Tras los subcampeonatos consecutivos obtenidos en 1978 (detrás de Talleres de Remedios de Escalada) y 1979 (a sólo tres puntos de Deportivo Español, no sin polémicas en los enfrentamientos con el “Gallego”), el Deportivo Morón, dirigido por Mario Griguol y Juan Carlos “Toto” Lorenzo como “asesor” futbolístico, hoy en un rol asimilable al “mánager” (propio de un adelantado a su tiempo, como Virgilio Machado Ramos, el “presidente de los campeonatos”), llegaba al Torneo de la Primera “C”, en 1980, por entonces la tercera categoría del fútbol argentino, con la urgencia de “romper el maleficio” y volver a la Primera “B”, luego de haber llegado por primera y única vez en su historia a la Primera División, en 1968 y tras acceder a la máxima categoría con tan sólo 21 años de vida, retroceder dos categorías entre 1970 y 1978.
domingo, 15 de noviembre de 2020
A 40 años del campeonato de 1980: "La reparación histórica"
En aquella inolvidable campaña de 1980, definida en un “mano a mano” con el Central Córdoba de Rosario del también sempiterno “Trinche” Carlovich, el Gallo finalizaría en lo más alto de la tabla de la Primera “C”, con 64 puntos (por encima de Central Córdoba con 59 y Lanús con 50) en 38 partidos jugados, producto de nada menos que 28 triunfos, ocho empates y tan sólo dos derrotas (en la 12° fecha, por la mínima con Comunicaciones en Agronomía y en la 25°, precisamente con el “Charrúa” en el “Gabino Sosa”, con un penal inventado por Osvaldo Schiavonne y una movilización sin precedentes de 25 micros y más de tres mil “almas” del Gallo en Rosario), además convertir 82 goles a favor y recibir 31, con el gran Atilio Romagnoli, nuestro máximo goleador, hasta la irrupción del más grande de nuestra historia, Damián Akerman, un “mellizo” que además se convertiría en el goleador absoluto del certamen con 25 tantos, seguido de cerca por otro delantero fenomenal, como el “Loco” Pinasco, con 17 goles.
En la calurosa y muy lluviosa tarde del 15 de noviembre de 1980, correspondiente a la 36° jornada del Torneo de la Primera “C” de aquél año, el Gallo visitaba a Deportivo Merlo en el Parque San Martín (de buena campaña, tanto que finalizaría cuarto con 47 unidades), y en un partido inolvidable se consagraría campeón, tres fechas antes del final del torneo, con los goles de Raúl Franchocci, a los '5 del primer tiempo para el 1 a 0, del recientemente fallecido Juan Carlos Gómez, sobre los '27 de la etapa de inicio para el 2-1 (tras el empate de Benítez, a los '11 para el local), y el “doblete” de Atilio Romagnoli, a los '59 y '85, para darle el triunfo parcial y luego el definitivo por 4 a 2 (Moris había igualado por segunda vez en la tarde, a los '48), no sin antes “gritar” como un gol más, la multitud del Gallo que se llegó hasta Merlo Sur, el penal atajado por el enorme Roberto Peidro, una las figuras y emblemas del campeón, a Benítez, sobre los '66, cuando el resultado aún estaba 3 a 2 en favor de Morón.
Con el pitazo final de Sabino, la “caravana” de la felicidad y el “desahogo” del campeón, finalmente tras dos años consecutivos de subcampeonatos, cargados de decepción, se dirigiría a continuar los festejos a Morón, en una consagración tan esperada como “épica”, en medio de la lluvia por momentos torrencial y el barro del Parque San Martín.
Peidro; Guereño, Franchocci, Juan C. Gómez, Stagliano; Colombatti, Quiroga (Areco Larrañaga), Milano; Alvarez, Ruiz, Atilio Romagnoli. DT: Carlos Griguol… fueron los “próceres” que sellaron aquella “gesta” de regreso a la Primera “B”, luego de años de frustraciones encadenadas.
El Dr. Roberto Peidro, Raúl Guereño, Juan Carlos Gómez, Raúl Franchocci, Daniel Sauk, José Vicente Stagliano (luego campeón en 1990), el uruguayo Washington Areco Larrañaga, Orlando “Pampa” López, Miguel Colombatti, Oscar Ruiz, Héctor “Negro” Milano, los “mellizos” Atilio y Argentino Romagnoli, el “Lobo” Carlos Pinasco, Victor Acuña, José Luis Álvarez, Horacio Cordero, Alberto Quiroga, Roberto Marucci, Enrique Ferrari, Roldán, Osvaldo Pérez, Gómez Caballero, Daniel Nicolini, Verón, Alberto Quiroga, Gerardo Ledesma, Daniel “Churrasco” Churruarin (sin minutos en cancha por una lesión, pero parte indubitable de este maravilloso plantel)... son algunos de los nombres y apellidos de un logro histórico e inolvidable, del que hoy se cumplen nada menos que 40 años.
Y las lágrimas de emoción siguen siendo las mismas.
N. de R.: Con las disculpas del caso por la referencia personal, en 1980, de la mano de mi viejo, que desde hace tiempo alienta desde la “quinta tribuna”, llegué por vez primera al “Viejo” Francisco Urbano, para abrazar un amor de por vida y disfrutar de una campaña memorable.
Simplemente… GRACIAS!
@elgallogustavo.
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