martes, 27 de septiembre de 2022

Ilusiones nada "Reducidas", en la recta final

El Deportivo Morón llegaba a Villa Soldati, con la obligación de ganar, para meterse por primera vez en el campeonato, en zona de clasificación al Reducido, ante un Sacachispas con similares necesidades de triunfo, aunque en este caso, para intentar despegar del fondo de la tabla y de su incómoda posición de descenso, junto a Santamarina de Tandil.

Y en ese contexto, en otra prueba de carácter y de solidez colectiva, el Gallo se quedaría con una merecida victoria por 2 a 0, que bien pudo ser más amplia, de haber aprovechado algunas de las situaciones con las que contara en el complemento, cuando el "Lila" bajara los brazos, resignado ante la superioridad de conjunto de un Morón, que parece haber hallado su "pico" de rendimiento, justo en el momento de definición del certamen de la Primera Nacional.

Con la variante obligada de Leonardo Ramos, por un engripado Mateo Levato, desde el inicio del juego, el equipo de Migliardi e Iturrería se plantaría en terreno contrario, a partir del manejo criterioso y la calidad de Santiago Coronel, una vez, determinante en el trámite del encuentro, y figura principal de un cotejo con mucho fervor fuera de la cancha, que la madurez futbolística de Morón, aquietara y acallara con el correr de los minutos.

Para colmo, cuando poco había sucedido en el desarrollo, más que las intenciones de ambos por buscar el arco contrario, un rechazo largo de Lucas Abascia, en terreno visitante, sorprendería mal acomodada a la defensa local, para que Leo Ramos encarara con decisión rumbo al "achique" desesperado de César Atamañuk, arquero de "Saca", definiendo con una "vaselina" admirable por encima de la "humanidad" del "1" y con un golazo de emboquillada adelantar 1 a 0 a Morón, en el "amanecer" del partido, con apenas tres minutos de juego en el reloj de José Carreras.

En las acciones subsiguientes, Morón intentó aprovechar el "cimbronazo" en el local, apretando al "Lila" contra con su arco, tanto es así que bien pudo ampliar el marcador, antes de los 5' del primer tiempo, con un remate desde afuera, de Santiago Coronel, que apenas resultara desviado al tiro de esquina.

A sabiendas de las limitaciones de un Sacachispas, que apenas supo ganar tres partidos en 34 fechas, el local apostó a usufructuar las módicas dimensiones de su campo de juego, como a la estatura de sus puntas y volantes, para "llenar de centros" el área del Gallo, generando una gran reacción de Juan Martín Rojas, a los 7' de la primera mitad, en la acción más peligrosa del local, en toda la etapa inicial, junto a un tiro libre desde la izquierda, de Alan Sombra, de lo más destacado en el conjunto local.

Ya en el complemento, el equipo de Néstor Apuzzo intentó encerrar a Morón, en propio campo, a base de determinación e ímpetu, pero en cada intención ofensiva del local, el "Lila" se toparía con un Gallo  bien parado en el fondo, con una sólida tarea de todos, pero la labor destacada de Cristian Paz, en el podio de los mejores, junto a Coronel, Leo Ramos, el correntino Rojas y un Gastón González cuyo sacrificio en beneficio del equipo, tendría su "premio" con el correr de los minutos.

En efecto, cuando Morón logró contener sin demasiados sobresaltos, las intenciones del local de "llevárselo por delante", en la mejor jugada colectiva de la tarde, Alan Schönfeld (ingresado en el entretiempo, en lugar de Gonzalo Salega) recuperaría el balón en el medio, para habilitar por izquierda a Leonardo Ramos, y el "7" visitante, cambiando la "pilcha" de goleador por la de asistidor, metería un cambio de frente fenomenal, para dejar a Gastón González, "cara a cara" con Atamañuk, ingresando solo por derecha, para "romperle" el arco con una volea diestra, tan precisa como "preciosa", para el 2 a 0 del Gallo, a los 19' del segundo tiempo.

Y hasta allí llegaría el partido como tal, más allá de algunos intentos de Sacachispas, en el final, por achicar diferencias (uno de ellos, que evitaría un "manotazo" salvador de Rojas), más por vergüenza deportiva que por determinación táctica, pero en contraposición, podría haber generado el tercer tanto del Deportivo Morón, en tres intervenciones muy peligrosas de Santiago Sala, que reemplazara a Coronel, y en un remate en el área chica de Damián Adín, que el "1" local contuvo con gran esfuerzo.

Con el pitazo final de José Carreras, de correcto arbitraje, Morón cumpliría su misión de traerse tres puntos imprescindibles de Villa Soldati, con una actuación solvente y convincente, de un Gallo que por primera vez en todo el campeonato, pudo meterse en zona de Reducido.

Maduro y sólido, este Morón de "Chiche" Migliardi y "Joaco" Iturrería, parece consolidar su mejor versión, en el cierre del torneo, a falta de dos partidos para consumar una posible clasificación, que de concretarse, tendrá mucho de épica y inolvidable recuperación, de un equipo que anduviese "a los tumbos", hasta hace poco más de diez jornadas, hasta que la "dupla" se hiciera cargo de un "barco casi a la deriva", para devolverle la confianza, la fisonomía y una idea definida de juego, que jamás tuvo con Alejandro Orfila, ni mucho menos en el lamentable y efímero paso de Gastón Coyette.

La esperanza es mucha, y lo más importante, hoy se sostiene en el andar de un equipo seguro de sí mismo y con "hambre de gloria". Justamente, la "Gloria" de Lucas Bovaglio, su desafío venidero, en el último cotejo de local.

Ilusiones nada "Reducidas", en la recta final de una "B" Nacional, tan extenuante como apasionante.


@elgallogustavo.




lunes, 19 de septiembre de 2022

Ganó y promete dar pelea hasta el final

Con decisión, sacrificio, convicción y momentos de buen fútbol, el Gallo se quedó con la victoria por la mínima, en otro partido durísimo, ante Mitre de Santiago del Estero, en el Oeste, en el que justificó una victoria que debió confirmar mucho antes, en el desarrollo de los 90', pero la tarde sobresaliente de Rodrigo Lugo, arquero de la visita y figura de la cancha, le impidió una y otra vez, conseguir la diferencia que se ajustara a los méritos de uno y otro en el Nuevo Francisco Urbano.

Tanto es así, que en el penal que le diera la victoria al Deportivo Morón, a los 26' del complemento, el propio Lugo, determinado a erigirse en "verdugo" del Gallo, adivinara el palo elegido por Gastón González, que por fortuna y fiel a su costumbre en cada ejecución, desde los doce pasos, impulsara la pelota con suficiente precisión, potencia, altura y ángulo sobre el poste diestro del arco visitante, para impedir que el "1" santiagueño volviera a lucirse y poder darle al local la tranquilidad de una ventaja merecida y necesaria, para seguir soñando con la clasificación al Reducido.

Con la modificación obligada de Tobías Zárate, en lugar del lesionado Cristian Lillo y el cambio táctico de Santiago Coronel por Javier Bayk, respecto del once inicial en el histórico triunfo del lunes pasado, en Caballito, en los primeros minutos le costaría a Morón asumir el protagonismo que requería su premura por volver a sumar de a tres, lapso que resultaría usufructuado por Mitre, para manejar la pelota, procurando sorprender a la defensa local, con pelotazos frontales o cruzados a la espalda de los laterales, aprovechando el adelantamiento permanente de los mismos, en un conjunto de Migliardi e Iturrería, que propone un equipo "corto" entre líneas, con zagueros que juegan más cerca del medio, acompañados siempre por la ubicación y criterio de Santiago Ubeda, a fin de facilitar el despegue de los marcadores de punta.

Sin embargo, de los 10' en adelante, Santiago Coronel, el mejor de Morón en la tarde del Oeste, se replegaría unos metros para tomar contacto con el balón, recostado sobre la banda izquierda y a partir de allí, Morón ganaría notablemente en circulación y volumen de juego, erigiéndose en un factor de desequilibrio imposible de solucionar para los medios y defensores visitantes, "guardando" la pelota debajo de la "suela" de su botín derecho, para habilitar en "cortada" a alguno de sus compañeros de ofensiva o bien probar en la personal, incursionando en ataque, con "recortes" desde la banda diestra hacia el medio, para ensayar un par de remates con destino de gol, que sólo evitaría la jornada destacada de Rodrigo Lugo.

Durante no menos de 20 minutos, Morón ejercería un control del balón absoluto y una presión asfixiante sobre la última línea visitante, generando no menos de cinco situaciones manifiestas de gol, un par de ellas con remates desde afuera del referido Coronel, otra en una definición con categoría de Tobías Zárate, que merecía destino de red, de no mediar una atajada fenomenal de Lugo, y el restante en la llegada por izquierda de Gastón González, que dentro del área grande, probara con un derechazo bajo y cruzado, sobre el poste más lejano, que el "1" visitante apenas desviara al tiro del esquina, de un Gallo que ya merecía la ventaja parcial.

Como contrapartida, en la única situación de gol clara de Mitre, tal vez en todo el partido, David Romero encontraría un "callejón" entre el adelantamiento de Damián Adín y Cristian Paz, para encarar mano a mano a Juan Martín Rojas, superarlo con una gambeta larga hacia la derecha y trastabillando, rematar al arco desguarnecido de Morón, salvo por la recuperación impresionante del "Chueco" Paz,  que arrojándose con todo el cuerpo sobre el poste derecho de su arco, evitara de manera providencial el gol santiagueño, pero no el "golpazo" fenomenal de su rodilla derecha contra el "caño" zurdo.

Tras el empate parcial en cero, con sabor a poco para un Morón que mereció más, el complemento mantendría y profundizaría la tendencia del final de la primera etapa, con un Gallo "amo y señor" de la pelota y el terreno, mientras que la visita apostaría a "aguantar" cerca de su permeable última línea, pero sostenido en la tarea sin fisuras de Rodrigo Lugo.

Así las cosas, el  "1" visitante volvería a evitar el gol del Gallo, en este caso, con un remate desde afuera de Damián Adín y cuando empezaba a sobrevolar la sensación que el arquero santiagueño se interpondría gravemente entre Morón y su necesidad de ganar, para seguir soñando con la clasificación, un balón "peinado" hacia la derecha del área, por el ingresado Leonardo Ramos (en lugar de Mateo Levato), habilitaría a Zárate, que en su intento por superar la marca, caería en el contacto con el defensor, acción que en opinión de Pablo Giménez resultaría penal para Morón, aunque en rigor de verdad y como tantas otras veces nos sucediera en contra, no pareció tal.

Derechazo fuerte, alto y esquinado de Gastón González, contra el poste derecho de Lugo, para darle la ventaja tan merecida a Morón, a falta de menos de veinte minutos para el tiempo reglamentario, que demandaría de la visita asumir un protagonismo que jamás ejerció, en el especial en el segundo tiempo, y que apenas le reportaría un puñado de centros al área, bien repelidos por la inexpugnable zaga central del Gallo, y un remate casi en el descuento, para que Juan Martín Rojas haga fácil, un intento postrero de empate, que no lo parecía tanto.

Y hasta hubo tiempo para un segundo tanto, con una definición muy fina de Leo Ramos, sobre poste izquierdo, que increíblemente se iría afuera, cuando todo el Nuevo Francisco Urbano ya gritaba el 2 a 0.

Ganó Morón y se "prende" en puestos de Reducido, mientras espera por la visita a Sacachispas, del próximo domingo al mediodía, en Villa Soldati.

A falta de tres jornadas, el Gallo depende de sí mismo, es pura esperanza y promete dar pelea hasta el final.


@elgallogustavo.



martes, 13 de septiembre de 2022

Triunfo para la historia y la ilusión

Un Deportivo Morón que jamás había ganado en Caballito, pero que necesitaba sumar de a tres para mantener la esperanza de clasificación al Reducido, supo revertir un flojo primer tiempo y la desventaja parcial y en una auténtica prueba de carácter y convicción, derrotar a Ferro por 2 a 1, justificando la victoria con un gran complemento, en el que la ambición, el carácter y la actitud de los dirigidos por Migliardi e Iturrería, permitirían al Gallo cortar una racha funesta en un escenario siempre esquivo, para quedar en zona de "Copa Argentina" y a apenas tres puntos de los 13 que al final del torneo, pugnarán por quedarse con el segundo ascenso a la Liga Profesional.

Con Cristian Lillo de entrada, en un "doble cinco" más aguerrido, junto a Santiago Ubeda, y Javier Bayk como extremo, respecto del once inicial del empate frente a Independiente Rivadavia de Mendoza, en una primera mitad intensa y con buenas intenciones de ambos lados, Ferro impondría condiciones, generando las pocas acciones ofensivas de un partido con escasas emociones, en el que Morón controlaría a su rival, aunque sin "lastimarlo" en su zona defensiva.

A falta de cinco minutos para el final de los 45' iniciales, el "inoxidable" Hernán Grana, de lo más destacado del local, le ganaría la "cuerda" a Lucas Angelini, enviando un centro rasante, al primer palo, para que Enzo Díaz anticipase a todos, y con un toque venciera a Juan Martín Rojas, para adelantar a Ferro en el resultado, casi en el epílogo de la primera parte.

De esta manera, el local se iría al descanso con una ventaja mínima, aunque justificada, algo que cambiaría de forma radical en los 15' del entretiempo, ya sin el capitán Lillo, lesionado y reemplazado por Tobías Zárate y antes de iniciar la segunda mitad, con el ingreso de Santiago Coronel en lugar de un inexpresivo Bayk.

Y es que Morón, que no había ensayado más que un remate al arco, en el primer tiempo, desde el inicio del complemento, evidenciaría una ambición y una convicción ausentes en los 45' iniciales, manejando el balón y "apretando" al local contra su arco, tanto que a los 5' de iniciada la etapa final y luego de un cabezazo de Lucas Abascia (una vez mas, de lo mejor del partido), el rebote largo de Miño, arquero del "Verdolaga", le quedaría a Damián Adín para impulsarla con fuerza dentro del arco de Ferro y poner el partido uno a uno, con final abierto y apasionante.

El gol de la igualdad, sin dudas que retemplaría el ánimo de la visita, tanto es así que pasaría a dominar las acciones, con un protagonismo exclusivo, generando no menos de tres o cuatro chances clarísimas para anotar el segundo, pero la repetida falta de contundencia del Gallo, lo privarían de llegar al desnivel, y permitiarían a un desbordado y confundido Ferro, mantenerse en partido, pese a ser claramente superado por un renovado Morón.

Con el trámite ya "quebrado" por la necesidad de ambos en ir a buscar el triunfo, Juan Martín Rojas se convertiría en otra de las figuras, a parir de un par de atajadas fenomenales, que podrían haber puesto nuevamente al frente, a Ferro, pese a no merecerlo, al contrario de lo sucedido en el primer tiempo.

Y cuando el partido se extinguía, con un empate a uno que no le servía demasiado a ninguno de los dos, de un tiro de esquina  con mucha "rosca" de Santiago Coronel, desde la derecha, Leonardo Ramos (que había sustituído a Mateo Levato), anticiparía a toda la defensa de Ferro, para "cachetearla" al gol, pese a estar incómodo y sujeto por un defensor, que bien podría haber sido sancionado con penal, de no transformarse en el merecido 2 a 1 del Gallito en Caballito.

De allí y hasta el final, el local se jugaría con todo por alcanzar el empate, pero el buen rendimiento de la defensa de Morón, la solidaridad de sus compañeros del medio y hasta la ofensiva y en especial, la gran noche de Rojas, que ahogaría el grito del empate en tiempo cumplido, le permitirían al Gallo alcanzar un triunfo histórico, que además lo mantiene expectante e ilusionado en la lucha por clasificar a "Copa Argentina " y a meterse en el Reducido.

Con actitud, ambición y convicción, Morón se traería por primer vez, los tres puntos de Caballito, para contradecir a la historia y alimentar el sueño de la clasificación por el segundo ascenso.

En otra prueba de carácter, Morón confirmó que dará lucha hasta el final, en las cuatro jornadas que faltan, para ilusionar a todo el Oeste, con una clasificación que hasta hace diez fechas atrás, parecía menos que una utopía.

Ganó Morón y cree.


@elgallogustavo.





domingo, 4 de septiembre de 2022

"Seguir viviendo sin Damián..."

Y una tarde soleada de septiembre, de esas que se prestan para jugar al fútbol, Damián Emilio Akerman le dijo adiós a la actividad profesional, ante la mirada nostálgica de todos nosotros, cargada de agradecimientos y recuerdos felices, sabiendo íntimamente que, tanto para el uno como para los otros, empezaba a cerrarse una etapa inolvidable de nuestras vidas, emparentadas por la pasión por unos colores y una camiseta, símbolos de un "romance" de los verdaderos y para toda la vida.

Y es que, conociéndolo personalmente, algunos más y otros menos, pero fundamentalmente, a fuerza de gritos de gol y proezas dentro de una cancha, durante 19 años, Damián Akerman se convirtió en mucho más que el goleador histórico del club y el que más veces defendió nuestra casaca, para erigirse en parte de los afectos más entrañables "puertas adentro" de nuestra casa, como un familiar de los indispensables o un amigo de los de "fierro", para pasar a ser simplemente "Damián", de un modo que no hiciera falta aclarar a quién nos referimos.

Rodeado de un marco imponente, en un estadio donde pasarán los años y las generaciones y seguirán resonando en sus rincones, algunos de sus goles más emblemáticos, como aquel número 150, frente a "Comu" y en el día de su cumpleaños, en 2017, en su último regreso al Gallo para salir campeón y "cancelar" una deuda personal "pendiente", Damián Akerman se despidió de su "gente", dentro y fuera de la cancha, abrazado a sus madre, acompañado de sus hijas mayores y con las más pequeñas "a upa", al igual que su nieta, porque nuestro ídolo ya es abuelo, como muchos de nosotros mismos ya somos padres y algunos también "nonos", desde marzo de 2003 a hoy, lapso durante el cual la vida familiar de Damián y las nuestras se mezclaran y fusionaran de tal manera, sin proponérselo uno ni otros,  hasta hacer desaparecer la "barrera" posible entre el ídolo contemporáneo y su "feligresía".

Claro está, que buena parte del eco de esos rumores de felicidad y los "Ole olé olé olé, Damián, Damián" posteriores a cada grito de gol, antes de julio de 2013, es posible escucharlos bien tarde, cuando el silencio de la noche agudiza los sentidos, si somos capaces de cerrar los ojos y apelar a la memoria emotiva, en la entrañable esquina de Brown y La Roche, donde comenzara el idilio para todo la vida, de Damián y cada uno de nosotros.

Es más, al influjo de la emoción de esta tarde nostálgica de septiembre, con los párpados apretados por los recuerdos y las lágrimas, es posible volver a "ver" los dos gritos a San Telmo, cuando se "recibiera" de "histórico" y superada a Atilio Romagnoli, gloria de los '80, como máximo artillero del club, o quizá el más hermoso de todos, a Estudiantes de Buenos Aires, en una acción entre futbolera y "circense", o en una sucesión cinematográfica, cada "recorte" de derecha al centro, para sacar ese "latigazo" diestro, que "explotara" la redes ajenas y las gargantas propias.

O los anticipos goleadores de cabeza, propios del "pequeño gigante", formado en la escuela futbolísta de Newell's, pero en la "picardía" de las calles vacías de La Porteña, a la hora de la siesta cordobesa.

O los tiros libres, como frente a Instituto de Córdoba, en San Juan, o los penales en los 90' o definiciones, tal el caso con San Lorenzo, en cancha de Platense, ambos por "Copa Argentina".

Pero siempre presente, en las alegrías, como en las frustraciones (ni vale la pena aclarar a cuál nos referimos), mientras continuamos con los ojos cerrados y llenos de lágrimas, del mismo modo que nos advierten cuando elegimos a alguien para toda la vida, "en la pobreza y en la riqueza, en la salud y en la enfermedad...".

Se despidió Damián y a todos se nos "estrujó" el corazón y se nos hizo un nudo en la garganta, que a duras penas nos permite escribir estas líneas, imposibles de intentar trasladar a palabras.

Ojalá, más allá de la nostalgia que seguro debe haber invadido al ídolo, haya podido disfrutarlo, como nosotros disfrutamos y fuimos felices en una cancha, gracias a él y con los colores que amamos, en los últimos 19 años.

Porque ahora es tiempo que el ídolo disfrute, de su paso inexorable al selecto grupo de las "leyendas" populares, mientras el Damián de "a pie", el vecino humilde y sencillo de su Morón por adopción, al que podés cruzar y pedirle una foto en cualquier momento y lugar, ponga a descansar su traje de "superhéroe" para encarar una nueva etapa de su vida personal, amparado por el amor de su familia biológica y el cariño inmenso de todos aquellos que no somos "familia", pero desde siempre nos sentimos como tales.

Y también hubo un partido de futbol, en el que Morón mereció mejor suerte frente a Independiente Rivadavia de Mendoza, pero pese a ponerse en ventaja (con una definición "akermaniana" de Mateo Levato) y sufrir el empate en un descuido, todo en el primer tiempo, en el complemento, de no mediar la figura excluyente de Jorge De Olivera, arquero de "La Lepra", el Gallo debió quedarse con los tres puntos, pero el "1" visitante se interpuso, en cuatro o cinco situaciones claras de gol, para que el triunfo del Gallito completara la fiesta.

A partir de ahora... A "seguir viviendo sin Damián".


@elgallogustavo.



viernes, 2 de septiembre de 2022

Del IDOLO al MITO: sos LEYENDA

✅ Cuando no había nada que festejar, nos "rompíamos" la garganta, gritando los goles de Damián, cada fin de semana.

✅ Cuando las ilusiones futboleras eran tan escasas como efímeras... El "olé, olé, olé, olé... Damián, Damián"... Era nuestro "grito de guerra" y al mismo tiempo, nuestra esperanza de un futuro mejor.

✅ Cuando nada, ni nadie, nos daba una alegría... Damián nos sacaba una sonrisa, a fuerza de proezas dentro de la cancha.

✅ Bancamos a Messera, a Juárez, a Villavicencio, a Rodas, a Bruno Díaz, a Fabricio Lenci, a Emmanuel Francés, a la "Pantera" Campozano o a Turienzo  .. Y a tantos otros, antes y después, que jamás estuvieron a la altura ni respetaron la camiseta, en el mejor de los casos... O directamente nos entablaron un juicio, a su salida, de la manera más descarada, absurda y vil.

✅ Pasaron todos... Jugadores, técnicos, dirigentes, que jamás volvieron... Y EL siempre eligió regresar, por más que siempre supo que tenía más para perder, que por ganar.

✅ Se le reclamó que le faltaba un campeonato... Y salió campeón, siendo el goleador en 2017.

✅ Rompió todos los récords y se convirtió en el jugador más importante de todos los tiempos, y sin embargo, nunca fue suficiente para unos cuantos.

✅ A EL sólo lo cuestionamos... A EL sólo le preguntamos cuánto cobra... A EL sólo lo "jubilamos" de "prepo".

❌ Qué carajo nos pasa?... Tan poca memoria tenemos?... O es un "deporte" nefasto destratar a nuestros pocos ídolos?.

✅ En Independiente, San Lorenzo o River, darían lo que fuese por haber visto jugar a Arsenio Erico, José Sanfilippo o Ángel Labruna... Y acá no mensuranos ni valoramos, el haber tenido la fortuna única e infinita, de haber sido contemporáneos del jugador más trascendente de nuestra historia. 

❌ Perdón, Damián... No te merecimos.

✅ La historia, lejos de la estupidez y las miserias humanas, pondrá seguramente tu nombre y tu legado únicos, en el lugar y el contexto que se merecen.

❤️ GRACIAS, INFINITAS. AYER, HOY y SIEMPRE.

♾️ Del IDOLO al MITO, faltan apenas un par de días.

9️⃣ YA SOS LEYENDA.


@elgallogustavo.