sábado, 26 de febrero de 2022

El "tiro del final" (y un golazo)

Corría el cuarto minuto, de los cinco que había agregado Yamil Possi, y con un Morón volcado en ataque, como todo el segundo tiempo, sin demasiadas ideas, pero con empuje y voluntad, ganaba un tiro libre en terreno rival, en tres cuartos, y Santiago Coronel, la "víctima" de la infracción, se disponía a meter el centro al "corazón" del área (donde Morón había intentado mucho y siempre se encontró con una defensa sólida y la seguridad de Fabián Assmann, el ex Independiente, ahora en la valla de Defensores de Belgrano), o tal vez, ¿por qué no?, a probar directo al arco, conocida la muy buena "pegada" del juvenil de Vélez, que hace una semana, en Tucumán, a punto estuvo de convertir un gol de antología, desde más allá de la mitad de la cancha.

Con decisión, el "Topo" Coronel, un "revulsivo" desde su ingreso en el entretiempo, en lugar de Rodrigo Sayavedra, sacaría un derechazo potente y preciso, que luego de superar la línea de la barrera, iría a "colgarse" cerca del ángulo derecho del arco de Assmann y lejos del esfuerzo del "1" visitante, convirtiéndose en un "espectador de lujo" del golazo de Santiago Coronel, para el agónico empate en uno de Morón y Defensores, en la última jugada de la tarde-noche en el Nuevo Francisco Urbano.

Lógicamente, previo a dicha jugada hubo 94 minutos de partido, donde el equipo de Alejandro Orfila jugó mal, en especial en el primer tiempo, y en el complemento, con la necesidad de la igualdad "a cuestas", procuró sin volumen de juego, ni profundidad, vulnerar una doble línea de cuatro dispuesta por la visita, a fin de resistir un triunfo parcial injusto, dado que el "Dragón" se había puesto en ventaja en su primera chance, a los '22 de la etapa de inicio, con un buen cabezazo de su delantero centro, Nicolás González, anticipando y ganándole en el salto a los defensores y haciendo estéril la "estirada" de Bruno Galván, para intentar sacar la la pelota de su destino de red, pegada al poste izquierdo.

Con Alan Schönfeld desde el inicio, por primera vez en el torneo, en lugar de Fernando Bersano (sin lugar, incluso entre los suplentes, donde aparecería, debutando en convocatoria y más tarde también en cancha, Santiago Sala), con Gonzalo Salega corriéndose al andarivel zurdo, y la variante "puesto por puesto", de Rodrigo Sayavedra por, a la sazón, el "héroe" de la jornada, Santiago "el Topo", Coronel.

Luego de una primera y auspiciosa aproximación con peligro del Gallo, a sólo tres minutos de iniciado el pleito, que dejaría solo al referido ex Los Andes (Gonzalo Salega), con el arquero visitante, pero su remate cruzado saliera desviado, la ilusión de un Morón punzante en ofensiva, se iría diluyendo con el correr de los minutos, mostrando una vez más, como en el debut ante Tristán Suárez, a un equipo sin volumen de juego, impreciso (eso, tal vez, fomentado por un campo de juego en malas condiciones) y "partido" entre líneas, que animaría a su rival a jugar en terreno local, con el talento siempre vigente de Juan Manuel Olivares.

Así las cosas, en un trámite deslucido y sin emociones frente a los arcos, en su primera "excursión" seria, Defensores se adelantaría en el marcador, con el precitado cabezazo de Nicolás González, y a partir de allí a dominar incluso las acciones, ante un Morón cada vez más inconexo y "perdido" en el campo de juego.

En este punto, llama la atención el bajo nivel de jugadores determinantes durante la pasada temporada, como Gastón González, Alan Schönfeld y Mateo Levato, desconocidos respecto de sus mejores versiones, que los llevaran a convertirse en auténticos baluartes del acceso del Gallito al Reducido y su injusta eliminación frente a Quilmes, recién en los penales. En el caso de Gastón González, su cambio de rol en el medio, más atento a la contención que a la creación, a fin de colaborar con el único "cinco" en cancha, Santiago Ubeda, pareciera no beneficiarlo, debiendo resignar la posibilidad de jugar con mayores libertades, como para "soltarse" en ataque, tanto sea para abastecer a un "solitario" Levato, como para finalizar él mismo las jugadas, y desempeñarse mucho más cerca del área contraria, virtud que lo convirtiera en uno de los goleadores en 2021, con nada menos que nueve goles (sólo cuatro de ello, de penal).

En el complemento, el ingreso de Coronel dotó al equipo de mayor circulación y juego asociado, además de "preocupar" a la visita, con dos "9" en cancha, sumándole a Levato, la peligrosidad latente de un ex "Dragón", como Luis López. Pese a ello, salvo en alguna jugada aislada, la pelota rara vez le llegaría cómoda y con ventaja a alguno de los centrodelanteros del Gallo, como para marcar diferencias en el área de Assmann.

Con voluntad y decisión, aunque sin profundidad, más allá de un centro al travesaño de Damián Adín y en el rebote, un rechazo que valió casi como un "gol", del "2" de "Defe", Maximiliano Centurión, cuando el "Animal" López se aprestaba a confirmar (una vez más), la jamás escrita "ley del ex", Orfila intentaría desequilibrar por las bandas, con el ingreso de Alan Salvador (por Santiago Ubeda) y agregar otra posibilidad ofensiva y de remate desde afuera, con el cambio de Santiago Sala por el propio Adín.

Mientras los minutos se extinguían y en las pocas que lograba aproximarse, Fabián Assmann comenzaba a erigirse en figura, dentro de un partido con escaso relieve colectivo e individual para resaltar (en ambos equipos), en un par de contras, con Morón volcado en ataque y con línea de tres en el fondo, la visita tuvo dos chances clarísimas para definir el partido, una en los pies de Francisco Ilarregui (bien contenida con Bruno Galván) y la otra en el botín zurdo de Olivares, que por fortuna para el Gallo, solo y frente al arco, la elevaría por sobre el travesaño.

Hasta la llegada del cuarto minuto de descuento, de los cinco agregados por Yamil Possi, de regular arbitraje, y el remate formidable de Santiago Coronel, para el desahogo de todo el Oeste y en definitiva, en la última jugada del partido, para que Morón rescate un punto ante Defensores y procure exhibir una mejora necesaria, el próximo viernes por la tarde, cuando visite al siempre complicado Brown de Adrogué, de Pablo Vicó, en el "Lorenzo Arandilla".

El "tiro del final" (y un golazo).


@elgallogustavo.



         📸: Deportivo Morón.


domingo, 20 de febrero de 2022

Paso a paso, punto a punto.

En su segunda presentación, en la temporada 2022 de la Primera Nacional, en una visita de riesgo, ante uno de los principales candidatos al ascenso, como San Martín, en "La Ciudadela" tucumana, el Gallo de Alejandro Orfila consiguió su segundo empate consecutivo, nuevamente sin abrir el marcador, aunque a diferencia del opaco debut frente a Tristán Suárez, en un muy buen partido del Deportivo Morón, que pese a exhibir menos el dominio del balón, supo durante tiempo y medio "maniatar", controlar y complicar a su rival, tanto como para contar con claras situaciones de gol (un par en cada mitad), que de no mediar las determinantes intervenciones de Darío Sanz, arquero del "Ciruja", podrían haber convertido el importante punto conseguido en Tucumán, en victoria, y no hubiese estado para nada a contramano del desarrollo de los 90 minutos.

Con los mismos once que una semana atrás, hicieran su presentación en el Oeste, en el 0 a 0 ante el "Lechero", con la salvedad de la inclusión de Rodrigo Sayavedra, en el banco de los suplentes,  en lugar de Matías Ledesma, respecto del primer cotejo del campeonato, en el primer cuarto de hora de partido, San Martín de Tucumán intentó imponer condiciones en su "casa", frente a su gente, restringida a 300 socios por el aforo determinado desde la gobernación provincial, en especial, a partir del desequilibrio por los laterales, con una buena tarea de Federico Jourdan por derecha y de Milton Céliz por izquierda, quienes complicarían a Lucas Angelini y Damián Adín, respectivamente, en una primer mitad floja de ambos laterales del Gallo, con problemas para contener los embates locales, aunque bien "cubiertos" por los centrales, Cristian Paz y Lucas Abascia, de los puntos más alto en la "agobiante" tarde-noche tucumana.

En esos primeros minutos, a la visita le costaba tener la pelota en el medio y se lo notaba "partido" entre líneas, puesto que Mateo Levato se hallaba demasiado lejos de sus volantes y por las bandas, el balón tampoco les llegaba ni a Gonzalo Salega, por derecha, ni a Fernando Bersano, por la banda opuesta.

Con el correr de los minutos, de los '15 en adelante, Santiago Coronel habría de tomar mayor contacto con la pelota, siempre "auxiliado" por Gastón González, y un Santiago Ubeda que crecería considerablemente su rendimiento, en comparación con su partido debut, para que los "circuitos" del Gallo comenzaran a "engranar" y el "Santo" no se sintiera tan cómodo para atacar, como en los minutos iniciales.

A los '12 de juego, y tras una recuperación rápida de los volantes visitantes en el medio, a punto estaría Coronel de convertir un gol de antología, con un remate potente y direccionado, desde no menos de 60 metros, que obligaría a un repliegue y esfuerzo impresionante del "1" local, para enviarla al córner,  en un acción que haría recordar la "pegada" prodigiosa y precisa de Gerardo Martínez, el mejor jugador salido de las inferiores del Gallito, campeón en 2017 y hoy, inexplicablemente, en libertad de acción y sin club.

Como contrapartida, en el contexto de un desarrollo cada vez más atractivo, y de "ida y vuelta", Damian Adín, atento y concentrado, como toda la última línea del Gallo, durante los '90, le sacaría el gol de cabeza a Lucas Cano, cuando el "9" local ya se "relamía", tras el centro desde la derecha de la ofensiva, de Federico Jourdan. Un par de minutos más tarde, luego de una buena jugada colectiva, el  lateral derecho del "Santo",  Nicolás Sansotre, "reventaría" el "caño" zurdo del arco de Bruno Galván.

Si bien Morón no tenía el mismo porcentaje de control de la pelota que el local, cada recuperación en el medio, determinaba un réplica veloz por los extremos, y en una de ellas, Fernando Bersano ingresaría en inmejorable posición por el flanco izquierdo, pero su remate cruzado, que tenía destino de red, se "toparía" con otra inmejorable reacción de Sanz, el "1" local, y a la postre, una de los destacados de la tarde-noche tucumana.

Ya en el complemento, Alan Schönfeld reemplazaría al referido Bersano, y a diferencia del primer cuarto de hora del primer tiempo, en la segunda mitad, San Martín no hallaría los "caminos" al área visitante, en especial, porque tanto Angelini como Adín, ajustarían las marcas por sus laterales, tanto es así que ni Jourdan, ni Céliz, volverían a generar el desequilibrio del primer tiempo.

Y en esos primeros minutos del segundo tiempo, con el local más impreciso y Morón más consolidado, el Gallo contaría con sus mejores momentos, aquellos en los que controlaría el dominio del balón,  pero además generaría ocasiones inmejorables para ponerse en ventaja, como la corrida de Mateo Levato, para ganarle por "picardía" y velocidad a ambos centrales, y quedar "mano a mano" con Sanz, pero con un "control" de más, el "9" del Gallo se complicaría solo las posibilidades de convertir, a la vez de agrandar las chances de "achique" del arquero, que en definitiva se quedaría con la ocasión de gol más peligrosa de la visita, al cabo de los '90.

En esos minutos en los que Morón debió marcar la diferencia y no pudo, los volantes visitantes sacarían rédito de otra mala salida del fondo de San Martín, para que la pelota le quedara a Gastón González, cuyo remate desde afuera, esquinado aunque un poco "mordido", pudiera nuevamente ser controlado por el buen arquero local.

A medida que transcurrían los minutos, el desarrollo se haría deslucido, con más "lucha" que fútbol, y en ese contexto, el local, acostumbrado a los "rigores" de la temperatura, arribaría  a la media hora final con más "resto" físico que la visita, a pesar de los cambios de "refresco", dispuestos por Orfila: Rodrigo Sayavedra, Alan Salvador y Cristian Lillo, quienes sustituyeron a Santiago Coronel, Gonzalo Salega y Gastón González.

Y en ese lapso, San Martín "inclinaría" la cancha, en dirección al arco de Galván, en especial, a partir del ingreso de "Tino" Costa, que con su buena pegada y "pinceladas" de calidad, complicaría con su repentización y sus cambios de frente, llenando el área de Morón de peligrosos centros, siempre bien repelidos por la última línea visitante, y cuando ella se mostrara superada, por un par de intervenciones sobresalientes del "Araña" Bruno Galván.

Con algo de sufrimiento en el final, el "pitazo" final de un regular Lucas Comesaña, decretaría el cierre, de un partido al que el empate no le cayó mal, aunque sí el 0 a 0, de no mediar las buenas intervenciones de ambos arqueros y defensas.

En su segunda presentación en la temporada, el Gallo cosechó un nuevo punto, ante un candidato "natural" y en su "casa", al que en el complemento dominó y de haber aprovechado su "momento" y sus ocasiones, podría haber derrotado, pese a los sobresaltos del cierre, cuando el "oxígeno" no abundaba en la visita.

Tras una muy buena presentación, en el balance de los '90 en Tucumán, y luego del flojo debut ante Tristán, ahora será tiempo de empezar a sumar de a tres, cuando el próximo viernes 25, desde las 19:15, reciba en el Oeste a Defensores de Belgrano.

Paso a paso. Punto a punto.


@elgallogustavo.



           📸: Deportivo Morón.


sábado, 12 de febrero de 2022

Debut y "punto", con el "crédito" abierto

En su presentación, en la temporada 2022 de la Primera Nacional, el Deportivo Morón no pasó del empate en cero ante Tristán Suárez, en el Nuevo Francisco Urbano, en un partido que lo tuvo como protagonista, en los primeros '30, y que a partir de allí, la visita supo emparejarlo y por momentos manejar el trámite de un encuentro (en especial, cuando comenzaron a faltar "piernas" en los jugadores del Gallo), que contó con escasas emociones, en particular frente a los arcos.

Con seis de los ocho refuerzos como titulares (Damián Adín como lateral diestro, Lucas Angelini como marcador de punta zurdo, Santiago Ubeda en la "medialuna", Santiago Coronel como enganche y tanto Gonzalo Salega, como Fernando Bersano, en función de extremos por ambas bandas), más el ingreso posterior del "Animal" Luis López, en los primeros minutos del "reencuentro" con su público, el equipo ahora dirigido por Alejandro Orfila, intentó adueñarse del protagonismo de las acciones, con el auspicioso debut del juvenil Coronel, como principal generador de fútbol, junto a Gastón González (en doble "rol", colaborando en la contención, junto al único "cinco", Santiago Ubeda), y habría de lograrlo, hasta la primera media hora de juego, con la idea de proyectar permanentemente a los laterales, en especial por izquierda, donde el "sorprendente" Lucas Angelini habría de jugar un muy buen partido, con capacidad para marcar, pero también para "aventurarse" con criterio en ofensiva, dando los primeros "signos" de una "sociedad" interesante junto a Fernando Bersano.

Sin demasiada profundidad, como resultaría la tónica general del partido, por ambos lados, a poco de iniciarse las acciones, de un tiro libre de Coronel (al parecer, el "dueño" de las "pelotas paradas") y tras un toque a la "pasada" de Gastón González, un "taco" en defensa, de un jugador de la visita, pondría en aprietos al arquero del "Lechero".

Como contrapartida, Brian Oyola resultaría el "revulsivo" del Tristán Suárez, procurando habilitar a la peligrosidad siempre latente de Nicolás Messiniti (Morón ya lo sufrió al ex Independiente, con la camiseta de Temperley), de José Barreto o las llegadas por sorpresa de Maximiliano Brambillo. En la primera de ellas, Oyola remataría defectuoso, a las manos de Bruno Galván, y en la más peligrosa de la noche, para el elenco de Ezeiza, el "1" de Morón habría de "lucirse", enviando al tiro de esquina, un remate desde afuera, de Barreto, que tenía irremediable destino de red.

En el epílogo de la etapa inicial, una nueva "escalada" ofensiva de Angelini, terminaría con un "hermoso" zurdazo "tres dedos", del ex Argentino de Merlo, que daría en la base del poste izquierdo del arco defendido por Cristian Correa, que superado en su "estirada", tuvo al "caño" como "cómplice", para evitar lo que hubiese sido un golazo, y por aquellos minutos, no tan ajeno al desarrollo general del encuentro.

Ya en el complemento, con Cristian Lillo en lugar de Ubeda (el único amonestado de la noche, por el lado del Gallo), los primeros quince del segundo tiempo, fueron claramente favorables a la visita, que podría haber complicado a los de Orfila, de no mediar nuevamente la intervención del "araña" Galván, esta vez ante un remate sesgado de Nicolás Messiniti, desde la derecha de la ofensiva visitante.

De allí en adelante, ni uno ni otro lograrían controlar las acciones, ni muchos menos llegar con peligro al arco contrario, más allá de alguna aproximación de "pelota parada" o algún centro bien controlado por dos defensas sólidas y casi sin fisuras.

Los ingresos de Alan Salvador y Alan Schönfeld, por Gonzalo Salega (de movimientos interesantes, en el primer tiempo) y Fernando Bersano (también de auspicioso debut), y más tarde la presentación de Luis "El Animal" López y la vuelta de Matías Ledesma, en reemplazo de Mateo Levato y Santiago Coronel, el punto más alto en el "desagregado" de la noche del Oeste, no terminarían de "refrescar" una ofensiva de Morón que careció de profundidad, más allá de algunos buenos encuentros en el primer tiempo, y de la destacable tarea de Levato, aunque siempre de espaldas al arco contrario.

El pitazo final de Diego Ceballos, de irreprochable arbitraje, confirmaría un cero a cero, acorde a dos equipos en formación, que tuvieron sus mejores virtudes en defensa y dejaron en el "debe" el desequilibrio y la profundidad en ataque.

Con interesantes rendimientos particulares, en especial de los "nuevos", el equipo del "Chano" Orfila" dejó buenas "sensaciones" individuales, al mismo tiempo de bastantes cosas para corregir desde lo colectivo, algo más que lógico, para el primer partido de campeonato.

Debut y "punto", con el "crédito" abierto.


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