lunes, 23 de junio de 2025

Punto que suma

Cuando un equipo está en esas tardes (o noches) en que no le sale nada, ni en lo individual, ni en lo colectivo, lo mejor que puede pasarle es no perder el partido.

Y eso precisamente fue lo que le sucedió a Morón en Salta, donde no pudo repetir los destacados rendimientos de las últimas jornadas, frente a un Central Norte que lo complicó en varios pasajes del encuentro y le generó chances de gol muy claras, convirtiendo a Julio Salvá en la figura excluyente en el "Padre Martearena", mientras que el Gallo casi no pudo probar al arco, incómodo con su juego y el planteo de su rival.

Y si embargo no perdió, trayéndose de regreso al Oeste, un punto valioso ante el "Cuervo" salteño, para estirar la racha a diez partidos sin perder y seguir en un expectante tercer puesto en su zona, a sólo tres unidades del único líder, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, a quien deberá visitar en un par de jornadas.

Repitiendo el once de inicio frente a Almirante Brown, al equipo de Walter Otta le costó desde el arranque hacerse de la pelota, su arma más poderosa para dominar y comenzar a generar desequilibrios en los rivales, y cuando finalmente la conseguía, equivocaba los caminos, abusando del recurso de la pelota aérea y los pelotazos a distancia, en lugar de jugar por abajo y juntar pases, su mayor virtud en todos los cotejos precedentes.

Para colmo, al Gallo le faltó precisión con el balón en su poder, cediéndolo con facilidad y recurrencia al local, que con poco empezaría a generar sofocones en una última línea visitante segura, en el 90 por ciento de las acciones y en ese 10 % restante, contó con una gran tarde de Salvá, cada vez que lo llamaron a intervenir para cuidar el cero en el arco propio.

Así las cosas, en el amanecer del partido, lo tendría el "9" del "Cuervo", Franco Tisera, luego de un envío desde la derecha, el sector preferido por el equipo de Pablo Fornasari para atacar, obligando a Iván Vaquero a preocuparse más por la marca, que a desprenderse en ataque como en duelos anteriores.

Más tarde, de otro centro desde el mismo sector, una pelota "envenenada" al segundo palo, encontraría el toque con destino de red, de Matías Moravec, el "7", y éste a su vez, hallaría el pie salvador de Salvá, para mandar el balón al tiro de esquina.

Y habría más, porque el mismo Salvá, con un manotazo providencial, le ahogaría el grito de gol a Luciano Ferreyra, el "11" y de lo mejor del dueño de casa (junto con el lateral diestro, Santiago Rinaudo) y casi en el epílogo de la primera parte, luego de un tiro de esquina desde la izquierda de la ofensiva de Central Norte, entre forcejeos y agarrones de ambos lados en el área chica, la pelota le quedaría en soledad y a centímetros de la línea de gol, al "8", Tiago Banega, que increíble y afortunadamente la mandaría muy por encima del travesaño.

En el mismo lapso, Morón no podría acercar peligro al arco local, salvo por un par de remates desde afuera de Gastón González, en un Morón que además, perdería muy pronto en el encuentro, a Emiliano Franco, que debería retirarse lesionado con apenas un cuarto de hora de juego disputado, ingresando en su lugar Santiago Kubiszyn, acostumbrado a desempeñarse más por el carril derecho (recordemos, con Pablo Ferreira ausente, reponiéndose de un desgarro y Matías Ballini también out, con dificultades más complejas en una de sus rodillas).

Ya en el segundo tiempo, el "shampoo" marca Walter Otta, del entretiempo, daría sus frutos en los primeros minutos de la etapa de cierre, puesto que Morón se adelantaría unos metros e intentaría ser el equipo de presión alta que todos conocemos y ponderamos, con Vaquero más arriba, acompañando a Juan Manuel Cabrera, mucho más ofensivo que en partidos anteriores, aunque dicha disposición no terminaría redituando en situaciones de riesgo frente al arco local, en un Morón inconexo e impreciso con la pelota en los pies de sus habituales mejores intérpretes.

En esta etapa final, el partido se caería, ya que el Gallo, sin llegar a jugar bien, por lo menos ajustaría las marcas y Salvá no debería intervenir tanto como en los primeros 45', más allá de algunos remates a distancia.

Con el debut de Elías Contreras, como extremo diestro y la segunda participación, llegando también desde el banco, de Ramiro Fergonzi en ofensiva, Morón no cambiaría el pálido semblante en la tarde salteña, aunque tampoco sufriría grandes asedios en su defensa, que siempre respondería con acierto.

El pitazo final de Bryan Ferreyra, debutante árbitro del encuentro con el Gallo, mostraría rostros de conformismo en el visitante, ante un punto que suma y mucho, más teniendo en cuenta cómo se había dado el desarrollo del mismo, en especial durante el primer tiempo.

Porque cuando se tienen esas malas tardes (o noches), en las que no parece salir nada, lo mejor que puede pasarnos es no perder el partido y traernos algún punto a casa.

Eso también forma parte del proceso de madurez de conjunto, de un equipo con aspiraciones importantes.

Descanso largo (por el aplazamiento de la fecha 20, frente a Gimnasia de Mendoza, en el Oeste, por el compromiso de "Copa Argentina" del "Lobo" mendocino) y a pensar en volver al Norte, para visitar al líder, Gimnasia de Jujuy, en otra prueba de carácter.

Punto que suma.


@elgallogustavo.



           📸: Deportivo Morón.




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