martes, 28 de septiembre de 2021

Gajes del "oficio" (ajeno)

En una "ráfaga", de apenas dos minutos (entre los '32 y '34 del segundo tiempo), un Morón sin ideas y falto de "oficio", se quedó repentina y definitivamente con las "manos vacías", ante un Brown de Adrogué, que sin hacer demasiado de nada para ganar el partido, se quedó con los tres puntos, porque precisamente, le sobra de ese mismo "oficio".

En la noche de lunes, en el Nuevo Francisco Urbano, un equipo tan destemplado como el tiempo, cayó 2 a 0 frente al conjunto de Pablo Vicó, en un encuentro que se encaminaba irremediablemente al empate en cero, la calificación ideal para un partido flojo, mal jugado y que, pese a todo, en ese contexto de mediocridad, tenía a Morón "medio punto" por encima de su rival, en las "tarjetas", por simple imperio de la búsqueda y las intenciones, pese a la ausencia de fútbol individual y colectivo.

Con Norberto Palmieri en el once de inicio, por Brian Orosco, comparándolo con el equipo que completara los '30 ante Rafaela, el último jueves, en el mismo escenario, y Alan Salvador nuevamente de "arranque", por la banda izquierda, si tomamos como referencia el triunfo ante el "Brown" de Puerto Madryn, del pasado sábado, Morón procuraría imponerse en el duelo de la tenencia de la pelota en el medio, con Gastón González, otra vez más "suelto", aunque sin resignar el orden entre líneas, ante el siempre duro y complicado "Tricolor" de Adrogué.

En un primer tiempo casi sin emociones, donde Bruno Galván y el "Laucha" Martín Ríos se convertirían en "espectadores" de lujo, en la antesala del regreso del público a los estadios, la más clara en los '45 iniciales la tendría Lucas Abascia, a la salida de un tiro de esquina desde la derecha, tras una "cortina" en primera instancia, pero el remate del "6" del Gallo se iría por sobre el travesaño.

Al regreso, a la espera de una mejor versión de ambos, pero en especial del Gallo, que con el triunfo se ubicaba como único escolta, a un solo punto del nuevo líder, Güemes de Santiago del Estero, Lucas Bovaglio dispondría los ingresos de Luciano Guaycochea y Brian Orosco, en lugar de Salvador y Palmieri, procurando mejorar el volumen de juego en el medio y llegar con más gente al área de enfrente, para acompañar a un Tobías Zárate, demasiado solo y previsible para la marca, desde hace unas fechas a esta parte.

En esos primeros minutos del complemento, el Gallo sería apenas un "espejismo", con un remate cruzado del ingresado Guaycochea, para forzar unas de las pocas intervenciones serias de Ríos y enviar el balón al córner. Es que, de allí en adelante, Morón resultaría el dominador territorial de la segunda parte, muy por encima de lo ocurrido en los '45 iniciales, aunque con una carencia de ideas que comienza a repetirse en las últimas fechas, sin precisión, ni sorpresa, ni mucho menos juego asociado o "arrestos" individuales que marquen la diferencia.

Promediando el segundo tiempo, con el Gallo volcado en ataque, aunque sin "lastimar", un Brown de Adrogué con mucho "oficio", "agazapado" de contra, ensayaría un centro al área a través de Lucas Sproat, y de cuyo rechazo, de espaldas al arco, Mateo Acosta sacaría una "chilena" en el área grande, para colocarla por encima de un sorprendido Bruno Galván, en un gol de "otro partido", para la ventaja mínima de la visita, tal vez en su primera aproximación real al arco local, a los '32 de la etapa complementaria.

Aturdido por el "golpe", apenas dos minutos más tarde, una pelota recuperada por la visita y un anticipo defectuoso, terminaría con Mateo Acosta, "apareado" a la carrera por Leonel Bontempo y a fuerza de "físico", "cara a cara" con Galván, para ubicarla abajo, pegada al poste derecho del arco de Morón y sentenciar el resultado, a falta de once minutos para el cierre del cotejo.

De allí y hasta el final, Brown de Adrogué podría haber ampliado la ventaja y en contraposición, apenas una arremetida del ingresado Mateo Levato, llevaría algo de riesgo "potencial" al arco de Martín Ríos.

El pitazo final de Lucas Comesaña, de buen arbitraje, llenaría de frustración a un Morón que, por segunda vez en menos de una semana, pudo acercarse, sino llegar a la cima de la tabla zonal, y de local, no pudo lograrlo, primero con el empate en cero ante Rafaela y este lunes por la noche, por la derrota 2 a 0 con Brown de Adrogué.

Morón jugó mal, careció de ideas y nuevamente no fue capaz de generar situaciones de riesgo en ofensiva. Pero al menos, mereció "rescatar" un punto, ante un rival que en '90 de juego, no hizo absolutamente nada para llevarse los tres puntos.

Pero a Brown de Adrogué le sobró el "oficio" que al Gallo le faltó, en la destemplada noche del Oeste.

Ahora toca viajar a San Juan, con siete jornadas por delante.

Tan cerca, y al  mismo tiempo, a veces tan lejos, la ilusión se mantiene, aunque resulta imperioso volver a refrendarla dentro de la cancha.


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jueves, 23 de septiembre de 2021

Sigue "prendido"

Morón cambió la imagen y en '32 de juego efectivo (ya que, Luis Lobo Medina, el pésimo árbitro del encuentro, adicionó sólo dos minutos, pese a los cuatro cambios realizados en la continuidad), fue mucho más que en los '60 disputados en la noche de la suspensión, pese a lo cual no pudo quebrar el cero a cero frente a Rafaela, para acompañar a Barracas en el liderazgo de la zona.

Y no pudo "romper" el 0 a 0, a pesar de contar con no menos de cuatro o cinco ocasiones claras de gol, en especial en el segundo tiempo de '15 minutos, pero también, porque Lobo Medina ignoró un clarísimo penal sobre Alan Schönfeld, a los '4 de iniciado el  "mini-partido".

La necesidad de abrir el resultado, para procurar quedarse con los tres puntos en "casa", se puso de manifiesto desde los cambios tácticos presentados por Lucas Bovaglio, respecto del "once" que se anotara un "triunfazo" en Puerto Madryn: Alan Salvador ingresaría en lugar de Norberto Palmieri, sumando un hombre más en ataque y resignando un jugador de "marca", así como Brian Orosco reemplazaría a Santiago Sala, para acompañar en la "gestación" del juego y acompañar a Tobías Zárate en ofensiva.

Así las cosas, ya al minuto del primer "chico" de ´15, el Gallo tendría su primera aproximación de riesgo al arco visitante, a través del mencionado "heredero", marcando a las claras las intenciones de búsqueda del triunfo y con eso solo, generando sustancialmente más, que en la primera mitad del encuentro suspendido por deficiencias en el sistema lumínico del Nuevo Francisco Urbano, el pasado viernes 10 de corriente.

Tres minutos más tarde, llegaría la acción que podría haber modificado el rumbo de la continuación del partido, pero Luis Lobo Medina, de frente a la jugada y a escasos metros como para esgrimir alguna "excusa" atendible y entendible, decidiría ignorar una flagrante sujeción en el área, en perjuicio de Alan Schönfeld, en un indubitable penal no sancionado por un árbitro de pésimos antecedentes, en el Nacional y también el Federal "A".

Sin embargo, a los cinco de la etapa inicial, un "descuido" de la última línea del Gallo, tras un centro desde la izquierda del ataque de Rafaela, permitiría un cabezazo solo y "a quemarropa", desde el punto del penal, que obligaría a una magistral intervención de Bruno Galván, siempre seguro.

En un cierre del primer "chico", con buenas intenciones, pero escasa profundidad, la prolongación del cero a cero no le caía mal al encuentro, con una "clara" por lado, más allá del "penalazo" no sancionado en favor del Gallo.

En el "mini-complemento", el conjunto de Bovaglio saldría a "quemar las naves" y con algunas "licencias" en el fondo, acopiaría los méritos necesarios para quebrar el cero y quedarse con los tres puntos, como en aquella contra encabezada por Alan Salvador, luego de una recuperación en el área propia, y que el ingresado en la ocasión, no supiera concluir con acierto, "guardándose" el balón, en lugar de habilitar en el área la llegada franca de Brian Orosco y Zárate, para "recortar" hacia adentro y sí, ganar un tiro libre de riesgo, sobre el vértice izquierdo del área de "La Crema", que derivaría en un remate de Gastón González, rebotado en la barrera al tiro del esquina.

En la contra, con un Morón dominador de las acciones y Rafaela procurando usufructuar algún contrataque, como en una "repetición instantánea" del cotejo original, Lautaro Parisi volvería a encontrar espacios y a convertirse en el jugador más desequilibrante del equipo de Walter Otta, generando un par de acciones de peligro, frente al arco de Galván, por fortuna, en algún caso, mal resulta por el "7" de la visita y en otro, gracias a la oportuna y firme intervención del "1" del Gallo.

Con Mateo Levato en cancha, por Alan Salvador, en los últimos minutos de los '15 finales se sucederían las mejores opciones del local, como en aquél ingreso de Cristian Broggi, sobre derecha, cuyo remate forzado se iría apenas alto, o el cabezazo desviado de Tobías Zárate en posición inmejorable, o la volea de Alan Schönfeld ingresando también por la banda diestra, y la más clara de la tarde, a los '14 del segundo "mini-tiempo", cuando Brian Orosco resultara habilitado en el área, sin marcas, para definir al gol, impedido por el oportuno "achique" de Agustín Grinovero, arquero visitante, para "atorar" al "10" y obligarlo a elevar su remate por encima del travesaño. 

Pese a los cuatro cambios, tres de la visita, dos de ellos casi en tiempo cumplido, Luis Lobo Medida adicionaría apenas un solo minuto, que luego "gentilmente" extendería a uno más, por las demoras en poner en juego la pelota, muchas veces fomentadas por las propias actitudes del árbitro del encuentro.

Con el 0 a 0 ya confirmado como "chapa" final del resultado, y el reparto de puntos con Rafaela, Morón se quedaría con un "regusto amargo", ante un partido que pudo definir en los '30 restantes y no tuvo la eficacia para concretarlo, pero también, por aquella jugada de claro penal, con apenas cuatro minutos de juego, que bien pudo allanarle el camino de un triunfo buscado.

De esta manera, con 40 unidades y su cuarta igualdad en 26 jornadas, el equipo de Lucas Bovaglio sigue en la "pelea", ubicándose en la tercera posición de la zona "B", con 40 unidades, a sólo dos puntos del líder zonal, Barracas y a uno de su escolta, Güemes de Santiago del Estero, a falta de ocho fechas para un final que asoma "electrizante".

Por lo pronto, el lunes desde las 21:30, llega al Oeste un rival siempre duro y directo en la lucha por los primeros puestos: el Brown de Adrogué de Pablo Vicó, cuarto con 38 unidades.

No le alcanzó para ganar, pero mejoró la imagen (respecto del "apagón" inicial) y sigue "prendido".


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sábado, 18 de septiembre de 2021

"Exorcismo" en el Sur, para el "agite" del Oeste

Y debieron pasar nada menos que 81 días, más precisamente desde la tarde del martes 29 de junio, en el triunfo 2 a 0 frente a Defensores de Belgrano, en el Bajo Núñez, con los goles de Tobías Zárate y de Luciano Guaycochea en el final, además del penal atajado por Juan Martín Rojas al "Animal" Luis López, correspondiente a la 14° fecha del actual Torneo de la Primera Nacional, para que el Gallo vuelva a "cacarear" bien fuerte fuera de "casa", y en este caso, bien lejos del "terruño", al imponerse por 1 a 0 a Guillermo Brown, en Puerto Madryn, con el tanto de Cristian Lillo, quién mejor que el "corazón" de este equipo, para devolver la "alegría" de visitante.

Con esta victoria, la cuarta de visita, sin empates y seis derrotas (las últimas cuatro en fila), el equipo de Lucas Bovaglio suma 39 puntos, ubicándose en la tercera posición de la zona "B", a sólo tres unidades del líder, Barracas Central y a dos del escolta, Güemes de Santiago, con un partido pendiente de resolución, ante Rafaela en el Oeste, con la "chapa" parcial en cero y 30 minutos por delante, a disputarse el próximo jueves desde las 15, con la chance cierta de prolongar la racha, en este caso muy positiva de local, y alcanzar la línea del puntero zonal.

Con algunas modificaciones tácticas, respecto del once inicial que no tuviera una buena presentación contra "La Crema", hasta su suspensión por los inconvenientes con el sistema lumínico del Nuevo Francisco Urbano, con el ingreso como titular, por primera vez en el campeonato, de Lucas Abascia, en lugar de Braian Molina (al banco, con Franco Verón fuera de los dieciocho que viajaran primero a Trelew y luego a Madryn, horas antes del partido), para acompañar a Cristian Paz en el fondo, en la línea de medios, el cuerpo técnico también "metería mano", con las salidas de Brian Orosco y Luciano Guaycochea (ambos entre los relevos), reemplazados por Norberto Palmieri y Santiago Sala, respectivamente, con la intención presumible de dotar de mayor equilibrio a un zona de volantes, de flojas tareas en Mendoza y en el Oeste, con Rafaela.

En el comienzo, el Gallo se pararía como lo hace casi siempre, o cada vez que el rival se lo permite y el equipo de Bovaglio es capaz de asumir ese rol, presionando bien arriba a la defensa local, para procurar generar el error en la salida, que pudiera ser aprovechado por la velocidad de Santiago Sala, Alan Schönfeld y Tobías Zárate.

Sin embargo, más allá de la actitud posicional, Morón no lograría incomodar demasiado a Guillermo Brown, nuevamente impreciso e inconexo entre líneas, y con un Zárate demasiado aislado en ofensiva, "presa" fácil de los zagueros locales. Como contrapartida, y sin tener demasiado el control de la pelota, tampoco el Gallito sufriría en defensa, más equilibrado en la contención y con una buena tarde de toda la última línea, en especial del "debutante" como titular, Lucas Abascia, de buen partido, atento, con "timming" para los anticipos y los relevos, cuando Leonel Bontempo "tomaba la lanza" para intentar desnivelar por su banda zurda, del mismo modo que Cristian Broggi lo haría por la derecha.

En un primer tiempo deslucido y casi sin emociones, más allá de algún remate "envenenado" desde media distancia, el empate final en cero reflejaría la realidad de un desarrollo en el que se "prestaron" el balón, con demasiados "pelotazos" y muy poco juego asociado, en ambos lados.

Ya en el complemento, la necesidad del local, obligaría a Brown de Madryn a adelantarse unos metros, permitiendo el destaque de Cristian Lillo, bien secundado por Palmieri y con el correr de los minutos, la mejora individual de dos valores fundamentales para el andamiaje de este equipo: Gastón González y Alan Schönfeld.

De esta manera, y sin jugar un gran fútbol, ni mucho menos, el conjunto de Lucas Bovaglio comenzaría a "jugar" con los "nervios" de su rival, más que con la pelota en los pies, adelantando unos metros a Gastón González, que "avisaría" minutos antes del desnivel, con un par de peligrosos remates desde el borde del área grande, que uno se perdiera muy cerca y el otro generara la mejor intervención de la tarde, por parte de Franco Agüero, el golero local.

Con el correr de los minutos y sin sufrir sobresaltos en su arco, Morón comenzaría a "dormir" el partido, en sus "términos y condiciones", y en esa "madeja" en la que "envolvería" con inteligencia a u  rival, de individualidades interesantes y "duro" desde lo colectivo, que no se condice con su ubicación actual en la tabla de posiciones, a los 27 minutos del segundo tiempo, una larga habilitación con ventaja para el delantero, pondría "a correr" a Alan Schönfeld por derecha, y en su "especialidad", el "tractor" de Morón le ganaría en velocidad a su marcador, para llegar al fondo y tirar el centro atrás, que parecía pasado (por un desvío rival en el camino), aunque en posición de "9" y con movimientos de tal, Cristian Lillo volvería sobre sus pasos, para hacerse del balón y sacar un derechazo fuerte y seco, inalcanzable para el arquero. Nadie mejor que el "5" campeón, Cristian Lillo, "corazón", referente y estandarte de este equipo, para volver a hacer gritar a Morón de visitante, aunque sea con la de "palo".

De allí y hasta el final del partido, sólo algún centro llevaría algo de riesgo "potencial" al arco del siempre seguro Bruno Galván, pero la buena faena de los medios defensivos y de la última línea en su totalidad, permitiría que el hincha de Morón no sufriera tanto a la distancia, más que por los cortes ya habituales, en una transmisión vía streaming de "TyC Sports Play", que desde hace un buen rato genera tanto fastidio como vergüenza ajena.

Con alguna chance más para ampliar el marcador, a partir de alguna buena corrida de Alan Salvador, bien iniciadas, pero mal resueltas, por izquierda, o de Mateo Levato, por derecha, otra vez de interesantes movimientos fuera del área, para "bancar" el balón e incluso recibir, enganchar y girar, pese a su gran "porte", promisorios minutos de un "9" de características distintas a Zárate, que bien podrían complementarse.

Con el "pitazo" final de un correcto arbitraje de Andrés Gariano, sin "polémicas" para endilgarle, el "grito" apretado de todo Morón, dentro del campo de juego, y el desahogo de los hinchas a la distancia, "exorcizarían" 81 días fuera de "casa", en los que Morón pudo jugar bien, mal o regular, pero seguramente en más de una ocasión, mereció algo más en todo este tiempo sin sumar, siquiera un punto, lejos del Oeste.

El Sur se convirtió en el Oeste y su "agite", para que todo Morón sueñe, pese a sus propios vaivenes (muchas veces incomprensibles).

Ahora, a completar los '30 frente a la Rafaela de Walter Otta, con el envión anímico de este triunfo tan necesario y esperado, para "treparse" a la punta de la zona.

Ni más, pero tampoco menos que nadie, y con ocho partidos (más '30 minutos) por delante para el cierre de la fase regular del torneo, el futuro de Morón está en sus manos, o mejor dicho, en sus pies.

A "creérsela" un poquito, que la "gloria" está a la "vuelta de la esquina".


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sábado, 11 de septiembre de 2021

"Pocas luces"

Así como a veces, solemos referirnos a una "desgracia con suerte", en el infortunio del mal funcionamiento del grupo electrógeno, que determinara la suspensión del partido con Rafaela, a los '15 del segundo tiempo, Morón se encontró con un "guiño" impensado de la "suerte", en el contexto de un desarrollo desfavorable para el equipo de Lucas Bovaglio, que en los '60 de juego efectivo, jamás "hiciera pie" en Nuevo Francisco Urbano, con demasiadas imprecisiones y carente de fútbol, ante un rival que con poco, era bastante más que el Gallo y merecía hallarse en ventaja, de no mediar la ineficacia ofensiva propia y las virtudes de Bruno Galván, nuevamente convertido en figura, para mantener al local en "partido", cuanto menos desde el resultado.

En efecto, pese al "corte" abrupto del encuentro, con la "chapa" en cero, a falta de media hora para el tiempo reglamentario, la pobre actuación de Morón resultó una "continuidad" del mal partido disputado en Mendoza, hace poco menos de una semana, donde un Gallo sin volumen de juego, y por consiguiente, sin generación de ocasiones de gol en el área rival, se vería superado con muy poco, por Independiente Rivadavia, una "Lepra" que en la jornada posterior (la misma del malogrado cotejo de Morón ante "La Crema"), habría de caer estrepitosamente por 6 a 0, en su visita a Caballito, ante el irregular Ferro, hoy en puestos de Reducido.

Y es que el equipo de Lucas Bovaglio repitió casi como una "calco", en el lapso que la luz permitiera que se jugara el cotejo con Rafaela, la misma carencia de argumentos que lo llevara a la derrota por 2 a 0 en el "Gargantini", reiterando la dudas en defensa, con línea de cinco en Mendoza y de cuatro en el Oeste, la ausencia de generación de juego en el medio, y consecuentemente, la inexpresividad frente al arco contrario, con Tobías Zárate demasiado "aislado" adelante, aunque mucho más "solo", frente a la incapacidad de generar juego en el medio, y por si fuera poco, la facilidad para perder los rebotes y las "segundas pelotas".

En el retorno del Walter Otta y Félix Benito al reducto que tantas satisfacciones nos regalaran, en algo más de tres años, con ascenso al Nacional incluido y semifinales de "Copa Argentina", en 2017, el inolvidable "año del Gallo, y del otro lado, Lucas Bovaglio, hijo dilecto, capitán de los ascensos a Primera e ídolo de Atlético de Rafaela, al igual que su ayudante de campo, Fernando Clementz, Morón saltaría al campo de juego del Nuevo Francisco Urbano, con un solo cambio táctico, respecto del "once" que iniciara el partido en Mendoza, a partir del ingreso de Braian Molina en lugar de Franco Verón, y la referida modificación táctica del regreso a la "línea de cuatro", en lugar de los cinco defensores exhibidos en la fecha pasada, que solamente se sostuviera durante '45 minutos, ante el primer desnivel de Independiente Rivadavia.

Ya desde el inicio del juego, la visita se acomodaría mejor en el terreno y hasta los '15 de la primera parte, dominaría las acciones a voluntad, merced a una buena presión en la zona de "gestación" del Gallo, nuevamente con bajos rendimientos en aquellos que deben manejar la pelota, como Gastón González, Luciano Guaycochea y Brian Orosco, en un Morón que hace de la "tenencia" su "marca registrada" y que de la única manera que puede progresar e incluso defenderse, es precisamente con la pelota debajo de la "suela" de sus mejores intérpretes.

Y es que Morón repetiría no sólo una pobre actuación de conjunto, sino que volvería a preocupar con rendimientos individuales por debajo de los acostumbrado, en todas sus líneas, con dificultades para marcar en defensa o salir jugando, con problemas en ambos laterales (tanto por el sector de Cristian Broggi, como por el opuesto, de Leonel Bontempo, Rafaela hallaría y sacaría ventaja de ciertas vulnerabilidades) y el bajo nivel de Braian Molina por el centro, se sumarían a la falta de fluidez en los encargados de generar juego, además de perder en los anticipos, sin la "explosión" habitual por las bandas, con un Orosco "a cuenta gotas", Alan Schönfeld intermitente, Luciano Guaycochea sin incidencia, Gastón González impreciso y más preocupado en colaborar con Cristian Lillo, que en el "primer pase" ofensivo, hacia una Tobías Zárate "aislado" y previsible en sus movimientos (por errores propios y ajenos), "presa fácil" de una defensa visitante que, las pocas veces que la pusieran a prueba, diera claras muestras de permeabilidad, además de las inseguridades exhibidas por un arquero joven e inexperto.

Por desgracia, Morón tendría poco y nada la pelota, y las mayoría de las veces que la tuviera, la manejaría sin criterio y con demasiadas imprecisiones, como para sacar alguna ventaja de las dificultades de "La Crema", y como contrapartida, la facilidad para ceder ante la presión visitante y la falta de "timming" para ganar los rebotes, comenzarían a inclinar la cancha para el lado de Bruno Galván, que debería intervenir con acierto en un par de ocasiones, en especial ante Lautaro Parisi (el más peligroso de Rafaela), y Cristian Paz sacar una pelota en la línea (de lo más destacado, junto al "1") para mantener el cero al término del primer tiempo. En contrapartida, un Morón que hace rato viene generando poco en ofensiva, disimulado por la contundencia para "facturar" sus escasas oportunidades, apenas contaría con un remate desde afuera de Orosco y una mala salida del arquero, que no capitalizarían con el arco desguarnecido.

En los '15 minutos de juego efectivo del complemento, lejos de mejorar, la actuación de Morón iría en "picada", mientras que la visita profundizaría sus virtudes, monopolizando el balón y llegando cada vez con más peligro al arco de Galván, ya figura del encuentro y principal responsable del 0 a 0, hasta la suspensión del encuentro.

Más allá de la fecha de reprogramación de los minutos restantes con Rafaela, en el "horizonte" más cercano del Gallo, se avecina la visita a Puerto Madryn, del próximo sábado 18 a las 15:30, para enfrentar a un Guillermo Brown que proviene de superar con autoridad a Güemes, en Santiago del Estero, por un inapelable 3 a 0.

Aunque, más allá de los eventuales rivales y compromisos en el "calendario", lo que verdaderamente preocupa es el "flaco" rendimiento del equipo, que parecen erigir al propio Morón como su principal "adversario" a vencer, en el marco de las nueve fechas que quedan por delante, sin contar los '30 pendientes de este malogrado viernes por la noche.

"Pocas luces", dentro y fuera de la cancha.


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                      📸: Deportivo Morón.

sábado, 4 de septiembre de 2021

La "ciclotimia" habitual, lejos de "casa"

Morón jugó mal (tal vez, de los partidos más flojos del torneo, tanto en rendimientos individuales como en funcionamiento colectivo) y volvió a caer lejos de "casa", hilvanando su cuarta derrota consecutiva, dentro de una magra racha de visitante, donde registra nueve unidades sobre 27, con tres victorias y seis traspiés fuera del Nuevo Francisco Urbano.

Lejos, muy lejos del equipo que hace tan sólo una semana atrás, en su "fortaleza" inexpugnable del Oeste, diera cuenta con autoridad del líder zonal, Barracas Central, en su visita al "Gargantini" de Mendoza, en la tarde del sábado, el equipo de Lucas Bovaglio volvería a repetir la faceta que menos nos gusta, aquella que demuestra, desde hace un buen rato, cada vez que abandona la "comodidad" de su estadio.

Con desacoples en defensa, pese al cambio táctico de jugar con cinco en el fondo, a partir de la vuelta de Braian Molina (por Luciano Guaycochea) como líbero, con Cristian Paz y Franco Verón en rol de stoppers, tanto por derecha como por izquierda, y los habituales laterales, Cristian Broggi y Leonel Bontempo, unos metros más adelantados, Morón carecería de volumen de juego en el medio y se mostraría como un equipo "largo" e inconexo, muchas veces "partido" entre líneas, con Tobías Zárate aislado en ofensiva, en esta oportunidad, apenas acompañado por el criterio de Gastón González (con la doble función de colaborar en la marca con Cristian Lillo) y "pinceladas" de calidad de Brian Orosco, sin el rendimiento y desequilibrio habitual de Alan Schönfeld, bien "estudiado" y controlado por sus marcadores. En definitiva, demasiado poco para un conjunto con aspiraciones de meterse definitivamente en la "pelea" de fondo por el sueño de "Liga Profesional".

Luego de unos primeros minutos de presión alta local, intentando forzar el error en la salida visitante, de a poco, el Gallo se iría acomodando en el campo de juego de "La Lepra", hasta emparejar las acciones, dentro de un desarrollo inicial entretenido, aunque sin emociones cerca de los arcos.

Con esa tónica de medianía, rumbo a un empate en cero "clavado", parecía en caminarse el partido en su medio tiempo, hasta que una corrida por la izquierda del ataque local, en una buena acción individual de Renzo Martínez, beneficiado en el inicio de la acción, por un resbalón de Cristian Paz (la cancha no parecía estar en el mejor estado), derivaría en un centro preciso al "corazón" del área, para que uno de los "lungos" (y de los mejores de la tarde), Daniel Imperiale le ganara a los defensores y con un "puntazo", la ubicara arriba, ante el "achique" desesperado de Bruno Galván. Uno a cero para Independiente Rivadavia, a los '45 de la etapa inicial, tal vez apenas justificado en las intenciones y la búsqueda, más que en los méritos futbolístico exhibidos por el equipo de Gabriel Gómez.

En el complemento, con la necesidad de la desventaja a cuestas, Bovaglio dispondría el cambio inverso a la modificación de inicio, con Luciano Guaycochea en lugar de Braian Molina, desarmando la línea de cinco en el fondo, para regresar a la habitual de cuatro defensores, aunque el "pampeano" rara vez pudiese asociarse con González u Orosco, para dotar a la visita de ese fútbol tan imprescindible para su "destino", en una tarde mendocina sin tenencia, ni juego asociado, ni ideas.

Casi sin generar zozobras en el arco de Cristian Aracena, y hasta los '30 del complemento, sin la posesión efectiva del balón, para procurar "empujar" a Independiente Rivadavia contra su línea de gol, un Morón claramente imposibilitado de buscar "por abajo", apelaría al recurso poco frecuente de los centros, aprovechando el ingreso de Mateo Levato por Tobías Zárate.

Para colmo, como en cada partido de visitante, que comienza en desventaja, en una contra acertada,  mejor resuelta por el ingresado Luciano Berti, un remate desde afuera haría lucir a Galván, en primera instancia, pero el rebote lo capturaría solo (con todo Morón desacomodado y jugado en ataque), el también sustituto, Sebastián Navarro, para empujarla al gol, sin oposiciones y sentenciar la suerte del encuentro, a los '37 del segundo tiempo.

Desde el 0-2 y hasta el final del cotejo, tan solo un tiro libre de Guaycochea, lejos del arco local, traería alguna esperanza de descuento a Morón, como nunca inexpresivo en el área rival y como siempre, de bajo rendimiento y vulnerable lejos de "casa".

Con una "ciclotimia" que desconcierta, el Gallo volvió a perder de visitante y quedó momentáneamente fuera de la zona de clasificación al Reducido, con idéntico puntaje, pero menor diferencia de gol, que su vencedor de este sábado, en Mendoza.

Por fortuna, la próxima fecha se juega en el Nuevo Francisco Urbano, y sabemos lo que eso significa para este equipo de Lucas Bovaglio, acostumbrado a "levantarse" rápidamente, en terreno propio.

Eso sí, enfrente estará nada menos que "La Crema" de Walter Otta y Félix Benito, en el regreso de ambos a su "terruño" adoptivo, como en contraposición, Rafaela es la "casa" de Lucas Bovaglio y su ayudante de campo, Fernando Clementz.

En duelo de "sentimientos", veremos quién se impone.

"Corazón" a un lado, Morón necesita volver a sumar de a tres, para no perder el "tren" de la clasificación y para que los "sueños" colectivos, no sean los que se vean "Reducidos".


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              📸: Deportivo Morón.