domingo, 17 de abril de 2022

Un final anunciado

"Triste... Y final"?... Titulábamos el pasado domingo 3 de abril, tras la derrota de local, frente a Estudiantes de Buenos Aires, porque presumíamos el final de un ciclo, de manera irreversible, más allá que en los días subsiguientes, la "agonía" de un final anunciado se hubiese prolongado innecesariamente, durante dos cotejos más, entre las "renovaciones de confianza" tácitas, las "ganas de revertir" las cosas, casi de rutina y en especial, la falta de recursos económicos para afrontar una rescisión unilateral, en tanto y en cuanto no sobreviniera una renuncia, que a la sazón, jamás sucedió, pese a dos nuevos empates y con "sabor" a "más de lo mismo".

Decimos esto, porque luego de la igualdad en cero de este sábado 16 de abril, de Semana Santa, ante San Martín de San Juan, Alejandro Orfila dejó la dirección técnica del Deportivo Morón, aunque no por decisión propia, sino por pedido de la secretaría técnica y la dirigencia, quienes cesantearon en sus funciones al ahora ex entrenador del Gallo, que en su corto y opaco paso por el club, apenas cosechó 12 puntos, producto de dos triunfos, seis empates y tres derrotas, con un porcentaje de efectividad de 36,3 por ciento de los puntos en juego, además de convertir seis goles en once jornadas, con idéntica cantidad de tantos en contra (logrando su primer gol en el certamen, para su también primera victoria, en la séptima fecha, ante Rafaela en el Oeste) y lo más llamativo y contundente, en su pobre estadística, de haber utilizado 24 jugadores del plantel, lo que claramente indica que Orfila jamás encontró un equipo base.

Por si fuera poco, en este sentido, el concepto de "versatilidad", esgrimido públicamente por el ahora ex entrenador, Alejandro Orfila, no sabemos si generó molestias o no entre sus dirigidos, porque uno no está en el "día a día" del plantel, pero lo cierto es que, la decisión de darle la titularidad a un futbolista, cualquiera que sea, para a la fecha siguiente, ni siquiera convocarlo al banco de los suplentes, seguramente no contribuyó jamás a fomentar la confianza entre los jugadores, generando una "rotación" permanente de nombres, que a cualquiera de nosotros mismos y en el ámbito laboral que se trate, nos hubiese provocado incomodidad e incertidumbre.

De hecho, en el cotejo con los sanjuaninos, Orfila tomaría decisiones tácticas llamativas, como enviar al banco a Bruno Galván (una de las vallas menos vencidas del torneo y figura del empate precedente en Villa Crespo), para el ingreso de Juan Martín Rojas, con escasos minutos en cancha, de manera oficial, desde hace un buen tiempo a esta parte.

En la misma línea, también llamaría la atención, el cambio de Alan Schönfeld como lateral derecho (puesto que conoce de su pasado, pero no precisamente reciente) por Cristian Broggi, además de "darle un descanso" obligado a Gastón González, con destino al banco de los suplentes, que si bien el "Mellizo" no se halla atravesando por un buen momento, ni mucho menos, en un equipo con muy escasa generación de juego, prescindir de Gastón González, no parecía a priori, de las decisiones más acertadas.

Más allá de "versatilidades", "rotaciones" cuestionables y un bajo nivel general en muchos de los protagonistas salientes de la última campaña, Morón frente a San Martín de San Juan repetiría una actuación regular, con algunas "grageas" de juego, en especial a través de Santiago Coronel y Gonzalo Salega, y el desequilibrio que otra vez generaría Fernando Bersano, como extremo izquierdo, que dejaría un par de veces en situación de gol a sus compañeros, al igual que ocurriese en el empate uno a uno, ante Atlanta en Villa Crespo, el pasado fin de semana (y en esas oportunidades, la falta de precisión y puntería, frente al arco contrario, justificaría el por qué de los escasos seis goles en once partidos).

Pero como ocurriese durante todo el campeonato, a lo largo del poco más de 25 por ciento de certamen disputado, serían "arrestos" y "momentos", demasiado esporádicos y discontinuos, como para pretender ganar con autoridad el encuentro y mucho menos, ilusionarse con una mejora del rendimiento individual y colectivo, a futuro inmediato.

En definitiva, empató Morón 0 a 0 con los sanjuaninos y Alejandro Orfila dejó de ser el director técnico.

Un final anunciado, tiempo antes, que solamente el protagonista principal y algunos secundarios, parecían no registrarlo.

"Triste y final"... Ahora sin signo de pregunta.

"Borrón y cuenta nueva", por el bien del Gallo.


@elgallogustavo.



        📸: Archivo, Alejandra Busto.



2 comentarios:

  1. Al fin se acabo esta pesadilla. No hay muchos técnicos buenos disponibles, pero esperemos que ahora la elección del DT traiga resultados positivos, que se encuentre rápidamente el equipo y lleguen las victorias.

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  2. Por fin te fuiste Orfila, 11 fechas de terror, te tendrías que haber ido antes del partido en Madryn por respeto a la gente de Morón.

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