sábado, 30 de abril de 2022

Técnico que debuta, gana!

Comenzó el ciclo de Gastón Coyette como director técnico del Gallo y de la mejor manera, no sólo por el contundente 3 a 1 sobre San Telmo, conseguido con autoridad y auspiciosos momentos de buen fútbol, en especial en el primer tiempo, sino también porque en apenas algunos días de trabajo, el plantel parece haber asimilado algunas de las premisas básicas, que definieran el estilo y la búsqueda del nuevo entrenador en sus primeras exposiciones públicas, en los medios partidarios del "Mundo Morón".

En efecto, ante el "Candombero", el Gallo procuraría ser protagonista desde el minuto cero, a partir de la posesión del balón y la salida rápida, en especial por las bandas, con Alan Schönfeld (de regreso a su mejor nivel) y Fernando Bersano (nuevamente entre los más destacados), para provocar el desequilibrio con los "extremos", a quienes su sumarían los marcadores de punta, a partir de la subida permanente de Leonel Bontempo (capitán y también en el "podio") y la menos frecuente de Damián Adín, de regreso a la titularidad, siempre alternándose en las "trepadas" ofensivas, a fin de no comprometer el retroceso ni alterar el equilibrio defensivo.

Asimismo, con Gastón González más "suelto" y con menos "obligación" de marca, este Morón de Coyette recuperaría a su jugar más relevante, a la hora de la distribución criteriosa del balón y la búsqueda de "sociedades" futbolísticas, con un buen partido de Santiago Ubeda, como único "5" y la mejora en el rendimiento de Rodrigo Sayavedra, en función de "interno" y dispuesto a participar y dotar de claridad a esos circuitos futboleros que tanto hicieron falta en lo que va del torneo.

Sin la pelota, Morón buscó presionar desde la salida de "Telmo", para generar el error visitante en campo rival y acelerar la contra, aprovechando la rapidez de sus extremos y el "pivoteo" de Mateo Levato (de buen partido en sus movimientos, pero otra vez errático frente al arco de Luis Ardente), logrando tomar desacomodado en más de una ocasión a la visita y fundamentalmente, "defenderse" con la pelota y bien lejos de su arco, para que la última línea y Bruno Galván, pudieran "disfrutar" de una tarde "tranquila", como hace bastante no tenían (con la buena noticia adicional del retorno de Cristian Paz, el más rendidor y regular, ausente en Chaco por suspensión).

Así las cosas, superado el primer cuarto de hora, Morón comenzaría a sentirse más seguro con el balón y cómodo en el trámite del partido, tanto es así que a los 18' de juego, Leonel Bontempo anticipara y se aventurara en ataque con decisión, "asociandose" con Rodrigo Sayavedra, para habilitar por izquierda la llegada al fondo de Fernando Bersano, cuyo centro daría en la mano, separada del cuerpo de Nicolás Romat, primer zaguero central visitante, acción que Nahuel Viñas sancionara con penal. Un minuto más tarde, Gastón González, con un derechazo suave y con "clase" a la izquierda de Luis Ardente, comenzaría a darle mayor justicia a la tarde del Nuevo Francisco Urbano, con el 1 a 0 del Gallo.

Sin permitir la "reacción" del rival, Morón siguió "yendo" con los mismos argumentos, en búsqueda del segundo gol, a la vez que no sufriría de modo alguno, el partido en sus últimos metros, pese a la necesidad de San Telmo, de ir en procura del empate.

De esta manera, sobre los '37 de la primera mitad, Bersano generaría una infracción en la banda zurda, a la altura del área rival, para que el "guante" que González tiene por pie diestro, le diera un "pase gol" a la cabeza de Alan Schönfeld, que ingresando por el primer palo, con igual dosis de sorpresa que de "polenta", desviara el balón al segundo tanto local, dejando virtualmente "parado" a Ardente, el experimentado "1" visitante.

Ya en el complemento, Morón cedería la iniciativa a la necesidad de "Telmo", que se apoderaría del control territorial y de la pelota, pero lejos de generar zozobra en el arco del Gallo, a partir de la contra, "sufriría" el desarrollo del segundo tiempo en su propio arco, ante un equipo de Coyette que debió hallar el tercer "festejo" mucho antes, de no mediar algunas malas decisiones en el pase final y la "pólvora mojada" de Mateo Levato, que tuvo un par de chances para ampliar la diferencia y no supo aprovecharlas.

Hasta que a los 37' de la etapa final, Alan Schönfeld dejara en el camino, por velocidad y potencia a su marcador, llegara al fondo y pusiera un centro al "corazón del área", para que Alan Salvador, que había ingresado momentos antes por Bersano, de zurda, le "rompiera" el arco a Luis Ardente.

Con el 3 a 0 contundente y merecido, y el buen ingreso de Santiago Coronel (en lugar de Sayavedra), para manejar los hilos del contraataque, Morón se encontraría tan cómodo con el trámite, como en el resultado, que la visita, de tanto ir, hallaría un "hueco" por la izquierda, para que el envío al segundo palo, encontrara solo a Horacio Martínez, a los 42' del complemento, para que el "Candombero" descontara en una jugada aislada y "decorara" un poco la "chapa" final, de un partido en el que jamás pudo comprometer el buen andar del Gallo.

En definitiva, comenzó la "era Coyette" y de la mejor manera.

Pero no sólo por el resultado y la tercera victoria en trece fechas, sino por un funcionamiento más que auspicioso, con apenas una semana de trabajo.

Ahora, a confirmar todo lo bueno, en Mendoza, en una auténtica "prueba de fuego".

Por lo pronto, hoy el Oeste es pura "sonrisa" y por como venía la temporada, también es legítima y moderada esperanza.

Ya lo dice el viejo apotegma futbolero: "técnico que debuta, gana"!.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.

lunes, 25 de abril de 2022

Gastón Coyette, es el nuevo DT

Luego del alejamiento de Alejandro Orfila, de la dirección técnica del Deportivo Morón y el breve interinato de la "dupla" conformada por Alejandro "Chiche" Migliardi y Joaquín Iturrería, este lunes fue "presentado en sociedad" el nuevo entrenador del Gallo, que tendrá la compleja tarea de hallarle un rumbo a un equipo que parece "quebrado" futbolística y anímicamente, con doce unidades en once partidos y tan sólo seis goles a favor, con dos triunfos en lo que va del certamen: se trata de Walter Gastón Coyette (se lo conoce por Gastón, sin el "Walter"), de último paso por Alvarado de Mar del Plata y que como técnico, ascendiera a Chacarita a Primera en 2017 y que firmara con el Gallo por el término de un año.

Nacido el 28 de enero de 1976 (46 años) en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, Gastón Coyette fue un volante ofensivo o enganche, que debutó como jugador en Lanús, en 1994, disputando 113 partidos en sus tres períodos en el "Granate" (1994-1997, 1999-2000 y 2001-2002), en el inicio de una extensa y exitosa carrera, que incluyera pasos por el fútbol español, mexicano y ecuatoriano. A saber: Leganés de España (1997-1998), Platense (1998-1999), Atlas de México (2000-2001), Argentinos Juniors (2002-2003), Unión de Santa Fe (2003), Deportivo Quito de Ecuador (2004), Juventud Antoniana de Salta (2004-2005), Huracán (2005-2006 y 2007-2008), Quilmes (2006), para "colgar los botines" con la casaca de Chacarita (2008-2009).

Como futbolista, fue parte del plantel de la Selección Juvenil Sub-20, que obtuvo el título en el Mundial de Qatar, en 1995 y un año más tarde, en 1996, se consagró campeón de la "Copa Conmebol" con Lanús. Además, ostenta dos ascensos a Primera división, uno con Huracán, en 2007 y el restante en 2009, con el "Funebrero".

Su primera experiencia como entrenador, se remonta a 2010, donde entre enero y septiembre se desempeña como ayudante de Diego Cocca, en Gimnasia y Esgrima La Plata, por el lapso de 29 partidos. Al año siguiente, entre febrero y septiembre de 2011 y siempre como ayudante de campo de Diego Cocca, asume en el Santos Laguna mexicano, por espacio de 22 encuentros. Luego, entre octubre de 2011 y febrero de 2012 acompaña a Cocca en Huracán y su última experiencia como ayudante, la realiza en la Selección Nacional Sub-17, al mando de Miguel Angel Lemme, de enero 2015 a febrero 2016.

El 25 de febrero de 2016 asume su primera experiencia como técnico principal, en el club con el cual se "despidiera" del fútbol profesional: Chacarita Juniors, donde dirige en 73 cotejos, con 35 triunfos, 18 empates y 20 derrotas, con 91 goles a favor y 61 en contra, y una efectividad del 56,16 por ciento, que lo llevara a ascender con el "Funebrero" a Primera División, en julio de 2017. Tras 647 días en el cargo, el 3 de diciembre de 2017, cesa como entrenador de Chacarita, tras una magra campaña en la máxima categoría de nuestro medio, con diez victorias, ocho empates y otras tantas derrotas, al cabo de 26 partidos.

El 18 de abril de 2018 acepta la conducción técnica de San Martín de San Juan, club en el que permanece por espacio de 155 días (hasta el 20 de septiembre de 2018) y tan sólo nueve cotejos, con dos victorias, tres igualdades y cuatro caídas, y un porcentaje de efectividad apenas superior al 30 por ciento. El 27 de septiembre de 2018 asume en San Martín de Tucumán, donde permanece 142 días y 14 partidos, con tres triunfos, seis empates y cinco derrotas, y una efectividad inferior al 40 por ciento, hasta su dimisión el 16 de febrero de 2019.

El 17 de septiembre de 2019, afronta su única experiencia como entrenador principal, fuera del país, hasta la fecha, en Unión La Calera de Chile, por espacio de 80 días y apenas cinco cotejos (dos victorias, un empate y dos caídas), cesando en sus funciones el 6 de diciembre de 2019. 

De regreso en nuestro país, el 1° de julio de 2020 se "calza" el "buzo" de técnico en Alvarado de Mar del Plata, su última experiencia, donde permanece en el cargo durante 635 días y 48 encuentros, con 15 triunfos, 13 empates y 20 derrotas, con una efectividad del 40,97 por ciento, hasta su cese el pasado 28 de marzo de 2022.

En definitiva, y más allá de los números de su carrera, desde la fecha, Gastón Coyette, tendrá la complicada misión de "levantar" futbolística y anímicamente a un Morón, que "deambula" por la tabla de posiciones, en el puesto 26° entre 37 equipos.

Finalmente, el staff del nuevo entrenador se completa con:

✅ Germán Zilberberg - AC

✅ Gabriel Ramón - AC

✅ Manuel Sánchez - PF

✅ Emiliano Romero - PF

✅ Sebastián Gambetta - EA

✅ Vicente Barrios - Analista de Video

✅ Ignacio Balletti - Analista de Video.


Ojalá, esta vez, el "CoyOte" logre atrapar al "Correcaminos".


@elgallogustavo.



               📸: Deportivo Morón.


domingo, 24 de abril de 2022

Ineficacia "for ever"

Tras la salida de Alejandro Orfila, luego del empate a cero con San Martín de San Juan y con quien se acordara una rescisión con cargo hasta el 15 de mayo, Alejandro "Chiche" Migliardi (una vez más, como ante cada "crisis" futbolera, de 2018 a la fecha) y Joaquín Iturrería, coordinador de inferiores, se harían cargo provisoriamente del primer equipo, con el desafío de visitar a Chaco For Ever, en Resistencia, en el "horizonte" más cercano.

Así las cosas, el Gallo visitaría al "Negro" chaqueño, con varios cambios respecto del último "once", dispuesto por Orfila: en el arco, la vuelta de Bruno Galván por Juan Martín Rojas; Mariano Bracamonte por primera vez desde el arranque, como lateral diestro, en reemplazo del suspendido Cristian Paz, generando el corrimiento a la zaga de Cristian Broggi, en el rol de primer marcador central (la posición que sostuviera Orfila desde su arribo al club, y en la que más tarde, jamás lo utilizara a "Chucky"), con Lucas Abascia completando la "cueva" y Leonel Bontempo, en su segundo partido en la temporada por la banda izquierda.

En el mediocampo, la nueva ausencia obligada por lesión, del capitán Cristian Lillo, determinaría una de las mayores "sorpresas" de la "dupla", inclinándose por el debut absoluto de Pablo Ferreira como volante central, relegando a Santiago Ubeda, quien ni siquiera resultara convocado (con Gastón González por derecha y Santiago Coronel por el sector opuesto), y por delante, Alan Schönfeld, un poco más "arriba", para procurar el desequilibrio por derecha, con Mateo Levato por el centro y Fernando Bersano por la banda zurda del ataque visitante.

Y respeto de Pablo Ferreira, la "dupla" no se equivocaría en la elección, con un partido más que interesante del joven de tan sólo 17 años, con buen pie para el primer pase y fundamentalmente, mucha personalidad para "trabar", "pelear" y de ser necesario, ponerse "cara a cara" con colegas rivales, que lo doblaban en edad y ni hablar en experiencia.

En el primer tiempo, y en especial, en los primeros minutos de partido, se vería lo mejor del equipo de Migliardi e Iturrería, anticipando a su rival casi desde la salida, para imponerse por velocidad y juego asociado, tanto es así que en apenas diez minutos, Morón le generaría a Chaco For Ever, dos ocasiones inmejorables de gol, la primera, al minuto de iniciado el cotejo, con una "trepada" de Alan Schönfeld hasta dentro del área rival, aunque sin tiempo ni espacio para buscar la descarga por el medio y a los '10, luego de otra muy buena acción colectiva, con Gastón González como asistidor, el pase "entre líneas" dejaría "cara a cara" a Mariano Bracamonte con el "1" local, con un remate alto y defectuoso del lateral del Gallo.

En ese primer cuarto de hora, en el que Morón debió sacar diferencia en el marcador, la visita dominaría las acciones y "maniataría" al local, de tal manera que al equipo de Daniel Cravero, "perdido" y confundido en el campo, ante su gente, demoraría hasta los 20 ó 25 de la etapa inicial, hasta ajustar las marcas por el sector izquierdo de su defensa (donde el Gallo armaría sus mejores avances) y arrimaría algún peligro esporádico al arco de Bruno Galván, por intermedio de algún tiro libre. En este punto, es de subrayar que Morón cometió el error recurrente de generar demasiados tiros libres evitables, en ambos laterales y por el centro, permitiendo al local ganar en confianza y "meterse en partido".

Luego de aquella "meseta", en la que Morón permitiera que Chaco For Ever emparejara el trámite, los dirigidos por Migliardi e Iturrería retomarían el control de las acciones, generando otras dos oportunidades muy claras de gol, como la que Fernando Bersano, ingresando por el centro, elevaría por encima del travesaño, "apareado" por su marca y unos minutos más tarde, la llegada franca y solitaria de Mateo Levato, que sin ángulo para rematar al arco, decidera buscar a Schönfeld por el medio, aunque sin la suficiente precisión, para concretar una justificada diferencia.

Hasta que, sobre los '42 de la primera etapa, y cuando el 0 a 0 con destino al entretiempo, ya implicaba un "premio" excesivo para los chaqueños, y un "castigo" para la reiterada falta de precisión y contundencia de Morón, luego del rechazo en defensa, de una infracción concedida por Mariano Bracamonte en la derecha, la pelota derivaría en el sector opuesto, donde el volante central de Chaco For Ever, Emanuel Díaz, efectuara una "suerte" de rechazo alto y largo, con destino al arco de Galván, que para sorpresa de propios y extraños, lo encontrara al "1" de Morón unos pasos adelantado, tanto como para que el balón se metiera a sus "espaldas", pese al esfuerzo final por evitar la conquista local, casi de "casualidad" y sin proponérselo.

Tal vez, pudo haber habido algún empujón, complicado de advertir a la distancia, puesto que Matías Romero, el "9" local se hallaba en el área chica y en procura del balón, pero en definitiva, la figura del Gallito en varios partidos, para sostener el cero, como Bruno Galván, en esta ocasión cargó con la responsabilidad de un gol de "otro partido", para darle la ventaja a los chaqueños, de manera inmerecida, casi en el epílogo del primer tiempo, y como suele pasar con los arqueros, cuando tienen la desgracia de equivocarse, el yerro se suele pagar con un gol en contra.

En el complemento, ya Morón no fue el mismo de los primeros '45, donde se impusiera a partir del buen desempeño de Santiago Coronel, y pese a la obligación de ir por el empate, le costaría mucho más acercarse con criterio y peligro al arco local, y en las pocas que tuvo (un remate dentro del área de Alan Schönfeld, un tiro libre de Gastón González y una "mano a mano" de Levato), se toparía con buenas reacciones de Gastón Canuto, el buen arquero chaqueño y en especial, con el "karma" que acompaña (para mal) a este equipo desde el inicio de la temporada: la preocupante falta de "puntería" y la anomia recurrente de gol.

Para colmo, en la última línea propia, las cosas habrían de complicarse más de una vez, otorgándole a Chaco For Ever la posibilidad de ampliar la ventaja, que por entonces comenzaba a justificar,  no tanto por méritos propios, sino por deméritos de Morón, tanto que en una jugada, contó con la "ayuda" impensada de un perro, que ingresara dentro del área visitante, en pleno juego, y cuando Matías Romero se aprestaba a rematar al arco, desde una posición favorable, el "amigo" canino corriera a la par de la pelota, incomodando el derechazo final y muy desviado del delantero centro local. 

Asimismo, un rato después, a partir de otra infracción innecesaria sobre la izquierda del ataque local, un tiro libre de Alvaro Cuello "reventaría" el poste derecho de Galván, previo desvío en el propio Bruno, en una acción que bien pudo "sentenciar" el resultado, bastante antes del pitazo final de Juan Pafundi.

Demasiado "premio" para Chaco For Ever y excesivo "castigo" para Morón, los goles que el Gallo no supo capitalizar, en especial en la primera etapa, los "pagaría" muy caro, con un gol increíble, del que jamás se pudo recuperar.

El Gallo jugó mejor y mereció mayor suerte, pero el fútbol se resume en convertir los goles en el arco rival y evitar los ajenos en el propio.

Y en ese aspecto, cumpliendo apenas con esos escasos y básicos argumentos, a Chaco For Ever le alcanzaría para quedarse con los tres puntos y complicar aún más a un atribulado Morón.


@elgallogustavo.



         📸: Alejandra Busto.


domingo, 17 de abril de 2022

Un final anunciado

"Triste... Y final"?... Titulábamos el pasado domingo 3 de abril, tras la derrota de local, frente a Estudiantes de Buenos Aires, porque presumíamos el final de un ciclo, de manera irreversible, más allá que en los días subsiguientes, la "agonía" de un final anunciado se hubiese prolongado innecesariamente, durante dos cotejos más, entre las "renovaciones de confianza" tácitas, las "ganas de revertir" las cosas, casi de rutina y en especial, la falta de recursos económicos para afrontar una rescisión unilateral, en tanto y en cuanto no sobreviniera una renuncia, que a la sazón, jamás sucedió, pese a dos nuevos empates y con "sabor" a "más de lo mismo".

Decimos esto, porque luego de la igualdad en cero de este sábado 16 de abril, de Semana Santa, ante San Martín de San Juan, Alejandro Orfila dejó la dirección técnica del Deportivo Morón, aunque no por decisión propia, sino por pedido de la secretaría técnica y la dirigencia, quienes cesantearon en sus funciones al ahora ex entrenador del Gallo, que en su corto y opaco paso por el club, apenas cosechó 12 puntos, producto de dos triunfos, seis empates y tres derrotas, con un porcentaje de efectividad de 36,3 por ciento de los puntos en juego, además de convertir seis goles en once jornadas, con idéntica cantidad de tantos en contra (logrando su primer gol en el certamen, para su también primera victoria, en la séptima fecha, ante Rafaela en el Oeste) y lo más llamativo y contundente, en su pobre estadística, de haber utilizado 24 jugadores del plantel, lo que claramente indica que Orfila jamás encontró un equipo base.

Por si fuera poco, en este sentido, el concepto de "versatilidad", esgrimido públicamente por el ahora ex entrenador, Alejandro Orfila, no sabemos si generó molestias o no entre sus dirigidos, porque uno no está en el "día a día" del plantel, pero lo cierto es que, la decisión de darle la titularidad a un futbolista, cualquiera que sea, para a la fecha siguiente, ni siquiera convocarlo al banco de los suplentes, seguramente no contribuyó jamás a fomentar la confianza entre los jugadores, generando una "rotación" permanente de nombres, que a cualquiera de nosotros mismos y en el ámbito laboral que se trate, nos hubiese provocado incomodidad e incertidumbre.

De hecho, en el cotejo con los sanjuaninos, Orfila tomaría decisiones tácticas llamativas, como enviar al banco a Bruno Galván (una de las vallas menos vencidas del torneo y figura del empate precedente en Villa Crespo), para el ingreso de Juan Martín Rojas, con escasos minutos en cancha, de manera oficial, desde hace un buen tiempo a esta parte.

En la misma línea, también llamaría la atención, el cambio de Alan Schönfeld como lateral derecho (puesto que conoce de su pasado, pero no precisamente reciente) por Cristian Broggi, además de "darle un descanso" obligado a Gastón González, con destino al banco de los suplentes, que si bien el "Mellizo" no se halla atravesando por un buen momento, ni mucho menos, en un equipo con muy escasa generación de juego, prescindir de Gastón González, no parecía a priori, de las decisiones más acertadas.

Más allá de "versatilidades", "rotaciones" cuestionables y un bajo nivel general en muchos de los protagonistas salientes de la última campaña, Morón frente a San Martín de San Juan repetiría una actuación regular, con algunas "grageas" de juego, en especial a través de Santiago Coronel y Gonzalo Salega, y el desequilibrio que otra vez generaría Fernando Bersano, como extremo izquierdo, que dejaría un par de veces en situación de gol a sus compañeros, al igual que ocurriese en el empate uno a uno, ante Atlanta en Villa Crespo, el pasado fin de semana (y en esas oportunidades, la falta de precisión y puntería, frente al arco contrario, justificaría el por qué de los escasos seis goles en once partidos).

Pero como ocurriese durante todo el campeonato, a lo largo del poco más de 25 por ciento de certamen disputado, serían "arrestos" y "momentos", demasiado esporádicos y discontinuos, como para pretender ganar con autoridad el encuentro y mucho menos, ilusionarse con una mejora del rendimiento individual y colectivo, a futuro inmediato.

En definitiva, empató Morón 0 a 0 con los sanjuaninos y Alejandro Orfila dejó de ser el director técnico.

Un final anunciado, tiempo antes, que solamente el protagonista principal y algunos secundarios, parecían no registrarlo.

"Triste y final"... Ahora sin signo de pregunta.

"Borrón y cuenta nueva", por el bien del Gallo.


@elgallogustavo.



        📸: Archivo, Alejandra Busto.



sábado, 9 de abril de 2022

Rescató un punto importante, adentro y afuera

Al cabo de un semana complicada para el Deportivo Morón, tras la derrota de local frente a Estudiantes de Buenos Aires, y en especial de su cuerpo técnico, severamente cuestionado por el magro rendimiento del equipo en nueve fechas, tanto en los resultados como en el desempeño futbolístico, el partido de este sábado ante Atlanta, en Villa Crespo, asomaba como el "Día D", para Alejandro Orfila, nada menos que en la "casa" de una de las peores "bestias negras" de la historia del Gallo, y con quien el entrenador de Morón viviese uno de sus mejores momentos como DT, con el ascenso "Bohemio" al Nacional.

Por si fuera poco, la desmesura en las sanciones del Tribunal de Disciplina de AFA, impuestas a Franco Verón y Luis López (expulsados con el "Pincha" de Caseros), ambos sancionados con cuatro fechas, a partir del informe elevado por Pablo Giménez, otro de los árbitros impresentables que ofrece la categoría, con la venia "cómplice" de Federico Beligoy, encargado de un Escuela de Árbitros que genera vergüenza ajena e impotencia propia, por la impunidad con la que se manejan, dentro y fuera de la cancha demasiados arbitrajes en el fútbol argentino, obligaban a nuevos cambios en el once inicial (con Lucas Abascia y Alan Salvador, en reemplazo de los "castigados" con desusado rigor), dentro de un equipo que se jugaba mucho más que tres puntos, en Villa Crespo, en particular de la línea lateral hacia inmediatamente afuera.

Dentro de un primer tiempo entretenido, por las urgencias de ambos, Atlanta manejaría el balón, a partir de sus hombres de mejor "pie", como Juan Galeano, Evelio Cardozo y Julián Marcioni, quién precisamente, antes del segundo minuto de juego, "desnudaría" la mayor falencia defensiva de la visita, durante toda la jornada, llegando al fondo por el sector izquierdo de la defensa de Morón, para enviar un centro a media altura que por muy poco, Gonzalo Klusener no lo transformara en la primera ventaja "Bohemia".

En efecto, la banda zurda de la última línea del Gallito, resultaría el "Talón de Aquiles" del equipo en la tarde de Villa Crespo, a partir de los problemas en la marca evidenciados por Lucas Angelini, que además, en consonancia con la  pretensión táctica de "soltar a los laterales en ataque", complicaría el retroceso del "3" visitante, debiendo en más de una ocasión, acudir a la cobertura Lucas Abascia, la mayor parte de las veces con acierto y buen "timming".

A partir de esta situación, Atlanta comenzaría a generarle peligro a la defensa de Morón, con dos remates desde media distancia, del propio Marcioni, ambos bien contenidos por Bruno Galván, sumados a un "mano a mano" desperdiciado por Lucas Molina, el "4" local (que tendría "revancha" en el complemento) y otra de las más claras, en la que Julián Marcioni se apuraría en "desviar" al gol, sobre el poste izquierdo de Galván.

Sin embargo, un Morón sin tenencia y nuevamente carente de ideas y con escaso juego asociado, a partir del bajo nivel que viene mostrando Gastón González (en una función dentro del campo, que entendemos lo restringe, lo limita y en definitiva, lo desaprovecha y "frustra") y de Rodrigo Sayavedra, quien hasta la fecha no pudo demostrar el juego y la claridad que le conociéramos de sus pasos anteriores, como en Mitre de Santiago del Estero y Estudiantes de Caseros, se las arreglaría para generarle un puñado de ocasiones de gol, realmente muy claras al arco de Francisco Rago, como la jugada individual de Mateo Levato y su remate junto al poste diestro, bien desviado por el "1" local, la "palomita" de Lucas Abascia, tras el tiro de esquina desde la izquierda, cuyo "frentazo" se perdiera apenas afuera por el "caño" zurdo de Rago y casi sobre el final de la etapa, el desborde de Alan Schönfeld (que parece ir recuperando poco a poco, el nivel del torneo pasado), que no pudo ser conectado por ningún compañero, cuando la defensa estaba por completo a "contrapie".

En el complemento y otra vez, al igual que en la derrota con el "Pincha" de Caseros, casi desde el "vestuario", a los 6 minutos, Atlanta encontraría la diferencia, que en la primera mitad se le negara, entre la propia falta de puntería y las atajadas de Bruno Galván, cuando Matías Medina, el lateral derecho local, le "rompiera" el arco al "Araña" (en la única que no pudo intervenir), luego de un remate desde afuera del área, de Ramón Fernández, rechazado en primera instancia por Bruno y cuyo rebote, fuera nuevamente impulsado al arco y "punteado" en el camino por Klusener, para "allanar" el terreno al remate furibundo y goleador de Medina.

En los minutos siguiente, los peores de Moron en el partido, el "Bohemio" presionó a la visita, en procura de definir el cotejo, emergiendo la figura excluyente de la tarde: Bruno Galván, fundamental para mantener al Gallo en partido, en desventaja y luego sostener el empate, por ejemplo, con una doble tapada fundamental frente a Gonzalo Klusener.

En ese lapso, Alejandro Orfila enviaría al campo de juego a Santiago Coronel, Fernando Bersano y Gonzalo Salega, en lugar de Rodrigo Sayavedra, Gastón González y Cristian Broggi, que se sumaban a la modificación en el entretiempo, de Santiago Ubeda por Cristian Lillo, con una molestia en la cintura.

Y los cambios le modificarían la fisonomía al Gallo, en especial por los buenos ingresos en partido de Coronel y en especial, de Fernando Bersano, quien comenzaría a desnivelar desde la banda izquierda, primero para ganarle a su marca, ingresar al área y rematar "a quemarropa" sobre Rago y a los '17, para enviarle un "pase a la cabeza" a Mateo Levato, para que el "9" del Gallo, otro de los destacados, de cabeza y de pique al piso, le cambie el palo al arquero de Atlanta, en una gran definición para su segundo "grito" en el campeonato y el empate en uno en Villa Crespo.

A partir de la igualdad, se vería lo mejor de Morón en el encuentro, con el referido Bersano ganando una y otra vez, desde la izquierda, para habilitar a los delanteros y Santiago Coronel manejando los "hilos" en el medio, lapso en el cual Morón tuvo alguna chance más y podría haber dado vuelta el resultado, pero faltó tranquilidad y mejores decisiones en las "puntadas" finales.

En los últimos diez del partido, más el agregado de Luis Lobo Medina, de buen desempeño, ya en un partido "quebrado" en el mediocampo, sin transiciones entre las ofensivas de uno y otro, Atlanta "apretaría" a Morón sobre su arco, aunque "chocando" siempre con la seguridad de Galván y de otro de los destacados de la tarde, Cristian Paz, una vez más de muy buen partido, ratificando su condición de jugador más regular e indispensable para la defensa del Gallito.

El pitazo final del árbitro, determinaría un reparto de puntos justiticado, entre un Atlanta que lo pudo ganar, pero se "topó" con Bruno Galván y la propia ineficacia de sus delanteros, y de un Morón que casi sin tenencia del balón, durante la mayor parte del encuentro, generó más situaciones que en la sumatoria de varios partidos anteriores y que luego del empate, lo justificó y hasta pudo llevarse algo más.

Veremos si esta vez, se trata de otro "espejismo", o por el contrario, de una mejora (la del segundo tiempo), que pueda consolidarse el próximo sábado, cuando reciba a San Martín de San Juan, en el Oeste.

En definitiva, Morón "rescató" un punto importante. Adentro y afuera.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


domingo, 3 de abril de 2022

Triste... Y final?

Y en definitiva, las dos victorias consecutivas (laboriosas y sin sobrarle nada) parecieron más un "espejismo", en el "desierto" futbolístico de un equipo que sigue sin encontrar el rumbo, al cabo de nueve fechas del torneo, más que el inicio de un proceso de "mejora continúa", que debía confirmarse en el compromiso frente a Estudiantes de Buenos Aires, en el Nuevo Francisco Urbano.

Por desgracia, lejos de esto último, Morón volvió a perder, frente al conjunto de Walter Otta, que le supo ganar el partido con demasiado poco, más allá del aprovechamiento integral de los errores y la impotencia de un Gallo, que "deambula" por la cancha sin idea de juego, ni volumen de fútbol, y lo que resulta más preocupante, desde el banco de los suplentes no asoman las soluciones, ante la presencia de un Alejandro Orfila que parece más "perdido" y confuso que los propios protagonistas dentro de la cancha.

En concreto, el Gallo jugó tal vez su peor partido en lo que va del campeonato, y eso que fueron varios los encuentros y los momentos en el que Morón decepcionó, porque en poco más de 90 minutos de juego, apenas logró acercarse en una sola ocasión con cierto peligro, al arco visitante (en el primer tiempo, mediante un remate alto de Gastón González), y luego, mientras estuvieron once contra once, volvió a ser el equipo impreciso y carente de ideas, por ejemplo, de la también derrota de local ante Chacarita, repitiéndose en su incapacidad para generar juego en el medio y su prolongación en una ofensiva incapaz siquiera de preocupar a la última línea del "Pincha".

Por si fuera poco, la desatención colectiva en el gol de Estudiantes, al minuto de juego del complemento, tras un centro desde la derecha, rechazado a medias por Bruno Galván y en segunda jugada, corregido de cabeza al gol por Stefano Brundo, el "2" de la visita, la impotencia futbolistica de conjunto, derivó en un nerviosismo descontrolado (al igual que ocurriera en Adrogué y frente al referido Chacarita), más allá de algunos fallos arbitrales reprochables de Pablo Giménez, Morón perdió la "compostura" por deméritos propios y vio cómo Luis López, primero, era bien expulsado por el árbitro, ante dos jugadas de amarilla evitables y, más tarde, la roja directa a Franco Verón, en este caso apresurada, ante una infracción común y un "encontronazo" posterior, de los habituales en nuestro fútbol, pero también es cierto, de un zaguero zurdo local, que parece jugar siempre al límite del reglamento y por lo tanto, "conviviendo" con el riesgo latente de una expulsión.

En este aspecto, también resulta llamativa la ausencia de "reflejos" del cuerpo técnico, porque al igual que ocurriera con la expulsión de Santiago Coronel ante Brown de Adrogué, la segunda amonestación al "Animal" López se "veía venir", con el "9" de Morón ya amonestado (minutos antes, por una tontería para un jugador de su trayectoria, al patear lejos una pelota, luego de sancionarle una falta en ataque) y en un estado de evidente nerviosismo, como varios de sus compañeros, "cruzándose" con los rivales y protestándole todo al árbitro del encuentro, hasta que, previsiblemente, "atropellara" con descuido a un defensor visitante y terminara camino a las "duchas", en una segunda acción que pudo ser evitada por Orfila, con un reemplazo a tiempo.

Y si once contra once, hablamos dicho que a Morón no se le había "caído una idea" , primero con un hombre de menos y luego con nueve jugadores, debió recurrir a Bruno Galván (con un par de atajadas importantes en las pocas contras propuestas por el "Pincha"), para mantenerse en partido desde lo meramente "formal", porque desde el desarrollo, el resultado le había resultado "lejano" desde el pitazo inicial.

En definitiva, lejos de confirmar una mejoría, como podíamos suponer en la previa, al influjo de una mayor tranquilidad, luego de la racha de dos triunfos en "fila", Morón volvió a jugar muy mal y a perder bien, frente a un Estudiantes de Buenos Aires que lo superó con demasiado poco.

Con un cuarto de campeonato disputado (nueve jornadas de 36 efectivas, descontada la fecha libre), parece complicado que este Morón de Orfila pueda encontrar el rumbo y enderezar el "barco", por lo menos en lo inmediato, cuando lejos de comprobarse mejoras, lo que se observa es un rendimiento muy pobre, desde lo colectivo (más allá de la voluntad y el sacrificio, que no están en discusión), sin argumentos futbolísticos para "torcer" la historia, tanto dentro como fuera de la cancha.

Triste... Y final?.


@elgallogustavo.


     
        📸: Prensa, Club Atlético Estudiantes.