lunes, 1 de septiembre de 2025

7 de 9... Nada mal para una semana

A Morón se le escapó en el final.

Con demasiadas ausencias significativas (Iván Vaquero, Emilio Lazza, Mariano Bíttolo y entre los relevos, Gastón, González, todos por lesiones) y con la sobrecarga de tres partidos en una semana, el Gallo a punto estuvo de sumar nueve de nueve en "casa", pero el desgaste físico, por la acumulación de minutos (en una cancha que aguantó de manera inmejorable, la cantidad de agua caída en las últimas horas), lo privó de volver a sumar de a tres, para quedar a tiro de la punta de la zona, por un error individual y repetido, en el primer minuto agregado, frente al siempre complicado Estudiantes de Caseros.

En rigor de verdad, el empate final a uno está correcto y se corresponde con los expuesto por ambos, al cabo de los 90' de juego, con un Morón que dominó casi todo el primer tiempo y supo ponerse en ventaja, de manera merecida, con un auténtico golazo de toda la cancha, pero desde los 35' de la primera mitad y en especial en el complemento, no pudo intentar aguantar el resultado desde la tenencia del balón o cuanto menos, intentar definir el pleito de contra, ante un "Pincha" de Caseros que lo dominó en toda la segunda etapa y bien pudo empatar el marcador mucho antes, de no mediar el gran partido de Leandro Finochietto.

Así las cosas, mientras el equipo de Walter Otta tuvo "combustible" en el "tanque", se impuso, fue superior y sacó una justificada ventaja frente a un Estudiantes que jamás había inquietado a Finochietto, hasta el cuarto de hora final del primer tiempo, cuando las reservas empezaron a escasear y la visita comenzó a sacar provecho de ese cansancio acumulado, de un Morón que venía de un raid de dos cotejos complicados (ante Chicago y Gimnasia de Mendoza), en una misma semana.

Con la única variante obligada de Santiago Kubiszyn (de muy buen partido), en lugar del lesionado Mariano Bíttolo, que tras cumplir la fecha de suspensión por cinco amarillas, ante el "Lobo" mendocino, en la última práctica previa al cotejo ante el "Pincha", el mejor del torneo sufrió una sobrecarga muscular, el Gallo fue en búsqueda de otro triunfo que lo dejara a tiro de la punta, dominando las acciones, pero sin profundidad, hasta que a los 18' del primer tiempo, de una jugada iniciada en campo propio por Juan Manuel Cabrera, por el flanco derecho, la pelota derivaría al sector opuesto del ataque local, con no menos de diez toques entre Pablo Ferreira (otro en el "podio"), Joaquín Livera, Fabricio Sanguinetti, Santiago Kubiszyn y Yair González, para que el balón volviera a la posición en ofensiva de Cabrera, y el lateral diestro de Morón, en lugar de optar por el envío al área, decidiera tocar al centro, en dirección a Kubiszyn, quien dejaría pasar el balón, para que Yair González la ubicase con categoría y precisión, con cara interna del botín derecho, junto al poste también diestro de un sorprendido Matías Budiño, arquero de la visita. GOLAZO y merecida ventaja de uno a cero.

En los minutos siguientes y hasta la media hora de la etapa inicial, Morón apretaría a Estudiantes contra su arco, con un par de tiros de esquina, como si íntimamente supiera que era momento de sacar la mayor diferencia posible, a sabiendas que difícilmente las "reservas" permitiesen aguantar los 90' más el agregado.

Y así resultaría, porque tras un par de "sustos" en el cierre de la primera parte (la más peligrosa, en un mano a mano desperdiciado por un "viejo conocido", como Gonzalo Berterame), desde el reinicio de las acciones, tras el descanso del entretiempo, los de Caseros se apoderarían por completo de los 45' finales, arribando al merecido empate, recién en el primer minuto agregado al tiempo reglamentario, mitad por la falta de contundencia de sus delanteros, como en otra gran actuación de Leandro Finochietto, la figura de la noche en el Oeste, con tres o cuatro atajadas para el aplauso.

Pero en la menos pensada, en el minuto 46 de '50, una vez más y al igual que frente a Talleres, en la derrota en Remedios de Escalada, Matías Cortave intentaría anticipar un centro y totalmente fuera de timming, no haría otra cosa que "rechazar" hacia adentro del área y habilitar sin proponérselo al ingresado Santiago Briñone, que sólo frente a Finochietto, con un remate "mordido" y contenido a medias por el "1" del Gallito, la pelota ingresaría "pidiendo permiso" al arco local, pese al esfuerzo final de Franco Lorenzón y Cabrera, para el uno a uno irreprochable de la visita, pero doloroso, cuando parecía que los laboriosos tres puntos se quedaban finalmente en esta parte del Oeste.

El pitazo final de Gastón Monsón Brizuela, de buen arbitraje, nuevamente contrario a los pronósticos más agoreros (y no sin razón), terminarían confirmando un reparto de puntos que le permiten a Morón seguir con esperanzas, en un expectante tercer puesto, a cuatro unidades del líder, Gimnasia de Jujuy, a falta del encuentro entre Chicago y su par mendocino, que podrían cambiar la "jefatura" de la zona y alejar al Gallo a un punto más de la cima.

Ahora, a recuperar "soldados" indispensables, porque algunos recambios no están a la altura y a recuperar energías, porque restan cinco fechas y todo aún continúa en juego.

Sin espacio para lamentos, a pensar en el CADU.

#7de9... Nada mal para una semana.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


jueves, 28 de agosto de 2025

"Lobo, está?"... Se lo comió un Gallo de riña

Morón ganó "la final del mundo", como la definiera en la previa del encuentro postergado frente a Gimnasia de Mendoza, Walter Otta, en "Corazón de Gallo" y "bajó " al puntero de la zona, para sumar tres puntos y colocarse tercero, a sólo tres unidades de distancia de su vencido, con el sacrificio como premisa y la ilusión como estandarte.

Luego del triunfo en el clásico, también por la mínima, del último fin de semana frente a Chicago, con poco descanso y mucha adrenalina, el Gallo llegaba al encuentro con el "Lobo" mendocino, líder de la Zona "B", en el postergado de la vigésima fecha, con la necesidad imperiosa de sumar de a tres, para recortar distancias con la cima de la tabla y meterse de lleno en la pelea grande por el ascenso directo, a falta de seis jornadas para el cierre de la fase regular de un extenuante torneo de la Primera Nacional.

Así las cosas, en su segundo cotejo consecutivo de local, del raid de tres en fila en el Nuevo Francisco Urbano, Morón dejó hasta la última gota de sudor para vencer a Gimnasia y Esgrima de Mendoza, por primera vez en su historia y por uno a cero, a pesar de la ausencia obligada por suspensión y determinante de Mariano Bíttolo (reemplazado por Emiliano Franco, de buen partido y el "héroe" de la noche del Oeste, por el gol del triunfo), a quien se sumaria el ingreso de Gastón González desde el inicio, en lugar de Juan Manuel Olivares, de excesivo trajín, tras su reciente regreso, luego de su larga convalecencia por una grave lesión ligamentaria en su rodilla.

En los primeros minutos de un partido tenso, por lo mucho en juego, la jerarquía individual del líder zonal impondría sus condiciones en el Nuevo Francisco Urbano, obligando a Morón a replegarse y sufrir el trámite del encuentro, desbordado por los laterales y sometido a un par de zozobras, como en aquella "apilada" de Facundo Lencioni, el hábil "11" de la visita, que de tan zurdo demoraría el remate, en búsqueda de su mejor perfil, permitiendo la cobertura defensiva y el remate desviado sobre el poste izquierdo de Leandro Finochietto.

Sin embargo y cuando el desarrollo le era más adverso al equipo de Walter Otta, de un tiro de esquina desde la izquierda de su ataque, ejecutado por Yair González y desviado de cabeza por un defensor, en primera instancia habría de caerle nuevamente en los pies al "10* del Gallito para habilitar hacia atrás a Joaquín Livera, y el lateral zurdo de Morón, en lo mejor que supo hacer desde su arribo al club, sacaría un centro con "rosca", rumbo al área chica rival y con ventaja para los atacantes, para que en posición de centrodelantero, Emiliano Franco la empujara al gol, ante el delirio de todos, dentro y fuera del campo de juego, para el inesperado 1 a 0 del Gallo, a los 36 minutos de la etapa inicial.

Tras el 1 a 0, el gol aplacaría un poco el ímpetu visitante, a la vez de tranquilizar y ordenar a Morón, yéndose al entretiempo con un ventaja hasta allí inmerecida, pero que justificaría con el correr de los minutos, en el complemento, en base a "overol": sacrificio, solidaridad y despliegue.

Con un par de opciones incluso para ampliar el resultado, a través de un remate a distancia de Pablo Ferreira, en una media vuelta de Ivo Costantino, una inmejorable de Olivares, que habría de resbalarse al momento de sentenciar a Lautaro Petruchi, golero de la visita y una contra de Yair González, con doble remate al arco, el Gallo manejaría los tiempos del partido hasta los '30 de la etapa final, donde entre el cansancio lógico de un Morón que se corrió todo y a todos, y las necesidades del "Lobo" mendocino, le devolverían al líder cuyano el protagonismo de las acciones, convirtiendo en figuras a la última línea local y en especial, a Finochietto, con una atajada fenomenal, tras un tiro de esquina y el cabezazo del ingresado Fermín Antonini, a puro reflejo, para sacarla de entre los "cordones" junto al palo derecho.

El pitazo final de Bruno Amiconi, de correcto arbitraje, al igual que sus asistentes, contra todos los pronósticos, desataría la algarabía dentro y fuera del cada vez más verde césped, de un Morón que "bajó" al líder de la zona, para colocarse tercero con 49 unidades, a tan sólo tres puntos de su vencido en la noche del miércoles.

Ahora, a completar el raid de partidos en "casa", ante otro rival complicado, como Estudiantes de Buenos Aires, el próximo domingo por la noche, para seguir cimentando un estado de ilusión que mantiene en vilo a todo el Oeste.

"Lobo está?"... Se lo comió un Gallo de riña.

#6de9.


@elgallogustavo.



       📸: Eduardo Fabián Acuña.



domingo, 24 de agosto de 2025

"Nos comimos una vaca cruda y nos parece poco..." 🎵

Así como hace una semana, decíamos que Morón había perdido el partido que no debía perder, frente al último, Talleres en Remedios de Escalada, este sábado por la noche, el Gallo ganó el pleito que debía ganar, nada menos que ante Nueva Chicago, en el Nuevo Francisco Urbano.

Luego del cimbronazo inesperado, ante el rival menos pensado, el equipo de Walter Otta tenía la necesidad de recuperarse rápidamente del duro traspié y volver a sumar de a tres, para no perder el "tren" del campeonato, ni complicarse con la clasificación al Reducido, precisamente ante su clásico rival y en "casa", cotejo que siempre involucra un plus emotivo, de envión positivo o negativo, de acuerdo al resultado final.

Y Morón venció sin atenuantes, por segunda vez en el torneo, a un Chicago que prácticamente no lo complicó, pese a no jugar bien, en un partido de pierna fuerte y mucha intensidad, como todo clásico que se precie de tal.

Con las cambios obligados por lesión, de Leandro Finochietto en el arco, por Julio Salvá y de Joaquín Livera como lateral zurdo, en lugar de Emilio Lazza, sumados al regreso de Franco Lorenzón por Matías Cortave, Morón intentó imponer condiciones desde el inicio y asfixió al "Torito" contra su arco, durante los primeros 15' de juego, impidiendo que Chicago pudiese siquiera cruzar la mitad de campo y generando un par de situaciones de riesgo, como aquél remate desde afuera, de Yair González, desviado con esfuerzo por Facundo Ferrero, arquero y capitán de la visita, por arriba del travesaño y un par de minutos más tarde, el mano a mano entre ambos protagonistas, que el "1" de Mataderos le ganara al "10" del Gallito, ingresando al área por izquierda.

Tras ese primer cuarto de hora, Chicago comenzaría a salir del asedio y a equilibrar lentamente las acciones, procurando sorprender con envíos de larga distancia, a una defensa de Morón que no se mostraría segura (en especial por la banda izquierda), mientras que el Gallo apostaría a sumar pases, tal su estilo de siempre, le salgan mejor o peor los intentos.

Más allá de una corrida de Iván Maggi, el "9" de la visita, que sorprendiera mal parada a la última línea de Morón y cara a cara con Finochietto, se encontrara con un rechazo a medias del "1" de Morón, en la noche del sábado, el equipo de Gastón Lotito no complicaría al local en su defensa, pese a contar con un buen partido de Ignacio Rodríguez, el "10" del "Torito", autor del descuento en Mataderos y una vez más, una "pesadilla" para las limitaciones conocidas de Livera.

Ya en el complemento, Morón insistiría con su postura dominante, aunque carente de profundidad, acopiando merecimientos para ponerse en ventaja, más por su predisposición, actitud y búsqueda, que por su lucidez en los metros finales del campo rival, para generar zozobra real en el arco bien defendido por el seguro Ferrero.

Hasta que de tanto ir, con voluntad pero escasas ideas, de un centro desde la izquierda de Mariano Bíttolo, "peinado" por Fabricio Sanguinetti dentro del área, el rechazo de la defensa visitante le quedaría a Juan Manuel Olivares, fuera de la misma, para sacar un remate con efecto y precisión, de empeine diestro, abajo y junto al poste zurdo del arco de Chicago, para poner el 1 a 0 merecido a los '19 del segundo tiempo y hacer delirar a todo el Oeste, y también emocionar con las lágrimas de un "Maravilla" que recién hace pocas fechas volviese al equipo, luego de una larga inactividad de un año, consecuencia de una grave lesión ligamentaria en una de sus rodillas.

De allí y hasta el pitazo final de Felipe Viola, árbitro del partido, de regular desempeño, quedaría tiempo para un gol anulado a Chicago, en el tercer minuto agregado, por una posición adelantada tan fina como polémica.

Morón se recuperó y ganó el partido que debía ganar, nada menos que en el clásico frente a Chicago, en el inicio de un raid de tres encuentros consecutivos de local, con el postergado del miércoles ante el líder, Gimnasia de Mendoza y el choque siempre complicado ante Estudiantes de Buenos Aires, el próximo fin de semana.

"Nos comimos una vaca cruda y nos parece poco"..., diría la Bersuit.

Porque este Gallo va por más.

#3de9.


@elgallogustavo.



       📸: Eduardo Fabián Acuña.


domingo, 17 de agosto de 2025

En la última, perdió con el último

En la última, Morón perdió con el último.

En efecto, en la última "bola", de la tarde en Remedios de Escalada, el Gallo que comenzó ganando, se quedó con las manos vacías frente a Talleres, que lo fue a buscar en el complemento y lo dio vuelta en el agregado, para soñar con permanecer en la categoría.

Una vez más, como otras tantas veces en la historia reciente (y no tanto del Deportivo Morón), se perdió el partido que no debía perderse, por más que dentro de la cancha siempre resultan once contra once y pocas veces importa (o tiene decisiva incidencia) cómo llegan en la previa.

Lo cierto es que Morón cayó en su visita a Escalada, frente al último de su zona, Talleres, que pese a levantar en las últimas fechas, no deja de ser el equipo de peor rendimiento, junto a Defensores Unidos de Zárate, ambos dependiendo de algo más que un "milagro" para no descender a la "B" Metro.

Y por si fuera poco, Morón lo empezó ganando con justicia, a los '33 del primer tiempo, luego de una jugada preparada, del "laboratorio" en la semana de Walter Otta, en la que Juan Manuel Olivares (nuevamente en el once de inicio) amagara con un centro al área, en un tiro libre en tres cuartos rival, y cediera por el centro a Mariano Bíttolo, quien metiera un pase en "cortada" fenomenal para Fabricio Sanguinetti, que en diagonal del centro a la izquierda del área chica, sacara un zurdazo inapelable contra el vértice superior zurdo del arco de Damián Tello, el "1" de Talleres.

En rigor de verdad, dentro de un arbitraje indisimuladamente "localista" de Yamil Possi, quien no tuviera injerencia decisiva en el resultado final del partido, pero que "pitara" todas las "chiquitas" en favor del dueño de casa, en particular durante el segundo tiempo, la posición del uruguayo en el gol del Gallo, desde el ángulo sesgado que ofrecía la televisión por su habitual app, resultó más que fina, y pese a que pareciera partir en la misma línea del último defensor (nobleza obliga, ya que tanta veces nos hemos quejado y con razón, de los "errores" arbitrales en perjuicio de Morón), bien pudo invalidar la acción por posición adelantada, como convalidar el tanto de la ventaja inicial, tal cual lo hiciera.

Tras el uno a cero del Gallito, que guardaba su correlato con el desarrollo del encuentro hasta ese momento, bien pudo aumentar la ventaja el equipo de Otta, que supo manejar los tiempos de aquel primer tiempo y contó con un par de chances para ampliar el marcador, aunque en los instantes finales de la etapa, dejó entrever desacoples defensivos, máxime a partir de la lesión de Emilio Lazza, promediando la primera etapa y su reemplazo por Joaquín Livera, de lo más pobre del equipo, junto a Matías Cortave (reemplazante de Franco Lorenzón), con responsabilidad directa en el tanto del empate local.

Ya en el complemento, el Morón que saldría al campo de juego en Escalada, poco y nada tendría que ver con ese Gallo dominante y en ventaja de los '45 iniciales, resignando protagonismo en beneficio de las necesidades de un Talleres voluntarioso pero limitado, y fundamentalmente, sin la intensidad que lo llevara a ponerse en ventaja y a manejar el trámite, sin ser jamás un dechado de grandes virtudes.

Y así llegaría el empate de Talleres, a los 4 minutos del segundo tiempo, luego de (otra vez, al igual que una semana atrás, en el descuento de Estudiantes de Río Cuarto, en el Oeste), una pelota que nadie pudiese terminar de despejar y la dejaran "viva" en la puerta del área propia, para que una buena asistencia en profundidad con destino a Camilo Viganoni, aprovechando el errático intento de anticipo de Cortave, que no haría otra cosa que dejar solo al "7" local con Julio Salvá, para "puntearla" al gol de la igualdad en Escalada, cuando el partido parecía "a pedir" de Morón, en el entretiempo.

A partir de allí, y como tantas otras veces en la historia reciente (y no tan reciente), el Gallo le daría "vida" a un Talleres que parecía "muerto" (o casi "finado"), durante el primer tiempo, no sólo por la desventaja parcial, sino fundamentalmente dada la ausencia de argumentos futbolísticos para intentar revertir la historia por exclusivo mérito propio y sin "ayuda" ajena.

Y si bien Morón pudo recuperarse con el correr de los minutos e ir en búsqueda de un triunfo necesario para no perder el "tren" del campeonato, generando algunas chances para volver a ponerse en ventaja, también "desnudaría" la endeblez de una defensa, otrora sólida y el punto de partido del buen andar colectivo, con pobres rendimientos de casi toda la defensa, a excepción de Juan Manuel Cabrera y Lazza, mientras estuvo en cancha.

Hasta que Mariano Bíttolo y Pablo Ferreira resultaran reemplazados, ambos al límite de sus posibilidades físicas y resguardados por esa misma razón y en virtud de la seguidilla de futuros compromisos, perdiendo a partir de allí la preeminencia en la zona media y permitiendo que Talleres volviese a sentirse capaz de "lastimar", como lo hiciera en el epílogo del partido.

Y es que, de una pelota que terminaría en gol de Morón, impulsada por Ivo Costantino, pero invalidada por presunta carga contra el arquero local (si se tratase de Gimnasia de Mendoza o de Jujuy, hubiesen sancionado con idéntico criterio?), un mal retroceso de Morón y un pase largo, encontraría a Camilo Viganoni, el autor del empate, con demasiado terreno para correr y mandar el centro, gracias a una sucesión de errores visitantes (el mal cálculo de Franco Vázquez en el cierre por el lateral diestro, Livera que había quedado "anclado" en ofensiva y lejísimo de la jugada, Cortave que "empantanado" en el área chica no llegaría a interceptar el envío, que además superaría a Cabrera, sin relevo alguno a sus espaldas), para que la pelota le quedara en soledad, por el lado opuesto a Leonel Barrios y el "9" local no desperdiciara el "regalo" y la impulsara por debajo del cuerpo de Salvá, para el impensado 2 a 1 de Talleres de Remedios de Escalada, en el tercer minuto agregado de los cinco al tiempo reglamentario.

En definitiva, tres puntos "ganables", más allá que todos los partidos hay que jugarlos y cualquier rival ofrece su resistencia, y que encima se estaban ganando con justicia, al término del primer tiempo, terminaron por convertirse en una derrota dolorosa, que recorta sueños y enciende alarmas de rendimientos individuales que no se hallan a la altura de lo que está en juego.

Ahora llega otro "raid" de tres partidos de local, al igual que al final de la primera rueda, donde el Gallo deberá sumar la mayor cantidad posible de puntos, y si fuera factible los nueve en disputa, para no poner en riesgo su clasificación actual al Reducido y, quien te dice..., volver a ilusionarse con no abandonar la pelea por el primer puesto del grupo.

Por lo pronto, a ganar el duelo con Mataderos, con la plusvalía emocional que conllevan este tipo de partidos clásicos, máxime de local.

Sin margen de error.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


domingo, 10 de agosto de 2025

En carrera

Morón necesitaba imperiosamente volver al triunfo, luego de la derrota con polémica ante Chacarita y el empate en cero frente a Defensores de Belgrano, en el Bajo Núñez, y frente a un rival directo como Estudiantes de Río Cuarto, pudo quedarse con tres puntos necesarios, tras un buen primer tiempo, en el que recuperara la memoria de su mejor versión y un complemento donde, una vez más, se complicó solo y debió sufrir hasta el octavo minuto agregado para el grito de desahogo, ante la menor concurrencia de la temporada, en el Nuevo Francisco Urbano, luego de la sanción del estadio, culpa de los imbéciles de siempre, hace quince días.

Con los regresos de Franco Lorenzón, Pablo Ferreira y Fabricio Sanguinetti, en lugar de Matías Cortave, Emiliano Franco y el suspendido Jonathan Berón, tras su expulsión frente al "Dragón", sumados al retorno desde el inicio, luego de largo tiempo, de Juan Manuel Olivares en lugar de Gastón González, este Morón procuró volver a sus propias "fuentes" futboleras y desde el arranque del cotejo ante el "León del Imperio", apretó a su rival bien arriba, complicándolo en su salida, además de retomar el camino que mayor dividendos le redituara en la presente temporada, esto es, la sumatoria de pases con paciencia y criterio, a partir de la recuperación de Ferreira y el fútbol generado por Olivares, de muy buen primer tiempo y hasta que la "nafta" le dijera "basta", en el complemento, devolviéndole al equipo de Walter Otta la cuota imprescindible de toque y juego asociado, ausente sin aviso en los partidos precedentes.

En este recuperado esquema de presión alta y tenencia del balón, la visita sería incapaz de cruzar siquiera la mitad de cancha, no antes de los quince minutos de inicio el pleito, lapso durante el cual, Morón consiguiera la primera ventaja y la justificaría en el desarrollo.

Así las cosas, con un Sanguinetti de regreso y más parecido al punta punzante de varias fechas atrás, de una triangulación entre el "uruguayo", Olivares y Emilio Lazza, el "6" del Gallo sacaría un centro al punto del penal, donde encontraría la cabeza de Ivo Costantino, para impulsarla con parietal diestro al fondo del arco, con apenas seis minutos del primer tiempo.

De allí en adelante, Morón permitiría que la visita se adelante unos metros, procurando volver a "lastimarlo" de contra, algo que a punto estaría de lograrlo, a los '18 de la primera mitad, con una habilitación de cabeza de Costantino (el más destacado, junto a Olivares y Ferreira, que una vez más saliera lesionado), para dejar mano a mano con el arquero a Yair González, cuyo remate ingresando por el sector derecho del área de Estudiantes de Río Cuarto, no terminaría en el 2 a 0 del Gallito, de no mediar una gran atajada de Brian Olivera, el buen arquero de la visita.

Sin sufrir en propia área, los escasos intentos hilvanados por el "León", el equipo de Otta se iría al descanso con una ventaja mínima, pero justa, que puso haber sido más amplia, de no mediar la referida intervención del "1" riocuartense y un par de situaciones similares (ambas también en los pies de Yair González), una finalizada en gol, pero inhabilitadas por el árbitro asistente, por off side tan "finos" como cuestionables.

Ya en el complemento, Morón propuso mantener su protagonismo, para procurar agrandar la diferencia a su favor, pero también evitar cualquier intento de su rival, de adueñarse del trámite del partido, aunque sin generar situaciones de riesgo claras en ambos arcos, más allá de un centro de Olivares desde la derecha, que ni Costantino en el primer palo, ni Franco Vázquez en el segundo, pudiesen impulsarla al fondo de la red.

A los '30 del segundo tiempo y en un contragolpe que dejaría a Sanguinetti de cara al arco visitante, por el centro del área, Sergio Ojeda, el "6" de la visita, derribaría de una manera indisimulable y hasta grotesca a Costantino, pero el árbitro del encuentro, el debutante Julián Jerez y su asistente, con un "delay" de no menos de un minuto, volvería sobre sus pasos de una jugada posterior en terreno de Morón, para sancionar el evidente penal en favor de Morón, pero obviando la segunda amarilla y consecuente expulsión al autor de la infracción.

Un minuto más tarde y con un remate de zurda, potente y preciso, junto al poste diestro de Olivera, que habría de adivinar el palo de manera infructuosa, Ivo Costantino convertía el segundo de la tarde y el séptimo en la campaña, para convertirse en el goleador del Gallo en la temporada, y darle a Morón una diferencia de 2 a 0, que por entonces parecía tranquilizadora.

Sin embargo, en un Gallo que "si no sufre, no vale", apenas dos minutos más tarde, y tras una pelota que ni Franco, ni Gastón González podrían rechazar en la puerta del área, un buen pase en profundidad dejaría al ingresado Javier Ferreira, de cara a Julio Salvá, para cruzársela al palo más lejano y darle una cuota de dramatismo innecesaria, a un partido que ya parecía definido.

Por si fuera poco, los ocho (??!!) minutos agregados le sumarían aún mayor incertidumbre a la justa victoria del Gallito, que habría de salvarse en la última bola del partido, tras el enésimo centro y el remate defectuoso del lateral derecho, Juan Antonini, que recorrería el área chica, sin que ninguno de sus compañeros pudiese corregir la trayectoria, para perderse afortunadamente demasiado cerca del poste diestro de Salvá, en lo que hubiese sido un empate agónico e injusto de Estudiantes de Río Cuarto.

Con el pitazo final de Julián Jerez, de regular desempeño, el desahogo de un Nuevo Francisco Urbano a medias, repercutiría en la despoblada cabecera local, clausurada, insistimos, por los incidentes de los estúpidos de siempre.

Ahora, a visitar a Talleres en Remedios de Escalada y esperar por otro raid de tres partidos de local, frente a Nueva Chicago, el suspendido ante Gimnasia de Mendoza y Estudiantes de Buenos Aires, que bien pueden definir para qué pelea está este equipo, si la mayor por el primer ascenso o la no menos importante por un lugar en el Reducido.

En carrera.


@elgallogustavo.



             📸: Eduardo Fabián Acuña.


martes, 5 de agosto de 2025

A recuperar la "memoria"

Y en el tramo final y decisivo del campeonato, a falta de diez fechas para el cierre de la temporada regular, como en el "Juego de la Oca", Morón retrocede diez casilleros y se autoboicotea, reviviendo errores del pasado reciente, para complicarse solito y solo, partidos ganables, por lo menos, once contra once.

En efecto, el empate en cero frente a Defensores de Belgrano, en el Bajo Núñez, termina dejándonos un regusto a poco, aún sin jugar bien y enmarañados en la misma meseta futbolística que atraviesa este equipo desde hace un par de fechas, pero que de no mediar una vez más, otra expulsión evitable e inexplicable en el cierre de la primera etapa, quizá el resultado final pudiese hacer sido mejor para las aspiraciones de un Morón, cerca de todo desde lo numérico, pero cada fecha más lejos de su mejor versión, aquella que nos llenara de ilusión a todos.

Y es que, ante un "Defe" limitado y con ausencias de peso, como el "Topo" Ezequiel Aguirre, ausente por acumulación de tarjetas, en el regreso de Fabián Nardozza al banco del "Dragón", Morón una vez más no supo sacar rédito de esas ventajas y lo que es peor, sin sufrir el desarrollo, más allá de un par de intervenciones con acierto de Julio Salvá, volvió a condicionarse sólo con la roja directa a Jonathan Berón, a los 40 minutos del primer tiempo, en una acción intrascendente y en el círculo central.

Con algunos cambios en el once inicial, dados los ingresos de Matías Cortave en lugar de Franco Lorenzón (al banco de los suplentes), Franco Vázquez como segundo marcador central, por el lesionado Iván Vaquero (corriéndose Emilio Lazza al lateral izquierdo) y Gastón González en reemplazo del suspendido Santiago Kubiszyn (expulsado frente a Chacarita y sancionado con dos fechas de suspensión), sumado al regreso entre los relevos de Pablo Ferreira, que debería ingresar por Mariano Bíttolo, ante la expulsión de Berón, Walter Otta intentó recomponer un andamiaje de juego que hace fechas no funciona como en sus mejores momentos, pero otra vez no pudo revertir el bajón pronunciado de un Morón sin juego ni profundidad, y que encima se empecina en facilitarle las cosas a su rival de turno, quedándose prematura e infantilmente con uno menos.

En una primera mitad para el "bostezo", el Gallo empezó mejor, y generó un par de aproximaciones, con remates desde afuera del área, de Gastón González, para lentamente ir perdiendo la "batalla del medio" y permitiendo que un muy discreto Defensores, tal vez de los más flojos de los últimos tiempos, terminara la etapa con cierto predominio, a partir del manejo siempre atildado de Emiliano Vecchio, provocándole un par de "revolcones" a Julio Salvá, a la postre y pese a su indisimulable merma física, el jugador más destacado del "Juan Pasquale" (seguido de un buen partido de Yair González, en una noche con "pocas luces" de ambos lados).

Ya en el complemento y al igual que sucediera una semana atrás, en la derrota frente a Chacarita en el Oeste, Morón con diez se mostraría mejor y hasta más ambicioso que con once, sin provocar situaciones claras de gol, en el arco rival, pero tampoco sufriéndolas en el propio, más allá de un tiro de "emboquillada" de un conocido de la "casa", Guillermo Villalba, que confirmara la nominación de Salvá como el mejor de la cancha, en una noche para un rápido y piadoso olvido de ambas partes.

Con el pitazo final de Juan Pafundi, "localista" en todas las divididas y con la colaboración inestimable de Berón, para dejar prontamente a la visita en desventaja numérica, Morón se llevó un punto del Bajo Núñez que lo mantiene en carrera, con un partido pendiente (frente a Gimnasia de Mendoza, a jugarse el próximo miércoles 27 de agosto), a la espera del duelo con un rival directo, como Estudiantes de Río Cuarto, al que deberá vencer en un Nuevo Francisco Urbano a medias y sólo con socios (tras la sanción por los incidentes frente a "Chaca"), para no seguir perdiendo terreno en su objetivo original: la clasificación al Reducido. 

A recuperar la "memoria" futbolera. 

Urgente.


@elgallogustavo.



        📸: Deportivo Morón.


domingo, 27 de julio de 2025

Y un día tocó perder. A no bajar la "cresta".

En una ráfaga de apenas tres minutos, entre los '20 y los '23 del primer tiempo, Chacarita se adelantó 2 a 0, casi sin proponérselo y en sus primeras (y casi únicas) dos llegadas a fondo en todo el encuentro, para desestabilizar a un Morón que no jugaba bien, pero aún así había arribado con mayor peligro al arco visitante, sin efectividad y repitiendo errores de partidos pasados, como por ejemplo, su "mal de expulsiones", muchas de ellas inexplicables, más allá del apuro, la presión del resultado adverso y las pulsaciones desbocadas.

Claro que el resultado habría de destrabarse con un gol que debió ser anulado, por la insoslayable posición adelantada de Misael Jaime, el autor del primer desnivel para "Chaca", cuando una vez más y al igual que frente a Agropecuario, en el mismo Nuevo Francisco Urbano, en la anterior fecha de local, el árbitro y sus asistentes convalidan en la cancha lo inadmisible, pero piden disculpas más tarde, como si la aceptación del error garrafal, determinante para la suerte final del pleito, fuese a compensar de alguna manera el daño infligido con total impunidad y desparpajo, en un acto de pseudo arrepentimiento tardío, fingido y sobreactuado, que comienza a sonar a "tomada de pelo" repetida y establecida como hipócrita estrategia de excusa, desde las oscuras usinas del poder todopoderoso arbitral de AFA.

Hasta allí el legítimo rezongo por las erráticas decisiones externas (si es que pretendemos seguir creyendo en la buena voluntad de la gente), ajenas por completo a la voluntad de cambio de los protagonistas principales dentro de la cancha, que desestabilizan, ponen nervioso y agudizan errores no forzados, hasta que esos mismos factores comienzan a ser responsabilidad de los propios, a partir de actitudes que terminan por empeorar situaciones adversas, como otra expulsión incomprensible, en esta ocasión a cargo de Santiago Kubiszyn, por un "planchazo" innecesario en mitad de cancha, para dejar a Morón con uno menos y 2 a 0 abajo, a los '35 del primer tiempo (roja directa).

En el medio de ambos hechos, el desnivel ilegítimo de Chacarita y la expulsión, el "Funebrero" sacaría veloz y efectivo rédito de un equipo de Walter Otta que se iría virtualmente de partido, a partir del primer gol en posición adelantada, tanto es así que sólo tres minutos después, Mariano Bíttolo (el mejor del Gallo en el campeonato, "entre algodones" desde el partido frente a Colón), perdería una pelota en tres cuartos rival y con un Morón descompensado por completo, una pelota bien manejada de izquierda a derecha, por el propio Jaime, autor del primer tanto y figura de la tarde-noche, habilitaría a su lateral diestro, Juan Cruz González, para que ingresando absolutamente solo, por detrás de una defensa "corrida" hacia el lado del asistidor, definiera como un delantero ante el intento de cobertura de Julio Salvá.

Si Chacarita había sido superior desde el fuerte habitual de Morón, la posesión del balón, casi desde el comienzo del partido, obviamente con la tranquilidad del 2 a 0 a su favor y el jugador de más, comenzaría a manejar los tiempos y a intentar seguir "lastimando" de contra, aunque el equipo de Walter Otta, en cantidad y calidad de llegadas, haya sido superior a su oponente, con no menos de cinco chances claras de gol, sólo en aquella "accidentada" primera mitad, con chances netas en los pies de Iván Vaquero (de regreso al equipo, pero que una vez más saldría con molestias, en el complemento), Ivo Costantino (tras otro desborde de Vaquero), Yair González (al travesaño) y Jonathan Berón (titular, con Fabricio Sanguinetti y Ramiro Fergonzi al banco) con remates francos, pero apenas desviados, ingresando por derecha y un centro pasado de Bíttolo, desde la izquierda, que ni Costantino, ni Lazza pudieran empujarla al gol.

Ya en el segundo tiempo, otro pase magistral de Bíttolo dejaría a Emiliano Franco de cara al descuento, ingresado en diagonal y por sorpresa, pero su remate mordido, ante la salida del arquero, se perdería rozando el poste zurdo del arco de Chacarita.

Contrariando a la lógica y con uno menos, Morón manejaría la pelota más que once contra once, supliendo la ausencia con un enorme sacrificio y despliegue de todo el equipo, sufriendo apenas una solo vez, la contra rival, con un remate también en el amanecer de la etapa final, que se iría pegado al poste izquierdo y más lejano de Salvá.

El ingreso de Juan Manuel Olivares, una vez más, le daría mayor fluidez a la ofensiva del Gallo, que generaría un par de oportunidades más frente al arco visitante, todas mal definidas por un Morón ineficaz en el área rival.

En definitiva, en una ráfaga de tres minutos, con un gol en posición adelantada y un error no forzado en el comienzo del segundo tanto, Chacarita sacaría una diferencia de dos impensada, antes de la primera media hora de juego, que apenas minutos más tarde, una nueva expulsión en Morón le permitía manejar con tranquilidad un trámite hasta allí parejo, con mejor trato de balón de la visita, pero nada que justificara dicha diferencia en el resultado.

Derrota que duele, sin dudas, por el rival y porque el Gallo volvió a cometer errores propios que parecían subsanados, como la reiteración de tarjetas rojas evitables, y también por "salirse de eje" ante el primer impacto negativo, por más que se trate de otra vergonzosa injusticia arbitral (en este caso, perpetrada por Nicolás Lamolina y Walter Ferreyra, asistente uno).

Sin embargo, Morón sigue en carrera y con un partido menos, cayendo por primera vez de local, en lo que va del torneo y tras un invicto de nada menos que trece partidos.

Y un día tocó perder. A no bajar la "cresta".


@elgallogustavo.


       📸: Eduardo Fabián Acuña.



domingo, 20 de julio de 2025

Un Gallo resiliente se quedó con un triunfazo en la Isla

Morón se recuperó de un muy mal comienzo, coincidente con algunos pasajes de cotejos anteriores, por ejemplo, frente a Agropecuario y de la tempranera y merecida diferencia inicial en favor de San Telmo, para revertir desarrollo y resultado, en otra prueba de carácter importante ofrecida por este equipo, para quedarse con tres puntos vitales y fundamentales (luego de tres empates consecutivos) en la siempre complicada Isla Maciel.

Con tres variantes obligadas, dos por suspensión y la restante por lesión, el Gallo presentó a Franco Vázquez, por primera vez desde el inicio, en lugar de Emilio Lazza, expulsado en la jornada pasada. Además del ingreso de Ivo Costantino por Yair González, que llegara a la quinta amarilla ante Agropecuario, el último fin de semana, sumado al retorno de Joaquín Livera, como lateral zurdo, en reemplazo del "averiado" Iván Vaquero.

Estos cambios, en especial los dos obligados en la defensa, resintieron el habitual andamiaje de una última línea caracterizada por su solidez, algo que la presión alta del "Candombero" de César Monasterio habría de sacar rápido provecho, para adueñarse de las primeras acciones de riesgo.

Y en ese contexto no sorprendería que San Telmo se adelantara en el resultado, casi en el "amanecer" del partido, con un pelotazo largo que superara a Franco Lorenzón, inseguro por primera vez en más de 20 cotejos, y el mal cierre de un Livera de flojo desempeño, intentando cubrir el "hueco" de un juvenil Franco Vázquez, a quien se nota que (lógicamente) aún le falta adaptarse a sus compañeros y al sistema defensivo del elenco de Walter Otta.

Así las cosas y con un remate sobre el cuerpo de Leandro Finochietto, adelantado en procura de "atorar" con el "achique" dentro del área grande, Jerónimo Porto Lapegüe, el "movedizo" punta local, definiría con precisión para el 1 a 0 de "Telmo", apenas transcurridos ocho minutos de comenzado el pleito.

En los instantes siguientes, Morón no lograría hacer pie en el "Osvaldo Baletto" y bien pudo sufrir la ampliación del marcador adverso, en un par de contragolpes peligrosos del local, con demasiada permisividad de la defensa del Gallo, en especial por el sector izquierdo, una de esas acciones que finalmente terminaría en gol (del "10", Agustín Maidana, de lo mejor de "Telmo"), "fina" pero bien anulada por posición adelantada.

Con el correr de los minutos, luego de '15 en los cuales el equipo de Otta la pasaría muy mal, como pocas veces en el actual torneo, de a poco el Gallito se iría asentando en defensa y "amigándose" con el balón en el mediocampo, para comenzar a acercar algo de riesgo al arco local, ante un San Telmo no ta firme y cómodo con el trámite del partido, "desnudando" además vulnerabilidades en la última línea "Candombera".

Con Santiago Kubiszyn como referencia de juego y Juan Manuel Cabrera como "abanderado" de la recuperación, en una buena acción colectiva, a falta de cinco minutos para el final de la primera etapa, Emiliano Franco habilitaría de gran forma al propio Kubiszyn dentro del área, siendo embestido desde atrás por un defensor, para que Javier Delbarba, árbitro del encuentro, sancionara con acierto el penal para Morón.

Un minuto después, Ivo Costantino, con un remate potente y junto al poste derecho del arquero Joaquín Enrico, le daría a Morón la posibilidad de clavar el empate a uno e irse al entretiempo, con un resultado que le "hacía precio" a los méritos escasos y tardíos de Morón, en aquél muy pobre primer tiempo.

Ya en el complemento, el "shampoo" marca Walter Otta, evidentemente hizo efecto, porque la actitud del equipo fue totalmente distinta, desde el reinicio de juego, retomando sus habituales virtudes de manejo de pelota, acumulación de pases con paciencia y presión alta, lo que comenzaría a modificar por completo la tónica del partido y a colmar de dudas e inseguridades a la defensa del "Candombero".

Con un protagonismo in crescente, Morón apretaría a San Telmo contra su arco, generándole acciones quizá no tan claras (un mano a mano de Fabricio Sanguinetti, lejos del arco rival y de su mejor nivel, y un desvío de primera de Juan Manuel Olivares), pero redefiniendo hasta el pitazo final, los roles de dominador y dominado de la primera etapa.

Ahora sí, sin padecer el desarrollo en su propia área, con mayor solvencia y solidez individual y de conjunto, el Gallo obtendría su premio a la insistencia y la búsqueda permanente, en el segundo tiempo, consolidada a partir del ingreso de Juan Manuel Olivares, hasta que a los 38 minutos del complemento y a través del mejor de la cancha (una vez más), el equipo de Otta daría vuelta el resultado y se pondría 2 a 1, con un cabezazo inapelable de Juan Manuel Cabrera, tras un tiro de esquina desde la derecha, del mismo Olivares.

De allí y hasta el final, San Telmo intentaría pero no generaría riesgo, mientras que Morón bien pudo ampliar su ventaja, por ejemplo, con una media vuelta de Ivo Costantino (de enorme sacrificio y buen partido, en el "podio" de los destacados) con destino de "red", de no mediar la buena reacción del "1" de la Isla Maciel, para sacarla al córner con la punta de sus uñas.

El pitazo final de Javier Delbarba, que alternara buenas y malas, pero cuyas sanciones más determinantes, como el penal en favor de Morón y el gol anulado a "Telmo", resultaran acertadas, un Gallo resiliente se quedaría con tres puntos necesarios y fundamentales, en otra prueba de carácter de este equipo, que supo reponerse de un comienzo de partido pobre en el desarrollo y en desventaja en el resultado, para terminar imponiéndose merecidamente en ambos aspectos del juego.

Ahora, a esperar a Chacarita. Para ratificar todo lo bueno, seguir "prendido" bien cerca de la punta (con un partido menos) y alimentar una ilusión que mantiene en vilo a todo el Oeste.

Resiliencia, carácter y triunfazo.


@elgallogustavo.



      
       📸: Deportivo Morón.



domingo, 13 de julio de 2025

De punto (en punto)

Morón no había jugado bien, había equivocado una vez más los caminos y había carecido de lucidez en la gestación y de profundidad en la definición, pero no merecía perder frente al equipo más mezquino y mañoso de la categoría, como Agropecuario, que se dedicó a hacer tiempo y había encontrado la diferencia a favor, a los '38 del complemento, en su segundo remate al arco en todo el partido, en un off side escandaloso sólo omitido por una terna arbitral vergonzosa.

Hasta que de un tiro de esquina desde la derecha del ataque del Gallo, Yair González capturara un rebote en el área y con un derechazo furibundo, descargando la bronca y la impotencia que generan esos encuentros, en los que los "amigos del poder de AFA" te hacen saber cómo funcionan las cosas, el balón impactara en el poste izquierdo del arco visitante, para el 1 a 1 del Gallo frente a Agropecuario, que le daba un poco más de justicia a un partido de escasa luces, pero indudables intenciones sólo del lado de Morón, a falta de dos minutos para arribar al tiempo reglamentario.

Y es que el equipo de Walter Otta fue más que su rival durante todo el desarrollo, porque fue el único que se propuso como objetivo quedarse con los tres puntos, mientras que la visita sólo apostó y apeló a una variedad inagotable de ardides y malas prácticas futboleras, con tal dejar pasar el tiempo, con la complacencia inocultable de un árbitro, como Juan Pablo Lousteau, que permitió que Agropecuario se sirviera de las peores artimañas para llevarse el punto que vino a buscar desde el arranque y a cualquier precio, y que por minutos no se alzara con el premio mayor, a los '38 del segundo tiempo, luego de un tiro libre desde la izquierda y el remate goleador de Alejandro Gagliardi, claramente en off side, salvo para el árbitro y su asistente.

Con algunos cambios en el once inicial, con el regreso de Leandro Finochietto al arco, en lugar de Julio Salvá, la vuelta "entre algodones" de Iván Vaquero como lateral izquierdo, en lugar de Joaquín Livera (quien lo hiciera de entrada en Jujuy) y el ingreso como titular de Ramiro Fergonzi, por Ivo Costantino, al banco de los suplentes, Morón no hallaría casi nunca los mejores caminos para vulnerar el cerco defensivo de su rival, más allá de un tiro libre de Fabricio Sanguinetti y un cabezazo del mismo, ambos al inicio de cada tiempo, más un remate desde lejos de Emilio Lazza y un ingreso en solitario de Juan Manuel Cabrera, bien anticipado por Germán Salort, el "1" visitante, así y todo mucho más que la mezquindad táctica de Agropecuario, que recién remataría al arco por primera vez, superada la media hora del segundo tiempo.

Pero el partido habría de complicarse un poco más, con la expulsión (correcta) de Lazza, a los 30 minutos del complemento, por doble amonestación, lo cual habría de incentivar a la visita a abandonar su libreto de equipo amarrete y mañero, para animarse a pisar el área de enfrente y casi en la primera acción medianamente seria y de peligro, encontrarse en ventaja, a falta de siete minutos para llegar a los '90, con un gol convalidado de manera inaudita, por un fuera de juego tan evidente como escandaloso.

Por suerte, Morón pudo hallar su premio mínimo, antes del cierre del pleito y hasta pudo ganarlo de arremetida y con uno menos, en los pies de Vaquero, en tiempo cumplido.

El Gallo estiró su racha invicta a doce juegos y se mantiene en una posición expectante, con un partido menos (debe el cotejo de la fecha 20, con Gimnasia de Mendoza, en el Oeste), pese a su bajón de rendimiento, individual y colectivo, y los imponderables de arbitrajes desastrosos que se equivocan siempre para el mismo lado.

De punto (en punto).


@elgallogustavo.



      📸: captura de pantalla, DirecTV Sports.


lunes, 7 de julio de 2025

Suma y sigue (prendido)

Dos semanas más tarde, luego de la postergación de su cotejo frente al "Lobo" mendocino, en el Oeste, el Gallo volvió al Norte para visitar al líder, Gimnasia de Jujuy, trayéndose consigo un empate a cero, importante por el rival y el contexto (siempre adverso, máxime ante el actual "caballo del comisario" de AFA), para mantenerse en un expectante sexto puesto, a seis unidades de su encumbrado rival (con un partido menos) y de paso, prolongar la racha positiva de once cotejos sin derrotas.

En un encuentro luchado, friccionado y casi sin emociones frente a los arcos, el equipo de Walter Otta dejó una imagen totalmente diferente, a la evidenciada hace quince días, también en el empate a cero, frente a Central Norte en Salta, siendo por momentos superior a su rival, pese a no jugar su mejor fútbol, pero sin sufrir el desarrollo en su extrema defensa, algo que había dejado un dejo de preocupación, tras el choque con el "Cuervo" salteño, con Julio Salvá como figura excluyente de dicho duelo.

En esta ocasión y frente al líder de la Zona "B", el "Lobo" jujeño, el de mayor cosecha de puntos, tomando en cuenta ambos grupos, Morón se plantó de igual a igual y jamás sufrió el trámite del partido, con una defensa cada fecha más sólida, pese a los cambios obligados y circunstanciales por lesión, tal la modificación obligada de Joaquín Livera como lateral por izquierda, en lugar de Iván Vaquero, uno de los puntos más altos en las últimas presentaciones.

En el medio, con Santiago Kubiszyn y Emiliano Franco, en reemplazo de los "averiados" Pablo Ferreira y Gastón González (determinante en cotejos precedentes, por ejemplo, frente a Almirante Brown en el Nuevo Francisco Urbano), el Gallo se las arregló para suplir la ausencia de un "cinco" tradicional, para no perder la marca en el círculo central y apeló a lo mejor de Mariano Bíttolo, mientras tuvo resto físico, para disimular la ausencia de Gastón González y sus "pinceladas" de calidad, cuando el partido se complica y requiere de la conjunción de sus mejores intérpretes.

Lástima que en ofensiva, al igual que sucediera en Salta, ni Ivo Costantino y Fabricio Sanguinetti, de entrada y más tarde, Ramiro Fergonzi y Jonathan Berón (más el errático partido de Yair González) pudieran acercar algo más de peligro al arco de Milton Alvarez, más allá de aquél tiro libre del referido Berón, a los '28 del complemento, que bien pudo ser el gol del triunfo en Jujuy, pero la base del poste derecho del arco local, jugaría a favor de un Milton, en la que poco y nada tenía por hacer.

Del lado del local, más allá de un centro "envenenado" al segundo palo, en el que se molestaran dos compañeros, el conjunto de Matías Módolo tampoco inquietó a un seguro Salvá y una defensa inexpugnable, con dos centrales impasables, como Emilio Lazza y una vez más, la figura destacada de Franco Lorenzón y por encima de todos ellos, otro partidazo de Juan Manuel Cabrera, el mejor de todos, propios y ajenos, en la tarde de San Salvador de Jujuy.

Con el pitazo final de Ariel Penel, de regular arbitraje, disimulando un par de infracciones para amonestación de los locales y algunas faltas no medidas con la misma "vara", propias de un especialista del "muñequeo" localista, el Gallo no sólo se llevaría un punto importante frente al puntero y en su "casa", siendo superior en algunos pasajes del encuentro (en especial, durante el inicio del segundo tiempo), sino que confirmaría una vez más, una dato de la realidad, nada menor: Morón está para pelearle a cualquiera, sin importar el rival ni la localía, en absoluta igualdad de condiciones.

Ahora, a reencontrarse con el Oeste, para procurar volver a sumar de a tres, frente a Agropecuario, en zona de Reducido y de andar irregular en el torneo, de aparente consideración en baja para el entorno de AFA, coincidente con la quiebra de sus utilidades fuera del campo (de juego).

Es el Morón de Otta, que suma y sigue (prendido).


@elgallogustavo.



       📸: Gimnasia y Esgrima de Jujuy.


lunes, 23 de junio de 2025

Punto que suma

Cuando un equipo está en esas tardes (o noches) en que no le sale nada, ni en lo individual, ni en lo colectivo, lo mejor que puede pasarle es no perder el partido.

Y eso precisamente fue lo que le sucedió a Morón en Salta, donde no pudo repetir los destacados rendimientos de las últimas jornadas, frente a un Central Norte que lo complicó en varios pasajes del encuentro y le generó chances de gol muy claras, convirtiendo a Julio Salvá en la figura excluyente en el "Padre Martearena", mientras que el Gallo casi no pudo probar al arco, incómodo con su juego y el planteo de su rival.

Y si embargo no perdió, trayéndose de regreso al Oeste, un punto valioso ante el "Cuervo" salteño, para estirar la racha a diez partidos sin perder y seguir en un expectante tercer puesto en su zona, a sólo tres unidades del único líder, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, a quien deberá visitar en un par de jornadas.

Repitiendo el once de inicio frente a Almirante Brown, al equipo de Walter Otta le costó desde el arranque hacerse de la pelota, su arma más poderosa para dominar y comenzar a generar desequilibrios en los rivales, y cuando finalmente la conseguía, equivocaba los caminos, abusando del recurso de la pelota aérea y los pelotazos a distancia, en lugar de jugar por abajo y juntar pases, su mayor virtud en todos los cotejos precedentes.

Para colmo, al Gallo le faltó precisión con el balón en su poder, cediéndolo con facilidad y recurrencia al local, que con poco empezaría a generar sofocones en una última línea visitante segura, en el 90 por ciento de las acciones y en ese 10 % restante, contó con una gran tarde de Salvá, cada vez que lo llamaron a intervenir para cuidar el cero en el arco propio.

Así las cosas, en el amanecer del partido, lo tendría el "9" del "Cuervo", Franco Tisera, luego de un envío desde la derecha, el sector preferido por el equipo de Pablo Fornasari para atacar, obligando a Iván Vaquero a preocuparse más por la marca, que a desprenderse en ataque como en duelos anteriores.

Más tarde, de otro centro desde el mismo sector, una pelota "envenenada" al segundo palo, encontraría el toque con destino de red, de Matías Moravec, el "7", y éste a su vez, hallaría el pie salvador de Salvá, para mandar el balón al tiro de esquina.

Y habría más, porque el mismo Salvá, con un manotazo providencial, le ahogaría el grito de gol a Luciano Ferreyra, el "11" y de lo mejor del dueño de casa (junto con el lateral diestro, Santiago Rinaudo) y casi en el epílogo de la primera parte, luego de un tiro de esquina desde la izquierda de la ofensiva de Central Norte, entre forcejeos y agarrones de ambos lados en el área chica, la pelota le quedaría en soledad y a centímetros de la línea de gol, al "8", Tiago Banega, que increíble y afortunadamente la mandaría muy por encima del travesaño.

En el mismo lapso, Morón no podría acercar peligro al arco local, salvo por un par de remates desde afuera de Gastón González, en un Morón que además, perdería muy pronto en el encuentro, a Emiliano Franco, que debería retirarse lesionado con apenas un cuarto de hora de juego disputado, ingresando en su lugar Santiago Kubiszyn, acostumbrado a desempeñarse más por el carril derecho (recordemos, con Pablo Ferreira ausente, reponiéndose de un desgarro y Matías Ballini también out, con dificultades más complejas en una de sus rodillas).

Ya en el segundo tiempo, el "shampoo" marca Walter Otta, del entretiempo, daría sus frutos en los primeros minutos de la etapa de cierre, puesto que Morón se adelantaría unos metros e intentaría ser el equipo de presión alta que todos conocemos y ponderamos, con Vaquero más arriba, acompañando a Juan Manuel Cabrera, mucho más ofensivo que en partidos anteriores, aunque dicha disposición no terminaría redituando en situaciones de riesgo frente al arco local, en un Morón inconexo e impreciso con la pelota en los pies de sus habituales mejores intérpretes.

En esta etapa final, el partido se caería, ya que el Gallo, sin llegar a jugar bien, por lo menos ajustaría las marcas y Salvá no debería intervenir tanto como en los primeros 45', más allá de algunos remates a distancia.

Con el debut de Elías Contreras, como extremo diestro y la segunda participación, llegando también desde el banco, de Ramiro Fergonzi en ofensiva, Morón no cambiaría el pálido semblante en la tarde salteña, aunque tampoco sufriría grandes asedios en su defensa, que siempre respondería con acierto.

El pitazo final de Bryan Ferreyra, debutante árbitro del encuentro con el Gallo, mostraría rostros de conformismo en el visitante, ante un punto que suma y mucho, más teniendo en cuenta cómo se había dado el desarrollo del mismo, en especial durante el primer tiempo.

Porque cuando se tienen esas malas tardes (o noches), en las que no parece salir nada, lo mejor que puede pasarnos es no perder el partido y traernos algún punto a casa.

Eso también forma parte del proceso de madurez de conjunto, de un equipo con aspiraciones importantes.

Descanso largo (por el aplazamiento de la fecha 20, frente a Gimnasia de Mendoza, en el Oeste, por el compromiso de "Copa Argentina" del "Lobo" mendocino) y a pensar en volver al Norte, para visitar al líder, Gimnasia de Jujuy, en otra prueba de carácter.

Punto que suma.


@elgallogustavo.



           📸: Deportivo Morón.




sábado, 21 de junio de 2025

Llegó Franco Vázquez, joven central zurdo

Con la rescisión obligada de Nahuel Zárate, por razones extrafutbolísticas (a la que se sumaran la partida de Renzo Reynaga y días atrás, el préstamo de Santiago Sala a Güemes de Santiago del Estero), el Gallo necesitaba un central zurdo, que compita con Emilio Lazza.

En el proceso, el Gallo tenía acordada la llegada del joven Jeremías James, a préstamo de San Lorenzo y procedente de Alvarado de Mar del Plata. Sin embargo, la inhibición que pesa sobre la entidad de Boedo, finalmente impidió el arribo del central "Azulgrana".

De esta manera y contrareloj, sobre el filo del cierre del libro de pases, de este jueves 19 de junio a las 20, la dirigencia de Morón pudo al fin incorporar al zaguero zurdo que buscaba el cuerpo técnico.

Se trata de un juvenil, otro más proveniente del "Semillero del Mundo", es decir, la cantera inagotable de Argentinos Juniors, de donde llegaron a principios de temporada, Leandro Finochietto, Juan Manuel Cabrera, Yair González y Facundo Báez.

Nos referimos a Franco Agustín Vázquez, defensor central zurdo de 20 años, nacido el 2 de enero de 2005 y que integró, el 1° de marzo de 2024, la primera convocatoria del ciclo de Diego Placente al mando de la selección nacional sub 20, previa al último sudamericano de la categoría, disputado entre enero y febrero del año en curso, en Venezuela.

Con la sub 20, disputó un amistoso ante Bolivia, en Santa Cruz de la Sierra, el 16 de noviembre de 2024, con goleada de la Albiceleste 4 a 0, tomando parte como central por izquierda titular los 90 minutos.

Producto "genuino" de las formativas de La Paternal, Franco Vázquez, que también supo ser parte del sub 20 de Paraguay, dada su doble nacionalidad, ha llegado a debutar profesionalmente con la casaca del "Bicho", el 28 de mayo de 2024, por la Copa Sudamericana, en el triunfo de Argentinos por la mínima frente a Nacional de Montevideo.

Titular en su puesto, en la Reserva de Argentinos Juniors, Franco Vázquez disputó 12 partidos, durante el último torneo Apertura de la Copa Proyección, de la Liga Profesional de Fútbol, con cuatro amonestaciones y un total de 1.035 minutos efectivos en cancha, disputando los 90' en todos los encuentros, salvo en el empate a dos frente a Tigre, en el que interviniera 45 minutos.

A lo largo de su recorrido por la Reserva del "Bicho", Franco Vázquez suma 39 cotejos (desde mediados de 2023 a mayo del corriente año), con once tarjetas amarillas, sin expulsiones y 3.391 minutos de juego.

El 14 de junio de 2024, Franco Agustín Vázquez firmó su primer contrato profesional con la entrada de La Paternal, bajo el esquema de productividad hasta el 31 de diciembre de 2024.

Llegó Franco Agustín Vázquez, central zurdo de 20 años y 1.83 de estatura, otro más de la "cantera" del "Semillero del Mundo", que arriba a préstamo de Argentinos Juniors hasta diciembre de 2026. 

 

@elgallogustavo.



         📸: Argentinos Juniors.


domingo, 15 de junio de 2025

Con la ilusión como estandarte: Feliz DÍA del PADRE!

En otra gran demostración de fútbol, Morón fue ampliamente superior a Almirante Brown y "apenas" lo derrotó 2 a 0, en un resultado final que no refleja las enormes diferencias individuales y colectivas evidenciadas entre uno y otro.

Con este nuevo triunfo, el tercero consecutivo, para ampliar la racha actual a nueve sin derrotas, con siete victorias y dos empates, el equipo de Walter Otta comenzó la segunda rueda del torneo de la Primera Nacional, confirmando su gran momento, que lo ubica en el segundo lugar de la tabla zonal, con 33 unidades, a sólo tres puntos del único líder, Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

Y por si fuera poco, el Gallo finalizó este raid de tres partidos en fila de local, con puntaje perfecto, venciendo merecidamente a un rival directo y muy "chivo", como Chaco For Ever, a otro de opaco presente, pero siempre candidato y con individuales de jerarquía, tal el caso de Colón de Santa Fe y como "frutilla del postre", el triunfo en el clásico, frente a Almirante Brown, a quien superó con holgura, con una "chapa" final de 2 a 0 que le "hizo precio" al conjunto de Isidro Casanova.

Repitiendo el once de inicio, del último sábado ante el "Sabalero" y fiel a su sana costumbre, el Gallo salió a apretar bien arriba a su rival de siempre y a imponer condiciones desde el pitazo inicial de Pablo Giménez, tanto es así que a los seis minutos de iniciado el pleito, la multitud del Gallo, presente en una noche más que desapacible, explotaría con el primer grito de gol en el Nuevo Francisco Urbano.

Luego de un buen encuentro por izquierda, la franja donde Morón hilvana sus mejores acciones, con Iván Vaquero (cada partido más sólido en su puesto), Mariano Bíttolo ("entre algodones", pero con una jerarquía, inteligencia y prodigalidad que disimulan cualquier molestia física), Fabricio Sanguinetti, Yair González y su homónimo, Gastón González (una vez más, como frente a Colón, de descomunal partido, jugando, corriendo y manejando pelota y tiempos), de un cruce entre Yair González e Ivo Costantino, el primero se iría con decisión rumbo al área de Almirante y ante la salida del arquero, la colocaría con precisión milimétrica por arriba, junto al poste izquierdo.

Con la temprana diferencia a su favor, el Gallo se asentarla aún más y profundizaría su presión y supremacía sobre una visita desbordada por todos lados, tanto es así que Morón bien pudo sacar diferencia de dos, antes de los 15' del primer tiempo, tras un rebote largo del "Mono" Ramiro Martínez, el "1" de la visita, que capitalizaría Gastón González, con una suerte de "cucharita", pero con potencia, para tratar de evitar la maraña y el desparramo de pies adversarios en la línea de gol, pero la pelota con destino irremediable de 2 a 0, iría a estrellarse injustamente contra el travesaño de Casanova.

De allí y hasta el final de la primera etapa, Morón se tomaría un "descanso" lógico, luego de tanta presión, lapso durante el cual, Brown intentaría generar algo de peligro, lo que recién conseguiría a los 39' del primer tiempo, con un remate "venenoso" de Gonzalo Flores, bien conjugado y rechazado al tiro de esquina por Julio Salvá, en el primer palo.

Mientras tanto, Morón daba la sensación de sentenciar el resultado cuando lo quisiera y afinara la última puntada, algo que no lograría en los primeros 45', dilapidando varias contras de peligro, por malas decisiones en los metros finales del área rival 

En el complemento, el equipo de Walter Otta volvería a "apretar" a su clásico rival contra su arco y bien pudo marcar el segundo, antes de los 10' de la segunda etapa, pero un rechazo sobre la línea, cuando todo el estadio gritaba la segunda conquista, seguiría manteniendo a Almirante en partido, por lo menos, desde lo numérico.

Lejísimo en el desarrollo, pero demasiado cerca en el resultado, Almirante nuevamente procuraría acercar peligro al arco de Salvá, algo que podría concretar en una ocasión, con el intento de remate de Enzo Cardozo (el lateral diestro, de lo mejor de la visita), ingresando al área grande, desviado con una "barrida" providencial de Vaquero, en una cobertura encomiable y fenomenal.

Sólido en defensa, con volumen de juego en el medio y los puntas solidarios y participativos, Morón no sufrió nunca, más allá del resultado injustamente corto, hasta que a los 37' del segundo tiempo y luego de una muy buena jugada colectiva, sobre el lateral izquierdo de la defensa visitante, el ingresado Facundo Báez asistiría a Gastón González, para que defina con la calidad y la claridad de siempre, y poner cifras definitivas en el resultado y un poco más ajustadas en los méritos de uno y otro equipo.

Ya con un hombre de menos, antes del segundo tanto del Gallito, Almirante terminaría con nueve, por una acción rarísima de Matías Belloso, que pareció agredir verbalmente a Franco Lorenzón, estando éste en el piso, recuperándose de un choque de cabezas y ante la roja decidida y directa de Pablo Giménez, increpar al árbitro, de tal manera que, por un momento, pareció con intenciones de tomarlo del cuello, para finalizar su "bizarra" expulsión, con una corrida enajenada rumbo al vestuario visitante, que en primera instancia pareció enfilada a tomársela con alguien de afuera del campo de juego.

En definitiva, una clara imagen de la confusión y la impotencia de una visita, desbordada por un Morón que lo demolió en los 90'.

Final del partido y del raid de partidos de local, con la marca ideal de otras tantas víctorias, para convertir al Gallo en un puño apretado y ese racimo de jugadores, cantando y festejando de cara a su gente, con la ilusión como estandarte.

3 de 3.

Y feliz día del PADRE!.



@elgallogustavo.



         📸: Eduardo Fabián Acuña.



miércoles, 11 de junio de 2025

Elías Contreras, el segundo del "invierno"

En las últimas horas, el Gallo concretó a su segundo refuerzo, que se suma a Ramiro Fergonzi, de cara al inicio de la segunda mitad del torneo de la Primera Nacional: se trata del mediocampista o extremo derecho, Elías Fabián Luis Contreras, que proviene de Sportivo Luqueño de Paraguay y a quien Walter Otta conoce de un paso reciente por Estudiantes de Buenos Aires.

Nacido el 7 de marzo de 1997 (28 años), en la provincia de Santa Fe, Elías Contreras hizo inferiores en Independiente de Avellaneda, llegando a jugar en la Reserva y firmando contrato profesional en julio de 2018, aunque sin debutar en la primera del "Rojo".

Un año después, el 2 de julio de 2019, Contreras es cedido a préstamo a Brown de Adrogué, en la Primera Nacional, debutando profesionalmente con la camiseta del "Tricolor", el 17 de agosto del mismo año, en el empate 1 a 1 frente a Atlético de Rafaela, ingresando a falta de doce minutos para el final del partido, en la primera de sus 18 apariciones.

De regreso a Independiente, tras su cesión en Adrogué, el 7 de octubre de 2020, Elías Contreras es nuevamente dado a préstamo, en este caso a Temperley, interviniendo en 38 partidos (cuatro por Copa Argentina) y convirtiendo dos goles en el "Gasolero".

Tras su retorno a Avellaneda, en diciembre de 2021, el 25 de enero de 2022, Contreras es cedido nuevamente a Brown de Adrogué, disputando 27 partidos (uno por Copa Argentina) y anotando un gol, en su segundo ciclo en el "Tricolor".

El 23 de enero de 2022 se incorpora ya como agente libre a Estudiantes de Buenos Aires, con Walter Otta como técnico, jugando 47 encuentros y convirtiendo cuatro goles, durante su estadía en Caseros.

En el medio, el 23 de junio de 2023 es cedido por Estudiantes de Buenos Aires a Güemes de Santiago del Estero, donde registra 16 presencias, sin goles, con el "Gaucho" santiagueño.

Tras su repesca a los seis meses y jugar todo 2024 con el "Pincha" de Caseros y tras la finalización de su contrato, el 3 de enero de 2025 se suma a Sportivo Luqueño, de la primera división del fútbol paraguayo, tomando parte en apenas dos encuentros, sumados a otras dos presencias en el banco de los suplentes, sin ingresar, totalizando 68 minutos efectivos en cancha, sin goles ni tarjetas.

Su último encuentro fue el 2 de junio del corriente, por la fecha 22 del Apertura paraguayo, en el empate 0 a 0 de local, frente a Ameliano.

En definitiva, Elías Fabián Luis Contreras, mediocampista o extremo diestro de 28 años y desde la fecha segundo refuerzo del Gallo, en la actual "ventana" de invierno, a préstamo hasta diciembre de 2026, registra un total de 143 partidos oficiales, 141 en nuestro país y dos en Paraguay, con siete goles convertidos como profesional, todos en nuestro medio.

Elías Contreras, el segundo del "invierno".


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domingo, 8 de junio de 2025

La ilusión que me condena

Morón consiguió un triunfazo frente a Colón de Santa Fe, en el postergado de la fecha 15 y finalizó la primera rueda con 30 puntos, en un expectante tercer puesto, a sólo tres unidades del líder zonal, Gimnasia de Jujuy, con un "sprint" final de ocho fechas sin derrotas, sustentado no sólo en los buenos resultados, sino en un rendimiento individual y colectivo que invita a la ilusión.

Con el único cambio obligado de Gastón González, en reemplazo del lesionado Pablo Ferreira, respecto del once de inicio que derrotara con esfuerzo y sacrificio, a un duro Chaco For Ever, hace una semana, en el mismo Nuevo Francisco Urbano, el equipo de Walter Otta jugó un gran primer tiempo, con un desgaste físico admirable, pudo sacar la diferencia con una definición exquisita de Fabricio Sanguinetti, tras una asistencia magnífica de Gastón González, uno de los más destacados, que jugó, ordenó y defendió (y hasta casi hace un golazo desde mitad de cancha), reivindicándose con apenas un partido de continuidad, de demasiadas críticas en los últimos tiempos, muchas de las cuales mal avenidas y desmedidas, para un jugador siempre importante, pero que en este torneo debió ser suplente, por el buen nivel del lesionado Ferreira.

En un primer tiempo parejo, ante un Colón de mala campaña, pero con el peso específico de sus nombres propios en cancha (tal el caso del "Puma", Emmanuel Gigliotti), y su historia reciente de campeón en la Liga Profesional y siempre con planteles ricos en individuales y en presupuesto, dada su obligación de rápido regreso a la máxima categoría de nuestro medio, el Gallo le opuso un "cara a cara" inteligente, presionándolo alto, para no dejar que sus medios progresen en el campo contrario con libertad, para obligarlo al error y con el paso de los minutos, a la desesperación de un "Sabalero" que necesita imperiosamente hilvanar una racha de triunfos, para acercarse siquiera a puestos de Reducido.

En un partido entretenido y de gran desgaste físico, "picante" y sin escatimar la "pierna fuerte", el Gallo supo controlar a su rival, más allá de una aproximación apenas iniciado el juego, de un centro desde la derecha, que por el sector opuesto del área, Tomás Gallay, el "11" santafecino, la elevaría por encima del travesaño.

Como contrapartida, el desequilibrio habitual del uruguayo Fabricio Sanguinetti, por el andarivel izquierdo, derivaría en un centro para que Emiliano Franco la empujara prácticamente al gol, pero una pierna salvadora la rechazaría providencialmente al tiro de esquina.

Entre dos equipos que evidenciaban propuestas ofensivas similares, procurando desnivelar desde las bandas, Sanguinetti resultaría el más "picante" del local, mientras que Federico Jourdan, instalado sobre la derecha del ataque visitante, haría que Iván Vaquero tuviese que "bailar con las más fea", respondiendo con eficacia en la marca de un elusivo y habilidoso número "8" de la visita.

En esa contexto de paridad referida, siempre Morón apareció como el más lúcido y peligroso con el balón en los pies, basado en su idea de juego colectiva, mientras que lo de Colón se circunscribía más a la voluntad que al juego asociado, potenciado por la aparición despareja de sus valores individuales, como Ignacio Lago, de dorsal "10" en el "Negro" santafecino.

Por eso, sobre la media hora del primer tiempo, Ivo Costantino recuperaría una pelota en el mediocampo (el sacrificio que aporta el "9" del Gallo es admirable), para que Gastón González, casi de primera y desde el círculo central, ensayara una asistencia magnífica con destino a la diagonal implacable de Fabricio Sanguinetti, entre el "2" y el "4" de Colón, para que el "7 bravo" de Morón "limpié" en velocidad, tal su costumbre, a ambos, en apenas unos metros y ante la salida del arquero, el "inoxidable" Marcos Díaz, la tocase de zurda y con clase rumbo al palo izquierdo, para el golazo de Morón y el delirio de todo el Oeste 

De allí y hasta el final de la etapa, habría más aproximaciones que llegadas con peligro en las áreas, "bancando" el Gallo sin demasiadas zozobras, una ventaja mínima que resultaba ajustada pero justa.

En el complemento y más allá de otra asistencia de gol, de Gastón González a Sanguínetti, esta vez definida de manera errática, apenas nomás iniciados los segundos 45', con el correr de los minutos, entre la necesidad del visitante y el desgaste físico, prodigado por el local, en especial en la primera etapa, que paulatinamente se iba haciendo cada vez más evidente, Colón manejó la acciones y se instaló en campo contrario, mientras que el equipo de Walter Otta apostó a una contra letal que liquidara el pleito definitivamente a su favor.

En la acción más clara de todo el encuentro, para la visita, Julio Salvá sacaría un remate "a quemarropa" del ingresado Lucas Bernardi, convirtiéndolo por esta enorme atajada y por otras (además de su manejo de los tiempos, cuando en los minutos finales Colón se venía con todo), en una de las figuras excluyentes del cotejo, casi como un acto de reivindicación para un Salvá que generó algunas resistencias, en su regreso al arco, tras su lesión, potenciadas por las buenas actuaciones de su reemplazo, Leandro Finochietto, pero como en el caso de Gastón González, más de una vez encarnizadas e injustas.

Con algo de sufrimiento en los instantes de cierre del partido (ya sin la figura fundamental de Mariano Bíttolo, lesionado y el debut del refuerzo, Ramiro Fergonzi), más por lo potencial, que podía generar un Colón que apostó, con escasas ideas, a los envíos aéreos, la defensa de Morón resistió siempre con eficacia y concentración (con un gran partido de Juan Manuel Cabrera, otro en el "podio"), dejando en infinidad de veces, en posición adelantada, a los puntas visitantes.

El pitazo final de Bruno Amiconi, de buen desempeño, resultó un bálsamo para los corazones del Gallito, que festejaron el segundo triunfo consecutivo, en esta seguidilla de partidos de local, que el próximo sábado finalizará recibiendo nada menos que a Almirante Brown, por la primera jornada de la segunda rueda.

Morón se quedó con tres puntos importantísimos, ante uno de esos rivales que, más allá de su buena o mala actualidad, marcan para qué está un equipo, de cara a la mitad final del torneo.

6 de 9.

Y que venga Brown.


@elgallogustavo.





miércoles, 4 de junio de 2025

Ramiro Fergonzi, para reforzar la ofensiva del Gallo

Finalizada la primera rueda del torneo de la Primera Nacional y de este modo, abierto el libro de pases de invierno, el Gallo iría en búsqueda de un zaguero por izquierda (tras la confirmación de la condena judicial a Nahuel Zárate, que lógicamente ya no forma parte del plantel) y de un delantero, concretando en las últimas horas, la llegada de un apellido conocido en la categoría, para la faz ofensiva: hablamos de Ramiro Ezequiel Fergonzi, de último paso en el Persik Kediri, de la exótica Shopee Liga 1, primera división del fútbol de Indonesia.

Nacido el 14 de mayo de 1989 (36 años), en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ramiro Fergonzi tuvo su debut profesional en 2008, en Colegiales, por entonces en la Primera "C" (obteniendo el campeonato y el ascenso con el "Tricolor" de Munro) y disputando tres partidos, sin convertir goles, siendo cedido a préstamo, a Unión San Felipe de Chile, en diciembre de 2010, con seis presencias y 133 minutos efectivos de juego, sin goles convertidos. 

A su regreso en Munro, con el "Tricolor" en la "B" Metropolitana, en junio de 2011 y hasta junio de 2014, Fergonzi intervendría en 75 cotejos, con 23 goles, lo que generaría el interés de Deportivo Español, por entonces también en la "Metro", disputando 54 encuentros con el "Gallego", de julio de 2014 a diciembre de 2015, con ocho tantos.

En 2016, Ramiro Fergonzi emigra a Almirante Brown, en la "B" Metropolitana, tomando parte en 18 partidos, con cuatro goles convertidos con la camiseta del "Mirasol".

El 11 de agosto de 2016 se "muda" a Flandria, por entonces en la Primera Nacional, disputando 44 cotejos y convirtiendo seis tantos en el "Canario".

Más tarde, el 8 de agosto de 2017 emigra a Santiago del Estero, para vestir la casaca de Atlético Mitre, en el Nacional, interviniendo en 22 encuentros, sumando 1896 minutos efectivos de juego, además de anotar cuatro goles, ser amonestado en cuatro ocasiones y expulsado en otras dos, una por doble amarilla y la restante por roja directa.

El 14 de junio de 2014 ficha para el Patriotas Boyacá, de la segunda división del fútbol colombiano, tomando parte en 17 cotejos, con dos goles convertidos en la campaña y 870 minutos en cancha.

En 2019, Ramiro Ezequiel Fergonzi se suma al Bhayangkara, de la segunda división del fútbol de Indonesia, tomando parte en 15 partidos, con 1245 minutos efectivos, cuatro tantos convertidos y una expulsión por doble amonestación.

Ese mismo año, Fergonzi recala en la segunda categoría del fútbol mexicano, más precisamente en el Atlético Zacatepec, donde disputa diez cotejos, con 531 minutos de juego, además de anotar un gol y resultar amonestado en una ocasión, sin tarjetas rojas.

En enero de 2020 regresa al país, como refuerzo de Chacarita Juniors, hasta junio de 2021, totalizando 22 encuentros con el "Funebrero", con cuatro goles convertidos, dos tarjetas amarillas y 654 minutos en cancha.

En junio de 2021, vuelve a emigrar, en este caso rumbo al fútbol peruano, para desempeñarse en Alianza Atlético Sullana, de la primera división, interviniendo en 14 partidos, con 814 minutos efectivos en cancha, dos tantos y una amonestación.

El 6 de enero de 2022 se "muda" al exótico fútbol de Indonesia, fichando para el Persipura Jayapura, de la primera división, jugando 14 encuentros, con 1167 minutos de juego, además de convertir tres tantos y resultar amonestado en una oportunidad.

El 7 de junio del mismo año emigra al Persita Tangerang, también en la máxima categoría de Indonesia, donde en dos temporadas, interviene en 68 partidos, convirtiendo 23 goles, con once tarjetas amarillas y un total de 5594 minutos efectivos en cancha.

Finalmente, el 9 de julio de 2024, Ramiro Fergonzi emigra al Persik Kediri, de la primera división de Indonesia, disputando 29 cotejos, con nueve goles y una asistencia, además de resultar amonestado en una ocasión y ser expulsado en otra, por roja directa, totalizando 2502 minutos de juego. 

Su último partido oficial fue el pasado viernes 23 de mayo, en la derrota del Persik, 2 a 1 de local frente al Borneo FC, convirtiendo el tanto de su equipo y jugando los 90 minutos.

En definitiva, Ramiro Ezequiel Fergonzi, delantero centro diestro, que también puede desempeñarse como extremo por ambos flancos, de 36 años y procedente del fútbol de Indonesia y desde la fecha, refuerzo del Gallo a préstamo hasta diciembre de 2026, totaliza 436 partidos oficiales, 311 en nuestro país y 125 en el exterior, con 67 goles convertidos como profesional, 38 en nuestro medio y 29 fuera del país.

Ramiro Fergonzi, para reforzar la ofensiva del Gallo.


@elgallogustavo.