lunes, 4 de marzo de 2024

"Flor de Candombe". Otra vez...

Morón volvió a decepcionar a su gente y desperdició la oportunidad de confirmar la recuperación frente a Chaco For Ever, volviendo a mostrarse como un equipo "largo", inconexo entre líneas, sin contención en el medio y con graves y costosos errores defensivos.

Y es que el Gallo jugó apenas 15 minutos, lapso durante el cual sacó la diferencia inicial con el cabezazo goleador de Ezequiel Rescaldani, a los 5' de iniciado el partido, tras un centro en tres cuartos de Gastón González, quien apenas un par de minutos antes, generó un penal bien sancionado y malogrado contra el travesaño, por el propio González, para luego dejar crecer de manera inexplicable a San Telmo, que una vez más, al igual que en noviembre del año pasado, se sentiría cómodo para manejar el trámite y dar vuelta el resultado, de manera merecida, antes del final del primer tiempo.

Con poco, apenas una "pizca" de orden y de idea colectiva de juego, un modesto "Candombero" comenzaría a "arrinconar" a Morón contra su arco, aprovechando las facilidades de un mediocampo local, con un  muy flojo debut de Julián Vitale como volante central (por la ausencia obligada, a último momento, de Pablo Ferreira), sin compañía de los medios de creación en el retroceso, que además volverían a evidenciar una imprecisión compartida e irremediable, con un pobre partido de quien más se espera, como Juan Manuel Olivares, la innegable voluntad de un Gastón González que no hace la diferencia (tal vez y sólo tal vez, por desgastarse más en rol de contención que en función de creación) y un Gonzalo Berterame que tampoco escatima el esfuerzo, pero con demasiado "barullo" para aportar claridad y que además muchas veces se desentiende de cubrir el carril derecho, tal como ocurriera en el empate visitante.

Por si fuera poco, dentro de un Morón, otra vez sin "brújula" ni fútbol, la defensa volvió a ofrecer su peor versión, con innumerables problemas por los laterales, en especial con un Rodrigo Arciero que da muchas ventajas, una zaga central lenta e insegura y un Juan Martín Rojas que venía de un buen partido en Resistencia, pero ante "Telmo" ofreciera una floja respuesta en los goles (mejorando, eso sí, con un par de salvadas, mano a mano, en el complemento, cuando el Gallo ya estaba "regalado" en defensa).

Y la ofensiva no resulta tampoco la excepción, con Ezequiel Rescaldani, otra vez lejos del área, arrancando demasiado desde atrás, en especial con el equipo en ventaja (cubriendo a veces los vacíos de sus mediocampistas o quizá para poder hacerse del balón), respaldado eso si en sus goles, pero escasamente acompañado por Pablo Cáceres, que con movimientos interesantes, no termina de afirmarse en primera y al parecer, más cómodo por afuera que como referencia de área (el tema es, quién ocupa el punto del penal, si los dos puntas se sienten mejor como externos?), como en aquella jugada del primer tiempo, que tras "apurar" en la salida al arquero visitante y provocar el error, cuando ganó el rebote su remate iría al cuerpo del "1", salvándolo del "blooper" y del 0-2 a la visita.

En ese contexto y con un gol mal anulado a San Telmo, el empate del equipo del Alfredo Grelak resultaba merecido y parecía estar al caer, hasta los 37 de la etapa inicial, en que una buena habilitación por izquierda, al "callejón" solitario, descubierto por Berterame y Arciero, Rodrigo Ayala, el lateral zurdo visitante, llegaría hasta el área sin oposición, para sacar un remate bajo y cruzado al segundo palo, de gran factura, aunque con la sensación que Rojas podría haber hecho algo más.

Si lo de Morón había sido apenas una ráfaga hasta el 1 a 0 y después empezaría a desdibujarse por completo, el empate profundizarla sus dudas y confusiones, tanto es así que casi en el epílogo de la primera etapa, sobre los 44', otro ingreso por la derecha de la defensa local, con escasa cobertura y peor contención, terminaría con una remate bien contenido por Rojas, en primera instancia, su rápida reacción para evitar que alguien empuje el rebote debajo del arco, pero con un rechazo corto que quedaría en poder de José Barreto, el "11" visitante, para colocar la pelota lejos del alcance del arquero, junto al poste izquierdo.

Y es que San Telmo le daría vuelta el partido a Morón, antes del final del primer tiempo, con los atributos mínimos que le faltaron al equipo de Fabián Nardozza para mantener la ventaja tempranera y parcial a su favor: orden, inteligencia, algo de fútbol y en especial, determinación y carácter para conseguir el objetivo.

Tanto es así, que los jugadores de "Telmo" parecían tener otra velocidad y repentización, ganando todos los rebotes y las segundas pelotas, mientras que por el lado de Morón jamás afloraría la rebeldía  para revertir la situación, aún sin ideas, pero con convicción, abusando de los centros sin destino cierto en el complemento y facilitando, de esta manera, la tarea defensiva de una última línea y arquero visitantes, que en apenas 15 minutos, el local había "desnudado" sus falencias y limitaciones, generándole un penal y un gol en 6' de juego, además de aquel "blooper" ya referido del arquero "Candombero", bien "apurado" pero mal definido por Cáceres.

A diferencia de lo sucedido en Chaco, los cambios propuestos desde el banco tampoco aportarían las soluciones buscadas, con flojos ingresos de Patricio Núñez (nuevamente errático con la pelota y tomando malas decisiones, algunas que generaron contras de peligro) y Santiago Sala, con voluntad, pero sin claridad, sumados al escaso aporte de Matías Romero, un Agustín Curruhinca sin el desequilibrio de los partidos anteriores (tampoco lo buscaron demasiado) y lo único para destacar, el debut en primera del juvenil Elías Galli.

Y también los "no cambios", como la decisión de no mandar a la cancha a Mariano Bracamonte, tras su gran ingreso, con gol incluido, hace apenas una semana en Resistencia, máxime teniendo en cuenta el pálido rendimiento de los titulares que se desempeñaron por el sector derecho.

Es que Morón, con el paso de los minutos y la cercanía del final, acumuló hombres de ofensiva, pero sin claridad ni criterio, tanto es así que no lograría generar una sola chance clara de gol en el segundo tiempo, además de encimarse y "chocarse" sus puntas, como en una acción entre Núñez y Sala, por la derecha, que terminarían cruzándose y obstaculizándose entre ambos, de manera involuntaria, en una de las tantas acciones ofensivas que intentaría el local para llegar al empate, de manera repetida y previsible.

En definitiva, un Morón nervioso, como el propio Nardozza, expulsado en el cierre del encuentro, se complicaría solo un partido con ventaja y buenas sensaciones, permitiendo que su rival se agrandara y lo dominara hasta darle vuelta el resultado en 45'.

Igual que en noviembre del año pasado, para quedar afuera del Reducido, frente al mismo adversario y con idéntica "chapa" final de 2 a 1 (y hasta la similitud del gol de Rescaldani para poner en ventaja a Morón), para el merecido festejo de un San Telmo que bien pudo ganar por algún gol más y que su último triunfo de visitante, había sido precisamente en el propio Nuevo Francisco Urbano, en aquella tarde para el olvido.

Pero volvió a suceder. Para dejar a Morón con "flor de Candombe".

Otra vez.


@elgallogustavo.



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