miércoles, 26 de noviembre de 2014

Adiós al tren del Ascenso.

"Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina", cantaba Vox Dei, allá por la década del '70. A pesar que ya pasaron varios años de aquél hit nacional, esa letra resuena más que nunca en miles de cabezas moronenses. Hoy se terminó para Deportivo Morón las ilusiones de lograr el tan ansiado, anhelado y retrasado sueño "Nacional". En el estadio "20 de Octubre", el equipo de Blas Guinta tras empatar sin goles, cayó por definición de penales frente al local, Tristán Suárez.

Luego de la angustiosa y sufrida clasificación al Reducido frente al "humilde" Sportivo Italiano en condición de local, Morón tenía la chance de pelear por el último ascenso que ofrecía la categoría, para abandonar de una buena vez por todas la "B " Metropolitana, división que militamos desde hace 14 años (en abril de 2015, se cumplirán 15 años).

A pesar de entrar al Reducido por la ventana (diferencia de un sólo gol a favor con respecto a Villa San Carlos), las ilusiones se renovaban ante la posibilidad de hacer un buen papel en estas instancias decisivas para cualquier equipo con hambre de gloria.

Y en este punto debo hacer hincapié, ya que este Deportivo Morón modelo 2014/15, estuvo lejos de mostrar esa cualidad que hace crecer a cualquier institución. Un equipo timorato, deslucido, que se fue desinflando de a poco luego de un comienzo prometedor tras la asunción de Blas Armando Giunta como DT del "Gallo", nos robó la ilusión de un posible ascenso debido a la pálida imagen mostrada en los últimos partidos del campeonato.

Otra decepción más para el verdadero hincha de Morón, hincha fiel como ningún  otro, que se enoja, que "putea", pero que jamás abandona y renuncia al amor y pasión por estos colores, porque a pesar de todos los fracasos, a Morón se lo lleva adentro del corazón sin importar quien vista la gloriosa casaca del "Gallo", a pesar de que muchos sean indignos de vestir tal insignia.

Como siempre, una vez más, los corazones de miles de "Gallos" se partieron en mil pedazos, ante una nueva decepción del equipo (y van..) esta vez ante el conjunto "Lechero" de Ricardo Caruso Lombardi.

Morón salió a disputar el encuentro sin mucha claridad. La última línea del "Gallo", no sufrió demasiados contratiempos en la etapa inicial, debido a la pálida imagen mostrada por el conjunto de Ezeiza. Es más, el equipo dirigido por Blas Armando Giunta, dispuso de las mejores ocasiones de peligro, debido a un desequilibrante y movedizo Javier Pérez (lo mejor de Morón junto a Rodrigo Lemos), que inquietó al arquero local a través de un disparo que se fue desviado por unos cuantos metros arriba del travesaño. Morón, sin mucha claridad, se animaba a atacar a un timorato Tristán Suárez, que sólo atinaba a responder por medio de pelotas paradas, acciones que resultarían totalmente estériles a la hora de generar peligro. De esta manera se consumirían los primeros 45 minutos del encuentro. Morón sin mostrar demasiado, era más que el local.

Durante la etapa complementaria, el Gallo se replegaría en su campo (como es costumbre en los equipos de Giunta) y se dedicaría a jugar de contragolpe. Esta decisión táctica hizo que el conjunto "Lechero", se anime a atacar el arco defendido por el "Flaco" Sebastián Peratta, que sólo sufriría un "susto" importante a los 30 minutos del segundo tiempo, debido al gran remate de Lucas Farías, que sería desviado por el ''1'' visitante, logrando ahogar el primer grito de gol de la tarde. Luego de esa acción, el "Gallo" no sería inquietado con peligro, durante el resto del partido.

A pesar del esfuerzo del "pibe" Javier Pérez, Morón carecería de peso ofensivo, ya que Leonel Altobelli nunca pudo concretar una jugada de gol. El partido pasado frente a Sportivo Italiano sería un claro ejemplo de este inconveniente al dilapidar tres mano a mano de manera consecutiva. A pesar de esto, el empate era el resultado que mejor caía al partido, ya que ambos conjuntos no se sacaron ventajas en el juego.

De esta manera y tras un arbitraje malo (como nos tiene acostumbrado) por parte del pésimo árbitro Yamil Possi, el local y Morón definirían qué equipo se metería en las semifinales para pelear por el último ascenso en juego. Los penales sería el medio para dirimir tal pase. Lamentablemente ninguno de los encargados de ejecutar desde los 12 pasos (Sebastián Peratta, Cristian González, Leonel Altobelli), estuvieron a la altura de las circunstancias ya que rematarían con poca convicción y en algunos casos hasta con miedo en sus miradas. Si bien no debemos restar méritos al arquero local Darío Capogrosso, los penales ejecutados por parte del equipo de Blas Giunta, dejaron mucho que desear.

Así las cosas, Morón se despediría de la "ilusión Nacional", dejando a su paso decepciones, fracasos, peleas entre compañeros (Jonathan Páez y Gastón Montero) y diferencias entre jugadores referentes y cuerpo técnico. Específicamente hacemos alusión a Damián Emilio Akerman, emblema y goleador histórico de Morón y Blas Armando Giunta.

Dicha diferencia se debe a que el técnico del "Gallo", había solicitado al goleador de la institución que jugara esta instancia decisiva frente a Tristán Suárez, pedido que fue negado por parte de Damián Akerman. Ante ello, y en las últimas horas, el entrenador del Gallo supeditó su continuidad en el cargo, a que el "Guerrero Cordobés no siga en la institución. Muchos saldrán a desmentir estas palabras, pero las mismas fueron confirmadas por varios medios partidarios (radio y páginas de internet).

En fin, un equipo plagado de inconvenientes (personales, económicos y futbolísticos) pasa con más pena que gloria por esta institución. Seguramente habrá muchos que manifiesten que somos "anti-Morón", por hablar de dichas situaciones. Incluso saldrán a decir que la campaña fue todo un éxito, que nuestra "mala leche" nos impide ver lo bueno de este torneo, tras una sequía de 3 años sin participar de un Reducido (la última vez fue contra Defensores de Belgrano, con victoria del local por 1 a 0, allá por Junio de 2011).

Mientras intentan vendernos "espejitos de colores", afirmando que todo es perfecto, está en nosotros aceptar tal "transacción". Mientras nos siguen hablando de una "Institución Modelo", digna de imitar, el tren de las ilusiones y alegrías, sigue de largo y no se detiene en Morón. Mientras sigamos sumergido en nuestra soberbia y tozudez, tendremos que vivir de alegrías y festejos ajenos.

Mientras nuestros rivales y clásicos de toda la vida realizan hazañas futbolísticas dignas de imitar y elogiar, en Morón el sueño Nacional sigue sin concretarse. Pedir ayuda cuando no sabemos dónde estamos parados, no es señal de debilidad. Todo lo contrario. El humilde de espíritu aprende de sus errores, no los vuelve a cometer y avanza en la vida.

Mientras sigamos en la misma postura, el tren de las alegrías y del ascenso, seguirá de largo y no parará en Morón. Hace 24 años que lo estamos esperando...


Por: Marcos Ruiz, para "Club Deportivo Morón, 'el Gallito" (Blog y Facebook).

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