domingo, 30 de marzo de 2014

A diez pasos del “patíbulo”…

A diez pasos del “patíbulo”de la “C", y tan cerca del “infierno tan temido”, que resulta inverosímil estar viviendo este calvario, inimaginable a comienzos de temporada.

Por lo general, suele afirmarse que el “triunfo” tiene muchos “padres” y que, en contraposición, la “derrota” suele ser “huérfana”. En contraste, en nuestro anunciado y particular suplicio, la increíble debacle cuenta con varios progenitores, biológicos y “putativos” (fundamentalmente, reverenciales hijos de éstos últimos), y de las bondades de la victoria no podemos hablar demasiado, puesto que brillan por su ausencia desde hace 24 años.

En rigor de verdad, el Deportivo Morón no llega a este indeseado y traumático sprint final, por mera obra de la casualidad o la impredecibilidad de los resultados deportivos, sino por la nefasta concurrencia de imbecilidades, incapacidades, egocentrismos miserables y desatinos repetidos, a lo largo de sus últimos 20 años de historia.

Ya sea por la alternancia en la gestión, de dirigencias tan obsoletas como ineficaces, proclives a manejar el club como un coto personal de caza; como por el advenimiento de falsos mesías de la renovación, el desarrollo y la apertura, portadores de vacías promesas, tangibles como el “humo de los choripanes” y fraudulentos cual “moneda de tres pesos”.

En este contexto, no exento de algún que otro ejemplo (contado con los dedos de la pata del Gallo) de correcta administración institucional y relativo éxito deportivo, no podía resultar nada diferente a los vivido (y muchas veces padecido) en las últimas dos décadas, caracterizadas por el deterioro constante y paulatino de nuestro prestigio, respeto y predicamento, como entidad señera de todo el Oeste metropolitano, desde Flores o Liniers y hasta Luján o Mercedes.

En efecto, sin los necesarios procesos de genuina renovación dirigencial y entretenidos en sempiternas luchas intestinas, tan repetidas y previsibles como los gags de “Los Tres Chiflados”, los sueños de grandeza de nuestros inolvidables padres fundacionales, resultarían reemplazados por las miserias y bajezas de los “caballeros del fracaso”, de las deudas y los juicios, de los estados contables poco claros y la pérdida de patrimonio y bienes inmuebles.

Sin aprender lección alguna del pasado, aún de los años más institucionalmente oscuros, hemos asistido al apogeo y caída de Roma, tantas veces como pudiese registrar nuestra memoria, a pesar del bloqueo y negación a los que debemos haber tenido que recurrir necesariamente para, de manera inconsciente e involuntaria, ser capaces de sobrevivir a  tamaña y contumaz estupidez, sin enloquecer en el intento, ni romper en mil pedazos el carnet.

De dejar en libertad de acción a todo un plantel completo, por el olvido administrativo de remitir en tiempo y forma los telegramas de renovación de los vínculos contractuales, pasando por la acumulación de meses de atraso en el pago de los sueldos de jugadores y salarios de los trabajadores, con algún que otro intento de “abonar” los emolumentos profesionales, a partir de colaboraciones solidarias entre los socios y simpatizantes, urnas mediante y en plena calle, hasta llegar al bizarro recurso de ofrecer docenas de empanadas en ausencia de efectivo; evidentemente, de aquellos improvisados tiempos a esta parte, pareciera que no hubiésemos aprendido enseñanza alguna.

Del preanunciado descenso a la “B” Metropolitana (tras una década de militar en la “B” Nacional), la quiebra y convocatoria de acreedores, los empresarios cárnicos y su nulo aporte, el club concursado, los jueces y síndicos, la institución intervenida y sin decisión propia y soberana (de no mediar la determinación de la justicia competente), los embargos y las inhibiciones de los refuerzos, tanto sea por el atraso en la liquidación final a los futbolistas prescindidos, como por la demora de los funcionarios judiciales en la aprobación de los nuevos contratos; pues de ésta otra época convulsionada, se desprende que tampoco hemos acusado verdadero recibo.

De los mismos nombres y apellidos “vitalicios” en la neurálgica y siempre errática subcomisión de fútbol, de las concesiones “sui géneris” sin licitaciones, ni bases ni muchos menos condiciones, ni habilitaciones ni baños con agua, de los recitales en el viejo gimnasio con la organización de los “buenos muchachos” sin participación ni control de las autoridades del club, de los asados los jueves por la noche aunque el humo de los chorizos entorpeciera el normal desarrollo de un encuentro de básquet, de las intimaciones de la misma municipalidad cuyos representantes se hallan hoy en nuestra directiva, para que reparemos las veredas y las luminarias del “viejo” Urbano, tampoco pareciera que tuviésemos un mínimo registro.

De los desmanes que supimos conseguir, con complicidad invalorable de la histórica e interesada inoperancia policial que, fogoneada desde el tradicional nucleamiento de comerciantes e industriales de la zona, con el inestimable visto bueno y auspicio de la referida comuna local, los mismos que también hoy se sientan al lado nuestro en la Platea Oficial del Nuevo Francisco Urbano, o participaron de su acto inaugural como un hincha de toda la vida más (sin que a muchos se los haya visto jamás por Brown y Juan José Valle), que precipitaran el principio del fin del eterno y entrañable Francisco Urbano, con las dudas sobre el origen de los disturbios dentro del “viejo” estadio y las sospechas sobre el humo previo al final del encuentro (y el humo…, siempre el humo…, tal vez como presagio de lo por venir) de un patrullero incendiando en una ubicación inusitada sobre el acceso a plateas, casi sobre La Roche.

De nuestra incapacidad manifiesta para autogestionarnos y administrarnos con eficiencia e idoneidad, tanto en lo deportivo como institucional, que determinaran el “salvataje”  expeditivo de aquellos mismos que históricamente nos dieran la espalda, (durante años de ejecutivo y sin el más mínimo disimulo), formalizado a partir de la imposición de una “lista de unidad” tan ficticia como cualquier “matrimonio por conveniencia”, con tal de asegurar la consecución exitosa del proyecto de infraestructura física más trascendente del distrito en los últimos quince años, además de una oportunidad de negocios inmobiliarios sin precedentes y de alcances varias veces millonarios, y hasta de plataforma política para la instalación de un candidato a la intendencia con chances reales de triunfo, en un objetivo de continuidad de intereses creados, tan por fuera y alejados de los institucionales, como “prendas de cambio” previsibles y tolerables a la hora crítica de los balances en rojo, el cierre de las cuentas bancarias y la clausura del crédito externo, por deméritos propios.

De jóvenes líderes con aires de renovación y cambio, portadores de promesas de grandeza a plazo fijo y éxito inmediato, tan convincentes y vacías cual mercader callejero o “encantador de serpientes”, para más tarde abdicar de todas y cada una de ellas, a través de la instauración de un tipo de liderazgo personalista, obstinado y errático, en el marco de un sistema de gestión basado en el amiguismo, la división entre “hermanos de sentimiento”, la institucionalización de la obsecuencia como malla de contención y la difamación sistémica del crítico, en quien trasladar la responsabilidad y las culpas de la inexperiencia e inoperancia propias, bajo la cosmética dialéctica de los enemigos y desestabilizadores del ignoto “proyecto”; en la sospecha permanente del entretejido de intrigas y operaciones políticas subterráneas, sólo propias de aquél que se halla acostumbrado a realizarlas en lo cotidiano, como justificación o simple manifestación de impotencia ante la crisis y la imposibilidad manifiesta de generar respuestas positivas y eficaces, capaces de revertir resultados y procesos adversos.

Todo ello, claro está, con la imprescindible e invalorable colaboración de los “caballeros vitalicios del fracaso” y de sus históricos adláteres, así como de los “ciegos” por conveniencia, los “mudos” por interés y los “sordos” por cobardía, sin olvidarnos de los genuflexos por definición y los oportunistas por convicción, sin más “camiseta” que la suya propia.

A diez pasos del “patíbulo” de la “C”…, no por casualidad.

RECEN POR MI (Hoy más que nunca).

viernes, 28 de marzo de 2014

Con dos modificaciones, para una excusión a Pilar, en procura de la dignidad perdida.

Luego de una nueva y dolorosa derrota (la sexta en nueve encuentros disputados, desde el reinicio del torneo), el pasado martes por la noche, frente a Deportivo Merlo, en el segundo cotejo consecutivo a puertas cerradas en el Nuevo Francisco Urbano, un Mario Darío Grana envuelto en críticas y versiones de renuncias no concretadas, afrontará esta vez sí, su partido más definitorio al frente del Gallo, cuando este sábado visite a la revelación de la "B" Metro, al "Cuervo" de Pilar, desde las 20.35, con arbitraje de Yamil Possi y televisación en vivo de TyC Sports, en el marco de la 31º fecha de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014.

Con la modificación obligada del ingreso de Ariel Omar Berón, en lugar del suspendido Dante Martín Zúñiga, para ocupar un lugar en la última línea, propiciando el regreso de Hernán Gonzalo Parentini al centro del campo, para volver a su puesto habitual y acompañar a Martín Rodrigo Granero, quien se halla "entre algodones" pero será de la partida de todos modos; así como de Gerardo Daniel Martínez, en sustitución del lesionado Mariano Omar Barbieri (actuando Gerardo como enganche y pasando Luis Hernán Ferreyra como carrilero por derecha), el cuerpo técnico vuelve a confiar en su esquema táctico favorito, el 3-4-1-2, en procura de un resultado positivo y, fundamentalmente, un rendimiento individual y colectivo acorde a lo requerido, en atención a la paupérrima actuación ante el "Charro", con caída final por 2 a 0 y con cierto "precio" de acuerdo al siempre desfavorable desarrollo del encuentro.

En consecuencia y con la ratificación del capitán, Alejandro Esteban Migliardi en el arco del Gallo (de correcta actuación ante Merlo y sin responsabilidad alguna en ambos goles), tras la polémica que generara su regreso a la titularidad, en lugar de un Juan Cruz Leguizamón figura excluyente en el único triunfo del año, frente a Chacarita en San Martín y de indudable mejor actualidad, los once del Deportivo Morón que necesitan sumar de a tres "a como de lugar", en su excursión a Pilar, para enfrentar al "Cuervo Negro", serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (con cuatro amarillas); Ariel Otermín, Ariel Omar Berón (cuatro amarillas), Emiliano Jonathan Iván Mayola; Luis Hernán Ferreyra, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Hernán Gonzalo Parentini, Víctor David López; Gerardo Daniel Martínez; Damián Emilio Akerman, Mariano Matías Martínez.

Completan el listado de concentrados, quienes integrarán el banco de los suplentes: Juan Cruz Leguizamón, Matías Exequiel Orihuela, Claudio Martín Cabrera, Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Esteban Alberto González, Ezequiel Adrián Cérica (cuyo único tanto en el Gallito, lo convirtiese precisamente ante Fénix, en el Nuevo Francisco Urbano, por la 10º fecha, el pasado 30 de septiembre de 2013, para el empate parcial en dos, que luego finalizaría 2-3, para la entonces sorpresiva victoria de los "rosados") y Pablo David Vacaría.

Cuadro de situación CDM...

El Club Deportivo Morón tiene nuevo presidente: se trata de Adrián Grana.

Uno de los hermanos del resistido director técnico del primer equipo, diputado provincial por Nuevo Encuentro y jefe político de Diego Spina; de meteórico ascenso en injerencia y capacidad de decisión, que implicara en la práctica, el pasaje de referencial vocal titular en séptimo lugar, en la actual estructura de la comisión directiva, a virtual presidente de facto y en pleno ejercicio de facultades jamás delegadas ni legitimadas por acto eleccionario o Asamblea de Socios alguna. Lo cual representa, además de la debacle futbolística ya conocida y padecida, un retroceso institucional de más de 20 años, dentro de un club publicitado como "modelo", aunque coptado por una verdadera monarquía política... Además de:

* Un club rehén de una estructura política partidaria, que sólo busca utilizarla como bastión y bunker, en su verdadero "proyecto" de evitar perder el control del ejecutivo comunal, en las próximas elecciones generales de octubre de 2015.

* Un club donde los hermanos del poder, expulsan de nuestro estadio,
con la asistencia de la policía, a sus verdaderos socios y legítimos "dueños", miembros ellos de la Subcomisión de Peñas y Filiales, que trabajan día a día, desde hace años y desinteresadamente por el engrandecimiento del Deportivo Morón, abdicando de esta burda y contundente forma, de una "democracia interna" tantas veces repetida y declamada.

* Un club autocrático, cuya minoría calificada se niega a convocar a una reunión de su cuerpo colegiado (la CD), y decide a espaldas de sus pares, desoyendo sistemáticamente la opinión, mandato y voluntad de los auténticos socios e hinchas (los cuales NO incluyen, claramente, a los "aplaudidores"; amigos del poder y obsecuentes consuetudinarios; neo y pseudo hinchas; "turistas" comunales e interesados varios por amor..., al dinero, cargos políticos, carreras sindicales, contratos institucionales o módulos estatales).

* Un club que demuestra su incapacidad manifiesta de gestión, cuando su presidente afirma públicamente que: "no queremos que nos manejen el club por internet"... (!!).

* Un club con una conducción tan mesiánica y disparatada, capaz de sostener ante los mismos micrófonos de "Mundo Ascenso" que: "pensamos en las futuras generaciones y no en las próximas elecciones"... (??).

* Una conducción carente de autocrítica que asevera: "soy un convencido de lo mejor que le puede pasar a Morón es tener a este cuerpo técnico y a esta comisión directiva" (5 de 27 puntos en 2014, a un paso del descenso y en términos generales, una "era Grana" de 42 partidos, con 12 triunfos, 13 empates y 17 derrotas).
 
* Un club donde su máxima autoridad, por lo menos desde la legalidad y legitimidad del voto del asociado, demuestra en pocas palabras y en un acto de "sincericidio" público, lo ajeno que le resulta el Deportivo Morón, a cuyo cargo tiene su futuro inmediato y destino, al expresar: "hay que hacer lo mejor por ESTA institución" (cualquiera de ustedes y nosotros, sin duda que se referiría al Gallo, como "NUESTRA institución").

* Un club donde el presidente "de hecho" y el DT, no fueron elegidos POR NADIE, NI REPRESENTAN A NADIE, y sin embargo, deciden en soledad y "a piacere", a insultante contramano de los intereses generales, sociales e institucionales del Deportivo Morón.

Por todo ello y, hoy más que nunca... "RECEN POR MI"..., la primera "C" NO resultaría lo peor, de todo lo mucho por venir...

miércoles, 26 de marzo de 2014

Recen por mí...

Cinco minutos…, eso es todo lo que duró la efímera ilusión de recuperación anímica y futbolística, tras la importante victoria en San Martín, no exenta de dramatismo, una buena cuota de suerte, invalorables “aportes” rivales y la figura de nuestro propio arquero (ante Merlo, “premiado” con el banco…, de suplentes) como figura excluyente del encuentro.

Cinco minutos…, hasta que Dante Martín Zúñiga se hiciera expulsar infantil e imprudentemente, al aplicarle un codazo inexplicable a Fernando Pascuale, el centrodelantero del “Charro”, en mitad del campo y en el contexto de una acción tan absurda como negligente.

Cinco minutos…, demasiado poco tiempo para poder analizar un partido seriamente y demasiado pronto para abandonar todo intento por forzar la historia repetida y sobreponerse a circunstanciales contratiempos.

Y por favor…, abandonemos las excusas, que sólo nos han servido de gentiles “vendas en los ojos”, para diferir responsabilidades y trasladar impericias y culpas propias: porque si bien, en la misma jugada, el propio “nueve” de la visita debió acompañar a Dante Zúñiga a los vestuarios, ante una agresión similar en perjuicio de Mariano Omar Barbieri, el yerro inicial de Pablo Giménez, árbitro del encuentro, no exculpa ni disimula la actitud irresponsable del volante central del Gallo y, mucho menos, explica o justifica la repetición de otra actuación vergonzosa (salvo honrosas excepciones), de un equipo sin alma ni respuesta dentro del campo de juego, y sin ideas, variantes ni autocrítica fuera del mismo.

En efecto, el “espejismo” forzado (por la pasión y necesidad imperiosa de creer en “algo”, por sobre nuestra lógica elemental y raciocinio crítico), a partir de la victoria con fortuna en San Martín, se desbarató como un castillo de naipes, en tan sólo cinco minutos, para luego dar paso al reiterado y doloroso partido de siempre, donde el rival de turno, con mayores o menores condiciones tácticas y técnicas, hubo de superarnos ampliamente en actitud y aptitud, volcando desarrollo y resultado a su favor con llamativa soltura y suficiencia, para alzarse con un triunfo merecido y hasta exiguo en las cifras finales, edificado con vergonzante facilidad y dominado a voluntad y decidido placer.

Con una marca inaudita de cinco puntos sobre veintisiete posibles, desde el reinicio del torneo de la “B” Metro y casi en zona de descenso, socios e hinchas del Deportivo Morón estamos padeciendo una humillante catástrofe futbolística, que nada tiene de “proyecto”, y sí mucho de suplicio y tormento mal avenido.

Porque más allá de frases hechas y vacuas, en ocasiones utilizadas como absurda justificación de lo injustificable y en otras, simple y sencillamente como “chicana” discursiva barata y agraviante, para descalificar o mofarse de la inteligencia y la pasión compartida, hoy el socio e hincha del Gallo está sufriendo un auténtico oprobio futbolístico, rehén absoluto de la soberbia, la imbecilidad, la incompetencia y los intereses creados fuera del campo del juego, y que nada tienen que ver con las verdaderas y trascendentes incumbencias de la institución.

De otro modo, jamás podría haberse tolerado el llegar a este punto límite, y que sin embargo encarna sólo el principio del despeñadero, antes de la caída libre al vacío, únicamente sostenido, a contramano de la razón y el sentido común más elementales, por la obcecación necia, los intereses creados, el amiguismo y los favores extra futbolísticos.

Con jugadores sin alma, ni compromiso, ni rebeldía futbolística (salvo excepciones, conocidas por todos), que reivindican “bancar” al cuerpo técnico ante los micrófonos y en los vestuarios, y demuestran todo lo contrario cada vez que deben refrendarlo sobre el terreno de juego, único escenario valedero donde reafirmar convicciones, apoyos y reencausar “proyectos”.

Y un técnico que perdió el rumbo hace largo tiempo (si es que alguna vez lo tuvo), sin respuestas tácticas, ni mucho menos autocrítica, para sacarnos de este momento tan acuciante, que alega “amar al club” y sin embargo se abusa de su condición de ídolo como jugador, para “eternizarse” en un cargo que lo abandonó hace tiempo, mientras él decidía victimizarse y hallar enemigos acérrimos en el afuera, sin acusar recibo del daño irreparable que le está generando al club y sus hinchas, rehenes de su soberbia y su falta de grandeza.

Unos y otro, sostenidos y justificados de manera absurda, contra viento y marea, y sin reparar en consecuencia alguna, por una dirigencia obtusa, autocrática y personalista, que tras el insultante recurso dialéctico y evasivo del “proyecto”, hace oídos sordos al reclamo legítimo del socio e hincha auténticos (no de los “aplaudidores”, amigos/obsecuentes, neo y pseudos simpatizantes y “turistas” comunales), ensimismados en la devolución de favores extra futbolísticos, en correspondencia con verticalismos y jefaturas militantes, más allá de cargos y funciones reales en comisión directiva.

Mientras tanto, el torneo se convierte en un suplicio y el corazón del verdadero socio e hincha del Gallo sufre, se desgarra y sangra, sin parecer importarle demasiado a nadie, sumado al silencio cómplice e interesado de medios amigos y/o rentados.

En definitiva, Morón volvió a perder de manera vergonzante, esta vez frente a Merlo, y el sueño forzado (por la necesidad imperiosa de creer y aferrarse a “algo”), tras el afortunado triunfo en San Martín, tan sólo soportó cinco minutos de ilusoria esperanza, para devolvernos con una feroz cachetada a la cruel realidad.


RECEN POR MI...

lunes, 24 de marzo de 2014

Con los regresos de "Chiche" y Mariano Martínez, el Gallo busca tres nuevos puntos ante Merlo, para mantener distancias en los "promiedos".

Consumada la primera y necesaria victoria de 2014, nada menos que en el clásico ante Chacarita Júniors, en Villa Maipú, el Deportivo Morón intentará prolongar la racha de triunfos, cuando reciba a Deportivo Merlo, por la 30º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014, este martes desde las 21.05 hs., con televisación de TyC Sports, el arbitraje de Pablo Giménez y a puertas cerradas, en el Nuevo Francisco Urbano, en el segundo y último cotejo en estas condiciones, tras la sanción por la pirotecnia en oportunidad de otro clásico, aquella vez ante Nueva Chicago.

Con la urgencia de continuar sumando de a tres, tras los triunfos del último fin de semana largo, tanto de Defensores de Belgrano (a cinco unidades del Gallo), como de Flandria -distante a sólo un punto de Morón-, y hasta de la UAI Urquiza (hoy por la tarde, 2-1 a Fénix), el cuerpo técnico encabezado por Mario Darío Grana ensayará dos variantes, respecto del once titular que iniciara el cotejo en San Martín, del martes último: regresarán a la titularidad, Alejandro Esteban "Chiche" Migliardi y Mariano Matías Martínez (el capitán del Gallo, reestablecido de una lesión en una de sus rodillas, y el goleador del equipo, de vuelta tras la suspensión por cinco amarillas y recuperado de una molestia en la zona lumbar), en reemplazo de Juan Cruz Leguizamón, figura excluyente en el 2-0 frente al "Funebrero" y de Pablo David Vacaría, respectivamente.

En consecuencia, y con la continuidad de Hernán Gonzalo Parentini desde el inicio, como central, y de Víctor David López (de buen segundo tiempo ante Chacarita, con golazo incluido), para mantener el esquema táctico de 4-4-2, los once del Gallito que recibirán a Deportivo Merlo para, además de alejarse en la tabla de los promedios, volver a ingresar en zona de Reducido, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (capitán y cuatro amarillas); Luis Hernán Ferreyra, Hernán Gonzalo Parentini, Ariel Otermín, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Mariano Omar Barbieri, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Víctor David López; Damián Emilio Akerman, Mariano Matías Martínez.

Completarían el listado de concentrados, que integrarían el banco de los suplentes: Juan Cruz Leguizamón, Ariel Omar Berón (cuatro amarillas), Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Matías Exequiel Orihuela, Gerardo Daniel Martínez, Ezequiel Adrián Cérica y Pablo David Vacaría.

miércoles, 19 de marzo de 2014

El triunfo más esperado, en un clásico siempre "bisagra".

Evidentemente, desde hace un tiempo a esta parte, el clásico frente a Chacarita se ha constituido en un verdadero punto de inflexión de cada semestre del Deportivo Morón, a veces para bien y en otras no tanto.

En efecto, durante la segunda rueda de la temporada 2012/2013 de la “B” Metro, aquél inolvidable (por lo inverosímil y esquivo del trámite y resultado final del partido) encuentro en el “viejo” Francisco Urbano, donde el Gallo del “Gato” Norberto Salvador Daniele, perdiese 4 a 3 con el “Funebrero”, tras ir en ventaja 2 a 0 a los quince minutos del primer tiempo (sendas conquistas de Damián Akerman), con baile y promesa de goleada histórica; para luego finalizar el primer tiempo con triunfo parcial del visitante por 3-2 y tras mucho esfuerzo, a minutos del final, Morón consiguiese al menos el empate en tres tantos (gol de Claudio Martín Cabrera), desahogo fugaz que en tiempo de descuento y por intermedio de Ramón Lentini, los de San Martín se encargarían de acallar por completo a la multitud reunida…, determinaría un bajón anímico y futbolístico de tamaña magnitud en dicho plantel que, de no mediar la intervención providencial de terceros equipos y circunstancias ajenas favorables (para la “causa” del Gallo, no para los intereses propios de aquellos involucrados), a punto estuviese de condenarnos al descenso, luego de haber comenzado el torneo como candidatos al título.

A la inversa, en el primer semestre del actual torneo, un Morón de Mario Darío Grana que no hallaba el rumbo y cosechaba más críticas que buenos augurios, recibía por primera vez a Chacarita en el Nuevo Francisco Urbano, conjunto dirigido por otro “Gato”, en este caso, Carlos Leeb, que arribaba al Oeste como único líder del certamen y con apenas un par de tantos en contra. En aquella jornada, el “Funebrero” habría de ponerse en ventaja, a poco de comenzado el complemento (¿cuándo no?…, a través de Ramón Lentini), para que luego el Gallo, en la noche “soñada” de Ariel Otermín, el rubio defensor convirtiese por duplicado para dar vuelta el resultado, que más tarde sería “decorado” por el tercero y definido, a cargo de Luis Hernán Ferreyra.

Y dicho cotejo implicaría el punto de partida de una levantada del Gallito, que con algunos vaivenes, lo depositaría en la pelea directa por el campeonato, finalizando el primer semestre a una sola unidad del entonces único puntero, Atlanta y habiéndole sacado una sustancial diferencia, tanto a Defensores de Belgrano como Flandria, en la lucha por eludir el descenso, ventaja que licuaría rápida y furiosamente, en el lapso nefasto de las primeras siete jornadas de 2014, con un magro récord de dos unidades sobre veintiuno posibles. Por el contrario, en el caso de “Chaca”, registraría una caída tan abrupta y de similares características a la nuestra, desde el referido 3-4, que le costaría no menos de diez encuentros para poder volver a la victoria, alejándolo de los puestos de privilegio y poniendo en serio riesgo la continuidad de su cuerpo técnico.

Tal vez, el anhelado y necesario triunfo del Deportivo Morón de la víspera, nuevamente a expensas del “Funebrero” de Carlos Leeb, en su estadio de Villa Maipú, pudiese jalonar otro antecedente en esta cadena reciente de triunfos anímicamente valiosos, tanto para uno como para el otro, no sólo por la importancia relativa y lógica de alzarse con un clásico y en terreno ajeno, sino por la capacidad de convertirse en auténticas bisagras anímicas y futbolísticas, para el resurgimiento y proyección del triunfante, como para la caída libre y sin escalas del derrotado.

En la noche del último martes, este Gallo que venía de siete partidos sin ganar, con cinco derrotas, y un Mario Grana nuevamente cuestionado y con razón, sólo sostenido por las convicciones/caprichos de la dirigencia, hallaría el triunfo tanta veces soñado en estos dos meses y monedas, desde el reinicio de la segunda rueda, nada menos que ante un Chacarita en ascenso y agrandado por los buenos resultados de los últimos tiempos, ante su gente y con unas ganas locas de tomarse revancha de la dura derrota en el Nuevo Francisco Urbano, bronca que se trasladaría al sector de vestuarios visitante, cuyos vidrios y mobiliario sufrirían las consecuencias.

Sin brillar, ni mucho menos, pero con la actitud y la personalidad que se requiere para ganar este tipo de partidos especiales y esperados, a partir de la solvencia de un Juan Cruz Leguizamón, titular por segunda vez consecutiva, ante la lesión de Alejandro Esteban Migliardi; heredando de muy buena forma el arco propiedad del gran capitán “Chiche”, con una actuación sobresaliente, en particular durante los primeros veinte minutos del encuentro, en los cuales el local habría de arrinconar y generar las más claras a su favor de todo el partido, propiciando el destaque del ex Central Córdoba de Rosario, a la sazón la figura, por no menos de cuatro o cinco atajadas antológicas.

De allí en adelante, poco a poco la visita comenzaría a emparejar las acciones, con el despliegue de su doble cinco más exitoso, conformado por Martín Rodrigo Granero y Dante Martín Zúñiga, y la prodigalidad de Luis Ferreyra y Mariano Omar Barbieri, a quienes se sumarían con el corren de los minutos y de la confianza renovada, los hombres de la última línea, ya con menos trabajo y dificultades a la hora de la contención de los rápidos y escurridizos puntas locales.

Sin demasiado peso ofensivo, a pesar de alguna acción propicia, y con poco aporte de Víctor David López, rescatado del ostracismo por el cuerpo técnico, tras un muy largo tiempo, en el descuento del primer tiempo, al Gallo se le simplificarían sus problemas para generar peligro en ataque, de la manera más inesperada: luego de un centro largo de Hernán Gonzalo Parentini (nuevamente utilizado como primer marcador central, dentro de una línea de cuatro en el fondo), Pablo David Vacaría habría de peinar dicho envío en el borde del área grande, para que Gonzalo Rocaniere, el “6” de Chacarita y ex compañero del “Colo” en Comunicaciones, desviase la trayectoria del balón (en su afán por evitar que Damián Emilio Akerman tomase contacto con el pase), neutralizando la estirada de un sorprendido Otarola y poner en ventaja al visitante.

Sin demasiada justicia, pero…, ¡¡¿ a quién le importa??!!..., Morón se aferraba a un triunfo parcial por el que poco había hecho hasta entonces, más allá de haber recuperado la confianza en sus propias fortalezas, para animarse a jugar de igual a igual, tras unos primeros minutos de confusión y control absoluto del rival.

Ya en el complemento, nuevamente el Gallo volvería a contar con la ayuda inestimable del protagonista repetido y menos pensado: Gonzalo Rocaniere, que a los diez del segundo tiempo y tras una acción doblemente descalificadora (primero con los “tapones” y luego con una trompada en el rostro) y peligrosa en perjuicio de Dante Zúñiga, dejaría al “Funebrero” con diez y al volante central de Morón, con un profundo corte en su cabeza, y una voluminosa venda, al mejor estilo “Patoruzú” (por varias similitudes, comenzando por sus orígenes comunes, en tanto sendos “caciques” de la región Patagónica).

A partir de allí, Morón recuperaría parcialmente la memoria y con inteligencia, haría valer el hombre de más, dominando las acciones y el trámite del encuentro, máxime a partir de un mejor rendimiento de Víctor David López que, con mayores espacios, adquiriría más dinamismo y protagonismo, tanto para habilitar (ahora sí) a los delanteros del Gallo, como para soltarse en ofensiva y convertir el segundo tanto de la visita en la noche de Villa Maipú, con un verdadero golazo, del ex “Albo” y el fútbol brasilero.

Y hasta podría haber aumentado las cifras, casi sin proponérselo, cuando Luis Ferreyra estuviese a punto de repetir, como en la primera rueda ante el propio “Funebrero”, pero cuyo remate demasiado frontal, fuera contenido por el arquero Fernando Otarola, tras culminar una gran maniobra previa y mejor asistencia, de un Damián Akerman, aún lejos de sus mejores épocas.

Con el pitazo final de Pablo Germán Dóvalo (tercer triunfo bajo su arbitraje, sobre un total de dieciseis encuentros), y el desahogo de jugadores y cuerpo técnico dentro del campo de juego, como de todo el Oeste, frente a las pantallas de TyC, desde su hogares o reunidos en la confitería de Nuevo Francisco Urbano, el Deportivo Morón conseguiría el primer triunfo en 2014, quizá en la “parada” más brava y ante uno de los rivales más esperados, para tomar más oxígeno en la cruel lucha por los promedios y poder observar el futuro cercano con renovado optimismo.

Si hasta habrían de repetirse los disturbios del final, en la manga y la antesala de los vestuarios, al igual que ocurriese en nuestro estadio, en la noche que plantel y cuerpo técnico de Chacarita se comportasen como auténticos barras bravas, incapaces de ganar con buenas armas, dentro del terrero de juego y de aceptar la derrota con madurez e hidalguía, fuera de la misma.

Tal vez y sólo tal vez, esta laboriosa y hasta merecida (por lo hecho y justificado en la segunda etapa) primera victoria del Gallito en el semestre, adquiera las características de una bisagra en su rendimiento futbolístico y de punto de inflexión en su faz anímica, como lo ha venido siendo en las últimas temporadas, cada uno de los encuentros entre Morón y el “Funebrero”.

Ojalá, y en definitiva, se trate nada más (y nada menos) que del comienzo de algo bueno. Mientras tanto…, ¡¡a festejar se ha dicho!!.


                                          Foto: Osvaldo Abades.

lunes, 17 de marzo de 2014

Con tres cambios, para visitar al "Funebrero", y "enterrar" la mala racha o "tirarse encima una palada más de tierra".

Con la magra cosecha de dos unidades de la últimas veintiuno en juego y siete fechas sin ganar (con cinco derrotas y sólo dos empates, ante Barracas Central y Almagro, el último martes), el Gallo intentará conseguir su primer triunfo en 2014, nada menos que ante un clásico rival como Chacarita, a quien deberá visitar este martes, desde las 21.05, en San Martín, con televisación en vivo de TyC Sports y el arbitraje (siempre polémico) de Pablo Germán Dóvalo, en el marco de la 29º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014.

Luego de la caída de Defensores de Belgrano (1-2 ante Almagro, en Villa Raffo, el pasado sábado), la igualdad de Flandria (1-1 frente a Villa Dálmine, en Campana, el mismo día) y la caída 0-4 de la UAI Urquiza en su visita a Deportivo Merlo (el último domingo, por la tarde), el conjunto de Mario Darío Grana tendrá la oportunidad de mantener y hasta acrecentar las exiguas distancias que por el momento lo mantienen a salvo en los promedios, de obtener un buen resultado en su visita al "Funebrero", que no contará con su máxima figura y goleador del campeonato, Ramón Lentini.

Por el lado del Gallito, tres serán los cambios con relación al equipo que iniciara el cotejo ante Almagro, a partir de los ingresos de Víctor David López (que arrancara como suplente ante el "Tricolor" y tuviera algunos minutos en cancha, los cuales evidentemente deben haber conformado al cuerpo técnico), de Dante Martín Zúñiga (que regresa tras purgar su fecha de suspensión), y de Pablo David Vacaría que vuelve a la titularidad, quienes reemplazarán a Matías Exequiel Orihuela, Gerardo Daniel Martínez y Mariano Matías Martínez -en los dos primeros casos, tratándose de modificaciones tácticas, mientras que la ausencia del goleador del Gallo, Mariano Martínez, se debe a que ante Almagro llegó a los cinco amarillas acumuladas-.

Con la novedad del retorno de Ariel Omar Berón, tras su expulsión frente a Villa Dálmine, pero al banco de los suplentes, también por decisiones tácticas, los once del Deportivo Morón que pugnarán por traerse la primera victoria del año, nada menos que frente al "Funebrero", en San Martín, serán los siguientes: Juan Cruz Leguizamón; Luis Hernán Ferreyra, Hernán Gonzalo Parentini, Ariel Otermín, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Mariano Omar Barbieri, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Víctor David López; Damián Emilio Akerman, Pablo David Vacaría.

Completan el listado de concentrados que integrarán el banco de los relevos: Fabián Zalazar, Ariel Omar Berón (cuatro amarillas), Claudio Martín Cabrera, Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Matías Exequiel Orihuela, Gerardo Daniel Martínez y Ezequiel Adrián Cérica.

viernes, 14 de marzo de 2014

Volvió este jueves... (no lo esperaban...).

En el entrenamiento del jueves, tras el empate en cero frente a Almagro, del último martes por la noche, además de algunas charlas (primero, de Mario Darío Grana con el plantel y luego del presidente Diego Spina, acompañado de un par de dirigentes, con los propios jugadores) y los rostros de preocupación lógicos, ante la complicada situación que atraviesa el Gallo desde el reinicio del actual torneo de la "B" Metro, con una magrísima cosecha de dos unidades sobre veintiuna posibles, se produciría el regreso de una reciente y cuestionada "cara conocida".

En efecto, durante la práctica de ayer, se registraría el retorno inesperado de Leandro Gastón Rodríguez, quien llegara como refuerzo a principios de temporada y se desvinculara en diciembre último, para incorporarse al "Club Deportivo Comunitario Laboral San Simón", recientemente ascendido a la primera división del fútbol peruano.

"La Bomba" ó "El Picante", quien había rescindido de común acuerdo su contrato con la institución, para probar suerte en el conjunto de la "Los Colegiales" o "Los Rojos" de Moquegua, de primera e histórica incursión en la máxima categoría del fútbol de Perú (en sus jóvenes 31 años de vida), para volver a formar dupla ofensiva con su hermano, Lucas (como sucediera en Excursionistas y el Llaneros F.C. de Colombia), también surgido de la inferiores del Deportivo Morón, no pudo completar la pretemporada con el conjunto dirigido por Juan Vidales, ni mucho menos poder debutar oficialmente con la casaca del humilde San Simón, tanto en la "Copa Inca" como en el "Torneo Descentralizado 2014", debiendo emprender el regreso prematuro, en compañía de su hermano, al ser rechazados ambos fichajes por la "Asociación Deportiva de Fútbol Profesional del Perú".

El inconveniente insalvable con el que se toparan ambos jugadores argentinos, ya en plena etapa de preparación para la referida "Copa Inca", radica en una norma interna de la asociación de aquél país, que impide a los futbolistas extranjeros, devenidos de clubes de la segunda o tercera divisiones de otras latitudes, desempeñarse en el fútbol de la primera peruana, a menos que cuenten con una edad inferior a los 25 años. 

... Y Leandro Gastón Rodríguez Jáuregui cuenta hoy con 26 años (nació el 1 de mayo de 1987, en Haedo), y sabido es, proviene del Deportivo Morón, mientras que Lucas Damián Rodríguez Jáuregui tiene 28 años (del 24 de febrero de 1986), y registra un último paso por el Llaneros F.C. de la segunda división del fútbol colombiano.

Con pocos minutos en cancha y sin goles, con el antecedente más trascendente de su penal convertido a Comunicaciones, en la definición por esa vía, por "Copa Argentina", en el "Nuevo Francisco Urbano", Leandro Gastón Rodríguez reapareció insospechadamente en el entrenamiento de la víspera, en un momento "explosivo" del Gallito..., como buena "Bomba".

miércoles, 12 de marzo de 2014

“Vengan a ver cómo es”…, “El Reino del Revés” (de Morón y su “proyecto”).

"Me dijeron que en el Reino del Revés nadie baila con los pies, que un ladrón es vigilante y otro es juez, y que dos y dos son tres...Vamos a ver cómo es, el Reino del Revés"...Sí señor, María Elena Walsh fue un adelantada a su tiempo y creó la canción perfecta para describir la actualidad del “Reino de Morón”. Un  reino donde la realidad es otra a la actual, donde el poder y autoridad recae en una sola persona, manejando los destinos de un club de fútbol a gusto y antojo. Ese club se llama Deportivo Morón y su "Rey" es Diego Spina.

La Edad Media, fue una etapa oscura de la historia, donde el poder absoluto estaba en manos del monarca. Nadie podía cuestionar su palabra y autoridad, ya que su poder era delegado por Dios. Por lo tanto, tenía derecho de hacer y deshacer a su antojo, sin que nadie se atreva a contradecirlo.

Hoy, ya pasaron varios siglos de la Edad Media, y el absolutismo ya es historia, pero en el Reino de Morón, todavía quedan rastros de aquella triste y oscura etapa.

En este "Reino del Revés", donde alguien puede sacar 2 puntos sobre 21 en juego, y ser considerado todo un ganador, un intocable y un genio (incomprendido) del fútbol. Un Reino, donde sólo a su "Rey" se le ocurre sostener lo insostenible. Parece una historia, una fábula, pero lamentablemente es la triste realidad.

Nuestro "Rey", Don Diego Spina, afirma y sostiene que Mario Darío Grana es el "elegido" para cumplir y llevar a cabo su "proyecto". "Proyecto" supremo, superador, idóneo, donde sólo un "mala leche" o "mufa" no es capaz de advertir los beneficios inmensos de este "proyecto"

Mientras siguen manejando el club como si fuera propio, omitiendo y descalificando todo pensamiento contrario al "único", nos encaminamos hacia un destino oscuro llamado "Primera C".

Mientras nos sigan tratando como simples "vasallos", jamás vamos a poder asumir nuestro verdadero rol, que es el de protagonistas, porque el club es de todos los socios e hinchas que amamos verdaderamente a Deportivo Morón. Mientras nuestro "Rey" pretende vendernos espejitos de colores, está en nosotros querer aceptar o rechazar la oferta.

Don Diego Spina y su corte vitalicia de obsecuentes (dirigentes), pretender "cortar la cabeza" de todo aquél que critique o se ponga en contra del "proyecto". Tal vez no sepan que hubo un hecho histórico, denominado "Revolución Francesa" (el 14 de julio de 1789, punto de inflexión entre las Edades Moderna y Contemporánea), donde el pueblo se cansó de la mala administración de su Rey Luis XVI y se levantó en armas contra el régimen absolutista de este pobre monarca. Con esto no quiero decir que el "Pueblo Moronense" se tenga que levantar de manera violenta contra esta dirigencia. Nada más lejos que esto. Vale la pena aclararlo, porque siempre está el ignorante que lee e interpreta lo que le conviene. Sólo estoy aludiendo a un hecho histórico que marcó el destino de la nación francesa y la de muchas naciones que imitaron tal revolución. Con este ejemplo pretendo decir, que nada es para siempre, y que los destinos de un club, sea cual sea, no deben manejarse como algo propio, ya que si así ocurre, es probable que el socio, el hincha, diga basta a tanto abuso de poder.

Mientras en el "Reino del Revés" afirman que un "proyecto" se sostiene con 2 puntos sobre 21, nos encaminamos hacia un destino peligroso, llamado descenso.

Por suerte en este océano oscuro, Morón no está solo en su viaje, ya que cuenta con la compañía de algunas embarcaciones bautizadas con los nombres de Flandria, Defensores de Belgrano y UIA Urquiza. No saben lo bien que nos viene su compañía, ni la "mano" que nos dan semana a semana, dejando puntos en el camino. Apreciamos mucho su "amistad". Como somos muy agradecidos y no queremos ser menos ni mezquinos, nosotros también colaboramos con nuestras "embarcaciones amigas" y regalamos puntos en cada partido que nos toca jugar.

Ayer Deportivo Morón regaló más puntos (como lo viene haciendo desde que comenzó esta segunda y definitiva etapa) y empató sin goles frente a Almagro, un rival que sin ser mucho más que el equipo de Mario Grana, desnudó las flaquezas de un conjunto quebrado anímica y futbolísticamente, que no supo mostrar respuestas a la hora de generar juego, y mucho menos de crear peligro, salvo una jugada aislada en la cual Bruno Centeno, arquero de la visita, logró desviar un cabezazo de Mariano Martínez y el posterior rebote a Damián Akerman.

En este “Mundo del Revés” llamado Deportivo Morón, donde 2 puntos valen lo mismo que 21, seguimos inmersos en la soberbia y tozudez, sin darnos cuenta que cada partido que pasa, es una oportunidad menos para evitar el tan temido y peligroso descenso. Mientras nos preocupamos más en pelearnos y buscar "malas leches" a quien criticar y descalificar, nuestro "Reino" se derrumba de a poco en el "Mundo del Revés" porque…

"Me dijeron que en el Reino del Revés nadie baila con los pies, que un ladrón es vigilante y otro es juez, y que dos y dos son tres...Vamos a ver cómo es, el Reino de Morón"....Mejor dicho, no hace falta ver nada...La única verdad es la realidad y la misma indica que nuestro "Reino" se hunde semana a semana...Sólo unos pocos ilusos se niegan a reconocerlo y a aceptarlo. 

SINTESIS



Deportivo Morón (0):


Juan Cruz Leguizamón; Luis Ferreyra (90’+2’, Esteban Giambuzzi), Ariel Otermín, Hernán Parentini y Emiliano Mayola; Mariano Barbieri, Martín Granero y Matías Orihuela (62’, David López); Gerardo Martínez; Mariano Martínez y Damián Akerman (capitán). DT: Mario Grana.

Suplentes: Fabián Zalazar, Esteban González, Mariano Messera, Pablo David Vacaría y Ezequiel Cérica.



Almagro (0):


Bruno Centeno; Richard Schunke, Diego laneiro y Tomás Charles; Gastón Campos (65’, Matías Ruiz Sosa), Jonathan Pacheco, Franco Quiroz y Damián Arce (59’, Nahuel Basualdo); Lucas Sparapani (capitán); Javier Ferreira y Emiliano Bonfigli (75’, Maximiliano Castano). DT: Carlos Mayor.

 Suplentes: Facundo Espíndola, Nicolás Sansotre, Ariel Chavez y Diego Coria.



Goles: No hubo.


Amonestados: (20') Gerardo Martínez y (81’) Mariano Martínez (5ta. Amarilla) (DM); (24') Javier Ferreyra, (42’) Quiroz y (70’) Basualdo (A).


Expulsados: No hubo.


Arbitro: Ramiro Ignacio López (correcto).


Asistentes: Miguel Baldonado y Juan Pereyra.


4to. Arbitro: Américo Monsalvo.


Incidencias: El partido se jugó a puertas cerradas.


Estadio: Nuevo Francisco Urbano (Deportivo Morón).


Campo de juego: malo.


Concurrencia: aprox. 120 personas (sólo directivos, jugadores y periodistas).


Operativo policial: 96 efectivos (?!).



Por: Marcos Ruiz Carrizo. 

martes, 11 de marzo de 2014

Cuatro cambios y a puertas cerradas, para recibir a Almagro, por tres puntos más que vitales.

Tras una nueva derrota en Campana, la quinta en seis partidos, desde el reinicio del torneo de la "B" Metro, el Gallo intentará comenzar el camino de una recuperación que parece cada semana más lejana, cuando este martes reciba a Almagro, a partir de las 21.05 hs., en el Nuevo Francisco Urbano, a puertas cerradas (debido a la suspensión provisoria aplicada al estadio, luego del clásico frente a Nueva Chicago), con televisación en vivo de TyC Sports y el arbitraje de Ramiro López.

Con la urgencia de conseguir los tres puntos, por primera vez en 2014 y para sostener a un Mario Darío Grana que cada encuentro ve más comprometida su continuidad al frente del equipo (por lo menos, desde la opinión de buena parte de los socios y simpatizantes del Gallito, puesto que desde la dirigencia le han ratificado la confianza, una y otra vez, en las últimas semanas), afrontará este cotejo con tres bajas obligadas, debido a la suspensiones de Ariel Omar Berón -expulsado en el 1-3 del sábado pasado, ante Villa Dálmine, y que resultara suspendido provisionalmente, hasta que se expida el Tribunal de Disciplina de la AFA, el venidero jueves-, y de Dante Martín Zúñiga, quien ante el "Violeta" recibiera la quinta tarjeta amarilla; a las que se suma la ausencia del capitán del equipo, Alejandro Esteban "Chiche" Migliardi, que arrastra una molestia en una de sus rodillas, desde hace algún tiempo, lo cual lo ha disminuido notoriamente en su rendimiento, durante las jornadas pasadas.

Asimismo, a las referidas ausencias obligadas, deberá agregarse una cuarta variante, de índole táctica, con relación al once que iniciara el encuentro ante Villa Dálmine, a partir del reingreso desde el minuto cero de Gerardo Daniel Martínez, en reemplazo de Mariano Messera; cambio exactamente inverso a la modificación que realizara el cuerpo técnico, para enfrentar al "Viola", donde Messera fuera de inicio en lugar de Martínez, quien más tarde lo sustituyera al inicio del complemento para, entre otros movimientos, colocar el centro que derivaría en el gol de Mariano Matías Martínez, y en el descuento transitorio del Gallo.

En definitiva, con las cuatro variantes referidas, y la duda sobre el dibujo táctico que finalmente utilizará Mario Grana, dependiendo de la posición que ocupe Gerardo Martínez en el campo de juego, ya sea como "doble cinco", acompañando a Martín Rodrigo Granero, o bien ocupando su habitual rol de enganche, los once del Deportivo Morón para recibir a Almagro, sin el aliento del público del Gallo en vivo y en directo, serán los siguientes: Juan Cruz Leguizamón; Luis Ferreyra, Ariel Otermín, Hernán Gonzalo Parentini, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Mariano Omar Barbieri, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Gerardo Daniel Martínez, Matías Exequiel Orihuela; Damián Emilio Akerman, Mariano Matías Martínez (cuatro amarillas).

Completan el listado de concentrados e integrarán el banco de los suplentes: Fabián Zalazar, Esteban Gabriel Giambuzzi, Víctor David López (que vuelve a los "dieciocho", luego de un largo tiempo), Esteban Alberto González (ausente ante Villa Dálmine), Mariano Messera, Ezequiel Adrián Cérica y Pablo David Vacaría.

domingo, 9 de marzo de 2014

Larga vida al "proyecto".

Y cuando pensábamos que habíamos vivido lo suficiente como para escucharlo TODO, en materia de repetidos y no por ello, reiterados intentos por justificar lo injustificable, nos sorprendimos con el acuñado de un nuevo y superador concepto: “el proyecto”.

En efecto, durante los últimos días y tras la derrota en el clásico, frente a Nueva Chicago, en concomitancia con la continuidad de las insólitas expresiones pseudo-místicas y cuasi oscurantistas, sobre el inequívoco efecto nocivo de los “mala leche”, los “mala onda”, los “negativistas” y/o “escépticos” y hasta de los estigmatizados “mufas”, surgió en escena un nuevo slogan o “caballito de batalla”, esta vez, mucho más elaborado y de supuestos alcances trascendentales, salvo para los “anti-Morón” y los golpistas y desestabilizadores de siempre.

El “proyecto”, desde lo meramente argumental, ha venido a justificar (o intentarlo, por lo menos), la oportunidad y felicidad de la obstinada continuidad de un proceso futbolístico, que desde los números se da de bruces cada semana, con la realidad de una campaña tan paupérrima, que lejos de dar alguna mínima señal vital, nos mantiene en terapia intensiva y con pronóstico reservado (aquél rodeo dialéctico al que recurren con frecuencia los médicos terapistas, todo vez que estamos “más cerca del arpa que de la guitarra”, pero se entiende que resulta cruel y hasta despiadado ponerlo en términos tan crudos y elocuentes).

Asimismo, la intención de defender la prolongación indefinida, de un gestión a cargo de una cartera deportiva profesional que, como tal, se rige por resultados y, en consecuencia, ellos evidencian una marca insostenible de un punto obtenido sobre dieciocho posibles, a través del novel recurso discursivo del “proyecto”, pretende dejar a sus detractores como una suerte de miopes imbéciles, de imbecilidad insalvable e imperdonable, incapaces ellos de ver un poco más allá de una simple “mala racha pasajera”, para poder acceder a la paciencia necesaria y a la templanza que otorga la sabiduría de los elegidos, antesala de los grandes logros e inolvidables alegrías que nos aguardan por montones a la vuelta de la esquina.

Y esa clase deleznable de sujetos tan “ciegos”, que evidentemente deben morar en “rotondas” (por aquello del triunfo que espera en la primera “esquina”…), serán quienes deberán sudar lágrimas de sangre y pedir perdón de rodillas, cuando se acerque la hora de la felicidad plena y los festejos por los triunfos deportivos del “proyecto” a largo plazo; e inunden las calles de nuestra ciudad y los playones de nuestro estadio, únicamente con el protagonismo de aquellos “iluminados” que supieron idearlo y llevarlo acertadamente a la práctica, como de aquellos otros que aplaudieron (y sacaron fotos…) aún en las malas, manteniendo la fe y la esperanza plenas en un destino de grandeza escrito en letras de molde, a pesar del ataque y los “palos en la rueda” de los insensatos y los incrédulos de siempre.

Para todos ellos, los que dudaron y mancillaron el buen nombre y honor de los “padres” de esta “gesta”, traducido en el “proyecto” que nos depositará en breve, en el sitial de grandeza que nos merecemos y nos tiene el destino preparado, no habrá olvido ni perdón, como penitencia mínima necesaria, por no saber diferenciar una simple racha adversa de un punto sobre dieciocho posibles, y de doce goles en contra en seis partidos consecutivos (con cuatro expulsados en igual cantidad de juegos), simples “daños colaterales” y hasta bienvenidos, en presencia de la puesta en marcha de un “proyecto” superador y que sin dudas vencerá al tiempo, sólo inadvertido por aquellos necios “resultadistas” e intolerable agitadores de fantasmas derrotistas.

Y si por caso, el “proyecto” deviniese en un descenso de categoría, como otra consecuencia mínima del derrotero de triunfos que nos deparará la vida y las bondades del “proyecto”, deberemos asumirlo y aceptarlo hasta con algarabía, de confiar ciegamente en los alcances trascendentes del mismo “proyecto”, fuente de toda razón y justicia, más allá de ocasionales malas rachas y resultados adversos momentáneos.

Porque, primero está el “proyecto”, luego los “hombres del proyecto” y por último las instituciones, verdaderas cáscaras vacías y sin historia ni mérito, antes del “proyecto”, y por lo tanto subordinadas a las decisiones y convicciones inquebrantables de los “padres” del divino “proyecto”; aún en los tiempos difíciles de temporarias rachas adversas de uno sobre dieciocho puntos posibles, verdaderas pruebas de fuego para retar las fortalezas de los grupos y, al mismo tiempo, identificar claramente a los herejes y enemigos mortales del sacrosanto “proyecto”.

Ya que, entre otros tantos beneficios del “proyecto”, se halla la capacidad de unir a los hombres y los conglomerados humanos, que si bien incapaces de ganar un sólo partido, a un paso del descenso, podrán permanecer unidos por siempre, fuertes de espíritu y de carácter, aunque permanezcan con los pies atados y perdidos en cuanto campo de juego el “proyecto” los conduzca.

Y en definitiva, si el “proyecto” necesitare de personalismos extremos y decisiones erráticas y obstinadas hasta el hartazgo, a contramano de la lógica pagana y prosaica de los números y las verdades futbolísticas más elementales, deberá tolerarse sin crítica y con estoicismo, aunque en principio nos parezca que nos conduzca al abismo, puesto que se tratará, sin duda alguna, de uno de los tantos y recónditos misterios del alabado “proyecto”.

Los personalismos destruyen las instituciones, porque los hombres se colocan por encima de las mismas… Y las terminan aplastando con sus egos…, diría un blasfemo y acérrimo enemigo del “proyecto”, ensimismado en su falta de fe, negativismo, mala onda, mala leche, “muferío”, “caricocho” y otras elevadas plegarias por el estilo.

¿Pero qué podrá saber tal sujeto?, imbécil de imbecilidad insalvable, ignorante por completo de las verdades reveladas por el “proyecto” a sus protagonistas. Sacerdotisos del “proyecto” que, aún en la categoría futbolística que el “proyecto” determinase en su derrotero de gloria, deberá ser bienvenida y hasta agradecida por las instituciones que, como la nuestra, se han de ver bendecidas por el “proyecto” y sus representantes, sin reparar en la posibilidad inminente de un descenso deportivo.

Si en definitiva, y antes del “proyecto”…, no existía nada…, ni los socios, ni los hinchas, ni la historia, ni el estadio, ni la camiseta, ni los colores, ni el orgullo, ni el prestigio… Ni el CLUB. Sólo la espera paciente y sabia de un grupo de iluminados, aguardando la llegada mágica del “proyecto”.

Dios salve al “proyecto”. Y condene a los herejes al fuego eterno de la “C”… Mala onda, mala leche, muferío, “caricocho”.

Larga vida al "proyecto".

viernes, 7 de marzo de 2014

A las “Mujeres del Gallo", en su día...

Son las que nos contagiaron e inculcaron esta pasión, o en su defecto, acompañaron este amor, aún sin saber demasiado de fútbol.

Son las que festejaron con nosotros, a la hora del triunfo, y las que secaron nuestras  lágrimas y “bancaron” nuestra amargura y malos humores, ante alguno de los tantos “cachetazos” que el fútbol ha sabido propinarnos; aguardándonos con ese mate compañero, compresivo y cariñoso que, más que una simple infusión de yerba, resultaba un auténtico bálsamo y una amorosa caricia para nuestra atribulada alma, en especial durante los últimos 24 años de socios e hinchas.

Son las que se entristecieron in situ o desde casa, frente a la tele y con algún relato partidario de fondo, la tarde-noche aciaga de Florencio Varela, cuando nuestros sueños compartidos se hicieron trizas, en cuestión de un par de segundos, aún increíbles y dolorosos a la distancia.

Son las que sufrieron, primero por el resultado del partido y luego por la suerte e integridad física de los suyos y de sus compañeros de sentimiento, en la tarde del “viejo” Francisco Urbano y Deportivo Español, las manos de Loza, los goles anulados y los incidentes posteriores, en el comienzo del final anunciado de nuestro mítico estadio.

Son las que nos acompañaron desde el baby, para intentar hacer realidad nuestro insistente sueño de jugar en la primera del Gallo, comprándonos la “pilcha” con esfuerzo y siguiéndonos a todas la canchas con infinita paciencia, aunque más tarde la suerte, la falta de constancia o la ausencia de verdadero talento, nos hayan disuadido de una quimera tan lejana como hermosa mientras durase.

Son las que colaboraron y continúan haciéndolo en todas las áreas, participando a diario en las diversas actividades y eventos del club, con ese amor y apasionamiento únicos que les proviene de género, y que a nosotros, desde la vereda de enfrente, nos resulta al mismo tiempo, tan incomprensible como admirable.

Son las Angélica Cado de Pagano o Nelly Grosso, capaces de acompañar a los “padres fundadores” de esta pasión, por descabellados que pudiesen resultar sus sueños compartidos, a los ojos de terceros, lavando la ropa a mano de un plantel entero, partido tras partido y en cada entrenamiento, o bien ayudando codo a codo y ladrillo por ladrillo, a levantar el gimnasio cubierto, desvelo de su marido y de sus hijos propios y ajenos.

Son las que, no tan ilustres desde la significancia de sus apellidos, pero con idéntica pasión e importancia para el devenir de nuestra historia común, las podemos ver en el paraavalanchas o agitando con orgullo su bandera en la platea, de nuestro “viejo” Francisco Urbano y ahora en el Nuevo, con igual o más pasión y fidelidad que muchos de ustedes y nosotros juntos, y con bastante más bagaje futbolero que hasta algún presidente o miembro de comisión directiva, cuyo apellido reservamos pero todos conocemos.

Son las que también desde el anonimato, permitieron y permiten que sus “hombres” dediquen horas de su tiempo personal, familiar, de pareja y hasta comercial y laboral, a este loco y agridulce amor, para que puedan desarrollar sus tareas de gestión dirigencial o colaboración institucional, con la impagable tranquilidad mental y de espíritu, a sabiendas que sus hogares y diferentes frentes internos se hallan siempre bien cubiertos.

Son las que quizá ya no estén a nuestro lado, pero que continúan alentando desde el cielo, cuidándonos también, aún de grandes y a la distancia únicamente física, procurando tal vez torcer algún final apretado con necesidad de victoria, a través de sus “influencias” celestiales.

Son las que por convicción propia o acompañamiento, llegaron primero de la mano de sus padres, más tarde del brazo de sus novios y esposos, para luego llevar a sus hijos en el regazo, y años mediante, tal vez a sus nietos, para completar el ciclo vital de un género tan noble como hermoso, que embellece los estadios y perfuma sus ambientes.

Son, en definitiva, nada más y nada menos que las MUJERES DEL GALLO (las más bellas del fútbol argentino), en SU DIA.

¡¡MUCHAS FELICIDADES!!…

… Y GRACIAS POR TANTO AMOR, “AGUANTE”, EJEMPLO DESINTERESADO Y ALIENTO APASIONADO, UNICO EN Y POR SU MARAVILLOSO GENERO.


N de R: la presente, constituye nuestro humilde homenaje a todas las grandes mujeres del Gallo y de nuestras vidas, que tanto nos han marcado para bien y lo siguen haciendo, de parte de quienes hacemos a diario, "Club Deportivo Morón, el Gallito" (Blog y Facebook) y @CDMORON, "Pasión Por Morón" (en Twitter). ¡¡QUE PASEN EL MEJOR Y MAS FELIZ DE LOS DIAS!!.


Gustavo Adrián Requelme,
Marcos Ruiz Carrizo,
Javier Carabajal,
Matías Andrés Colinas.

jueves, 6 de marzo de 2014

Cinco retornos y una sorpresa, para visitar a Dálmine y "pegar el Campanazo".

En un “Mundo Morón” cada vez más convulsionado y nervioso, tras la derrota en el clásico frente a Nueva Chicago, acumulando una racha de negativa de una unidad sobre quince posibles, y en las últimas horas, al confirmarse lo que era un secreto a voces, una vez finalizado el cotejo de la fecha 24º frente a Platense, sobre la inevitable suspensión del Nuevo Francisco Urbano, de registrarse alguna reincidencia en materia de inconductas varias ocurridas durante los últimos tiempos (tales como pirotecnia durante los partidos, incidentes en la Platea Oficial en oportunidad del mismo cotejo ante el “Calamar” y las multas acumuladas en el semestre pasado, ante la reiteración de episodios que incluyeron el arrojar todo tipo de proyectiles a jugadores y cuerpos técnicos visitantes), el Gallo necesita sumar de a tres, por primera vez en este 2014, cuando visite a Villa Dálmine, el próximo sábado a las 19.05, con televisación en vivo de TyC Sports y el arbitraje de Héctor Paletta, en encuentro válido por la 27º jornada del torneo de la primera “B” Metropolitana 2013/2014.

Con los esperados regresos de Ariel Otermín y de Emiliano Jonathan Iván Mayola en la defensa, al cumplir la fecha de suspensión por cinco amarillas, que los privara a ambos de jugar ante Mataderos; así como los retornos de Damián Emilio Akerman, tras purgar sus tres jornadas de parate, a consecuencia de su expulsión de la fecha 23º ante Acassuso, así como de su compañero en ofensiva, Mariano Matías Martínez, quien se lesionara durante la pretemporada y no viera acción ni un minuto en el actual semestre; y tal vez el más añorado de todos, es decir, el del “Polaco” Martín Rodrigo Granero, quien sufriera un esguince severo de tobillo izquierdo en el último cotejo amistoso preparatorio, frente a El Porvenir, cinco serán las vueltas de jugadores titulares y “base” de este equipo, que soportara un “mal de ausencias” increíble desde el reinicio del torneo de la “B” Metro.

En el ensayo de fútbol, realizado este jueves, donde los titulares vencieron tres a cero a la Cuarta (dos de Damián Akerman y el restante de Mariano Martínez), Mario Darío Grana puso en cancha a todos los “retornados”, además de una modificación extra y hasta sorpresiva, desde lo nominal, y el esperable regreso al habitual sistema táctico, esto es, el 3-4-1-2 favorito del cuerpo técnico, modificando el 4-4-1-1 ensayado casi de emergencia, sólo en ocasión de la derrota por la mínima ante Chicago. En efecto, la modificación sorpresiva, desde lo individual, consiste en el ingreso de Mariano Messera como enganche, en lugar de Gerardo Daniel Martínez (quien será relegado al banco de los suplentes), con lo que, en definitiva, serán nada menos que seis los cambios que introducirá Grana, respecto del once que comenzara el clásico ante el “Torito”: Otermín en lugar de Luis Ferreyra, Mayola por Esteban Gabriel Giambuzzi, Granero en reemplazo de Hernán Gonzalo Parentini,  Messera en lugar de Gerardo Martínez, Damián Akerman por Gonzalo Nicolás Juárez (expulsado ante Mataderos) y Mariano Martínez en reemplazo del “Colo”, Pablo David Vacaría (que ocupará un lugar entre los relevos).

Pasado en limpio, el once del Deportivo Morón que irá en procura de su primera e imprescindible victoria en lo que va del presente año, frente a Villa Dálmine, en Campana, el venidero sábado a las 19.05, con televisación en vivo y el arbitraje de Héctor Paletta, en el marco de la 27º fecha de la “B” Metro, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (capitán y con cuatro amarillas); Ariel Otermín, Ariel Omar Berón (cuatro amarillas), Emiliano Jonathan Iván Mayola; Mariano Omar Barbieri, Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga (cuatro amarillas), Matías Exequiel Orihuela; Mariano Messera; Damián Emilio Akerman, Mariano Matías Martínez (cuatro amarillas).

Completan el listado de convocados para el último entrenamiento liviano de este viernes, en la antesala del viaje en dirección al límite norte de la provincia de Buenos Aires: Juan Cruz Leguizamón, Esteban Gabriel Giambuzzi, Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Hernán Gonzalo Parentini, Gerardo Daniel Martínez, Pablo David Vacaría y Ezequiel Adrián Cérica.

Matías Orihuela: “estoy convencido que este mal momento es pasajero”.

¿Cómo se explica este mal momento?.

Es muy difícil explicar este momento, trabajamos muy duro a diario para cumplir nuestros objetivos, con el fin de darle alguna alegría a la gente que siempre nos viene a apoyar. Es una situación complicada, pero confiamos en que podemos revertir este mal presente. También hay que tener en cuenta que desde el inicio de la segunda etapa del campeonato, el equipo tuvo muchas bajas, debido a las lesiones y suspensiones. Eso también incide en el rendimiento. 


Si bien el inicio de la primera rueda del campeonato no fue buena, después pudieron revertir la situación hasta convertirse en uno de los animadores del torneo. Sin embargo el presente indica que de 15 puntos en juego, sólo se consiguió 1. ¿Cómo se puede entender semejante diferencia de rendimiento, entre la primera rueda y la actual?.

El torneo es muy largo. Si bien sacamos solamente 1 punto, nada está perdido. Fijate que en la primera etapa del campeonato ganabas 3 partidos de manera consecutiva y ya estabas metido en los primeros puestos. Acá puede pasar exactamente lo mismo, no tengo dudas que vamos a volver a agarrar esas rachas ganadoras para pelear por los objetivos que tiene el plantel. Tenemos mucha fe que podemos sacar adelante este mal momento.


¿Cómo está el grupo, teniendo en cuenta este mal comienzo de campeonato, en el cual nos jugamos nada menos que el descenso?

El grupo esta más unido que nunca. Muchos compañeros y personas a las cuales admiro, tienen mucha experiencia en estas adversidades que nos toca pasar. Me sorprenden día a día con lo duro que entrenan para que podamos salir adelante. Mirá a (Alejandro Esteban) "Chiche" Migliardi. Se entrena con las mismas ganas que un pibe que recién comienza en el fútbol. Es todo un ejemplo a seguir. Desde el cuerpo técnico hasta el último que conforma este plantel, estamos unidos con el fin de sacar a Morón de esta situación.  


La gente siempre dice presente, ya que Morón es un grande la categoría. ¿El jugador se siente respaldado por el hincha de Morón?.


Sí, nos sentimos respaldados, por la manera como nos reciben siempre, dentro y fuera del estadio; el apoyo que nos dan, sea el resultado que sea; en las palabras de aliento que la gente tiene en estos momentos difíciles que estamos teniendo. Nos hace notar el cariño que tienen al club y hacia nosotros. Es muy importante para el grupo sentir el apoyo y cariño de la gente. Mucho más en estos momentos difíciles.


¿Cómo se sale de esta situación?.

De esta situación se sale todos juntos, trabajando duro día a día como lo venimos haciendo. Así como salimos adelante la primera rueda del campeonato, vamos a salir de esta situación que tanto nos preocupa a todos. El cuerpo técnico y los jugadores estamos conscientes de este magro presente. Tenemos el material humano para poder lograrlo. Estoy convencido que este mal momento es pasajero.


¿Algunas palabras para la gente?...

Que nos siga alentando de la misma forma que hasta ahora. Quedó demostrado en el partido contra Chicago que Morón es grande no sólo por su historia, sino también por su gente, ya que tenemos una hinchada de primera. Estamos en deuda con ellos, ojalá podamos retribuirles todo este apoyo incondicional que nos brindan partido a partido. Por eso les pido que nos sigan apoyando a todos, desde el cuerpo técnico hasta el último jugador. Este mal momento, pronto va a ser un mal recuerdo.

 
Por: Marcos Ruiz Carrizo.


                                          Foto: Leonela Albañir.

sábado, 1 de marzo de 2014

Morón 0 - Chicago 1: El “Titanic” del Oeste.

¿Cómo hacer para escribir y expresar algunas ideas, cuando todavía la bronca brota por los poros de muchos que amamos a Morón?. ¿Cómo calmar y aplacar el enojo para darle lugar a la razón y al pensamiento objetivo?... Muchas preguntas rondan por mi cabeza (y la de muchos), para buscar una explicación a este paupérrimo presente deportivo...Lo único seguro hasta el momento, es que a esta altura, nos encaminamos hacia una ruta turbia y oscura llamada descenso.

Es de esperar que muchos alcahuetes y genuflexos de turno, critiquen nuestras palabras y  moral editorial, haciendo hincapié (como lo han hecho en muchas ocasiones) en nuestra supuesta "mala leche", o en ser "anti-Morón", y no se en cuánto agravio (trillado) más. Lo único cierto es que nos debatimos entre permanecer o no, en la tercera categoría del fútbol argentino.

Mientras muchos buscan culpables y se refugian y se excusan en "la mala onda", con el fin de "lavarse las manos" y no reconocer errores u horrores, nos hundimos poco a poco en el océano oscuro de los promedios.

Hay una famosa frase que dice: "no hay peor ciego, que el que no quiere ver". Sí, señores, en el "Mundo Morón" estamos cegados por la soberbia, la tozudez y el capricho de sostener lo insostenible, de echar culpas a propios y extraños, buscando desesperadamente mirar “la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en uno mismo”, haciendo alusión a la famosa frase expresada por Jesús.

En este "Mundo Morón" donde aquél que se atreve a expresar su descontento es señalado con el dedo acusador como un traidor, un "mala onda" y desestabilizador, seguimos gastando energías, buscando un enemigo de turno, con el fin de trasladar nuestras miserias y culpas en el otro, sin darnos cuenta que el barco se nos hunde de a poco. Algunos piensan que estamos en el Titanic, el barco indestructible, el barco del triunfo, y tal vez no se dieron por aludido que hasta el mítico Titanic sucumbió y se hundió en el fondo del mar, a causa de un iceberg cuyo verdadero peligro no era visible, ya que la punta del mismo no representaba una amenaza capaz de hundir semejante estructura. Cuando quisieron reaccionar para salvar la embarcación, era demasiado tarde. En el "Mundo Morón" también pasa lo mismo. Vemos los problemas como una simple amenaza, como pensando que todavía falta mucho para el cierre del campeonato y que todavía es posible "salvar el barco", subestimando consciente o inconscientemente la cruda realidad.

El presente nos indica que Morón vive una situación delicada, donde algunos jugadores no pueden vestir nunca más la casaca del Gallo. Casos como el impresentable Gonzalo Juárez y otros más, son claros ejemplos de esta triste situación.

Un Gonzalo Juárez, que jamás sintió la camiseta del Deportivo Morón, que no hizo mérito alguno para ser parte de este plantel (mucho menos para permanecer en el mismo), fue sostenido por Mario Darío Grana en varias oportunidades, mientras tanto que el ex Acassuso, sólo pagó tal confianza a base de expulsiones y pésimos rendimientos dentro del verde césped. Recurriendo a otra famosa frase y para salir en "defensa" del cuestionado defensor, podemos decir que "La culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer"...

Ayer Morón perdió nada menos que ante Nueva Chicago. Derrota que duele en el alma, no sólo porque se trata de nuestro clásico de toda la vida, sino también porque cada derrota nos hunde más en la tabla de los promedios. Un Morón desordenado, sin ideas, trató de buscar la igualdad sin tener en claro lo que quería. Si bien la temprana expulsión de Gonzalo Juárez al comienzo del segundo tiempo complicó aún más la situación, no es excusa para decir lo mal que se jugó. Chicago no fue mucho más que Morón, pero a diferencia de su rival, sabía que quería y qué vino a buscar, desplegando un juego poco vistoso, pero efectivo y compacto en todas sus líneas, cualidades de las cuáles carece desde que empezó la segunda y definitiva etapa del campeonato, el conjunto de Mario Grana.

Mientras trasladamos errores propios (jamás asumidos) en los demás, culpando de nuestros caprichos e impericia en los “mala onda”, “mala leche” y hasta “mufas”, y nos seguimos enfrentando entre nosotros, el Titanic del Oeste navega sin rumbo, despojado de un verdadero capitán que intente asumir con valentía, grandeza y decisión, el timón de este navío a la deriva, para procurar corregir a tiempo un errático y fatídico rumbo,  que hoy parece encaminarnos (por pecados de soberbia y obcecación), en dirección inexorable hacia su hundimiento y posterior "descenso" a aguas turbias.

Un triste barco al garete…, llamado Deportivo Morón.



Por: Marcos Ruiz Carrizo, para “Club Deportivo Morón, el Gallito”.