martes, 4 de octubre de 2022

La clasificación de un Morón resiliente

Si hace diez fechas atrás, nos hubieran asegurado que manteníamos la categoría sin sufrimiento y clasificábamos a "Copa Argentina", sin dudas que hubiésemos "firmado" con ambas manos.

Pero, si hace tan sólo diez fechas atrás, nos hubieran confirmado que clasificábamos al Torneo Reducido por el segundo ascenso y que habríamos de lograrlo una jornada antes del cierre del campeonato, seguramente que lo hubiésemos refrendado, firmando con ambas manos y ambos pies, de ser necesario.

Y es que, desde la llegada de la "dupla", Alejandro "Chiche" Migliardi y Joaquín Iturrería, luego de los fracasos de Alejandro Orfila y Gastón Coyette, el Gallo hallaría en "casa", la "receta" para cambiar una campaña complicada, por un "sprint" final de nueve triunfos en 20 partidos, con ocho empates y apenas tres derrotas, para devolvernos la ilusión a todos y de "yapa", regalarnos una esperanza de ascenso a Primera, francamente impensada, ni para el optimista de los fanáticos, y no por imperio de la casualidad, sino de un proceso de mejora progresiva y continua, mental primero y futbolística después, para que hoy Morón ya pueda respirar aliviado, sabiendo que la clasificación está en el "bolsillo", con 34 unidades obtenidas en las últimas 17 fechas, es decir, el 66,6 por ciento de los puntos, desde la primera victoria con la "dupla" en el banco, en el Oeste y ante Villa Dálmine, allá por la fecha 19.

Y es que Morón, frente a Instituto de Córdoba, tenía la ocasión inmejorable de meterse de lleno en el Reducido, sin depender de nadie y a falta de una jornada para el final del torneo, claro que para ello, debía superar a un buen equipo de Lucas Bovaglio, que fue el único capaz de oponerle cierta resistencia al andar demoledor de su coterráneo, Belgrano, y hoy se halla pugnando por finalizar el certamen como escolta, para evitar dos fases del Reducido, ingresando recién en etapa de semifinales y con ventaja deportiva, ante cualquiera de los rivales que llegase hasta dicha instancia.

Y Morón ganó un partido más que "chivo", de manera absolutamente merecida, con un primer tiempo en el que supo quitarle la pelota a "La Gloria"(tarea nada sencilla, frente a uno de los equipos que mejor fútbol desplegara durante todo el torneo) y con muy buena circulación de balón, siempre a ras de piso y con destino cierto, hasta cortar los "circuitos" de su rival, que dependería de su calidad individual, para intentar generar peligro al arco de Juan Martín Rojas.

Así las cosas, desde lo colectivo, tanto en el juego prolijo y atildado, como en el sacrificio a la hora del retroceso defensivo y la marca en toda la cancha, el Gallo iría imponiéndose en el desarrollo, para minutos después trasladarlo al marcador, cuando a los 14 del primer tiempo, una excelente "trepada" ofensiva de Damián Adín, por derecha, derivaría en el intento de remate al arco de Tobías Zárate, y en el rebote, la "embestida" goleadora de Gastón González (por fortuna, desde hace un tiempo a esta parte,  mucho más parecido a aquél jugador cerebral y desequilibrante que no puede faltar), para "fusilar" a Jorge Carranza, con un derechazo potente y a media altura, para "romperle al arco" al "1" visitante y hacer delirar a la multitud que colmara el Nuevo Francisco Urbano.

Con la ventaja, Morón cedería la iniciativa a la necesidad de la visita, pero sin resignar la consigna de la salida prolija desde el fondo y las "triangulaciones", superada la línea de ventaja de Instituto, hasta que menos de diez minutos más tarde, en una doble" "salvada" en el arco de Rojas, Diego Ceballos, árbitro del encuentro, sin haber visto absolutamente nada de "primera mano", pero "a pedido" de los jugadores visitantes, le regalaría a "La Gloria" la posibilidad pronta del empate, con un penal inexistente, que Juan Martín Rojas evitaría, con una enorme atajada sobre su palo izquierdo, para "atragantarle" el grito a Gabriel Graciani y darle justicia a un fallo arbitral vergonzoso.

En un trámite de ida y vuelta, casi sin transiciones en el mediocampo, pese al buen trabajo, una vez más, de Santiago Ubeda, Morón defendería con acierto, a partir del gran nivel sostenido de su línea defensiva y procuraría "lastimar" de contra, con la velocidad de Gonzalo Salega, el desborde de Zárate, la presencia siempre intimidante de Leo Ramos y, fundamentalmente, el criterio y capacidad futboleras de Santiago Coronel, otro de los principales responsables, de este crecimiento futbolístico del equipo, en la última decena de jornadas.

Ya en el complemento, Instituto saldría decidido a "pagar cara" la derrota, procurante arrinconar al Gallo contra su área, para lo cual contaría con la colaboración inestimable del árbitro, que cobraría de manera sistémica, cada pelota dividida en favor de la visita, aunque la labor sólida, solvente y reiteradamente consistente de la defensa local, eximirían a Juan Martín Rojas de mayores "sofocones", salvo alguna "pelota parada" o un centro al segundo palo, despejado "in extremis", por un brillante Cristian Paz.

Con algunas chances, no muchas, de contragolpe, para liquidar el "pleito", a diferencia de la primera etapa, en el segundo tiempo, el equipo de Migliardi e Iturrería apostaría a sostener el resultado, más cerca de su arco y convencido de su reconocida capacidad defensiva, no por ello resignando su consigna de circulación de la pelota, cada vez que la recuperaba e intentaba progresar en el campo, ya sea para buscar con decisión el arco de enfrente, o bien para descansar del dominio territorial ajeno (pero casi sin situaciones de riesgo) con el balón debajo de la "suela" propia.

El final desataría el delirio en la multitud del Gallo, que un rato después, con el triunfo de Belgrano sobre Chacarita, confirmaría aquello que, hace diez fechas atrás, hubiésemos firmado con los ojos cerrados: la clasificación a "Copa Argentina" 2023 y al inminente torneo Reducido por el segundo ascenso a la Liga Profesional, a falta de una jornada para el cierre de la (extenuante) fase regular de la Primera Nacional.

El próximo sábado por la tarde, de hilvanar su quinta victoria en fila, frente a Agropecuario, en Carlos Casares y sumados a otros resultados, Morón hasta podría finalizar el certamen en la séptima posición.

Que me "pellizquen", pero no me dejen "despertar" hasta Primera.

La clasificación de un Morón resiliente. Enhorabuena.


@elgallogustavo.




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