Deportivo Morón pagó caro sus desconcentraciones y errores defensivos, y no pudo prolongar el envión anímico del infartante triunfo frente a Almirante, para caer en el "Ciudad de Caseros", frente a un Estudiantes de Buenos Aires que, lejos del equipo rutilante de la última temporada, supo usufructuar todas la ventajas que le ofreciera la visita, para alzarse con el primer festejo del campeonato.
Raro, muy raro, si lo comparamos con el Morón del pasado torneo, pero en consonancia con la irregularidad manifiesta del presente, el Gallo volvió a evidenciarse endeble y vulnerable en la última línea, perdiendo el cotejo ante el "Pincha", fundamentalmente por su flojo desempeño en la bandas, con especial hincapié en un desconocido Rodrigo Lemos que, otrora el jugador más regular del Deportivo Morón, sucumbió desde el inicio en su "batalla" personal con Diego Torres, el enganche figura y goleador del local, por duplicado, además de mostrarse desconcentrado e inseguro en la marca, al igual que ocurriese el martes último, en la victoria con sufrimiento frente al "Mirasol".
De entrada nomás, y tras algunos minutos de "estudio", el Gallo sería el que más y mejor comenzaría a usar el balón, con otro buen partido de Federico Domínguez, como dueño absoluto del medio, y la "rueda de auxilio" que volvería a ofrecer Cristian Lillo, lo que le permitiría soltarse aún más al joven y polifuncional volante del Gallito, para ofrecerse como opción de descarga ofensiva, y conectarse con Gerardo Martínez, Adrián Peralta y Leonel Altobelli, o directamente "tomar la lanza" y aproximarse con riesgo hasta el arco del "Pincha", en base a su capacidad de desequilibrio individual y en velocidad.
Por eso, y tras algún aviso por medio de la pelota parada, no sería de extrañar que la visita resultase la que se pusiera en ventaja, sobre los '23 de la etapa inicial, merced a otro tiro libre exquisito ejecutado por Gerardo Martínez, quien advirtiendo el paso adelante de su homónimo en la valla local, Ramiro Martínez, habría de ubicarla de emboquillada por sobre el cuerpo del arquero, colocándola con excelso talento entre el palo y el vértice izquierdo.
Además del buen rendimiento de los medios, en especial de Federico Domínguez, por entonces el Deportivo Morón podía considerarse como un justo merecedor de la diferencia parcial, a partir de otro buen partido de Leonel Altobelli, quien prolongaría su gran noche del martes pasado, con otra actuación para el destaque, "aguantando" la pelota con acierto, generando infinidad de infracciones en las cercanías del área, en el afán rival por anticiparlo (resulta admirable su capacidad corporal para proteger el balón) y, una vez de frente al arco, tornándose francamente incontenible para su defensa de turno.
Sin embargo, la alegría no duraría demasiado en el banco visitante, ya que en la jugada siguiente y en una clara muestra de desconcentración del equipo, Nicolás Alvarez habría de proyectarse con total libertad por el andarivel izquierdo de la visita, ejecutar el centro y hallar el pecho de Nahuel Benítez, quien descuidado en la marca por Rodrigo Lemos, tuvo que ser controlado con falta por el lateral uruguayo: penal bien sancionado por Eduardo Gutiérrez y amonestación para el propio Lemos, penal que cambiaría por gol, un minuto después, Diego Torres para el "Pincha".
Vuelto a comenzar en el trámite del encuentro, tras el "rápido y furioso" uno a uno, el control del cotejo cambiaría abruptamente de manos, tal vez por el acuse de recibo del rápido empate, entre los jugadores del Gallo, quienes evidenciarían algunos minutos de desorden en el medio, propiciando el "agrande" de Estudiantes de Buenos Aires, que volvería a preocupar por las bandas, con el predominio de Diego Torres por izquierda y de Brian Gómez por el sector opuesto.
Sobre la media hora del primer tiempo, y luego de un córner a favor, ejecutado por Adrián Peralta (quien alternaría buenas y malas, aunque más de estas últimas), la pelota terminaría en las manos del arquero, Ramiro Martínez, y de allí en un trámite sin escalas hasta el pecho de Martín Batallini, para encarar de cara al arco, en una "mano a mano" inconcebible para el retroceso defensivo del Gallo (habrían de quedar tres defensas, para controlar a igual número de puntas rivales), dejar en el camino a Lemos y generar una buena respuesta de Sebastián Peratta, aunque con rebote, el cual resultaría capitalizado desde el suelo, en plena área chica por Diego Torres (otra vez...), quien llegaría antes que cualquier camiseta azul, marca "Mitre".
Así las cosas, en una ráfaga y casi sin merecerlo ni hacer demasiado, el conjunto de Fabián Anselmo daba vuelta la historia, en un resultado que podría haber aumentado, antes del final del primer tiempo, de no mediar la falta de carácter del árbitro del encuentro (en esta oportunidad, a favor de los de Blas Giunta), al no sancionar otro claro penal para el local, por otro "agarrón" en el área de Rodrigo Lemos, para quien, además, hubiese correspondido una nuevo amarilla y la consecuente expulsión.
Ya en el segundo tiempo, el "Pincha" ajustaría las marcas y le obsequiaría a la visita, balón y terreno de juego, desnudando nuevamente, como en cotejos anteriores, la falta de variantes ofensivas del Gallo y, con Altobelli ya agotado, la ausencia de profundidad en ofensiva.
Con tres en el fondo, por la salida de Lemos y el ingreso de Diego Barrios Suárez, quien no entraría nunca en juego, Morón se asentaría en el fondo, por primera vez en el partido, y apostaría a algún pase entre líneas o remate franco de Gerardo Martínez, así como a alguna proyección de Federico Domínguez o "embestida" de Leonel Altobelli, mientras a ambos les durase el oxígeno en sus pulmones.
Sin profundidad, ni variantes, la más clara para igualar el encuentro, sobrevendría en el descuento, cuando tras un centro desde la izquierda, la pelota le caería en el área a Ariel Otermín, quien ensayaría un remate fuerte, pero a las manos del arquero.
Con el pitazo final de Eduardo Gutiérrez, el Gallo dejaría su invicto en Caseros y pagaría realmente caro sus desatenciones y errores defensivos, algunos de los cuales, impensados hace tiempo, para estos mismos hombres y esta idéntica última línea.
Con revancha rápida, este próximo miércoles, veremos qué versión de este irregular Deportivo Morón, recibirá en el Oeste al sorprendente Deportivo Riestra.
A recuperar la memoria y consolidarse..., de una vez por todas.
Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.
Foto: Prensa, Deportivo Morón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario