque sin profundidad, más allá de un centro al travesaño de Damián Adín y en el rebote, un rechazo que valió casi como un "gol", del "2" de "Defe", Maximiliano Centurión, cuando el "Animal" López se aprestaba a confirmar (una vez más), la jamás escrita "ley del ex", Orfila intentaría desequilibrar por las bandas, con el ingreso de Alan Salvador (por Santiago Ubeda) y agregar otra posibilidad ofensiva y de remate desde afuera, con el cambio de Santiago Sala por el propio Adín.
Mientras los minutos se extinguían y en las pocas que lograba aproximarse, Fabián Assmann comenzaba a erigirse en figura, dentro de un partido con escaso relieve colectivo e individual para resaltar (en ambos equipos), en un par de contras, con Morón volcado en ataque y con línea de tres en el fondo, la visita tuvo dos chances clarísimas para definir el partido, una en los pies de Francisco Ilarregui (bien contenida con Bruno Galván) y la otra en el botín zurdo de Olivares, que por fortuna para el Gallo, solo y frente al arco, la elevaría por sobre el travesaño.
Hasta la llegada del cuarto minuto de descuento, de los cinco agregados por Yamil Possi, de regular arbitraje, y el remate formidable de Santiago Coronel, para el desahogo de todo el Oeste y en definitiva, en la última jugada del partido, para que Morón rescate un punto ante Defensores y procure exhibir una mejora necesaria, el próximo viernes por la tarde, cuando visite al siempre complicado Brown de Adrogué, de Pablo Vicó, en el "Lorenzo Arandilla".
El "tiro del final" (y un golazo).
@elgallogustavo.
📸: Deportivo Morón.