domingo, 21 de septiembre de 2014

Es sólo una cuestión de actitud...‏

Entre Cristian Román Yassogna (seis goles) y Damián Emilio Akerman (cinco tantos), autores del 2-0 ante Italiano, totalizan los once gritos de Morón en el certamen. Foto: gentileza, Eduardo Fabián Acuña.
Orden, concentración, solidaridad, sacrificio, entrega y contundencia..., podrían sintetizarse como las principales virtudes rápidamente identificables, para intentar comprender y justificar las razones de un cambio tan drástico como virtuoso, capaz de revertir un proceso futbolístico que con Pasini parecía irremontable, y hoy con Giunta es un sueño revitalizado, que goza de inmejorable salud y proyección a futuro.

"San Blas", "San Blas"..., solían invocar nuestros abuelos cuando nos veían toser con fruición, tal vez ahogados por alguna extraña y ajena razón. De manera simétrica, Blas Armando Giunta pareciera haber llegado en el momento justo, para aliviar el ahogo de toda una institución y su pueblo futbolero, en momentos en que el sofocamiento de años y años de campeonatos, planteles y temporadas atragantados en las vías respiratorias superiores, amenazaban con desencadenar una cianosis de dimensiones tan graves como colectivas.

De un equipo, que en unos pocos casos corría, aunque sin idea definida ni criterio táctico alguno, pero en la mayoría de los casos, caminaba la cancha, cuando lisa y llanamente no la reptaba como una anguila, hoy nos encontramos con un once que puede transigir la tenencia de la pelota, pero jamás la entrega, a partir de premisas simples y claras, incorporadas con enorme convencimiento y compromiso por los protagonistas, dentro de la cancha y durante los noventa minutos de juego.

Asimismo, de un equipo "extra large" entre sus líneas, durante el reciente proceso encabezado por Salvador Pasini, en éstos últimos dos encuentros y desde la más que reciente asunción de Blas Giunta, hemos podido asistir al vertiginoso cambio por un elenco "small" y compacto entre Peratta y Altobelli, sin grandes transiciones entre medio, y la solidaridad y prodigalidad como banderas, en todos y cada uno de sus intérpretes.

Es que este remozado Morón, by Blas Armando Giunta, espera paciente y acertadamente, con los once "defensores" dentrás de la línea de la pelota, cuando la misma es objeto de posesión del rival, al tiempo de ser capaz de salir rápida y eficazmente en contrataque, en ocasión de su recupero, involucrando muchos "delanteros" en contras que comienzan a manifestarse como letales.

Frente a Sportivo Italiano, en Ciudad Evita, a lo largo de los '90 es muy probable que las estadísticas finales del juego, hayan podido mostrar una supremacía en el porcentaje de tenencia del balón, en favor del local. Sin embargo, dicho dominio resultaría absolutamente estéril e improductivo, en presencia de un equipo, como este sorprendente Morón, seguro de sí mismo, ordenado, solidario y en varios pasajes del cotejo, prácticamente inexpugnable.

Con picos cada vez más altos de rendimiento, como la confirmación de un generoso e implacable goleador como Cristian Román Yassogna (que totaliza seis en la temporada); de un Damián Ezequiel Toledo "amo y señor" del mediocampo y el relevo defensivo; de un Víctor Leonel Altobelli asistidor, desequilibrante e incansable; de un Emiliano Jonathan Iván Mayola prolijo, seguro y rendidor desde la última línea; además de un "Flaco", Sebastián Darío Peratta que va hallando su verdadero nivel y categoría de crack, sin dudas asentado por la tranquilidad de no tener que salir a "tapar los agujeros" de una línea defensiva que ahora sí responde con acierto, más el mayor aplomo y paulatina mejora del resto, han convertido a este Gallo de Giunta, en un equipo simple, duro e inteligente, para aprovechar sus ocasiones y manejar psicológicamente los tiempos de los cotejos, hasta justificar los festejos y convencer con los rendimientos.

Morón volvió a ganar, en su segundo encuentro del segundo ciclo de Blas Armando Giunta como técnico, y todo aquello que parecía sepultado y ganado por la resignación de los hechos, hasta hace sólo diez días, hoy se halla revitalizado por la fuerza de la ilusión renovada, pero también por lo mucho y muy bueno, expuesto en '180 dentro del campo de juego, en tan poco tiempo efectivo de fructífero trabajo compartido.

"San Blas", "San Blas"..., nos decían nuestros abuelos en caso de ahogo..., y ahora Giunta y compañía parecen dispuestos a golpearnos la espalda, fecha a fecha, con tal de aliviar el estado de sofocamiento grave, con pronóstico de "azulada" cianosis, que hasta hace poco tiempo tenía a todo el Oeste con el pulgar presto a pulsar el "send", tras haber previa y preventivamente, marcado la conocida progresión numérica del 9-1-1.

Es sólo una cuestión de actitud... Y bienvenido sea.

Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

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