lunes, 12 de mayo de 2025

Punto que suma, afianza y confirma

El Gallo "sacó pecho" en Turdera y sacó adelante un partido complicado frente a Temperley, para llevarse un punto valioso del Sur del Gran Buenos Aires, a pesar de jugar con un jugador de menos todo el segundo tiempo.

En efecto, frente a un rival con individuales de jerarquía y en un escenario reducido y siempre esquivo (tanto es así, que Morón no gana allí desde 2010), el equipo de Walter Otta en otra muestra de carácter, supo sobreponerse a un arbitraje lamentable de Felipe Viola y de su asistente número uno, Ariel Scime, que ente ambos convalidaron un gol viciado de nulidad, a cargo de Fernando Brandán, a los 40 de la etapa inicial, luego de una pelota "peinada" por el "Animal" Luis López, que Brandan, no menos de un metro por delante de la línea del último defensor visitante, aprovecharía el grosero error del dúo arbitral para definir con calidad, con efecto al segundo palo de Julio Salvá, para adelantar al "Gasolero" en el marcador, en un partido parejo y de supremacía repartida, hasta ese momento.

Por si fuera poco, a los 48' de la misma primera mitad, Santiago Kubiszyn, que estaba teniendo un buen desempeño, llegó a destiempo a disputar una pelota con Adrián Aguirre, el volante central y capitán local, provocando un contacto que el experimentado futbolista "Celeste" exageraría sin pudor, determinando la expulsión por roja directa al "8" de Morón, mitad por nerviosismo propio (agudizado por saberse perjudicado en la jugada del gol de Temperley) y mitad por las artimañas de un Arregui que se pasó todo el partido hablándole al árbitro y tratando de "sacar" a los rivales, en especial a los más jóvenes, como Yair González, Pablo Ferreira y el propio Kubiszyn.

Como quedara dicho, con el regreso de Julio Salvá al arco, tras recuperarse de un desgarro, en lugar de Leandro Finochietto, que respondiera de gran manera en todos los partidos en que le tocó reemplazarlo y el retorno de Franco Lorenzón a la zaga, tras purgar la fecha de suspensión, por su expulsión en Caseros, en sustitución de Emilio Lazza, Morón comenzó mejor el duelo en Turdera, quitándole la pelota a Temperley y siendo "vertical" en ofensiva, generando algunas situaciones de riesgo, frente al arco defendido por Ezequiel Mastrolía, el mismo que el 6 de junio de 2017, atajara para Platense, en la consagración del Morón campeón de Walter Otta en la Primera "B" Metropolitana, con el inolvidable triunfo por 2 a 1 en un Nuevo Francisco Urbano "explotado" de público.

Con el correr de los minutos y más por empuje que por buen juego, el local habría de emparejar el trámite del partido, aunque sin generar peligro en el arco defendido por Salvá.

Hasta que a los 40' del primer tiempo, el gol en claro off side cambiaría el curso de las cosas y ni hablar, con la roja a Kubiszyn, en el tercer y último minuto agregado al tiempo reglamentario.

Ya en el complemento, antes de los diez minutos de la segunda etapa, Otta mandaría al campo de juego, en inmejorables condiciones del "Alfredo Beranger", a Emiliano Franco en lugar de Yair González, Gastón González por Mariano Bíttolo y a Facundo Báez en lugar de Fabricio Sanguinetti, sin tanta gravitación, en un escenario de dimensiones más reducidas, para poder explotar su velocidad por las bandas.

Precisamente, el juvenil Facundo Báez resultaría fundamental para que Morón lograse el empate, que incluso hasta pudo ser triunfo, puesto que sería un factor determinante para desequilibrar a la defensa de Temperley, tanto sea en función ofensiva, como unos metros más retrasado, en rol de "lanzador" para las corridas o los "pivoteos" de Ivo Costantino, una vez más, de buen partido y ganando todas las pelotas en la "cancha de arriba", además del gol y un remate "a quemarropa", bien resuelto por Mastrolía.

En uno de esos intentos, de un tiro de esquina desde la derecha del ataque visitante, Franco Lorenzón peinaría el balón, en medio de un entrevero de jugadores en el área, más propio de un maul de rugby que de una acción futbolera, para que la pelota le quedara a Juan Manuel Cabrera, apareado y sujeto de todos lados por su marcador en el área chica, pero que aún así sería capaz de tocarla apenas de zurda, en un remate que parecía perderse junto al poste izquierdo del arquero, hasta que apareciera el "9", Ivo Costantino, sólo entre tantos agarrones a la vista del árbitro, para corregir la trayectoria del balón y empujarla al merecido y festejado gol del empate del Gallito, a los 28 minutos del segundo tiempo.

Y como dijimos, hasta pudo ganarlo, con una pelota bien ganada y defendida en el medio por Facundo Báez, que habilitaría de gran forma a Gastón González, en una contra letal y con la defensa local mal parada, pero Gastón González se apuntaría y no definiría bien ante el "achique" de Mastrolía, para quedarse con una pelota fundamental, cuando además, por izquierda, llegaba solo y sin marcas, Costantino para empujarla una vez más al fondo de la red.

Y también lo tuvo el mismo Báez, en otro contragolpe punzante y bien hilvanado, pero en este caso, sin posibilidad de pase claro, optaría por definir desde afuera y de emboquillada, pero el balón se iría apenas ancho por sobre el travesaño.

Temperley, por su parte, también tendría un par de ocasiones claras, la primera en una entrada franca de Brandan, por el centro del área y su remate de "cachetada" se iría al lado del poste diestro de Salvá (cuando el partido todavía lo ganaba el local) y una salvada providencial de Nahuel Zárate, en el área chica, tras un centro "envenenado" desde la izquierda, a cargo del ingresado Gabriel Esparza.

Con el pitazo final de Felipe Viola y las quejas de ambos lados, pero en especial de Morón, que además de Kubiszyn, minutos después del gol en off side local, Félix Benito también resultaría expulsado, el Gallo se quedaría con un "puntazo", pese a la bronca lógica del momento, por el rival, el escenario y fundamentalmente, por cómo se dio el partido, con la desventaja en posición adelantada y el tener que afrontar todo el segundo tiempo, abajo en el resultado y con un jugador menos.

Otra prueba de carácter para un equipo que se va consolidando partido tras partido y que demuestra entereza para sobrellevar momentos desfavorables y situaciones de injusticia futbolera.

Ahora, es tiempo de recibir a Colón de Santa Fe, en el Oeste, que no llega en su mejor momento, ni mucho menos, pero que pese a ello, no deja de ser una buena medida, con individuales de gran jerarquía.

Punto que suma, afianza y confirma.


@elgallogustavo.



       📸: Deportivo Morón.


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